Grande Marlaska purga cúpula de la Guardia Civil

El forense de la investigación contra José Manuel Franco por el 8-M participó en conferencias de los Legionarios de Cristo junto al obispo de Alcalá
Su hermana, Elena Lorenzo Rego, es la terapeuta que fue multada por sus cursos para curar la homosexualidad

JOSÉ MARÍA GARRIDO Jueves, 28 de mayo de 2020
  • Julio López Rego. lomasrc.blogspot.com:
Julio López Rego. lomasrc.blogspot.com:
Julio Lorenzo Rego, el médico que firma el informe forense en la instrucción abierta contra el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por autorizar la celebración de la manifestación del Día Internacional de la Mujer el 8-M, ha participado en diversas conferencias promovidas por los Legionarios de Cristo.
Según ha podido saber ElPlural.com, Lorenzo Rego sostiene en su informe, a expensas de conocer otras “diligencias de la Guardia Civil”, que de no haberse celebrado el 8-M “se habría evitado una amplia difusión de la enfermedad” del coronavirus.
De este modo, el informe de Lorenzo Rego -que se autodefine a sí mismo como un médico que “por vocación" se ha acercado “al sufrimiento humano”-, se convierte en pieza clave en la investigación liderada por Carmen Rodríguez-Medel. Según la propia Abogacía del Estado, la jueza estaría “convirtiendo" la instrucción en "una causa general acerca de la gestión de la crisis sanitaria”. Tanto es así que el órgano dependiente del Ejecutivo ha solicitado la nulidad del proceso por una supuesta vulneración del derecho del delegado del Gobierno a una instrucción con todas las garantías.
Julio Lorenzo Rego. https:::www.juliolorenzorego.com:

Ponente de conferencias de los Legionarios de Cristo
Según ha constatado ElPlural.com, Lorenzo Rego ha participado en varias conferencias organizadas por los Legionarios de Cristo y su movimiento seglar Regnum Christi. Esta Orden ultracatólica fue fundada por el cura Marcial Maciel, condenado por pederastia, fraude, extorsión, abusos sexuales y ser padre de tres hijos con dos mujeres.
La primera de estas conferencias (“Simposio de Psicólogos Católicos 22º, 2006: Globalidad y familia) estuvo clausurada por el obispo homófobo Juan Antonio Reig Pla, quien ofrece consejos a las mujeres “para ser vírgenes por segunda vez” y “purificarse antes del matrimonio”.

En su conferencia, Lorenzo Rego afirmó que todos somos un mero “instrumento” de Dios. En su opinión, aunque solo Dios tiene "la potestad del perdón absoluto", si perdonamos nos abrimos a su “amor”, que a su vez es “fuente de nuestro propio amor hacia Él siendo esta, y no otra, la llave de la felicidad”.
“Al perdonar nuestro corazón se dilata, se esponja y de esta forma se hace permeable al amor misericordioso de Dios. Él respeta tanto nuestra libertad que condiciona su acción a nuestra determinación. Dios nos perdona si nosotros queremos, si se lo pedimos, si nos arrepentimos y si perdonamos al prójimo. Si no se dan estos requisitos Dios no puede perdonarnos. No en vano en el Padrenuestro que Cristo nos enseñó imploramos, “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”; entendiéndose perfectamente que anteponemos el perdón al prójimo como condición para recibir el perdón personal”, expuso el forense en una conferencia que reproducimos íntegramente a continuación.

Más recientemente, el 16 de febrero de 2016, tal y como informa la propia página web de Regnum Christi, Lorenzo Rego intervino en el colegio Everest School Monteclaro de los Legionarios de Cristo para exponer el reto de la felicidad. El forense reflexionó sobre “las imperfecciones, renuncias y debilidades de la propia naturaleza, con la mirada puesta en Dios, que es el Autor de la vida y de la historia”.
“En Él (en referencia a Dios) centramos nuestras aspiraciones y deseos, porque es el Amor pleno y la clave de la santidad-felicidad que tanto deseamos”, subrayó.
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Me paaaartooooooooooooo
 
Tengo unas cuantas malas noticias para usted:

1ª. La Constitución española vigente declara una carta de derechos fundamentales y libertades públicas que forman parte de los pilares que sostienen las democracias avanzadas; entre ellos están la libertad, la igualdad, la no discriminación y el pluralismo político.

2ª. Nadie, nadie, tiene obligación de declarar sus ideas o de no declararlas, ni las religiosas, ni las políticas, ni las de ninguna otra naturaleza. Nadie está obligado a profesar una religión, ni a no profesarla, ni a militar o a adscribirse a un partido, ni a no adscribirse, ni a pertenecer a un sindicato ni a no pertenecer. A salvo el orden público protegido por la ley. La militancia ideológica obligatoria está prohibida, las adhesiones inquebtantables ya no existen y los señoritos de pulsión ultra como usted no tienen nada que hacer. Oh, qué drama. Tome nota.

