Ha muerto Su Santidad Benedicto XVI. Funerales en la basílica de San Pedro el 5 de enero de 2023

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Última foto de Benedicto XVI, el 1 de diciembre Fundación Ratzinger


"En las últimas horas se ha producido un agravamiento debido al avance de la edad. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos"

"Al término de la audiencia general, el Papa Francisco se dirigió al monasterio Mater Ecclesiae para visitar a Benedicto XVI. Nos unimos a él en la oración por el Papa emérito", subraya el comunicado vaticano

28.12.2022 Jesús Bastante

"Pido una oración especial para el papa Benedicto XVI que en el silencio está sosteniendo la Iglesia y recordar que está muy enfermo y pidiendo al Señor que lo consuele y lo apoye en que este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final". Este miércoles, al término de la audiencia general, el Papa Francisco desataba todas las alarmas, dentro y fuera del Vaticano, con respecto a la salud del Papa emérito. ¿Es inminente la muerte de Joseph Ratzinger?

Lo cierto es que el pontífice alemán, que el 16 de abril cumplirá 96 años, lleva bastante tiempo apartado de los focos. Sus apariciones públicas son prácticamente inexistentes, y apenas algunas imágenes, captadas por quienes les visitan, permiten ver a un anciano, que poco a poco se va consumiendo, y cuyo final siempre parece cercano, pero nunca inminente. De hecho, de no ser por las palabras de Francisco, nadie habría pensado en un empeoramiento súbito de su estado de salud.

"En las últimas horas se ha producido un agravamiento debido al avance de la edad. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos", acaba de anunciar la Santa Sede en un comunicado enviado a los periodistas acreditados en Roma.

"Al término de la audiencia general, el Papa Francisco se dirigió al monasterio Mater Ecclesiae para visitar a Benedicto XVI. Nos unimos a él en la oración por el Papa emérito", subraya el comunicado vaticano.

Las últimas imágenes conocidas de Ratzinger fueron con el arzobispo ucraniano Shevchuk, y con los galardonados del último premio Ratzinger de teología, a quienes recibió el pasado 1 de diciembre. Desde que renunciara al pontificado el 28 de febrero de 2013, y tras una breve estancia en Castelgandolfo, el Papa emérito reside en el monasterio Mater Ecclesiae, en el interior de los jardines vaticanos, donde es cuidado por un grupo de religiosas, las Memores Domini y su secretario personal, monseñor Georg Gänswein, que a lo largo de los años siempre ha hablado de una vida dedicada a la oración, la música, el estudio y la lectura.

El Papa pide rezar por Benedicto XVI: "Está muy enfermo' https://t.co/pG1SKNoLMf a través de @ep_social

— salvy mendoza (@Salvy_FoToLoSaL) December 28, 2022

Débil físicamente y con voz inaudible

Las últimas noticias acerca de su estado de salud indicaban que el emérito se encontraba "débil físicamente, aunque la mente le funciona muy bien", se´gun apuntaba su secretario personal, quien agregó que la debilidad de sus piernas lo obligaba a utilizar una silla de ruedas para poder desplazarse, y que su voz era casi inaudible.

En junio de 2020 hizo su último viaje, cuando se trasladó a Münich, ciudad en la que nació, para acompañar en su lecho de muerte a su hermano mayor, Georg Ratzinger, quien falleció días después de la visita. Un mes después, Benedicto XVI desarrolló erisipela, una enfermedad que causa enrojecimiento y dolor, lo que generó preocupación en sus allegados.

Durante la pandemia, Ratzinger estuvo totalmente recluido, y fue uno de los primeros -si no el primero- en vacunarse, en enero de 2021, en el Vaticano. En enero de 2023 estaba prevista su comparecencia -si bien no física- ante un tribunal de Múnich que juzga un posible caso de encubrimiento de abusos durante su etapa como arzobispo en la capital bávara.

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Benedicto XVI, en estado crítico​

Benedicto XVI
Benedicto XVI recibe a Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk en el Monasterio Mater Ecclesiae. En la foto, también el arzobispo Georg Gaenswein
por redaccioninfovaticana | 28 diciembre, 2022
Benedicto XVI
Esta mañana el anuncio del Papa Francisco pidiendo oraciones por Benedicto XVI ha hecho saltar todas las alarmas.
Justo después de terminar de leer los saludos a los grupos presentes esta mañana en la audiencia, dejando a un lado el folio, el Papa Francisco levantó la mirada para dirigirse directamente al público para hacerles una petición.
«Me gustaría pediros a todos una oración especial por el Papa emérito Benedicto XVI que en el silencio está sosteniendo la Iglesia. Recordémoslos, está muy mal. Pidámosle al Señor que lo consuele y le sostenga en este testimonio de amor filial a la Iglesia hasta el final», dijo el Santo Padre.

