Juana Rivas

Una amiga mía divorciada, en una ocasión me dijo que su ex era un maltratador porque su hija no quería estar con el.
Evidentemente, la hija de 15 años tenía muchos motivos para no querer estar con su padre, como por ejemplo, que el vivía en un apartamento en las afueras mientras la madre mantenía la vivienda familiar en el centro de la ciudad, grande y con todas las comodidades, en el entorno de sus amigas y de su vida cotidiana. Otro motivo era que su padre no le permitía comer de capricho como en casa de su madre, sino que le ponía una comida sana pero básica y sencilla. Esto se debe a las consecuencias económicas en que quedan muchos hombres al separarse y que influyen negativamente en la relación que pueden tener estos con sus hijos.
Pero eso no es maltrato.
 
Una amiga mía divorciada, en una ocasión me dijo que su ex era un maltratador porque su hija no quería estar con el.
Evidentemente, la hija de 15 años tenía muchos motivos para no querer estar con su padre, como por ejemplo, que el vivía en un apartamento en las afueras mientras la madre mantenía la vivienda familiar en el centro de la ciudad, grande y con todas las comodidades, en el entorno de sus amigas y de su vida cotidiana. Otro motivo era que su padre no le permitía comer de capricho como en casa de su madre, sino que le ponía una comida sana pero básica y sencilla. Esto se debe a las consecuencias económicas en que quedan muchos hombres al separarse y que influyen negativamente en la relación que pueden tener estos con sus hijos.
Pero eso no es maltrato.

Muchas veces cuando los hijos ya tienen una cierta edad, se apela porque sean ellos los que ante el juez los que decidan si quieren estar con el padre o con la madre, ya que ya se les supone que tienen cierto uso de razón y capacidad de decidir.

Pero un adolescente o preadolescente, que igual lleva viviendo un tiempo con uno de los progenitores, y al otro apenas lo ve, y solo escucha la versión del padre/madre con el que vive, es una persona que seguramente este "manipulado".

Y por otro lado, este adolescente, igual dice que quiere vivir con el que precisamente sea mas favorable a sus intereses, pero los intereses de ese menor, igual son el que le deja comer lo que quiera, el que ponga menos limites de horarios, el que no le controle el teléfono ni el ordenador, el que le suelte 30 euros en vez de 10 cuando salga con los amigos, el que no lo obligue a estudiar..etc...etc
 
Habría que ver qué ha pasado aquí que no me inspira nada de confianza este caso. Muchas mujeres ponen denuncias falsas y deberían caerle todo el peso de la ley, que no digo que sea el caso, pero ¿y la versión de él?.
Os digo una cosa, pero conozco a mujeres que han sido maltratadas y cuando han ido a buscar ayuda a colectivos denominados "feministas" éstos no las han ayudado por no ser casos "mediáticos", pero dicho con otras palabras. A lo que voy es que estos colectivos de feministas suelen ser radicales y reciben subvenciones y dependiendo de si el caso aporta o no tirón, actúan o no, que no todas reciben ayuda.
Por no mentar que también hay hombres maltratados, los hombres sufren y mujeres hijas de put* las hay a patadas.

A mi me da que estos dos (y hablo sólo desde una percepción), eran un par de adictos a algo, me dan esa sensación destructiva los dos, y que se han zurrado ambos entre sí y que ha habido violencia mutua, cuando ella no podía más, pum, denuncia.

No digo que esté a favor de él porque no conozco la historia real, pero tampoco estoy a favor de ella y de lo que estoy en contra es de la mediatización, y basta para que se mediatice que a mi no me la dan. Si esta mujer quiere ser "coherente", debe de saber que ha secuestrado a sus hijos y si lo hubiera hecho él la que se hubiera liado sería épica. Todas esas fotos de ella que sale en TODAS llorando, mira como sea mentira que la haya maltratado, flaco favor le hace a las que de verdad han sufrido ese calvario.

En mi casa no está, eso desde luego, y ojalá haya justicia para lo que sea justo en este caso.

Hemos pasado de defender la igualdad a culpar al hombre por ser hombre, blanco y heterosexual. A la mierda las feminazis radicales, lo dicho: en mi casa no está Juana.
 
