Yo al final perdí el miedo a conducir, pero lo dejé cuando suspendí la segunda vez porque tenía fobia a que me siguieran esquilmando el bolsillo jaja, puto robo, estuve a punto de aprobar a la primera, no pudo ser, me presenté a la segunda sabiendo que si palmaba se acababa la aventura y que ni un duro más. Todo el mundo me decía que no, que si había llegado hasta ahí, que lo tenía muy cerca... pero no, estuvo bien, realmente conducir me parece un tostón infumable y el carné un atraco.