Como los exfumadores: los más intransigentes con los que aún fuman.
Yo no hablaría de intransigencia, sino de nivel de exigencia. Igual que hay quienes no se permiten según qué actitudes, o no las permiten a sus hijos, también los votantes del partido que sea deberían ser especialmente exigentes con ese partido. Por eso que gente como Javier Cercas (y no sólo él) tenga que decir lo que tiene que decir de 9 meses para acá debería dar qué pensar a la izquierda. El problema de las sociedades modernas es que el nivel de autoexigencia ha descendido hasta desaparecer.