Sueños y sus posibles significados.

a mi me ha llamado mucho la atenciòn eso de que las presencias puedan ser de personas vivas, familiares, etc que tambien han salido de sus cuerpos en sueños, me recuerda lo que alguien me dijo una vez, que cuando soñabas con una persona era porque tu alma se la habia encontrado en astral...no sè si serà asi, pero me vino eso a la memoria...
Últimamente sueño con amigas de la infancia y adolescencia a las que quise mucho pero por circunstancias perdimos el contacto..

Nos encontramos en circunstancias agradables tomando algo en la playa o visitandolas..son adultas aunque conservan los rasgos adolescentes..
Son sueños agradables..quizá a ellas les pase lo mismo..;)
 
ayer sone con mis padres, estabamos en Londres en una cena con la que se supone era mi jefa, traian una bandeja de dulces y ya pense ya van ellos a decirme que no coma, va y no dijeron nada...yo sorprendida creo que mi jefa bajaba las escaleras de un edificio neoclasico, yo miraba por la ventana y veia un centro comercial lo sentia mas que verlo...que os parece cotis?
si @Annette un articulo muy bueno, a ver si andamos de jarana astral por las noches y nos encontramos en otros planos
un sueño curioso y no le encuentro el significado, jajaa, a veces mezclamos todo!! o tal vez solo tu, que conoces a los protagonistas y te relacionas con ellos, tengas la respuesta...
 
http://culturacolectiva.com/como-interpretar-tus-suenos-mas-recurrentes-segun-el-psicoanalisis/

Cómo interpretar tus sueños más recurrentes según el psicoanálisis
Por Alejandro Arroyo Cano julio 18, 2016

Introducción

Hoy soñé que era un vampiro y que volaba hasta Roma para ser sepultado por una bomba pues los nazis estaban invadiendo la ciudad. Desperté sudando, asfixiado por la pólvora de los explosivos. Ciertamente es un sueño bastante ilógico y atemporal, incluso diría que absurdo, pero debe de haber algo detrás de esa escena de cine expresionista alemán que diga algo sobre mi vida. ¿Y si aquellas imágenes son una advertencia de muerte, de problemas o sufrimiento? Si mi existencia corre peligro quiero ser el primero en saberlo.



Me paré de la cama a mitad de la noche –o madrugada– porque recordé que había un libro con todas las repuestas para mí trágico momento. Llegué al librero más grande de la casa y encontré un ejemplar llamado “La interpretación de los sueños”, de un tal Sigmund Freud. Con hojear un rato el libro encontré cosas sorprendentes que me calmaron por un lado y, por el otro, aumentaron mi paranoia. Esto fue lo que encontré.



La teoría psicoanalítica de Sigmund Freud

Sigmund Freud fue el padre del psicoanalisis. Él aseguró que hay un espacio en la mente donde se guardan todas las experiencias traumáticas. Por ejemplo, todos podemos recordar nuestra infancia. Los momentos más felices cuando salíamos a pasear con nuestros padres o conocíamos a nuestro primer mejor amigo. Las cosas “felices” son fáciles de evocar. Freud se preguntó: “¿Qué pasa con todos los recuerdos que nos hacen daño?”.

Así como hubo momentos momentos felices en nuestra vida, también los hubo tristes o dañinos. Quizá recordemos algún episodio traumático de nuestra infancia como algún accidente, la muerte de un familiar o una pelea entre nuestros padres. De esos momentos tenemos imágenes difusas. Sabemos que pasó algo, pero no tenemos la certeza de cómo sucedió o qué pasó en realidad. Fue Freud quien comenzó a trabajar con todas esas memorias y ver de qué manera afectaban a nuestra persona.





Fue así como entendió que la mente está dividida en consciente e inconsciente. Para no entrar en conflictos teóricos, podríamos decir que en el mundo consciente se encuentran todos los pensamientos y experiencias “positivas”. En el otro cuarto –el inconsciente– se guardan bajo llave todas las experiencias traumáticas. El inconsciente es el desván de la mente; ahí es donde se guardan los triques de la casa.