Además, también hemos conocido de la mano del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, que «en las últimas horas se ha producido un agravamiento debido a la edad avanzada. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos”.
“Al término de la audiencia general, – dijo Bruni – el Papa Francisco se dirigió al monasterio Mater Ecclesiae para visitar a Benedicto XVI. Nos unimos a él en la oración por el Papa emérito».
Según ha podido saber InfoVaticana de fuentes romanas, el Papa emérito Benedicto XVI podría estar en las últimas horas de vida. Al parecer, los rumores que llegan desde Roma, es que Ratzinger estaría en un estado semi inconsciente y con oxígeno, por lo que la situación del Pontífice alemán es de extrema gravedad.
 

Benedicto XVI, en estado crítico​

Benedicto XVI
Benedicto XVI recibe a Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk en el Monasterio Mater Ecclesiae. En la foto, también el arzobispo Georg Gaenswein
por redaccioninfovaticana | 28 diciembre, 2022
Benedicto XVI
Esta mañana el anuncio del Papa Francisco pidiendo oraciones por Benedicto XVI ha hecho saltar todas las alarmas.
Justo después de terminar de leer los saludos a los grupos presentes esta mañana en la audiencia, dejando a un lado el folio, el Papa Francisco levantó la mirada para dirigirse directamente al público para hacerles una petición.
«Me gustaría pediros a todos una oración especial por el Papa emérito Benedicto XVI que en el silencio está sosteniendo la Iglesia. Recordémoslos, está muy mal. Pidámosle al Señor que lo consuele y le sostenga en este testimonio de amor filial a la Iglesia hasta el final», dijo el Santo Padre.

Además, también hemos conocido de la mano del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, que «en las últimas horas se ha producido un agravamiento debido a la edad avanzada. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos”.
“Al término de la audiencia general, – dijo Bruni – el Papa Francisco se dirigió al monasterio Mater Ecclesiae para visitar a Benedicto XVI. Nos unimos a él en la oración por el Papa emérito».
Según ha podido saber InfoVaticana de fuentes romanas, el Papa emérito Benedicto XVI podría estar en las últimas horas de vida. Al parecer, los rumores que llegan desde Roma, es que Ratzinger estaría en un estado semi inconsciente y con oxígeno, por lo que la situación del Pontífice alemán es de extrema gravedad.



En silencio Ratzinger esta sosteniendo la iglesia? Tenia cargos y responsabilidades a su edad?

Tiene muy mala cara.
 

El estado de salud de Benedicto XVI se agrava​

Horas después de que el Papa Francisco pidiera una oración por él, fuentes del Vaticano confirman el deterioro de su salud​

EFE
Roma | 28·12·22 | 17:10
El Papa emérito Joseph Ratzinger, recibe a los ganadores del premio Ratzinger.


El Papa emérito Joseph Ratzinger, recibe a los ganadores del premio Ratzinger.Reuters

Ante los numerosos rumores en los últimos años sobre la salud del Papa emérito, su secretario histórico, el arzobispo Georg Gänswein, siempre se ha limitado a señalar que Benedicto XVI "es como una vela que se apaga lenta y serenamente", pero hoy llegó la confirmación del Vaticano de que "su estado se ha agravado".
“En cuanto a las condiciones de salud del Papa emérito, por quien el Papa Francisco pidió una oración al final de la audiencia general de esta mañana, puedo confirmar que en las últimas horas se ha producido un agravamiento por el avance de la edad", informó el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Y añadió: "La situación por el momento sigue bajo control, seguida constantemente por los médicos".
El papa Francisco pide orar por Benedicto XVI porque está muy enfermo

