Tres desaparecidas en Asturias en apenas dos semanas

Una pregunta, por favor.-
Y ese ritmo de vida tan ""alocado y estresante"", a que se debe,???.-
No será, por casualidad a que alguien les ha metido en la cabecita que pueden hacerse ricos??.-
No sé, y por eso pregunto.-

No entiendo muy bien este comentario. Como tampoco entiendo los de otro forero, por lo poco que yo he leído en este hilo desde el primer momento se presupuso que tanto lo de Lorena como lo de Concepción había sido un su***dio.
 
No entiendo muy bien este comentario. Como tampoco entiendo los de otro forero, por lo poco que yo he leído en este hilo desde el primer momento se presupuso que tanto lo de Lorena como lo de Concepción había sido un su***dio.
Pues porque vamos a lo loco, mira como vamos con la hora, que es de locos completos.
Y quiere la gente vivir por encima de sus posibilidades, y contrae deudas y hay problemas, y luego vienen las depresiones y despues el su***dio.- (no digo que sea el caso), y no quiero ofender a nadie; pero el ritmo que veo yo es de locura total.-
 
No entiendo muy bien este comentario. Como tampoco entiendo los de otro forero, por lo poco que yo he leído en este hilo desde el primer momento se presupuso que tanto lo de Lorena como lo de Concepción había sido un su***dio.

Bueno desde el principio no, al principio se hablaba de tres desapariciones no voluntarias, después se empezó a hablar que en el caso de Lorena sí podía ser voluntaria, pero con Paz y Concepción no.
 
Hola, buenas noches.
Llevo mucho tiempo leyéndoos y disfrutando de estas páginas y finalmente me animo hoy a participar. Cada vez que salen noticias como ésta me pregunto hasta que punto es cierta esa narrativa oficial que existe en torno a los suicidios y según la cual la gente del entorno, amigos, familia y demás nunca advierten nada de lo que podía estar pasando por la cabeza del suicida. No tengo aún una opinión muy formada al respecto, ni casos cercanos como para llegar a una conclusión sólida, pero me pregunto , y espero no molestar a nadie, hasta que punto ese no haber "detectado" nada no será la salida más digna para poder dormir por las noches. Tal vez sea injusta, no sé... Pero resulta mucho más terrible hacerse preguntas del tipo ¿ fui un apoyo suficiente para él/ ella?, ¿escuchaba realmente cuando me hablaba o estaba pensando en mis cosas, mi curro, mis hijos, mis problemas...?, ¿estuve realmente allí cuando la persona tuvo un bache o hacía que estaba allí?, ¿por qué no confío en mí para hablar...? Mejor sin duda la negación, el suicida no tenía ningún problema, saludaba a los vecinos con una sonrisa...
Con el ritmo de vida tan alocado y estresante que llevamos me planteo a veces si de verdad "vemos" y "escuchamos" a quien tenemos al lado o estamos demasiado ocupados con lo nuestro. Me cuesta sinceramente creer que se pueda ocultar la tristeza durante meses y más a personas con las que se convive.

Yo en mi entorno he conocido dos casos de su***dio, los dos de jóvenes, un chico de 17 años que se ahorcó porque le dejó la novia, y una chica de 19 que se tiro al mar por lo mismo, porque le dejó el novio. Anda que no les quedaba vida por delante para tener mas amores y desamores.
 
Pues porque vamos a lo loco, mira como vamos con la hora, que es de locos completos.
Y quiere la gente vivir por encima de sus posibilidades, y contrae deudas y hay problemas, y luego vienen las depresiones y despues el su***dio.- (no digo que sea el caso), y no quiero ofender a nadie; pero el ritmo que veo yo es de locura total.-

Lo que empuja a una persona al suicido suele ser algo bastante más complejo que querer vivir por encima de nuestras posibilidades o que te haya dejado al novio. El su***dio es el punto final de una enfermedad, como el que tiene un cáncer terminal y acaba muriéndose a consecuencia de este. No es que no se quiera seguir viviendo, es que no se puede seguir viviendo.

