Realmente esperar justicia en este mundo no tiene sentido, podemos pedir la propia protección y la de nuestras familias a través de la oración y de cumplir los mandamientos, excepto "si está escrito" q algo tiene q ocurrir, nuestras plegarias serán escuchadas, pero el mundo no lo cambiaremos. Es cuestión de aceptar el carácter finito y pasajero de todo en este mundo, al menos para los creyentes y de saber q tenemos q tener nuestros ojos y nuestro afán en "la tierra prometida" dentro de la Eternidad. Desde la Biblia se dice q el príncipe de este mundo es el demonio y este es un valle de lágrimas, Dios nos mandó a su propio hijo para demostrarnos q es posible soportar la pobreza, la injusticia, la tortura hasta la muerte, porque este mundo no importa, solo importa para observar los mandamientos y conseguir un lugar en la ciudad dorada, la ciudad eterna, donde todo es amor y justicia, eso lo ganamos desde aquí. Este mensaje vale para los creyentes, claro. De otro modo, te puede consumir la impotencia y la rabia y no cambiaremos nada.