Pedro Sánchez y su equipo de gobierno.

Que Rajoy y Viri duerman o no juntos queda para su intimidad. El tema ni pincha ni corta para España.

Otra cosa es el Dr Fraude Sanchez que es un peligro real para España. Solo abre la boca para mentir con una cara de cemento sin precedente.
El muy impresentable nos toma a los españoles por idiotas e incultos. Todo el mundo sabe que en Moncloa se cambian los colchones, sábanas y toallas con cada cambio de presidente desde Calvo Sotelo ni más ni menos.

El libro le retrata. Un narcisista sin escrúpulos ni vergüenza.


será su intimidad pero no deja de ser un cotilleo la mar de sabroso, los cotilleos cuanto más íntimos mejor :) en Bélgica y Luxemburgo ha habido presidentes del gobierno gay sin ningún problema, aquí este simple de Rajoy disimulando su mariconeo como un antiguo (y)

pues yo me alegré cuando la pasada primavera Sánchez le dio la patada a Rajoy, y eso que he votado muchas veces al PP (ya no, ni volveré a hacerlo), la trotona de Pontevedra llegó a hacerse odioso, era don Tancredo, menudo simple; Pedro el guapo no es mucho mejor...pero dentro de lo malo lo prefiero o_Oo_Oo_Oo_O

pa´la próxima voy a votar a VOX, que me caen genial :)
 
El libro hueco de Pedro Sánchez
Del volumen que firma Sánchez nadie podrá decir que es un plagio. Lo más interesante no es lo que cuenta, sino lo que deja de contar; y lo más llamativo no es su contenido, sino su oquedad
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación de su libro. (EFE)
Ignacio Varela

22/02/2019 05:00 - Actualizado: 23/02/2019 13:02

Winston Churchill recibió en 1953 el Premio Nobel de Literatura. Había que dar un Nobel al político más prominente del siglo XX. No podía ser el de la Paz, puesto que su biografía estuvo más ligada a las guerras que a ninguna otra cosa; así que tomaron como pretexto sus monumentales 'Memorias' y su deslumbrante legado oratorio para otorgarle el de Literatura. Los puristas protestaron, pero a muchos les pareció entonces —y nos parece ahora— un acto de justicia histórica.

Obviamente, cuando se adjudiquen los premios del próximo año nadie pensará en Estocolmo en el 'Manual de resistencia' que se presentó ayer. De hecho, nadie recordará esta obra el próximo año. Ni siquiera el próximo mes. Pasado el fogonazo del ostentoso lanzamiento y la estentórea presentación, solo quedará el material del que está hecha: humo.

Pedro Sánchez presenta su libro acompañado por Mercedes Milá y Jesús Calleja
Del volumen que firma Pedro Sánchez nadie podrá decir que es un plagio. De hecho, es un producto de difícil clasificación entre los libros de políticos. Lo más interesante de él no es lo que cuenta sino lo que deja de contar; y lo más llamativo no es su contenido sino su oquedad.

No es propiamente un libro de memorias, porque en él pesa más la desmemoria selectiva que el recuerdo veraz (incluso el cocinado, aunque este también abunda). Pese a lo limitado y reciente del periodo que evoca, que no llega a un lustro, es mucho más relevante lo que Sánchez ha preferido omitir que lo que ha elegido exhibir. Es más, para los conocedores de la intrahistoria del sanchismo, cada episodio que relata trae inevitablemente a la mente la versión B de ese mismo sucedido (frecuentemente, más próxima a la verdad y también más excitante para el lector muy cafetero).

Por esa misma razón, no puede considerarse una crónica histórica útil. Los historiadores del futuro encontrarán aquí poco material provechoso para reconstruir lo que sucedió en España entre 2014 y 2018. Le faltan rigor para ser historia y nervio y agilidad para ser periodismo.


Aunque se empeñe Joaquín Estefanía, este no es un libro de pensamiento político. Hagamos el favor al autor de suponer que nunca pretendió que lo fuera. No hay en él nada parecido a una elaboración teórica sobre la política, el Estado, la sociedad o los problemas del mundo. El apartado ideológico de la obra se despacha sumariamente con los cuatro tópicos más resobados sobre la presunta vigencia de la socialdemocracia.

Su utilidad como material de campaña electoral es muy limitada. Los libros que publican los candidatos en vísperas de elecciones suelen ser de tres tipos: los aspiracionales, que presentan un proyecto ambicioso para el país; los programáticos, que desgranan propuestas concretas de gobierno, o los humanos, que tratan de aproximarnos al lado más atractivo y empático del personaje. No hay rastro de ninguna de las tres cosas en las 322 páginas del manual sanchista. Cualquiera que sea el resultado de las elecciones, la aportación de esta publicación resultará inane.