Hola, buenas noches.
Llevo mucho tiempo leyéndoos y disfrutando de estas páginas y finalmente me animo hoy a participar. Cada vez que salen noticias como ésta me pregunto hasta que punto es cierta esa narrativa oficial que existe en torno a los suicidios y según la cual la gente del entorno, amigos, familia y demás nunca advierten nada de lo que podía estar pasando por la cabeza del suicida. No tengo aún una opinión muy formada al respecto, ni casos cercanos como para llegar a una conclusión sólida, pero me pregunto , y espero no molestar a nadie, hasta que punto ese no haber "detectado" nada no será la salida más digna para poder dormir por las noches. Tal vez sea injusta, no sé... Pero resulta mucho más terrible hacerse preguntas del tipo ¿ fui un apoyo suficiente para él/ ella?, ¿escuchaba realmente cuando me hablaba o estaba pensando en mis cosas, mi curro, mis hijos, mis problemas...?, ¿estuve realmente allí cuando la persona tuvo un bache o hacía que estaba allí?, ¿por qué no confío en mí para hablar...? Mejor sin duda la negación, el suicida no tenía ningún problema, saludaba a los vecinos con una sonrisa...
Con el ritmo de vida tan alocado y estresante que llevamos me planteo a veces si de verdad "vemos" y "escuchamos" a quien tenemos al lado o estamos demasiado ocupados con lo nuestro. Me cuesta sinceramente creer que se pueda ocultar la tristeza durante meses y más a personas con las que se convive.

Hay casos y casos. En muchos es cierto que la gente del entorno no tiene ni idea de lo que le pasa a esa persona. En otros sí es evidente que esa persona está sufriendo una gran depresión, pero lo último que se imagina uno es que va a acabar suicidándose. Una persona no se suicidia por pasar un bache o por que no le hagan caso; y al contrario, no es algo que se evite por confiar en alguien o contarle sus problemas.

Desgraciadamente yo sí conozco varios casos de suicidios por diversos motivos. Y en el caso del más cercano, y más doloroso, la muerte llegó con el tercer intento de su***dio. Así que imagínate si la familia y entorno conocía la situación y el sufrimiento por el que esa persona estaba pasando; y aún así no pudo evitarlo porque la persona que está decidida a acabar con su vida lo consigue más temprano que tarde.
 
Yo me pregunto una cosa, como si el cadáver de Concepción que según han dicho estaba en avanzado estado de composición, como se pudo identificar por las huellas digitales ?? Se supone que si está en esas condiciones tendría que ser a través del adn, no ?? Me suena raro ese caso. El hecho que no tenga señales de violencia no quiere decir que no la hayan quitado de enmedio, la han podido empujar en un acantilado, por ejemplo....
 
Ajajajajaaaj... @Devonat lo de las huellas que duran muchísimos meses lo dije unos post más arriba, y lo de tus sospechas del empujón algunos dias antes. Pensando en ésa hija y ése marido, y lo que han pasado mientras su "familia lejana" (en espacio) les señalaban.
Y todavía habrá quien diga "igual la empujaron...". Si existe perdón en éste mundo, para mi, ésos primero deben saltar al acantilado ;-((
 
Última edición:
Ajajajajaaaj... @Devonat lo de las huellas que duran muchísimos meses lo dije unos post más arriba, y lo de tus sospechas del empujón algunos dias antes. Pensando en ésa hija y ése marido, y lo que han pasado mientras su "familia lejana" (en espacio) les señalaban.
Galeguiño, lo que ha sufrido la familia se presupone, acaso dudas que la familia en general, marido e hija incluidos no han pensado que no sea un su***dio ?? Ellos la conocían mejor que todos nosotros juntos y habrán pensado de todo pero por supuesto no voy a polemizar contigo pq no tengo ningún interés, yo tengo mi idea y tu la tuya y punto pelota, no tengo más que decirte.
 