Es que hay una delgada línea roja entre la bronca y calentón del momento y el maltrato.
Yo he visto un caso (mis vecinos del 5º sin ir más lejos), donde el maltratado era él. Aquí sí que se trataba de maltrato físico, aparte del psicológico. Ella le pegaba y él jamás denunció. Solamente se lo contó a su hermana,aunque lógicamente los escándalos se oían en toda la manzana. Para divorciarse, el chico las pasó negras... y casi casi lo deja en la calle, la mujer. Pero ahí... sí que actuó la justicia debidamente.
Este chico no consta entre las víctimas de violencia de género, y lo fue!! vaya si lo fue!
Con esto, quiero decir que ni todos los frescos son de Burgos, ni todos los de Burgos son frescos.
Yo no me atrevo a decir que Juana Rivas no fue maltratada. No me atrevo, porque no lo sé...
Habría que haber vivido cerca de ellos o conocerlos muy bien. Damos por buena la versión de la mujer, pero el hombre, también tendrá la suya.
Y por último... aunque me llenéis de negativos y de no me gusta... no entiendo en absoluto cómo volvió con él, después del primer episodio... y aun encima tuvieron un hijo. Salvo, claro está... que el primer episodio no fuera como lo cuenta ella.
Deseo que aparezca, por el bien de ella, de los niños, y del padre también.


Una vecina de mis padres la lía a voces con el hijo y el marido para que todo un barrio sea testigo de su "tortura" cuando la loca trastornada es ella y la conocemos desde hace años como para corroborarlo. Lo hace con la intención de calentarle y que él sea el que le ponga la mano encima para cuando esto pase, sacar lo de que todos son testigos y por eso grita delante de todo el mundo. Él aguanta como un campeón sabiendo como está el percal, la intención de ella es que él se pire de la casa y él no está por la labor. Toda la vida igual y el hijo por el medio.
Conozco casos de maltratados que son para echarse a correr.


Hace un par de semanas, una pareja discute en el bloque de en frente de mi casa y ella gritando como una loca. Pues llaman unos vecinos a la policía y vienen como tres o cuatro coches patrulla, de la nacional, y se oye decir al policía "¿han llamado ustedes por un caso de violencia de género?" y los vecinos "sí". Y era una pelea en la que ella tocó muchísimo las narices y él cogió y del calentón le arreó una hostia a la puerta de la casa. Menudo despliegue policial, a ver si cuando un hombre la tiene con la loca de turno vienen tantos polis a ayudarle.
 
un hijo que ha visto como se llama uta a su madre, como se la golpes,como se la empuja,como se la humilla,como se le escapan las lágrimas.. .

es un niño maltratado aunque su padre no le levante la mano..

vivir en un clima de terror de miedo....de no saber si papá llegará de buen humor o no...y si mamá ese día sabra manejarlo o.no

esconder la cabeza bajo la almohada por no oír.. .levantarte al oír ruidos y descubrir que papá zarandea a mamá.. ..silencios...tristeza...

eso queda para siempre dentro...genera inseguridad y rabia..

¿mi hij@ asumirá de mayor el rol del padre?
¿se convertirá al contrario en una persona sumis@?

ese dolor esa rabia como la canalizara.. como ocultara ese terrible dolor???

que culpa puede sentir la madre..al darse cuenta de que no es que decida soportar esa situación.. .es que daña a su hijo por aguantar la.. .anímica y psíquicamente lo destroza..

se pretende en estos casos recuperar la relación del menor con el padre??
Hay menores -adolescentes que tienen terror al uno de los progenitores..hasta límites inconcebibles.. ..porque hay cosas que no se olvidan.

no se si es el caso.. .
aquí todo es confuso..

Ojalá todos todos todos miraremos por los menores...y no por nuestros intereses.....
 
La carta de la primera pareja del exmarido de Juana

ESD publica una misiva de la primera pareja de Francesco Arcuri en plena tormenta por el caso de Juana Rivas: un testimonio más sobre un drama que mezcla maltrato, justicia y menores.

ElSemanalDigital ha recibido una carta de la primera pareja de Francesco Arcuri, el exmarido de Juana Rivera, la madre en paradero desconocido junto a los dos hijos de ambos que denuncia malos tratos y se niega a entregar a los niños a su expareja, tal y como había decidido una jueza.