El papa Francisco pide orar por Benedicto XVI porque "está muy enfermo"​

Irene Savio
Además, Francisco, que en la audiencia general dijo que Benedicto, de 95 años, estaba "muy enfermo", se desplazó al monasterio donde reside el emérito para visitarle, explicó Bruni, lo que para muchos sonó como una despedida, sin que hayan trascendido detalles de ese encuentro.
Tampoco del protegido y hermético convento Mater Ecclesiae, en los jardines vaticanos, donde el Papa emérito vive apartado desde 2013, tras su renuncia, salió información alguna por parte de Gänswein, la persona que realmente conoce las condiciones de Benedicto.
La voz de alarma la dio el mismo Francisco cuando improvisando en medio de la audiencia, seguramente después de recibir alguna comunicación esta mañana, afirmó: "Pido una oración especial para el Papa Benedicto XVI, que en el silencio esta sosteniendo la iglesia y recordar que está muy enfermo y pidiendo al Señor que lo consuele y lo apoye en que este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final".
Francisco nunca había pedido hasta ahora oraciones por la salud del Papa emérito, por lo que sus palabras suscitaron preocupación.
El portavoz vaticano tampoco suele informar sobre la salud de Benedicto XVI a pesar de los continuos rumores, excepto en 2020 cuando tuvieron que desmentir que las condiciones del Papa fueran preocupantes después de que se supiera que sufría un herpes en el rostro que era muy "doloroso, pero no grave": siempre ha prevalecido la discreción y el silencio.
La última fotografía del emérito la publicó el pasado 1 de diciembre la Fundación Joseph Ratzinger, cuando recibió en su residencia a los dos galardonados con el premio que lleva su nombre, el biblista francés Michel Fédou y el jurista judío Joseph Weiler.
Como en las últimas imágenes, aparecía sentado en el sofá junto a su fiel secretario y muy delgado, pero atento a la conversación. Todos los que le han visitado en los últimos meses aseguran que Ratzinger habla con un hilo de voz, que no camina y se le ve muy frágil, pero que está completamente lúcido.
En otras fotografías recientes se le ha visto en silla de ruedas por los jardines vaticanos tomando un poco el sol, lo que es, según cuentan desde su círculo más cercano, algo habitual, porque el Papa emérito mantiene una disciplina a pesar de la edad. Concelebra la misa a la 7.30 y después escucha música en su sofá, mientras que a veces recibe algunas visitas.
Desde el 2 de abril de 2013, cuando Joseph Ratzinger regresó al Vaticano como Papa emérito tras su renuncia, vive rodeado de su "familia" vaticana, formada por su secretario y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto "Memores Domini", que pertenece al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del Papa emérito.
Los últimos meses los ha pasado en silencio, excepto a inicios de año cuando tuvo que salir al paso de las acusaciones sobre cómo había gestionado algunos casos de sacerdotes acusados de abusos a menores cuando era arzobispo de Múnich y que habían surgido en el informe redactado por la Iglesia alemana sobre la pederastia.
Benedicto XVI, el primer Papa en renunciar al pontificado desde tiempos de Gregorio XII, a principios del siglo XV, ha salido en muy pocas ocasiones de los muros leoninos, una vez para visitar a su inseparable hermano en el hospital y en junio de 2020 cuando viajó hasta Ratisbona para verlo de nuevo pocas semanas antes de que muriera.
La confirmación del agravamiento de la salud del émerito ha provocado una cascada de oraciones, como pedía Francisco, y han sido muchos los creyentes que han mostrado su tristeza, incluido su zapatero, el peruano Antonio Arellano, que lleva más de 30 años en Italia y también se ocupó de los zapatos de Juan Pablo II.
Aunque Benedicto XVI era "un cliente como todos los demás", Arellano reconoció a EFE que la emoción "fue muy grande" cuando acudió a su negocio: "Un Santo Padre, nuestro representante de la Iglesia cristiana, te emocionas al verlo", aseguró antes de desearle "mucha vida y que sane pronto".
 

La Iglesia empieza a despedirse de Benedicto XVI ante el deterioro de su salud​

Decenas de obispos y fieles de todo el mundo expresan su preocupación por el estado del Papa emérito​

Irene Savio
Roma | 29·12·22 | 11:16 | Actualizado a las 12:36
Benedicto XVI, en una imagen de archivo.


Benedicto XVI, en una imagen de archivo.EFE

El repentino empeoramiento del estado de salud de Benedicto XVI ha provocado ya reacciones en todo el mundo, muchas de las cuales proceden de ambientes religiosos.
Desde Alemania, tierra natal de Joseph Ratzinger, el presidente de la Conferencia Episcopal germana, Rudolf Voderholzer, ha informado de que “sus pensamientos están con el Papa emérito”. De igual manera, tanto los obispos españoles como los franceses y los británicos han hecho saber que se han unido a la llamada de Francisco, que el miércoles pidió rezar por el frágil estado de salud de Benedicto.
“El papa Francisco nos ha pedido una oración especial por Benedicto”, escribió en Twitter el jefe de la Conferencia Episcopal española, Juan José Omella. “Señor, los católicos de Francia, en comunión con el papa Francisco y con toda la Iglesia, te encomendamos a tu servidor Benedicto XVI y a quienes velan por él”, añadió el jefe de los obispos franceses, Eric de Moulins Beaufort. Benedicto XVI ha tenido una “vida larga y fecunda”, destacó, por su parte, Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo.

