Pero vamos a ver; hay trabajos que -por poner un ejemplo- requieren un esfuerzo físico, como el trabajo en un almacén que suponga mover cajas pesadas arriba y abajo durante toda la jornada laboral, que puede realizar perfectamente una persona sin distinción de s*x* durante toda su vida, pero que cualquier médico con dos dedos de frente prohibiría a una embarazada a partir de algún momento concreto de la gestación.
Y eso es perfectamente lógico y normal; en ese caso se le concede una baja médica o un cambio temporal de puesto de trabajo por motivos de salud, ya que en ese momento no reúne los requisitos físicos necesarios para llevar a cabo este trabajo. Sin mas.
Y en este caso veo lo mismo: Se trata de una PERSONA que por motivos físicos, no reúne los requisitos para ese puesto de trabajo, pero claro, como la persona que ha tomado la decisión es una mujer (concretamente una persona que genera controversia con sus -totalmente libres y respetables- ideas feministas) pues ahí está la opinión pública para cebarse con ella.
¿Acaso ha rechazado en otras ocasiones a una actriz por ser mujer? Porque desde luego, hay millones de casos en que no se nos contrata tan solo por la posibilidad de quedarnos en algún momento embarazadas, que esto si que es motivo de vergüenza y de lógica reivindicación. Pero insisto en que este no es el caso.
Creo que se está tratando injustamente a la directora. ¿Pensaríamos lo mismo si hubiesen rechazado a un actor moreno de metro sesenta para un papel que requiere pelo rubio y un metro noventa de estatura?
Y eso es perfectamente lógico y normal; en ese caso se le concede una baja médica o un cambio temporal de puesto de trabajo por motivos de salud, ya que en ese momento no reúne los requisitos físicos necesarios para llevar a cabo este trabajo. Sin mas.
Y en este caso veo lo mismo: Se trata de una PERSONA que por motivos físicos, no reúne los requisitos para ese puesto de trabajo, pero claro, como la persona que ha tomado la decisión es una mujer (concretamente una persona que genera controversia con sus -totalmente libres y respetables- ideas feministas) pues ahí está la opinión pública para cebarse con ella.
¿Acaso ha rechazado en otras ocasiones a una actriz por ser mujer? Porque desde luego, hay millones de casos en que no se nos contrata tan solo por la posibilidad de quedarnos en algún momento embarazadas, que esto si que es motivo de vergüenza y de lógica reivindicación. Pero insisto en que este no es el caso.
Creo que se está tratando injustamente a la directora. ¿Pensaríamos lo mismo si hubiesen rechazado a un actor moreno de metro sesenta para un papel que requiere pelo rubio y un metro noventa de estatura?