Sin entrar a valorar el comportamiento de nadie, asunto que concierne en exclusiva a la Justicia, este periódico considera relevante el testimonio de quien convivió con la misma persona condenada por maltrato que, a la vez, goza según los tribunales del derecho a convivir con sus hijos, sin ningún peligro para ellos según los informes psicosociales de los Juzgados de Familia.

Una tormenta, dos visiones

Con la opinión dividida entre quienes ven a una madre defendiendo a sus hijos de un peligro que ella sufrió en su carnes y quienes ven, en este caso dramático, un ejemplo de la utilización perversa de un problema terrible como el maltrato para asentar una ideología de género al margen de la justicia; la difusión de esta carta no pretende decantar nada, sino añadir unavisión única de quien también convivió durante una década con uno de los protagonistas del caso.

El periodista que logró esta carta certifica su autoría, así como la existencia de la relación en los términos exactos descritos en el siguiente texto. Por razones de discreción, se firma con sus iniciales S.M, que se corresponden con su nombre y primer apellido reales: se trata de una mujer originaria de Suiza, país en el que reside en la actualidad, aunque con Arcuri lo hizo en Londres.


francesco_arcuri.jpg



"Viví 10 años con él, es un pacifista"


Siento que necesito hablar sobre los acontecimientos que rodean a Francesco Arcuri. Conozco a Francesco desde abril de 1988 y fuimos pareja por 10 años hasta 1998, viviendo juntos y comprando una propiedad juntos. Conozco muy bien a su familia, su padre, un periodista y su madre, una increíble mujer feminista.

Francesco se crió con amor y principios a su alrededor y lo demostró a lo largo de nuestra relación. Francesco es un pacifista, nunca ha levantado un dedo ni su voz a mí ni a ningún otro amigo que tuviera o tuviera juntos.

"Mantuve el contacto"

Como todas las parejas tuvimos nuestras diferencias y por supuesto discusiones, pero siempre de una manera muy tranquila para asegurar un medio feliz.

No creo por un segundo que haya maltratado a su esposa o a los niños. Después de nuestra separación, nos mantuvimos en contacto y también he encontrado en una ocasión a Juana mientras estaba embarazada.

Era muy atento y cariñoso hacia ella. También conocí en una ocasión a su hijo Gabriel y lo vi muchas veces con él cuando hablamos por Skype.


Mucho antes de que Juana se llevara a los niños, Francesco me contaba cómo estaba cuidando a sus hijos la mayor parte del tiempo llevándolos a la escuela, a los médicos ya sus actividades diarias.

Cuando le pregunté por qué, el comentaba que la madre estaba pasando por altos y bajos emocionales y que estaba cansada porque salía frecuentemente las noches.

"Digo la verdad"

Estaba tratando de apoyarla y quería que ella fuera feliz. A pesar de que ella estaba tan inestable, se quedó con ella. A veces se debe hablar de la verdad y deseo que Francesco se reúna con sus hijos y que ellos estén con su padre muy pronto para que su angustia y pesadilla finalmente pueda terminar y traer la paz otra vez a todos los interesados.

Ningunos niños deben ser alejados de un buen padre. Todos mis pensamientos están con ellos.

http://www.esdiario.com/elsemanaldigital/291907076/francesco.html


 
Juana Rivas, ¿neurosis de renta?
Pilar Enjamio

La autora, psicóloga, introduce una explicación al 'caso Juana' que, unido al mal asesoramiento, explicaría un comportamiento que perjudica sus intereses y a los hijos que dice defender.

A pesar de ser éste un término de acuñación moderna, está incluido ya como trastorno mental en la OMS. Constituye la suma de dos conceptos fundamentales, que son la neurosis y la actitud renta. Son reivindicaciones del sujeto y consecuencia de las legislaciones que amparen y protejan secuelas de accidentes o enfermedades.

Dicha actitud de renta es la interpretación y la postura del sujeto ante un hecho o eventualidad que cree ha sido el origen de los síntomas y debe ser compensado. Por supuesto, este tipo de conducta incluye la exageración y magnificación de síntomas y enfermedades para conseguir un fin.

¿Qué hace Francisca Granados?


Ésta ha sido, según mi experiencia profesional, la táctica de Juana Rivas, muy mal aconsejada por Francisca Granados. Juana está muy mal fruto del estrés y su sufrimiento le crea un maltratador: por ello debe recibir una compensación económica y la custodia.