El problema es que este cuarto siempre está cerrado, sólo se abre cuando vivimos una hecho traumático, entonces el guardián de nuestra mente toma las emociones “malas” y las encierra para que nunca salgan y ocasionen un desequilibrio en nuestro ser. Este mecanismo psíquico lo denominó “represión”. Lo que también descubrió Freud es que no todo termina ahí. Hay eventos tan fuertes que el guardián del inconsciente no puede reprimirlos completamente. Es entonces cuando se crean los trastornos psicológicos o de personalidad. Entonces, ¿cómo combatir contra algo que está encerrado bajo llave y no puede verse a simple vista? Mediante los sueños.



La interpretación de los sueños

Freud descubrió que para abrir el inconsciente hay que cerrar primero el consciente. Como lo han demostrado los sueños, que estemos dormidos no significa que la mente deje de trabajar, al contrario, comienza a actuar en un proceso alterno. Por eso el primer método psicoanalítico que propuso Sigmund fue la hipnosis. Él dormía a sus pacientes y empezaba a indagar en su inconsciente para saber cuáles eran los traumas que afectaban su vida.

Las terapias que hacen los psicoanalistas actualmente retoman mucho de la técnica que propuso Freud. Su objetivo principal es revelar todos los recuerdos traumáticos que fueron mal reprimidos por la mente. Cuando ya se identificaron, el psicólogo puede iniciar una terapia especializada. Cada uno de nosotros podemos ser nuestro propio psicoanalista si logramos recordar nuestros sueños cuando despertamos. Recordar las imágenes que vimos en sueños es difícil, pero no imposible.



Conoce cuáles son los 6 factores que influyen y alteran tus sueños.


Según el libro “La interpretación de los sueños”, todos son interpretables, aunque su sentido no puede ser dicho de inmediato, es necesario desplegar una cadena asociativa. Dice Freud que los sueños son como una gran metáfora, un mensaje que está disfrazado y que necesita ser analizado con objetividad. Para analizar su sueño, Sigmund elaboró un “informe preliminar”, en el que recorre el contexto, las personas, los lugares y los acontecimientos involucrados.

Como lo sueños son recuerdos censurados, están ocultos en imágenes extraordinarias o poco convencionales. Por eso las personas llegan a tener escenas fantásticas o absurdas. Para desgracia de todos los místicos, los sueños son sólo una reintepretación de lo que se experimentó cuando la persona estuvo despierta. Las asombrosas escenas son un truco del inconsciente para seguir ocultándolo. Por eso cualquier análisis es subjetivo.

Al final del libro, Sigmund Freud dice que para interpretar los sueños hay que hacer una asociación libre de la persona. Ir indagando en sus vivencias y su pasado, principalmente en lo que está viviendo en el ahora. Si hay un hecho traumático, uno tan fuerte que ocasione un trastorno, los sueños sólo son una representación de los deseos culposos de las personas. Por eso Freud evoca constantemente a la sexualidad, porque para él, los deseos sexuales que reprimimos a cada momento son parte de una convivencia sana en la sociedad. Lo demás es una ilusión de nuestra mente.



¿Creías que había algo místico en los sueños? No te desanimes, en realidad revelan mucho de las personas, o más bien, de lo que ocultan. Si quieres interpretar lo que vas a soñar esta noche, ten los ojos abiertos a todo lo que te rodea en este momento y notarás que hay deseos que tienes que guardarte para no ocasionar problemas en el mundo moralista con cientos de reglas. Si quieres conocer las interpretaciones que han hecho otros teóricos –menos trascendentes que Freud–, puedes leer las pesadillas más comunes y sus significados; otra cosa que puedes hacer es leer cómo tener un sueño lúcido esta noche.


 
Pasé una semana probando el ritmo de sueño de la Edad Media

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La creencia de que es necesario dormir ocho horas del tirón no solo es relativamente reciente, sino antinatural. Al menos eso dice un estudio llevado a cabo por el historiador Roger Ekirch sobre los distintos patrones de sueño a lo largo de la historia. La investigación se realizó en un periodo de dieciséis años y permitió recopilar gran cantidad de información para demostrar su teoría.


En la Edad Media, y probablemente antes, casi todo el mundo dormía dos veces cada noche, en turnos de aproximadamente cuatro horas separados por una hora o dos de vigilia, dedicadas a tareas de casa, leer o escribir, reflexionar o charlar con la pareja. Además, se recomendaba encarecidamente practicar el s*x* durante ese periodo. Ese patrón de sueño desapareció hace unos doscientos años, coincidiendo con la llegada de los sistemas de iluminación de las calles y la revolución industrial.

