No estoy de acuerdo conque las únicas virtudes sean sentido del deber, honradez y empatía: eso se presupone para cualquiera que trabaje para el estado. Ya puestos, se presupone para cualquier trabajo.Que más nos dan los másteres de nadie que termine de menestra o menestro si luego está a sueldo de los que manejan la pasta.
Un político de verdad lo único que necesita es sentido del deber público, honradez y empatía, para decirle cómo se pueden hacer o no los números ya tiene un ejercito de técnicos y asesores.
Curriculums inflados para luego cobrar el doble cuando se pasan a la privada.
Es verdad que el trabajo de verdad lo hacen los técnicos y asesores. Ellos - los políticos- están para la foto, firmar , apretar manos y poco más. Pero el poco más es MUY IMPORTANTE. Es la persona que toma las decisiones en base a la información que recibe de técnicos y asesores. Es la persona que decide las políticas que se aplicarán y las debate en el consejo de ministros. Es la persona que encabeza un ministerio, sea el que sea, en el que se toman decisiones que repercuten sobre la vida de las personas de a pie: para bien o...para mal. Tenemos ejemplos muy cercanos. O sea, que al final sí que es importante que no sea un cateto/a, que estén bien preparados para el puesto que van a desempeñar y que sean conscientes de la responsabilidad que asumen al aceptar.