Hay que alejar y eliminar al chivo expiatorio, Francesco, como causa de males y peligros a su exmujer y a sus hijos, dos menores.

Va más allá de un problema cardiaco o estomacal, que sí puede existir y excede de somatizaciones: es decir, lo psíquico se traduce somáticamente. Es usar este problema, acentuándolo, para conseguir un objetivo.

Actitudes histéricas de lloros sin control, parestesias, sensación de ahogo, taquicardias y pseudoarritmias cardiacas. Teatralidad acompañada de un elenco de actores que a su vez representan un rol que no es real.



francisca_granados_juana_rivas.jpg

Según la psicóloga, el mal asesoramiento de Francisca Granados (en la imagen) es clave para entender su comportamiento

La histeria individual se convierte en colectiva. Es evidente que unos menores conviviendo con una mujer con desequilibrios emocionales distarán mucho del equilibrio. Se desarrolla un síndrome comportamental de búsqueda de atención, con un componente acaso manipulador y dictatorial, impidiendo o intentando lograr que se escuche otra versión que no sea la propia.

La vía legal

Eso es cobardía, miedo al descubrimiento de la verdad. Histrionismo como rasgo base de conducta. Insatisfacción con las leyes que le provocan más enfermedad y desesperación. Por supuesto nulo respeto a la vía legal que no sea acorde con sus pretensiones.

Podemos llamarlas también neurosis situacionales o de billete. Son fruto de hechos determinados, de una situación que es explotada al máximo para el convencimiento de la masa que dice sí sin saber por qué dice si.

Cuando una situación se ve incontrolable surge la histeria como manipulación. La mujer que se mareapara que su marido no salga, la que se autolesionapara crear un daño a su pareja. Supuestamente si la noche llegó de madrugada y discutió con Francesco al no controlar la situación adoptó la histeria y la ira rompiendo un ordenador y otros objetos.

Autolesión incluso

En esa acción se autolesionó y su siguiente control del otro fue denunciar una agresión. Cuando le interesó tres años después volvió y tuvo otro hijo. Por supuesto, quede claro, no analizamos ni a Juana ni a María, sino conductas y actitudescomportamentales que definen bastante a una persona.

Cuando alguien huye es porque en el fondo sabe no tiene la razón y no por miedo porque sería la ley la que protege y ampara. He visto a mujeres obsesivas e histéricas que prefirieron hacer daño a sus hijos en una especie de locura transitoria antes de entregarlos a su padre. Muy mal el argumento de enfermedades y estrés máximo, señora Francisca Granados, porque del estrés máximo se llega a problemas mayores como su***dio y daño inconsciente a las personas de al lado.

Que las enfermedades somáticas y psíquicas se curen y dos menores estén en un ambiente sano, equilibrante, de salud, libertad y bienestar.

http://www.esdiario.com/elsemanaldigital/818941381/Juana-Rivas-neurosis-de-renta.html

 
Dos vidas para Juana Rivas

EL PAÍS reconstruye con testimonios de allegados a la pareja la historia de la granadina declarada en busca y captura por la justicia tras negarse a entregar a sus dos hijos

Esta historia empezó en Londres en 2004. Juana Rivas tiene entonces 23 años y reside en Maracena (Granada). Es la segunda de tres hermanos de una familia modesta que vive de la hostelería. Trabaja como dependienta en El Corte Inglés. Decide pedir una excedencia para ir a la capital del Reino Unido a aprender inglés. Francesco Arcuri, hijo de una familia genovesa de clase acomodada y 15 años mayor que ella, lleva más de una década en Londres, donde regenta un restaurante. Se conocen y se enamoran. Ella se queda embarazada.

Era el inicio de una relación convertida hoy en una pesadilla. EL PAÍS ha recabado los testimonios de allegados para reconstruir una historia que parecen dos: la vida de Juana Rivas que cuenta su familia y la que relatan su expareja y su entorno.

Los últimos datos son los siguientes. Rivas está en busca y captura desde el pasado 8 de agosto. La mujer se esfumó hace 18 días con sus dos hijos, de 11 y 3 años, para eludir la orden judicial de entregarlos al padre, Francesco Arcuri, que tiene la custodia provisional de los menores. Arcuri, condenado por maltrato en 2009, la denunció por sustracción internacional de los niños después de que saliera con ellos desde la isla italiana de San Pietro, donde vivían todos, hasta España en mayo de 2016 para no regresar. La mujer lucha desde hace un año por poder quedárselos. “Jamás le he puesto una mano encima”, asegura Arcuri, al que distintos tribunales han dado la razón para que regrese con los menores a Italia. Lleva más de un año sin verlos.