En la Edad Media, y probablemente antes, casi todo el mundo dormía dos veces cada noche


Según Ekirch, la iluminación artificial es la principal causa por la que se modificó el patrón del sueño, e incluso la compara con una droga a la que estamos constantemente expuestos y que provoca una alteración de nuestros niveles hormonales que, a su vez, afecta a nuestro ciclo del sueño.


Para el estudio, Ekirch contó con la colaboración del investigador Thomas Wehr, quien reprodujo las condiciones en las que dormían nuestros antepasados para un experimento en el que se evitó exponer a los sujetos a la luz artificial durante un mes. Pasadas dos semanas, todos los participantes mostraban el mismo patrón de sueño en dos periodos.


Los investigadores concluyeron que ese periodo de vigilia intermedio era importante para reducir el estrés y para el bienestar general de una persona, un momento de calma en el que reflexionar sobre el día anterior, los sueños vividos durante el primer periodo o simplemente no hacer nada y relajarse un rato.


Yo siempre he sido lo peor con esto del sueño: me acuesto tarde, me cuesta mucho conciliar el sueño y todavía más levantarme por la mañana. Probablemente se deba a que soy una criatura bastante nocturna o a la falta de disciplina. Quizá mis funciones corporales mejorarían mucho si adoptaba los ciclos de sueño que tenían antiguamente. Así que, en un intento por convertirme en una persona más saludable, decidí pasar una semana adoptando el antiguo patrón del sueño, lo que incluía no exponerme a la luz artificial.


Primera noche

A eso de las diez de la noche, enciendo unas velas, preguntándome si se considerarán luz artificial. Busco la respuesta en internet para descubrir que hay diversidad de opiniones; el fuego es un fenómeno natural, si bien las velas no lo son. Finalmente decido que no hay problema en usar velas. Al fin y al cabo, también las usaban en la Edad media. Obviamente, tampoco puedo usar el portátil o el teléfono, ni ver la tele, con lo que poca cosa me queda por hacer durante la noche. A las once, me cepillo los dientes a oscuras y me voy a la cama, mucho antes de lo acostumbrado. Como nunca me despertaría por mi propio pie después de cuatro horas de sueño, me pongo la alarma a las cuatro de la madrugada.


Unas horas después, me despierto empapado de sudor, como si mi cuerpo hubiese previsto que tenía que despertarme bruscamente en mitad de la noche. Enciendo una vela y me quedo sentado en la cama. Recuerdo el sueño que acabo de tener y lo uso para centrarme y meditar, pero noto un escozor muy intenso en los ojos y hay muchas probabilidades de que vuelva a quedarme dormido, así que dejo la introspección para otro momento.

Me frío un huevo y me lo como mientras contemplo la luna en calzoncillos


Cojo la vela y me dirijo a uno de mis lugares menos favoritos, la cocina, para lavar los platos. Me recuerda a la época en que limpiaba estando borracho. Cuando despertaba a la mañana siguiente, me sentía muy orgulloso de mí mismo. Media hora después, vuelvo a la cama, bastante satisfecho, y me quedo despierto una hora más involuntariamente. Afortunadamente, no tengo que levantarme pronto para ir a trabajar, porque por la mañana me despierto muy tarde.


Segunda noche

Parece que me he despertado a la hora correcta: no me cuesta salir de la cama, no me noto cansado y tengo hambre. Me frío un huevo y me lo como mientras contemplo la luna en calzoncillos. Me pregunto qué pensarían los vecinos de enfrente si me vieran ahora mismo: Pero es imposible que me vean porque es martes por la noche y estarán profundamente dormidos.


Es el momento perfecto para leer, una actividad que me encanta, aunque últimamente no leo tanto porque me distraigo continuamente con la pantalla del ordenador. Eso no pasará esta noche. Leo una media hora a la luz de la vela y me siento como un intelectual del medievo. Estoy muy despejado y pienso que seguramente estaría bien el resto del día aunque no durmiera más. Me planteo si cuatro horas de sueño no serán suficientes o incluso mejor que dormir en dos periodos, pero algo me dice que seguramente no será así, así que vuelvo a la cama y me quedo dormido enseguida.