Sorprende la pobre calidad literaria de la obra, teniendo en cuenta que se ha contratado para la ocasión a una profesional del oficio de escribir (mediando gratificación en especie, en forma de Secretaría de Estado y, próximamente, de escaño asegurado). Sin ser de mis autoras favoritas, les aseguro que Irene Lozano ha producido muchas piezas literariamente más dignas que esta.


No hay un relato épico, pese a lo pretencioso del planteamiento; no hay espacio para la ironía o el sentido del humor, más bien una sobredosis de la vacua solemnidad con que se repiten cien veces obviedades y consignas de argumentario oficialista; no hay anécdotas memorables, salvo que se considere como tal la cutre historia del colchón (que, además, es tan falsa como si se le hubiera ocurrido contar que, al llegar a Moncloa, tuvo que pedir toallas limpias).

Ni siquiera sirve para los amantes del gore: la proximidad de las elecciones ha aconsejado reducir drásticamente las partes más sórdidas y el ajuste de cuentas que, sin duda, estuvo en su propósito original.

Con todo, lo más llamativo —y lo único interesante— de esta jugada es la operación de 'marketing' político que hay detrás de ella. Es notable cómo se ha construido la leyenda de Pedro Sánchez el Resistente: un ser mitológico que se presenta a sí mismo como héroe indestructible capaz de superar las más terribles adversidades que la vida pueda presentar a un ser humano. Tan extraordinaria ha sido la construcción de la categoría y su atribución al personaje como la facilidad con que se la han tragado amigos y enemigos.


Uno piensa en biografías de grandes resistentes de la política: Nelson Mandela fue, qué duda cabe, un gigante de la resistencia. Como lo fue el propio Churchill, 50 años de carrera política en la que murió y resucitó mil veces; o Roosevelt, que ganó cuatro elecciones presidenciales en Estados Unidos, sobrevivió a la Gran Depresión y ganó una guerra mundial desde una silla de ruedas. O si me apuran, Adolfo Suárez jugándose la vida en más de una ocasión durante su presidencia (el 23-F no fue la única vez que le enseñaron las pistolas para doblegar su voluntad). Todos ellos, y muchos más, podrían haber escrito un 'manual de resistencia' con credenciales indiscutibles.

Si hay un rasgo que destaca sobre cualquier otro en la personalidad de Sánchez no es la resistencia sino la audacia, que a veces desborda la temeridad.

La peripecia de Sánchez es mucho más pedestre: es la de un político ambicioso al que, tras medrar durante unos años en el aparato, le toca en una tómbola la jefatura de su partido; la pierde tras organizar una carnicería interna y bloquear el país durante un año; se la vuelve a regalar la inmensa torpeza de quien primero lo patrocinó y después, queriendo degollarlo, lo dejó escapar vivo, y finalmente le cae el gordo de la lotería de verse presidente con el 23% de los votos y el 24% de los escaños. ¿Dónde está la resistencia en esta historia de pillos e incompetentes?

Si hay un rasgo que destaca sobre cualquier otro en la personalidad de Sánchez no es la resistencia sino la audacia. Una audacia que raya, y a veces desborda, la temeridad. Ahí sí supera ampliamente a sus rivales, y ese probablemente sea el secreto de su éxito. Por eso, terminado este libro hueco con título de manual de autoayuda 'new age', dudo dónde colocarlo en mi biblioteca; y no encuentro lugar mejor que entre los relatos de aventuras y aventureros. Con perdón del gran Stevenson y los demás maestros del género.

https://blogs.elconfidencial.com/es...2019-02-22/libro-hueco-pedro-sanchez_1841282/
 
Que un tipo como Sánchez exista hoy y aquí en España es un accidente desgraciado, pero lo grave no es eso, lo grave es que sea el político más valorado, y que el PSOE bajo su mandato haya mejorado sus expectativas de voto.

Digo que es lo más grave porque cuando un pueblo, bueno un tercio de él, apoya y le gusta un tipo así que hace lo que éste hace, significa que tenemos una enfermedad social grave que afecta a un tercio del pais.

PD Comentario de DavidMoulet en El Confidencial
 
Falconeti es la peor desgracia que le ha podido suceder al PSOE, que no levanta cabeza. Primero el t.o.r p.e de Zapatero, y ahora este que se cree el mas guay, y campeon del mundo mundial. ¿Ya no queda nadie con sentido comun, y sentido de estado en este partido?

PD Comentario de Luna en El Confidencial
 
El esperpento que vimos anoche en la televisión pública, esa que pagamos con nuestros impuestos todos los españoles, para presentar el libro de Sánchez, que ni siquiera ha escrito él, igual que no hizo su Tesis Doctoral.