Momento de sufrimiento​

El momento es "de sufrimiento”, afirmó, en la misma línea, el cardenal italiano Matteo Zuppi. Mientras que el obispo de Passau, Stefan Oster, contó que había visitado al Papa en noviembre y que por aquel entonces estaba “todavía muy despierto”, aunque ya se podía apreciar su debilitamiento físico.
“Unámonos en oración por la salud del Papa emérito Benedicto XVI, quien se encuentra delicado de salud, que Dios sea su fortaleza, esperanza y que la cruz sea su refugio”, ha afirmado, por su parte, el mexicano Ramón Castro Castro, arzobispo de Cuernavaca y secretario general de la Conferencia Episcopal de su país, al pedir también la intercesión de la Virgen de Guadalupe.
En la misma línea, los obispos peruanos han pedido “a toda su feligresía elevar con filial fervor sus oraciones por la salud del papa Benedicto XVI, para que el Señor lo fortalezca en este momento”.

Foco mediático​

La información tampoco ha dejado indiferentes a los principales medios de comunicación internacionales, muchos de los cuales en estas horas están enviando a sus periodistas a Roma, que se están haciendo eco de la preocupación por el Papa y de las incógnitas protocolarias que abre el posible fallecimiento de un papa emérito, una figura insólita en la historia de la Iglesia católica.
“El papa emérito Benedicto XVI lucha por su vida”, ha sido el titular escogido por el diario belga 'Le Soir', quien ha dedicado a la información una página entera. “Gran preocupación por el Papa emérito”, ha escrito el alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
En cambio, el diario argentino Clarín ha optado por hacerse una pregunta. “¿Qué pasará si muere el el papa emérito Benedicto XVI? -ha apuntado el periódico-. Sería un hecho inédito en siglos. ¿Se seguirá el ritual y los protocolos previstos para un pontífice en actividad?”.
La noticia también ha sido reportada por los medios estadounidenses, en particular los diarios 'Washington Post', 'Usa Today' y 'The New York Times', así como las cadenas de televisión CNN, NBC, CBS y numerosos otros medios, también procedentes de países no católicos.
 

