- Registrado
- 3 Ago 2021
- Mensajes
- 2.978
- Calificaciones
- 16.534
Yo para recomponerme, desvío mi atención a cosas mundanas (comer, beber...) y trato de ponerle humor a la situación. A mi me funciona. Un abrazoA mí me pasa, cada vez más intenso. Me dan muchas ganas de llorar y no soy capaz de asimilar lo que veo, así que empiezo a marearme porque visualizo demasiadas cosas a la vez y mi cerebro no lo tolera. Es un tanto extraño y la gente no lo comprende, lo entiendo. El sentimiento es tan fuerte que finalmente acabo rechazando lo que veo.
Me pasó en Roma y en París (este viaje fue exprés, 12h que me pasé llorando, hasta el Starbucks me parecía ideal). No volvería a poner un pie en esas ciudades jamás por lo mal que lo pasé. Todo me causaba tanta emoción que al final acabó por repelerme. No me preguntéis qué lógica tiene, porque yo no la encuentro. Quizá fuese un exceso de información visual y académica (suelo leerme guías, folletos y todo lo que me den varias veces para aprender mucho sobre lo que veo). En Florencia sí lo toleré bien, también en Edimburgo, aunque a veces me sentía un tanto desorientada, pero finalmente lograba encontrarme. Por alguna razón me encontraba más cómoda. También lo achaco a que son ciudades más pequeñas y quizá con menos gente que las grandes capitales.
Todavía no me he encontrado un sitio que me parezca feo. Soy una enamorada de la vida. Pero en algunos lugares me pasa más que en otros. Tampoco sé a qué se debe.