Niñas de Aguilar. 25 años

Es una verguenza si, pero si no hay avances ni se hace nada para que los haya de que sirve que el caso esté abierto? Además, siendo sinceros, veo complicado averiguar nada pasados más de 25 años. Solo serviria encontrar los cuerpos o que alguien confesase. Eso si este alguién no ha muerto ya. Mal asunto tanto tiempo para resolver casos. No de puede dejar pasar tanto tiempo.
 
Es una verguenza si, pero si no hay avances ni se hace nada para que los haya de que sirve que el caso esté abierto? Además, siendo sinceros, veo complicado averiguar nada pasados más de 25 años. Solo serviria encontrar los cuerpos o que alguien confesase. Eso si este alguién no ha muerto ya. Mal asunto tanto tiempo para resolver casos. No de puede dejar pasar tanto tiempo.
Pero y qué ha pasado con las dos personas que habían encontrado? Y con la zona dónde les habían dicho que había que buscar?
 
Os pongo las declaraciones que hizo Carmen Balgafón, letrada de las dos familias, el año pasado:

- "Hay líneas de investigación en el sumario que nunca se tocaron".

- "Desde el año 2000 no se ha hecho ninguna actuación".

- "Se podía haber hecho más con esa matrícula y con ese coche".

- "Doctor Cabrera, discúlpeme, con el permiso de Iker. Vamos a ver, olvidémonos de la matrícula: 127 blancos de tres puertas, dónde hay, dónde se localizan, cómo se cruzan los datos y dónde viven los propietarios. Yo ingresé en la administración española en el año 72 del siglo pasado, y no había ordenadores, pero todas esas informaciones se cruzaban, estaban, se podían hacer".

- "Hay dos testigos que ven el 127 perfectamente. Ese cruce de información se puede hacer".

- "Perdona, Luis, pero hay otro 127 señalado en el sumario, con nombre y apellidos, que no se investiga para nada".
 
Es una abogada de mucho prestigio. Una tía mía que también se dedica al derecho en Madrid (estuvo en la Audiencia Nacional) la conoce:

Despacho Criminológico Jurídico BALFAGÓN & CHIPPIRRÁS

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Dirección: C/ Velázquez 27 – 1ª Ext. Izda. – 28001 – Madrid
 
Tampoco se entiende que el hermano pidiese silencio después de que un guardia civil denunciase las irregularidades en este caso y otros:

La posibilidad de reclamar una nueva investigación se planteó a raíz de unas declaraciones que efectuó el ex guardia civil Pedro Santos, jefe de equipo en la Comandancia de Palencia cuando ocurrieron los hechos, el 23 de abril de 1992, en las que aseguraba que se habían producido irregularidades en la investigación y planteaba que muchas cuestiones no se habían abordado de la manera adecuada. «Debo agradecer al señor Pedro Santos su disponibilidad con nosotros y su compromiso de no mencionar ya el caso de Manuela y Virginia», añadía ayer Emilio Guerrero en el comunicado hecho público ayer.
 
EL NORTE DE CASTILLA

Un guardia civil retirado pide una indemnización por daños morales​


PALENCIA - Martes, 27 junio 2006, 02:00

Un brigada de la Guardia Civil retirado ha presentado un escrito ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Léon en el que reclama 292.000 euros a la Dirección General de este cuerpo por los daños morales que, a su juicio, se le ocasionaron por una serie de expedientes y sanciones de las que fue objeto tras denunciar supuestas irregularidades en la Comandancia de Palencia.

Según desveló ayer la Cadena Ser, Pedro Santos Álvarez ha formulado esta reclamación tras una sentencia del máximo tribunal de la región que le da la razón tras denunciar las presuntas irregularidades en investigaciones como la desaparición de unas menores en Aguilar de Campoo o el asesinato de un hombre en Villarramiel, que aún están por esclarecer. Asimismo, Santos denunciaba la utilización de medios del cuartel para usos privados.
 
Diario de Valladolid

La dignidad de un sargento​


J. LUIS F. DEL CORRAL

20 DE NOVIEMBRE DE 2015 (10:20 H.)

TENÍA una brillante hoja de servicios y dejó el Ejército por acoso laboral. La excomandante se llama Zaida Cantera. Mujer valiente donde las haya que llegó a enfrentarse a sus superiores hasta que no pudo más y se vio obligada a asumir una baja por depresión. El ministro de Defensa prefirió mirar para otro lado en un escándalo que delata la naftalina que atufa rincones de la institución militar.

Pedro Santos era sargento 1º en la Comandancia de la Guardia Civil de Palencia. Jefe de equipo de la policía judicial, su historial de servicios le consideraba el mejor suboficial de esa zona. Hasta que empezó a poner en conocimiento de sus mandos todo un cúmulo de irregularidades que iba detectando a su alrededor. Quisieron comprar su silencio y no pudieron. La presión interna y el acoso continuado le llevaron también a la depresión.

Fue un mes de noviembre de hace dieciocho años cuando dijo ¡basta! y se fue al fiscal con una detallada denuncia de presuntos delitos: vinculación de guardias con droga y negocios de prostit*ción, vista gorda en las inspecciones a puticlubs, uso de vehículos de la Guardia Civil para fines particulares, casos sin investigar… Este periódico se hizo eco de la denuncia.

Algunos acusados por Santos se querellaron sin éxito contra este medio y contra el periodista, pero el derecho a informar con rigor se impuso y perdieron esa batalla.

Sin embargo, la persecución y el trato vejatorio hacia este valiente y leal sargento cobró fuerza. Desde hace más de 15 años sufre un episodio de depresión, como le ha ocurrido hace poco a Zaida Cantera.

El caso de Santos llegó al Parlamento nacional. El Ministerio del Interior prometió una investigación, que nunca llevó a cabo. El fiscal vio indicios de delitos en la Comandancia, pero no pudo o no se atrevió a profundizar. Valdivielso, entonces director general de la Guardia Civil, miró para otro lado y personal de su confianza quiso comprar el silencio de este medio. Sin éxito, claro.

La sociedad, el gobierno, las instituciones autonómicas y los partidos que aspirar a barrer la corrupción y a fumigar los comportamientos irregulares tienen aún una deuda con Pedro Santos. Con él y con quienes se han atrevido a denunciar injusticias y escándalos en instituciones militares donde a veces ganan los acosadores frente a los acosados. El ejemplo de este palentino no puede cerrarse con el castigo. La dignidad personal de hombres y mujeres como Pedro y Zaida debe tener también un reconocimiento social y público.
 
Última edición:

El TSJ cuestiona los expedientes a un guardia civil que denunció supuestas irregularidades en el Cuerpo​


EL NORTE

PALENCIA Jueves, 8 junio 2006, 02:00

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha dictado una sentencia en la que cuestiona los expedientes abiertos en 1997 al sargento de la Guardia Civil Pedro Santos Álvarez tras denunciar supuestas irregularidades en la Comandancia de Palencia, como la investigación de la desaparición de las niñas de Aguilar.

Tras conocer la sentencia, Pedro Santos ha anunciado que emprenderá acciones para que se revisen de inmediato los expedientes de los que fue objeto y las calificaciones negativas ahora anuladas, según difundió ayer la Cadena Ser.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León se fundamenta en que «es difícil entender que en un año se pase de honrado y recto a indigno y corruptible». El alto tribunal señala además que las calificaciones deberían haber sido realizadas por mandos imparciales.
 

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