Tercera noche

Después de aproximadamente cuatro horas durmiendo, ya has completado el periodo principal del sueño en el que tu cuerpo se recupera y tu mente se refresca. Antiguamente, la gente daba mucha importancia a los sueños y pasaba mucho tiempo tratando de adivinar su significado. Hoy día nadie presta atención a sus fantasías oníricas, básicamente porque solemos olvidarlas muy rápidamente. Cuando adoptas un ciclo de sueño natural, resulta más fácil acordarte de lo que has soñado, como me ha pasado a mí. Puedo reproducir el sueño que he tenido durante el primer periodo como si fuera una película en mi mente. Trataba sobre una bola de bolos que me susurraba cosas ininteligibles, y cuando me acercaba para oírla mejor, empezaba a gritar.


Pero bueno, sé lo aburrido que es que alguien te explique lo que ha soñado, así que no os voy a dar la lata con eso.

Me despierto a las tres con la alarma y me pongo a escuchar un programa de radio. Hay un tipo mayor hablando de la Segunda Guerra Mundial


Cuarta noche

Como quiero saber si mi cuerpo sería capaz de despertarse por sí mismo, decido no ponerme la alarma. Me despierto diez horas después. Queda claro que mi cuerpo no obedece y se niega a ajustarse al nuevo ciclo.


Quinta noche

Hoy se casa un buen amigo mío. Ya llevamos un buen rato de fiesta y se ha hecho de noche. Necesito meterme en la cama, pero en vez de eso estoy dándolo todo en la pista de baile, con el traje de alquiler lleno de manchas de whisky, y no hay nadie en el mundo que me pueda decir lo que tengo que hacer. Antes de que hubiera luz artificial, la noche era de los delincuentes, las prost*tutas y los borrachos, categoría a la que pertenezco esta noche.


Una ventaja de las bodas es que no suelen durar toda la noche, porque los invitados se suelen cansar pronto. Aun así, cuando llego a casa y me acuesto, duermo del tirón sin enterarme de la alarma de media noche. Pero quizá sea mejor así, porque estar sobrio en plena noche es mucho más duro que de resacón por la mañana.


Sexta noche

El sábado por la noche no es el típico día en que uno se va pronto a la cama, pero hoy sí. Mientras el mundo entero se coge un pedal en el bar y unos cuantos vuelven a casa del revés, yo estoy lavando la ropa a mano en mi momento de vigila entre sueños. Oigo gritos en un callejón cerca de mi casa y miro por la ventana para ver qué pasa. Un tío que habla polaco le quita el móvil a su (ex)novia y lo tira al suelo, haciendo saltar la batería por los aires. Ella le devuelve los gritos, pisotea las piezas sueltas de su móvil desperdigadas por el suelo y le da un bofetón. Se marchan del callejón y yo vuelvo a la cama.


Séptima noche

Me despierto a las tres con la alarma y me pongo a escuchar un programa de radio. Hay un tipo mayor hablando de la Segunda Guerra Mundial. El moderador no interrumpe su perorata en ningún momento. Quizá lo haga como muestra de respeto, aunque también podría ser porque sabe que a esas horas no habrá nadie escuchando el programa, de todos modos. Me levanto, guardo la ropa limpia en el armario y vuelvo a la cama. Apago la vela de un soplido y me quedo mirando la oscuridad hasta que me quedo dormido.


Por muy natural que sea, empiezo a entender muy bien por qué este ciclo del sueño es parte del pasado. Y es que no resulta muy práctico: necesitas una o dos horas más para dormir el mismo número de horas, siempre tienes que irte pronto a la cama, es prácticamente imposible evitar exponerte a la luz artificial y el horario laboral tampoco ayuda. Pese a ello, el periodo entre sueños es muy agradable y tranquilo. Una o dos horas en las que no sientes ninguna obligación de hacer nada, por lo que tienes la sensación de estar aprovechando el tiempo cuando haces la colada, lees o simplemente estás sentado en el sofá en calzoncillos. Es agradable disponer de tiempo para uno mismo, sobre todo ahora que recibimos un bombardeo constante de información.


Si alguna vez te despiertas en mitad de la noche, no te preocupes: tu cuerpo está programado de esta forma, así que aprovecha el momento para relajarte.