Además de una orden italiana, sendas sentencias del juzgado de Primera Instancia y la Audiencia de Granada y un auto decretan la devolución “inmediata” de los niños al padre. La familia de Rivas ha pedido amparo al Tribunal Constitucional para no entregarlos. La pelea judicial, aún inconclusa, ha dejado dos familias rotas y unos niños desaparecidos.

Francesco Arcuri, que actualmente está en Granada, atiende a este periódico en un café del centro de la ciudad. “En Londres empezamos a vivir juntos porque ella tuvo un incidente mientras hacía yoga y se hizo daño en una pierna. Le dije que se viniera a mi casa. Luego se quedó embarazada. Tenía muchas náuseas y le dije que, si quería, podíamos ir a que pariera a Granada”.

“Vino embarazada y, ya desde ahí, a él le pareció todo mal. Ella no podía decidir nada. Le llamaba una pareja de amigos para que fuera a tomar café y no había posibilidad. Francesco no quería relacionarse con nadie de aquí, le decía que sus amigos eran muy poco interesantes. Él se imponía para todo. Era duro, celoso”, cuenta un familiar muy cercano de Rivas, con la condición de anonimato: “Desde el principio vimos que esa relación no tenía futuro”.

El primer hijo nace en el Hospital Materno Infantil de Granada en 2006. Según la familia de Rivas, Arcuri no es un buen padre: “El niño le molestaba. Cuando se despertaba a medianoche por los llantos se ponía violento”. Arcuri y su entorno sostienen lo contrario. Los primeros años de vida de su hijo mayor residen en Granada. Viajan varias veces a San Pietro, en Cerdeña, una isla de 25 kilómetros de largo con playas vírgenes, agua cristalina y naturaleza salvaje donde está el pueblo de Carloforte. Él ya baraja la idea de mudarse allí, de gestionar una casa rural. Comparten la pasión por las cosas naturales. Juana abre en el centro de Granada una tienda de productos ecológicos. Es 2009, el año de la condena por maltrato.

Según la sentencia del Juzgado de la Violencia sobre la Mujer 1 de Granada, el 7 de mayo de ese año a las 5.30, tras llegar Rivas a la casa común, Arcuri le pide explicaciones de dónde ha pasado la noche y la golpea “repetidamente” causándole lesiones que necesitaron asistencia médica. Fue condenado a tres meses de prisión por “lesiones en el ámbito familiar” y se le impuso una orden de alejamiento de ella de un año y tres meses.

Arcuri asegura ahora que aceptó la condena para poder ver a su hijo y en contra del consejo de su abogado. “Ella salía mucho por la noche, siempre le ha gustado. No digo que me estuviera traicionando, o a lo mejor sí, no lo sé. Se iba hasta las 6.30-7.00 y yo me ocupaba del niño. Yo hacía de madre y de padre. Ese día yo estaba durmiendo en una habitación con mi hijo y le dije que se fuera a otra. Se alteró un montón. Cuando se levantó para ir a la tienda, me golpeó. Se fue a la habitación donde tenía mi ordenador y empezó a tirar cosas”. Después de que le detuviera la policía, Arcuri interpuso a su vez una denuncia. Pasaron dos meses. “En el juicio, le pregunté a mi abogado: ‘¿Qué pasa ahora?’. Me dijo: ‘Damos nuestra versión y ella la suya. El juez decidirá’. ‘¿Y si acepto las culpas?’ ‘Legalmente sería un gran error’. Pero, ¿qué pasaría? ‘Te condenarían pero no vas a la cárcel, al niño lo ves casi inmediatamente’. Decidí hacer eso, me parecía que era todo una tontería, que debía rebajar la tensión. Era un momento muy doloroso”.

A partir de la condena, los relatos divergen aún más. Según la familia de ella, permanecieron separados hasta 2013. Era la hermana de Rivas la que quedaba con Arcuri para que viera al niño.