Benedicto XVI, estable, aislado y meses sin hablar​

  • MASSIMO FRANCO
    CORRIERE DELLA SERA / EL MUNDO
Actualizado Jueves, 29 diciembre 2022 - 12:51
La voz del Papa emérito se ha apagado hasta el punto de extinguirse, a pesar de su asombrosa lucidez
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El Papa emérito y Francisco en El VaticanoAFP
Parecen noticias de otro mundo, muy alejado del real. Y en cierto modo lo es. Quizá porque ese monasterio escondido en los jardines vaticanos, donde Benedicto XVI lleva casi diez años recluido, está a sólo tres minutos en coche de Porta Sant'Anna, la puerta por la que se entra en el Vaticano para ir a la farmacia, al Instituto para las Obras de Religión (IOR), al Archivo Secreto; pero llegar hasta allí supone emprender un viaje mental que hace perder la noción del espacio y del tiempo, entre avenidas desiertas, altares, fuentes, cactus enormes e inverosímiles, que brotan entre las guarniciones de gendarmes vaticanos alerta ante cualquier rostro desconocido. El estado del Papa emérito Benedicto ha empeorado, Francisco ha pedido oraciones por él, e incluso ha ido a visitarle: son noticias convulsas del miércoles.
Pero Joseph Ratzinger sigue, desesperadamente, vivo. Benedicto XVI sigue estable y ha pasado la noche asistido por los médicos. Aunque a sus casi 96 años, podría fallecer en cualquier momento. Aunque pensara que moriría seis meses después de su dimisión en febrero de 2013, y el hecho de que haya sobrevivido tanto tiempo ha alimentado el misterio sobre las verdaderas razones de su trascendental "dimisión". A pesar de la lealtad y el respeto mutuo entre predecesor y sucesor, su longevidad ha alimentado durante casi una década la leyenda desestabilizadora de los "dos papas": aunque Benedicto se ha esforzado en minimizarla y desmentirla. Por otra parte, Ratzinger ha sido "emérito" más tiempo que "reinante": elegido en 2005, lo dejó en 2013. Ocho años contra casi diez. En cada oportunidad ha intentado reiterar que "sólo hay un Papa". Pero los tradicionalistas que siempre le han considerado su icono no se han resignado.
El fantasma, si no la realidad, de las "dos Iglesias" ha cobrado cuerpo. Benedicto ha sido instrumentalizado de vez en cuando por antibergoglianos y bergoglianos, por razones opuestas. Y nunca ha quedado del todo claro hasta qué punto el Pontificado emérito ha influido y condicionado el del Papa argentino; y hasta qué punto el Monasterio Mater Ecclesiae, la 'Madre de la Iglesia', ha marcado algunos de los movimientos de Bergoglio y su corte en la Casa Santa Marta, el hotel intramuros del Vaticano donde vive desde el día de su elección. Una tesis sostiene que mientras las reformas de Francisco siguieron adelante a buen ritmo, hubo total armonía con Benedicto. Pero cuando se hizo evidente que flaqueaban, que parecían demasiado visionarios, creció la tentación de ver en la cadena de nostálgicos de Ratzinger el freno, y en el monasterio una especie de poder compensatorio latente.
En los últimos años se ha producido un enfrentamiento no tan sutil entre las franjas más extremas de los "fans" de uno y otro. En contra, hay que subrayarlo, de la voluntad de Francisco y Benedicto. Es un conflicto que en los últimos meses se ha calmado un poco, o al menos se ha diplomatizado. Tal vez porque la voz del Papa emérito se ha apagado hasta el punto de extinguirse: desde hace algunos meses es incapaz de articular palabra. O quizás porque el riesgo de una ruptura demasiado llamativa en la Iglesia católica ha sugerido una tregua de facto entre facciones. Pero es poco probable que la dicotomía se archive o extinga cuando muera Benedicto. Por el contrario, paradójicamente podría reavivarse, sumándose a los rumores de renuncia del propio Francisco, que surgen intermitentemente por boca del propio papa argentino.
Desde hace meses, la pregunta que se arrastra en las filas vaticanas no es si Francisco podría dimitir, sino cuándo y cómo, una vez que el Papa emérito ya no esté: porque dos papas dimitiendo serían demasiados, y una de las razones que han impedido hasta ahora una nueva elección traumática radica precisamente en que aún queda "el hombre del monasterio". En los últimos años ha sido una figura difícil de manejar no sólo por sus raras posturas sino por sus silencios. Al fin y al cabo, el mero hecho de su existencia representaba una especie de ausencia-presencia que el mundo eclesiástico sentía mucho más que la opinión pública. "El Monasterio" se convirtió en una forma de definir un estilo de papado complementario o incluso, en el uso instrumental que hicieron de él sus adversarios, alternativo al bergogliano: con Benedicto dedicado a una vida monástica, asistido y protegido por su "familia papal" compuesta por el arzobispo y prefecto Georg Gaenswein y las cuatro "memores", las consagradas de Comunión y Liberación que vivían con ellos en aquel edificio.
No está claro si la alarma que se extendió ayer por la mañana desde su ermita hasta los palacios vaticanos, y luego por toda Italia, rebotando por todo el mundo, no es más que el eco recurrente de otros anuncios fúnebres, desmentidos por el apego a la vida de Joseph Ratzinger. O si es un presagio de que la existencia de este pontífice y fino teólogo realmente está llegando a su fin; que su "peregrinación a casa", como escribió en una carta al Corriere en febrero de 2018, realmente está llegando al punto de no retorno. Los rumores que salen del Vaticano son dispares, pero las palabras pronunciadas ayer en audiencia por Jorge Mario Bergoglio dieron dramatismo a los rumores sobre el estado de salud de Benedicto XVI. Por otra parte, el silencio en torno al monasterio y en su interior se ha hecho pesado desde hace meses.
Hacía tiempo que se sabía que Benedicto ya no podía hablar, a pesar de su asombrosa lucidez. Las visitas habían disminuido, al igual que sus artículos teológicos. Se había creado una barrera invisible de reserva y laconismo, añadida a la que ya rodeaba el edificio de ladrillo claro protegido por una verja de hierro blindada eléctricamente y flanqueada por un pequeño huerto. Fotos con cuentagotas, sentado en un sillón del salón del primer piso: la última el 1 de diciembre. Fragmentos de noticias llegaban de visitantes obligados a guardar el secreto. Y un manto de misterio tan espeso que no se entendía dónde terminaba el deseo de aislar al Papa emérito en su enrarecido mundo y dónde empezaba su deseo de aislarse. Ciertamente, sin él, el monasterio se convertiría en otra cosa. Sin embargo, se ha grabado en la memoria colectiva como el lugar simbólico de una de las épocas más desconcertantes y a la vez intrigantes de una Iglesia en equilibrio: puesta a prueba no por sus enemigos, sino por sus papas.
 
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