Traducción por Mario Abad.
 
Hoy he tenido un sueño.
He soñado con el Papa!
He soñado que me estaba preparando para ir a ver pasar el Papa, porque tenía que pasar cerca de dónde vivo.
Primero, había preparado una silla. Y, me he alejado un poco para ir a buscar algo. Pero, he vuelto corriendo porque ya empezaba a haber multitud esperando.
De camino, he entrado en mi casa. Cuando estaba dentro, he mirado por la ventana y había unas chicas que se estaban haciendo unos selfies.
He salido a preguntar si sabían el lugar exacto por dónde tenía que pasar el Papa, y una de ellas, me ha cogido de la mano, y me ha dicho: "Ven! Te acompaño..." A lo que yo le he respondido: "un momento, que voy vestida de ir por casa, y para ir a ver el Papa, tengo que arreglarme"
He vuelto a entrar para cambiarme de ropa corriendo, para no hacer esperar a la chica. Abro el armario. Veo que hay poca ropa, pero a pesar de eso, aparecen piezas que no sabía que tenía. No sé cuál coger. Y, con eso, he empezado a remover la poca ropa que había. Se me cae el perchero. La ropa, todavía se me mezcla más. Y, aún estoy más indecisa en lo que tengo que ponerme.
En medio de este lío, me he despertado.

Alguien sabe lo que puede significar?
 
Por lo general, soñar con el Papa viene relacionado con la espiritualidad y el sentimiento de Dios. También con la mentalidad y las ganas de reunirse con el santísimo. Usted es fuerte por naturaleza y vive las cosas con mucho más sentimiento que el resto.

Sin embargo, soñar con el Papa también significa autoridad y seguramente, usted esté en el pensamiento de que lo sabe todo o de que lo que usted hace es lo correcto aunque en algunos casos no tenga mucho sentido.

Si sueña que habla con el Papa significa que no tiene problemas y que si le llegan confía en la idea de Dios y del espíritu para resolver cualquier incidencia que se le pueda presentar por el camino.

Esto es lo que he encontrado...ahora bien, teniendo en cuenta que el encuentro no se llega a realizar porque se interponen varios obstaculos, a saber, la ropa que no encuentras, el perchero que se cae, el caos, yo diria que tal vez estas en una etapa de conflicto espiritual? porque lo que noto es que hay mucho caos u obstaculo para ir a verlo, a pesar de que en el sueño esta cerca de tu casa...tendrias que fijarte que te anda pasando...

http://suenosignificado.com/el-santo-papa
 
¿Qué significa soñar con el Papa?
Cuando soñamos con el Papa, al ser el Sumo Pontífice, está ligado a connotaciones espirituales. El soñar con el Papa nos hace un llamado de atención para que demos más importancia a nuestra vida psíquica, nos llama a unirnos para no sentirnos perdidos en el camino que transitamos, caminos que muchas veces están llenos de dificultades y tropiezos.

Significado de soñar con el Papa
  • Si soñamos con el Papa y somos personas creyentes, esto nos anuncia que recibiremos la ayuda que tanto estamos esperando para poder superar los problemas que estamos enfrentando.
  • Si soñamos con el Papa y en la vida real no somos creyentes, esto nos augura problemas, y sólo saldremos de ellos si nos apoyamos en algo espiritual.
  • Si soñamos que vemos al Papa, esto nos muestra que necesitamos tener más fe y lograr ser tan humildes como fue Jesús.
  • Si soñamos que hablamos con el Papa, esto nos indica que necesitamos que alguien nos guíe y nos oriente en el camino correcto.
  • Si soñamos que el Papa nos bendice, esto muestra que necesitamos renovarnos en la religión, y también necesitamos una renovación espiritual.


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  • Si soñamos que estamos entre la gente y el Papa nos llama a nosotros, este sueño muestra la falta de fe que estamos teniendo.
  • Si soñamos que vemos al Papa y nos sentimos de alguna forma incómodos, esto muestra que no estamos conformes como se lleva la Iglesia católica en estos momentos. También puede significar que nos rehusamos a que alguien nos oriente y nos ayude a encaminarnos en la vida.
  • Si soñamos que estamos conversando de forma amena con el Papa, esto nos augura cambios positivos en nuestra vida.
  • Si soñamos que el Papa nos llama, esto muestra que somos muy respetuosos a las órdenes que nos dan los demás.
  • Si soñamos que hablamos con el Papa y luego de la charla sentimos una paz interior, esto nos llama a reflexionar sobre lo que pretendemos lograr en nuestra vida.
  • Si sentimos que tenemos miedo al Papa, esto nos indica que somos personas muy ansiosas y tenemos miedo a nuestro futuro.
 