Galeguiño, lo que ha sufrido la familia se presupone, acaso dudas que la familia en general, marido e hija incluidos no han pensado que no sea un su***dio ??

Como me preguntas te respondo -y sin ningún ánimo de polemizar-.

Yo en éste caso no hablaría de "la familia en general". De una parte está la hija y el marido que CONVIVÍAN a diario con la desaparecida y siempre aceptaron la principal vía investigada de desaparición voluntaria -su***dio ó abandono del hogar- y de ooootra parte enfrentada, las hermanas, hermano, sobrina,... familiares todos ellos muy LEJANOS (físicamente) que nunca debieron cacarear a los medios burradas como:
«Si aparece en el mar es porque la han tirado»
«Muy lejos no puede estar y sus causantes tampoco»
«Cuando pasan estas cosas puede ser alguien allegado, incluso familiares»

Que se lo cuenten toooodo a los investigadores, pero que no vayan de plañideras por las televisiones
https://www.lavozdeasturias.es/noti...parece-mar-tirado/00031520768250522402450.htm
 
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Paz Fernández y Javier, que la asesinó en la localidad asturiana de Navia.

Reportajes LA VIDA DE LAS VÍCTIMAS
Paz, la asturiana que cantaba como Amy, asesinada por quien decía ser su proxeneta
La vida de las víctimas (5): el hombre que mató a Paz llegó incluso a hablar con los medios de comunicación para desviar las pistas hacia otro lado. Gijonesa de 43 años, era madre de dos hijos.
27 marzo, 2018 00:23
  1. Gijón
  2. La vida de las víctimas
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  4. Machismo
  5. Violencia de género
  6. Asturias
Marta Espartero @martaespartero
A Paz Fernández Borrego sus hijos la llamaban su “Amy rubia”. Su voz, áspera, rota, ronca, era un imán para conseguir que brotara la sonrisa entre quienes la rodeaban. Disfrutaba de la compañía, de las risas en los bares. Siempre envuelta en su aire hippie. Siempre en un pequeño piso donde pasaba las horas tocando la guitarra en su sillón de color rosa cubierto con mantas de colores. Siempre rodeada de amigos. Hasta que uno de ellos, que alardeaba de ser su proxeneta, la asesinó a golpes.

La gijonesa -una mujer alegre, familiar, positiva- desapareció sin dejar apenas rastro el pasado 13 de febrero. Veinte días más tarde, el 7 de marzo, se hizo el silencio total. Habían encontrado su cadáver en el embalse de Arbón, ubicado en el concejo asturiano de Villayón. Supieron que era ella: llevaba el mismo vestido del día de su desaparición, reconocieron su largo pelo rubio y pronto vieron su tatuaje.

Paz Fernández interpretando una canción de Amy Winehouse.

Las circunstancias de su desaparición no encajaban con la personalidad de la mujer. De Paz, que tenía 43 años, todo el mundo destaca su vibrante manera de ser. Es un denominador común entre quienes la describen: “Era pura alegría y vitalidad”, “alegre, entusiasta y llena de vida”, “llena de salero y de arte”. Paz igual cantaba que bailaba. Pero siempre reía.

De espíritu aventurero, la gijonesa adquirió una caravana con la que disfrutaba de largos viajes por carretera. A Paz también le gustaba el reiki, salir a montar a caballo y hacer noche en la carretera en su vehículo. Cantaba en un grupo con amigos.

El día de la desaparición
Paz residía en Nuevo Roces, un barrio de la periferia de Gijón. Era madre de un hijo mayor de edad y una hija de 6 años. Con el padre de su hija pequeña tenía la custodia compartida “y una relación fenomenal; de hecho, la niña estaba con su padre estos días que ella había decidido tomárselos libres para irse a Navia”, explican desde el entorno de la fallecida.

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Paz Fernández.

