Uno de los agujeros negros de la educación en España es el libro de texto. Su ínfima calidad es como para llorar: mientras las editoriales afines al poder se forran.
Ya en mi época (años 80) yo no podía heredar libros de mis hermanos mayores porque habían cambiado el formato del libro (el tamaño de las letras o el orden de los ejercicios). Si el profesor mandaba hacer el ejercicio 7 de la página 46 yo veía que era el mismo ejercicio del libro de mi hermano pero el ejercicio 6 de la pagina 48.
Eran descaradamente los mismos libros que retocaban un poco para evitar herencias entre hermanos y obligar a pasar por caja.