Claro, el Rey, como es todopoderoso, le dice a su sirviente: Fermín, hijo (que seguro que es su hijo, porque tiene del orden de 32 pululando por ahí), entra en el palacio real así como quien no quiere la cosa y mientras haces como que pasas el plumero coge esos tres cuadros, que le han gustado mucho a tía Marta, y se los quiero poner en la habitación. Sácalos con el marco, si puedes, más que nada porque te veo pelín torpe - los genes Borbón, no es culpa tuya - y podrías romperlos. Además de que si no tengo que enmarcarlos yo, y eso cuesta mucho dinero. Bueno, no importa, cojo los fondos reservados, que tengo el número de cuenta y hago transferencias desde ahí libremente, y ya pago los marcos con eso. Ah, y contrata al manitas del seguro para que se los cuelgue a tía Marta.El personalmente , no tiene que hacerlo . Hay sirvientes de sobra que no abren el pico para nada .