La asturiana disfrutaba de distintas escapadas frente al mar. El día de su desaparición había decidido pasar la jornada en esta localidad costera. Allí reservó un hostal, el San Francisco. Solía hacerlo. Se daba unos días de esparcimiento para ella sola.

No era la primera vez que Paz Fernández pasaba unos días en Navia. “Siempre educada, siempre daba las gracias por todo. Siempre ahí con el perrín”, contaba a EL ESPAÑOL Enrique, el camarero del San Francisco. La tarde del 13 de febrero llegó al hostal a media tarde, “pagó la habitación que le costó 17,50 euros. Pagó eso y un chupito. Le sobraron unas monedas del billete de 20 euros que me dio. Le echó el cambio a la máquina y luego se fue con él, que ya llevaba un rato esperándola y echándole a la máquina”, explica Enrique. Quien la esperaba era su asesino, Javier Ledo

Así conoció a su asesino
Javier y Paz se habían conocido durante la estancia del primero en Gijón. Nadie sabía exactamente qué tipo de relación unía a Paz y a Javier. Él aseguraba por Navia que él era su proxeneta y así lo contaba cuando ella venía al pueblo. Ella no daba detalles.

Ambos pasaron toda la tarde del 13 de febrero bebiendo juntos, según defendió el propio Ledo ante el juez. También parte de la noche. Después de tomar copas en varios establecimientos de Navia, se fueron a la casa que él tiene en el cruce entre la calle San Francisco y la calle Hospital. Una vivienda de cuatro plantas propiedad de su familia. Un domicilio en el que él malvive, porque no está debidamente acondicionado para residir. Los trastos viejos y avíos laborales como sacos de cementos se agolpan en esa vivienda.

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Paz Fernández, con su perro y su hija.

Ahí se les perdió la pista. A Paz no la volvieron a ver. A su perro Bronco sí, vagando por las calles a la mañana siguiente. A unos tres kilómetros se encontraron su coche aparcado. “Vi al perrín por ahí solo, jugando con dos mujeres. Fui a avisar a Javier, que vive a 20 metros del hostal. Le dije que estaba el perro de su novia por ahí solo y él me insistió en que no era su novia”, recuerda el camarero del San Francisco.

Frialdad, falta de empatía, cosificación
Para la psicóloga experta en violencia de género Timanfaya Hernández, los actos del asesino “nos está hablando de una personalidad puramente antisocial, de unos rasgos muy psicopáticos probablemente. Esa absoluta frialdad, falta de empatía con la víctima, cosificación de la mujer, estatus de desigualdad absoluto, empleo de la violencia y machismo en el trato. Tiene el punto de las circunstancias de violencia de género, pero se le añade esa cosificación de alardear que él era su proxeneta”.

A partir de ahí, Javier actuó con todo el cinismo y la sangre fría que pudo. “Se preocupaba por lo que le hubiera pasado a su amiga. Iba a los bares y no rehuía la conversación. Si salía el tema decía que si habían matado a Paz, al asesino habría que meterle cárcel permanente revisable. Así lo decía”, cuentan en el San Francisco.

“Son rasgos narcisistas, muy antisociales, unos factores de manipulación. Esa necesidad de alardear, de sentir en un estatus superior, que ella depende de mí”, explica la experta. “Son casos extremos: hablamos de la violencia a la mujer ejercida por una persona que la utiliza como medio para obtener un beneficio económico y la violencia de usar su relación, bien a través del miedo, dependencia emocional o agresividad”.

Hernández es taxativa: “Ninguna relación de desigualdad es sana. Nunca una relación abusiva puede llevar a algo positivo”. Y da unas claves para identificar una posible situación vulnerable. “Si sientes miedo, inseguridad o vulnerabilidad, no es sano”.

Paz Fernández Borrego, de 43 años, es la quinta mujer asesinada por un hombre desde que comenzó el año. En España, en 2018, también han sido asesinadas Jénnifer Hernández Salas, de 46; Laura Elisabeth Santacruz, de 26; Pilar Cabrerizo López, de 57, y María Adela Fortes Molina, de 44 años.