Esa televisión pública le ha dedicado a Sánchez para contribuir a su campaña electoral dos programas dobles. El martes, una entrevista dedicada a él desde el palacio de la Moncloa y ayer la presentación del libro de más de una hora.

Toda una operación de 'marketing político” para hacer la presentación del libro. Le acompañó el aventurero Calleja, que ya Sánchez hace dos años le invitó a dormir en su casa para que fuera emitido en su programa, la estampa de familia maravillosa que había formado.

Y que decir de Mercedes Milá, esa machorra, izquierdista, maleducada y sobreactuando como ha hecho siempre.

Producía sonrojo verla actuar y tratando al presidente del gobierno, que aunque a muchos millones de personas no nos guste por su aprovechamiento político, su gran ambición y egocentrismo, junto a su falta de nivel, tratarle como si fuera un personajillo de Sálvame o Gran Hermano, fue una falta de tacto y respeto al convertirle en un coleguilla y en un monigote.

Se calentó de tal manera esta vergüenza de mujer, que montó un circo, un show. Criticó a Albert Rivera diciendo que parece que está despistado desde que anda con La Malú y ninguna de las ministras feministas radicales que estaban presentes, la hizo ver que en asuntos personales nadie tiene derecho a meterse.

Me pareció este acto de autobombo preparado para Sánchez, una auténtica vergüenza.

PD Comentario de Rosamunde en El Confidencial
 
¿A nadie le parece escandaloso que PS regalara una secretaría de estado a la negra que le escribió el libro? ¿Pagar algo privado con un cargo público no es corrupción?

PD Comentario de Boni en El Confidencial
 
Pedro Sanchez tomó posesión el 1 de junio de 2018.

Elecciones el 28 de abril 2018.

El Gobierno se constituye el 29 de mayo 2018.

Dos semanas después tomará posesión el nuevo presidente.

Un año y un día después.

El requisito para llevarse la paga vitalicia de expresidente de más de 90.100 euros al año, así como otros beneficios, es haber sido presidente del Gobierno un (1) año y un (1) día.

Pase lo que pase, tiene garantizada la paga vitalicia de expresidente, y plaza como consejero en el Consejo de Estado.

Un carrerón.

PD Comentario de JFNDUCK en El Confidencial
 
El esperpento que vimos anoche en la televisión pública, esa que pagamos con nuestros impuestos todos los españoles, para presentar el libro de Sánchez, que ni siquiera ha escrito él, igual que no hizo su Tesis Doctoral.

Esa televisión pública le ha dedicado a Sánchez para contribuir a su campaña electoral dos programas dobles. El martes, una entrevista dedicada a él desde el palacio de la Moncloa y ayer la presentación del libro de más de una hora.

Toda una operación de 'marketing político” para hacer la presentación del libro. Le acompañó el aventurero Calleja, que ya Sánchez hace dos años le invitó a dormir en su casa para que fuera emitido en su programa, la estampa de familia maravillosa que había formado.

Y que decir de Mercedes Milá, esa machorra, izquierdista, maleducada y sobreactuando como ha hecho siempre.

Producía sonrojo verla actuar y tratando al presidente del gobierno, que aunque a muchos millones de personas no nos guste por su aprovechamiento político, su gran ambición y egocentrismo, junto a su falta de nivel, tratarle como si fuera un personajillo de Sálvame o Gran Hermano, fue una falta de tacto y respeto al convertirle en un coleguilla y en un monigote.

Se calentó de tal manera esta vergüenza de mujer, que montó un circo, un show. Criticó a Albert Rivera diciendo que parece que está despistado desde que anda con La Malú y ninguna de las ministras feministas radicales que estaban presentes, la hizo ver que en asuntos personales nadie tiene derecho a meterse.

Me pareció este acto de autobombo preparado para Sánchez, una auténtica vergüenza.

PD Comentario de Rosamunde en El Confidencial
Las ministras feministas de Don Falconetto….calladas.....que peligran los garbanzos... y la que se mueva no sale en la foto.
Ellas estaban allí de teloneras, y para aplaudir al jefe.
Respecto a Mercedes Milá.... me parece prepotente, sobreactuada, zafia y grosera a partes iguales.
 
Si la izquierda antiespañola es incapaz de configurar un programa político - el guerracivilismo no lo es - que pueda convencernos de que votarlos puede ser útil y beneficioso para nuestro futuro en paz, lo mejor sería que se inhumasen a si mismos y se dedicasen a menesteres más útiles para la humanidad, por ejemplo: a trabajar. Se necesita gente en la recogida de fresas.

PD Comentario de Pinone en El Confidencial
 
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