Todos soñamos? Un 1,1% asegura que NO sueña
Por Maite Ayala

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¿Eres de los que recuerda cada detalle de sus sueños, de los que se despierta con las imágenes oníricas aún vívidas en la mente, de los que todos los días sueña algo, aunque sea aparentemente intrascendente? ¿O eres de los que piensa que nunca sueña, tal vez porque no puedes recordar nada?

Seas de uno u otro grupo, la verdad es que todos soñamos… Un grupo de investigadores franceses reportaron en la Revista de Investigación del Sueñounos datos muy interesantes, bajo el título La evidencia de que los no soñadores sí sueñan.

La investigación
En las encuestas realizadas, hasta un 6.5% de las personas informaron que nunca soñaban, si bien la mayoría dijo haber tenido algún sueño en el pasado. Aproximadamente 1 de cada 250 personas no puede recordar ningún sueño, nunca, ni tan sólo uno, jamás en su vida.

La pregunta que se hicieron los investigadores fue si era posible que estos autodefinidos “no soñadores”, tuvieran de hecho sueños que no podían simplemente recordar.


Para definir esta cuestión, B. Herlin, uno de los autores del estudio, observó a personas con trastornos de conducta del sueño REM (TCSR), en la que los pacientes se mueven, incluso violentamente, mientras duermen. Muchas veces los movimientos van acompañados también por palabras. Estos movimientos son con frecuencia bastante complejos, pero lo más curioso es que parecen corresponder al contenido de los sueños que las personas están soñando. Así lo creen los investigadores, que piensan que algunas de las acciones observadas en el TCSR son “sueños actuados”.



Sin embargo, algunos de estos pacientes nunca reportaron sueños, de 289 casos diagnosticados de TCSR, el 2.7% dijo no haber soñado en al menos 10 años, y el 1.1% dijo NUNCA haber soñado. Pero en muchos de estos casos, sus movimientos durante el sueño –captados en video en la Clínica del Sueño– testificaban que sí lo hacían, soñar.

¿Conclusiones?
Este grupo de investigadores, basándose en estos casos, arriesgó una posible conclusión: la producción de los sueños es universal, la recuperación o recuerdo de los sueños es variable.

Lo que lleva a preguntarse, de nuevo, qué son los sueños, para qué sirven. ¿Y cómo saber si alguien que no recuerda su sueño, soñó en verdad? Tal vez estas personas sí sueñen, pero nunca recuperan los sueños.

Por otro lado, es posible que a todos nos pase lo mismo, tener muchos sueños cada noche y recordar apenas uno. Y si no recordamos los sueños, ¿son realmente nuestros, o existen? ¿Para qué sirven si los olvidamos?



Un punto a considerar en este estudio es que si todas las personas observadas tenían TCSR y los movimientos estaban asociados a este trastorno, si alguno de ellas realmente no soñaba no debería haberse movido, ya que no había “sueños que actuar”.

Lo interesante en todo caso es que este 1.1% parece incapaz de recordar cualquier sueño en cualquier época de su vida, lo que naturalmente los llevaría a creer que no sueñan.
 
En un seminario al que asistí hace años, recuerdo que nos dijeron que la historia soñada, que parece haber durado horas de sueño, en realidad sólo correspondía a un segundo. Y, este segundo era poco antes de despertar.

Que en realidad, según nos dijeron, no es que nos pasemos toda la noche soñando. El sueño, según contaron, tan sólo es un instante durante la noche.

No sé, porque también se han sacado muchas teorías sobre los sueños...
 
yo leido lo mismo...pero durante una sola noche suelo soñar varias veces y con diferentes cosas, asi que no se...lo que si se es que por lo general mis sueños mas vìvidos e intensos los tengo un rato antes de despertar, o cuando me despierto y me vuelvo a dormir un ratico mas...
 
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