La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas sólo en 2017. EL ESPAÑOL está relatando la vida de cada una de estas víctimas de un problema sistémico que entre 2003 y 2016 ya cuenta con 872 asesinadas por sus parejas o exparejas.

https://www.elespanol.com/reportaje...my-asesinada-decia-proxeneta/294971630_0.html
 
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Paz Fernández y Javier, que la asesinó en la localidad asturiana de Navia.

Reportajes LA VIDA DE LAS VÍCTIMAS
Paz, la asturiana que cantaba como Amy, asesinada por quien decía ser su proxeneta
La vida de las víctimas (5): el hombre que mató a Paz llegó incluso a hablar con los medios de comunicación para desviar las pistas hacia otro lado. Gijonesa de 43 años, era madre de dos hijos.
27 marzo, 2018 00:23
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  2. La vida de las víctimas
  3. Feminismo
  4. Machismo
  5. Violencia de género
  6. Asturias
Marta Espartero @martaespartero
A Paz Fernández Borrego sus hijos la llamaban su “Amy rubia”. Su voz, áspera, rota, ronca, era un imán para conseguir que brotara la sonrisa entre quienes la rodeaban. Disfrutaba de la compañía, de las risas en los bares. Siempre envuelta en su aire hippie. Siempre en un pequeño piso donde pasaba las horas tocando la guitarra en su sillón de color rosa cubierto con mantas de colores. Siempre rodeada de amigos. Hasta que uno de ellos, que alardeaba de ser su proxeneta, la asesinó a golpes.

La gijonesa -una mujer alegre, familiar, positiva- desapareció sin dejar apenas rastro el pasado 13 de febrero. Veinte días más tarde, el 7 de marzo, se hizo el silencio total. Habían encontrado su cadáver en el embalse de Arbón, ubicado en el concejo asturiano de Villayón. Supieron que era ella: llevaba el mismo vestido del día de su desaparición, reconocieron su largo pelo rubio y pronto vieron su tatuaje.

Paz Fernández interpretando una canción de Amy Winehouse.

Las circunstancias de su desaparición no encajaban con la personalidad de la mujer. De Paz, que tenía 43 años, todo el mundo destaca su vibrante manera de ser. Es un denominador común entre quienes la describen: “Era pura alegría y vitalidad”, “alegre, entusiasta y llena de vida”, “llena de salero y de arte”. Paz igual cantaba que bailaba. Pero siempre reía.

De espíritu aventurero, la gijonesa adquirió una caravana con la que disfrutaba de largos viajes por carretera. A Paz también le gustaba el reiki, salir a montar a caballo y hacer noche en la carretera en su vehículo. Cantaba en un grupo con amigos.

El día de la desaparición
Paz residía en Nuevo Roces, un barrio de la periferia de Gijón. Era madre de un hijo mayor de edad y una hija de 6 años. Con el padre de su hija pequeña tenía la custodia compartida “y una relación fenomenal; de hecho, la niña estaba con su padre estos días que ella había decidido tomárselos libres para irse a Navia”, explican desde el entorno de la fallecida.

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Paz Fernández.

La asturiana disfrutaba de distintas escapadas frente al mar. El día de su desaparición había decidido pasar la jornada en esta localidad costera. Allí reservó un hostal, el San Francisco. Solía hacerlo. Se daba unos días de esparcimiento para ella sola.

No era la primera vez que Paz Fernández pasaba unos días en Navia. “Siempre educada, siempre daba las gracias por todo. Siempre ahí con el perrín”, contaba a EL ESPAÑOL Enrique, el camarero del San Francisco. La tarde del 13 de febrero llegó al hostal a media tarde, “pagó la habitación que le costó 17,50 euros. Pagó eso y un chupito. Le sobraron unas monedas del billete de 20 euros que me dio. Le echó el cambio a la máquina y luego se fue con él, que ya llevaba un rato esperándola y echándole a la máquina”, explica Enrique. Quien la esperaba era su asesino, Javier Ledo

Así conoció a su asesino
Javier y Paz se habían conocido durante la estancia del primero en Gijón. Nadie sabía exactamente qué tipo de relación unía a Paz y a Javier. Él aseguraba por Navia que él era su proxeneta y así lo contaba cuando ella venía al pueblo. Ella no daba detalles.