“Nos saltamos la orden de alejamiento”, asegura sin embargo él. Sostiene que estaban viviendo juntos a los dos meses de la sentencia. Que visitaron Londres con el niño y que también viajaron a Suiza con la familia de Rivas. “Después ya sí nos separamos, ambos llegamos a tener otras parejas. Yo vivía en Italia y venía a menudo a Granada. Volvimos en marzo o abril de 2013. Le conté lo que estaba haciendo en Carloforte y le entusiasmó”.

Camilo Arcuri, el padre de Francesco, tiene 87 años y ha sido periodista de distintos rotativos italianos. Habla al teléfono de sus nietos, a los que no ve desde 2015. “Cuando venían a Génova, tratábamos a Juana como a una hija. Siempre intentamos no meternos en sus cosas, mantenernos discretos”, explica por teléfono. Francesco es el último de sus tres hijos. “La única cosa que sabemos con absoluta certeza es que mi hijo es un mammo [masculino de mamma, palabra que en Italia se usa para definir un padre muy maternal] enamorado de sus hijos, y muy cariñoso con ellos”.

En verano, la población de San Pietro se duplica y llega a 12.000 habitantes. Hay muchas casitas esparcidas por la isla. Una de ellas, una casona antigua a ocho kilómetros del pueblo y rodeada de olivos y frutales, la compró Arcuri para el negocio rural, con tres habitaciones y dos pisos para huéspedes. Se mudaron allí en junio de 2013 y el negoció abrió en 2014. Rivas se quedó de nuevo embarazada de Arcuri y volvió a Granada a tener a su segundo hijo. Él asegura que viajó en una furgoneta Camper con el mayor para llegar a tiempo al hospital.

“Fue una historia de amor con rachas malas y dificultades, por eso cambiaban tanto el lugar de residencia. Estaban ilusionados con su proyecto de turismo rural. Ella estaba enamoradísima de Carloforte. Las veces que estuve en su casa, parecía alegre”, asegura Sabina Damico, amiga de Arcuri nacida en Carloforte, adonde viaja cada semana por trabajo y para ver a la familia. Algunos de los comentarios dejados en Internet por los huéspedes de la casa ponen el acento en la hospitalidad de los dos: “El entusiasmo de Juana”, “la amabilidad de Juana y Francesco”, “la serenidad de los propietarios”, se lee en algunos del agosto de 2015.

“Siempre me pareció que Juana estaba contenta. Compartían la idea de vivir en comunidad, cerca de la naturaleza y de forma sencilla”, explica Franco Ercole, de 73 años, que vio crecer a Arcuri y a sus dos hermanos. Relata noches de guitarra y paellas preparadas por Rivas en la isla, en “una atmósfera de armonía”. Él apoyó a Arcuri con el proyecto, comprándole otra casa que tenía en el pueblo. “Les ayudé mucho, invertí en esa pareja, creía en ellos. Para mí y mi mujer, que no tuvimos hijos, Francesco y Juana eran nuestra familia… Nunca imaginé que pasaría algo así”.

La familia de Rivas asegura que Arcuri la aisló en Carloforte: “Estaba sola en casa, no disponía de coche. Era misión imposible hasta que fuera a comprar. Él prefería llevar al niño al colegio antes que dejarla salir”. En la denuncia que ella presentó ante la Guardia Civil dos meses después de viajar a España, actualmente en tramitación para ser incorporada a la causa en Italia, Rivas relata que en la casa rural de Carloforte fue “insultada, vejada y agredida” por su entonces pareja. Que el control sobre lo que hacía era constante y que la dejaba encerrada en casa. “No le ha sido posible relacionarse con otras personas ni hacer una vida normal y con libertad de movimiento”, recoge la denuncia, en la que señala que trabajaba sin remuneración y que cayó en depresión por el trato que él le dispensaba. “Cuando el denunciado no estaba conforme con lo que hacía, se volvía agresivo y le gritaba apretándole fuertemente las muñecas y una noche le apretó fuertemente el cuello mientras le decía que la iba a matar”. Su familia asegura que ella intentó denunciarlo a la policía italiana, pero él no la dejó llamar y que los amigos de Carloforte se lo desaconsejaban: “Está muy mal visto”, aseguran que le decían.

“No es cierto que no la dejara salir. Hacía lo que quería. Yo no le impedía nada, ¿qué le iba a impedir? En los últimos tiempos volvió a salir de noche otra vez. Era una desilusión tras otra. Nunca hacíamos nada juntos. Yo me quedaba con los dos niños”, asegura Arcuri. Dice que disponían de dinero común y que tuvo que contratar a una tercera persona porque ella casi no ayudaba en el negocio, centrada en un curso online de psicología transpersonal.

Poco antes de mayo de 2016, Rivas le pide ir con sus hijos a Granada para ver a su familia. La denuncia de la Guardia Civil recoge que Arcuri le escondió los pasaportes “para impedir que se marcharan”. Él señala, al contrario, que pidió la cita en el Ayuntamiento para que tramitaran los documentos de sus hijos. Según la familia de ella, consiguió salir después de que el niño mayor recuperara los papeles. Y llegó a España con un pinzamiento mesentérico [una dolencia digestiva] que, según sus allegados, le habría provocado el estrés de la convivencia. Arcuri defiende, al contrario, que era él quien la cuidaba cuando se le desataba alguna crisis “y no podía casi ni moverse”.

Rivas, en paradero desconocido, ha suscitado una campaña de adhesiones a su causa. Su imagen llorando los días previos a desaparecer con sus hijos ocupa mañana y tarde las tertulias televisivas. El viernes, las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo que se suman al que es el lema del caso desde que desapareció: Juana está en mi casa. Y su entorno ha convocado una nueva concentración de apoyo mañana.

Arcuri, sentado en la cafetería de Granada, se lamenta de que que le están queriendo hacer pasar por alguien que no es. “Nunca habría esperado estar en una situación donde casi tengo que defenderme aunque los jueces me den la razón. Llevo más de un año sin ver a mis hijos por el capricho de una persona que se los llevó con un engaño y no volvió”. Mientras habla, una mujer que le ha reconocido se apoya en la mesa de al lado. Le mira y dice: “Juana está en mi casa. Y espero que no vuelvas a ver nunca más”. Él se queda callado. Ella se da la vuelta y se va. Mientras, Juana sigue desaparecida.

ÚLTIMOS DATOS DE UN CASO COMPLEJO
Retención de menores. Rivas está en busca y captura desde el 8 de agosto, tras la orden del Juzgado de Instrucción 2 de Granada, que la investiga por la vía penal por un presunto delito de desobediencia a la autoridad judicial y otro de retención ilícita de menores. Por este último podría ser condenada a hasta cuatro años de cárcel y a la inhabilitación para ejercer la patria potestad durante un periodo de hasta 10 años.
Maniobras procesales. La Audiencia de Granada denegó de nuevo el 10 de agosto la petición de suspender la orden judicial que obliga a Juana Rivas a devolver a sus hijos. En el auto, los magistrados le acusan de haber marcado “a su antojo o interés los tiempos procesales” con actuaciones “que le han permitido ganar tiempo hasta la extenuación” y censuran que,“por distintas maniobras procesales”, no se haya ejecutado aún una sentencia firme.


EL BIENESTAR DE LOS MENORES

Los dos menores, escondidos por su madre desde el 26 de julio, son las principales víctimas del drama. La primera sentencia, de diciembre de 2016, que ordena su devolución al padre, incluye la evaluación de una psicóloga del Juzgado de Familia que alude a una “vinculación afectiva y segura del menor con ambos progenitores”, considerando a la madre “como la principal figura de referencia y de vinculación afectiva en la actualidad. El vínculo con su padre es positivo”. En el recurso de amparo presentado por el entorno de Rivas incluyen informes del hijo mayor de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Maracena, que respaldan desde el principio a la mujer. El Consistorio, que la atiende como víctima de violencia de género desde julio de 2016, incluyó al mayor en un programa de atención psicológica a hijos de víctimas, “dado que éste presentaba conductas agresivas hacia la madre, según ella relataba, imitando con el mismo patrón lo que hacía el padre”. “En las reuniones de coordinación con la psicóloga que ha atendido al menor hemos anotado que este manifiesta que no quiere ir con su padre y que ha narrado episodios de malos tratos”, según el informe firmado el 26 julio 2017, el día que debía producirse la entrega de los niños.