Ambos pasaron toda la tarde del 13 de febrero bebiendo juntos, según defendió el propio Ledo ante el juez. También parte de la noche. Después de tomar copas en varios establecimientos de Navia, se fueron a la casa que él tiene en el cruce entre la calle San Francisco y la calle Hospital. Una vivienda de cuatro plantas propiedad de su familia. Un domicilio en el que él malvive, porque no está debidamente acondicionado para residir. Los trastos viejos y avíos laborales como sacos de cementos se agolpan en esa vivienda.

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Paz Fernández, con su perro y su hija.

Ahí se les perdió la pista. A Paz no la volvieron a ver. A su perro Bronco sí, vagando por las calles a la mañana siguiente. A unos tres kilómetros se encontraron su coche aparcado. “Vi al perrín por ahí solo, jugando con dos mujeres. Fui a avisar a Javier, que vive a 20 metros del hostal. Le dije que estaba el perro de su novia por ahí solo y él me insistió en que no era su novia”, recuerda el camarero del San Francisco.

Frialdad, falta de empatía, cosificación
Para la psicóloga experta en violencia de género Timanfaya Hernández, los actos del asesino “nos está hablando de una personalidad puramente antisocial, de unos rasgos muy psicopáticos probablemente. Esa absoluta frialdad, falta de empatía con la víctima, cosificación de la mujer, estatus de desigualdad absoluto, empleo de la violencia y machismo en el trato. Tiene el punto de las circunstancias de violencia de género, pero se le añade esa cosificación de alardear que él era su proxeneta”.

A partir de ahí, Javier actuó con todo el cinismo y la sangre fría que pudo. “Se preocupaba por lo que le hubiera pasado a su amiga. Iba a los bares y no rehuía la conversación. Si salía el tema decía que si habían matado a Paz, al asesino habría que meterle cárcel permanente revisable. Así lo decía”, cuentan en el San Francisco.

“Son rasgos narcisistas, muy antisociales, unos factores de manipulación. Esa necesidad de alardear, de sentir en un estatus superior, que ella depende de mí”, explica la experta. “Son casos extremos: hablamos de la violencia a la mujer ejercida por una persona que la utiliza como medio para obtener un beneficio económico y la violencia de usar su relación, bien a través del miedo, dependencia emocional o agresividad”.

Hernández es taxativa: “Ninguna relación de desigualdad es sana. Nunca una relación abusiva puede llevar a algo positivo”. Y da unas claves para identificar una posible situación vulnerable. “Si sientes miedo, inseguridad o vulnerabilidad, no es sano”.

Paz Fernández Borrego, de 43 años, es la quinta mujer asesinada por un hombre desde que comenzó el año. En España, en 2018, también han sido asesinadas Jénnifer Hernández Salas, de 46; Laura Elisabeth Santacruz, de 26; Pilar Cabrerizo López, de 57, y María Adela Fortes Molina, de 44 años.

La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas sólo en 2017. EL ESPAÑOL está relatando la vida de cada una de estas víctimas de un problema sistémico que entre 2003 y 2016 ya cuenta con 872 asesinadas por sus parejas o exparejas.

https://www.elespanol.com/reportaje...my-asesinada-decia-proxeneta/294971630_0.html

Ni una sola vez he encontrado la palabra "PRESUNTO" en tan extenso artículo!!! Con lo cual tanto el panfleto digital especializado en distorsionar, como ésa psicóloga experta en violencia de género, pierden toda mi credibilidad
 
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