Dos profesionales que han trabajado en Italia y España con los niños han contado su experiencia a este periódico. “Me quedé muy sorprendida cuando supe que ella aseguraba estar mal aquí en Carloforte. “Los niños estaban muy bien, tranquilos. Siempre sonrientes. Nunca noté alguna inquietud”, señala Maria Francesca Pinna, pediatra de los dos menores en Carloforte, que describe a Arcuri como un padre “equilibrado y atento”. “Los pediatras estamos muy entrenados para detectar problemas. Aquellos niños querían mucho a un padre. Si un niño quiere a su padre, lo ves, y si le tiene miedo, también. Nunca los vi asustados”.

Verónica López, 37 años, ha sido la maestra del hijo menor este último año en Maracena. “Es un niño muy desenvuelto, muy avanzado en el lenguaje. Se expresa fenomenal y tiene un desarrollo excepcional”. Lo define como “un niño muy feliz que siempre ha estado bien atendido por su madre, que era quien lo llevaba y lo recogía”. Considera que el niño ha vivido todo el curso “ajeno” a la polémica. “Juana es muy buena madre, no creo que hiciera nunca nada en perjuicio de sus hijos”.

https://politica.elpais.com/politica/2017/08/12/actualidad/1502560676_278338.html



 
Esta mujer es una manipuladora.. a ver hija, tu marido te pega y te maltrata y regresas con el, con tu hijo y encima le pares a otra hija, que segun tu, estara en manos de un maltratador peligroso? es para quitarte a ti la potestad por insensata.
Lo que quieres es vivir del cuento, sacarle dinero al padre pero ojo, que no vea a los hijos, que te den subsidios y casa gratis por ser mujer abusada, madre soltera y buscarte a otra victima que terminara igualmente acusado de maltrato .
Quienes la estan ocultando son tan culpables como ella. Mas temo yo por los hijos en manos de esta descerebrada y su tribu de feministas desnortadas que con el padre.
Logico, cuando emerjan de su escondite el pobre crio saldra contando historias de terror de abusos recibidos a manos del padre, y quien le cree una palabra ? que no le estara diciendo la madre, comiendole el cerebro.
 
Esta mujer es una manipuladora.. a ver hija, tu marido te pega y te maltrata y regresas con el, con tu hijo y encima le pares a otra hija, que segun tu, estara en manos de un maltratador peligroso? es para quitarte a ti la potestad por insensata.
Lo que quieres es vivir del cuento, sacarle dinero al padre pero ojo, que no vea a los hijos, que te den subsidios y casa gratis por ser mujer abusada, madre soltera y buscarte a otra victima que terminara igualmente acusado de maltrato .
Quienes la estan ocultando son tan culpables como ella. Mas temo yo por los hijos en manos de esta descerebrada y su tribu de feministas desnortadas que con el padre.
Logico, cuando emerjan de su escondite el pobre crio saldra contando historias de terror de abusos recibidos a manos del padre, y quien le cree una palabra ? que no le estara diciendo la madre, comiendole el cerebro.
El análisis que hace la psicóloga Pilar Enjamio (lo he dejado en la página anterior) me ha parecido súper interesante. Yo también creo que Francisca Granados es el personaje más siniestro de esta historia...
 
No podemos juzgarla, no estabamos ahí, a veces se condena publicamente porque se va por válida la resolución de un juez, una vez me dijerón en los juzgados, eres afortunada, tu no sabes la de niños maltratados, abusados que están con su abusador por no ser creidos, 5 minutos un forense de esos decide si es verdad o no, se equivocan, y que va a decir un crío ante gente trajeada, con un micrófono incluso.
Yo no puedo opinar de Juana, no estaba allí, pero tampoco confío en la sentencia de un juez, son personas también con sus fallos y aciertos.
Si tuviese que decir algo...creo a Juana, su abogada le habrá recomendado no fugarse que es peligroso, pero entiendo que sino ha visto otra salida lo haya hecho, la ley si es injusta hay que ir contra ella, tiene muchas consecuencias y lo haces sólo si es tú última opción, se enfrenta Juana a multas, cárcel imagino y su salud se queda en el camino, pero por los hijos entiendo que lo haga.
Y siempre digo que la culpa es de las falsas denuncias, mujeres que denuncian por recomendación de sus abogadas, eso hace que haya muchos casos más de los que debería haber, que existan dudas ante una denuncia, que hombres inocentes pierdan sus derechos, y para esas mujeres pido duras penas porque hacen mucho mal.
 
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