3ª. Toda discriminación por razón de s*x*, de religión o de creencia religiosa o ideológica está excluida de la vida pública. El Estado garantiza que nadie (venga, otra vez: NADIE) sufra exclusión por estos motivos y el Código Penal tipifica como delitos
los actos que impidan el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas, aquellos que la propia Constitución tambíén garantiza.

4ª. A la función pública se accede por la vía de los principios constitucionales de mérito, capacidad y transparencia, no por motivos ideológicos como en tiempos de Paca la Culona. Y ya va siendo hora de que se entere, señora.

5ª. A joderse, que diría un castizo.

6ª. Si cree que me va a callar con ese dedito lo lleva crudo. La respuesta es NO. Y que ese NO se oiga hasta en el cinturón de asteroides, guapa; la gestapillo conmigo no funciona porque detesto tanto cobardía como detesto la represión y el parafascismo y me la soplan las formas con las que se emboza. A un ultra lo veo venir de lejos, así que pincha usted en hueso y queda avisada para su concocimiento.

7ª. Ea, a llorar a Los Paúles.
?????????????BRAVOOOOOOOOO???????????
 
El informe del médico forense sobre el 8M también está plagado de bulos, omisiones e inexactitudes
Recoge declaraciones de la OMS sin explicar los detalles de los escenarios y 'fake news' como que el Covid-19 se transmite por el aire

ADRIÁN LARDIEZ Viernes, 29 de mayo de 2020
Manifestación del 8M en Madrid. Plaza de Cibeles.

Manifestación del 8M en Madrid. Plaza de Cibeles.
El informe forense del médico Julio Lorenzo Rego realizado en el marco de la causa abierta contra el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por autorizar las manifestaciones del Día Internacional de la Mujer el pasado 8M, contiene una ingente cantidad de inexactitudes, omisiones e incluso datos falsos.
Rego, quien ha participado en diversas conferencias promovidas por los Legionarios de Cristo tal y como ha desvelado en exclusiva ElPlural.com, ha rubricado un informe forense manifiestamente mejorable.
El informe, al que ha tenido acceso este periódico, es un documento cuyo fin es analizar si “las manifestaciones que tuvieron lugar en Madrid entre el día 5 y 14 de marzo de 2020 fueron susceptibles de causar un riesgo evidente para la vida e integridad física de las personas” y “si tal circunstancia era científicamente notoria con carácter previo a su celebración”.
El médico forense asevera que, a expensas del ya polémico informe de la Guardia Civil, su conclusión es que “sí hay datos que evidencien que tal daño para la vida o integridad de las personas se materializó”. Aunque los motivos expuestos, como veremos, no avalan tal afirmación
En primer lugar, considera una prueba de las consecuencias nocivas para la salud de las personas el hecho de que “hubo personalidades relevantes que acudieron a alguna de dichas manifestaciones y que han resultado contagiadas por el virus Covid-19”. No obstante, a continuación, el propio médico forense reconoce que “no es posible saber si una persona que haya asistido a cualquiera de las manifestaciones celebradas dichos días y que haya resultado infectada por el virus lo haya sido en esas concentraciones masivas de personas o en otro lugar”, como por ejemplo, el transporte público.
En este punto, además, señala como argumento el “punto de vista de la probabilidad estadística”. Surge, por tanto, la siguiente pregunta: ¿Y las personas que fueron y no se contagiaron?

El documento también hace referencia a que el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional declaró el brote de coronavirus como “una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII)” en su reunión del día 30 de enero. Lo que no explica es qué consecuencias derivan de dicha proclama.
Tal y como se puede consultar en la web de la Organización Mundial de la Salud, el grueso de las recomendaciones se limita a China. Al resto de países les conminó a “poner en marcha medidas para garantizar el desarrollo rápido de vacunas, medios diagnósticos, medicamentos antivíricos” y otros tratamientos; así como “estar preparados para adoptar “medidas de contención, como la vigilancia activa, la detección temprana, el aislamiento y el manejo de los casos, el seguimiento de contactos y la prevención de la propagación”.
De hecho, en el acta de la reunión se recoge explícitamente que “el Comité no recomienda imponer ninguna restricción a los viajes o el comercio”.
El informe de Rego llega a recoger bulos como que “se sabía que dicha enfermedad se propaga por vía aérea”. La OMS ha negado en varias ocasiones este extremo, explicando que el nuevo coronavirus no se transmite por el aire, sino por el contacto de gotas respiratorias de pacientes afectados por la enfermedad. Para que se lleve a cabo la transmisión ambas personas tienen que estar a una distancia de un metro y, el infectado, tiene que toser o estornudar. También puede darse el contagio si se toca una superficie y, acto seguido, una persona sana hace lo propio; pero no por el aire.
Por último, el informe concluye que “de haber evitado dichas manifestaciones se habría evitado una amplia difusión de la enfermedad y de igual modo haberse advertido a la población sobre el gran riesgo de contagio para que los ciudadanos adoptaran medidas higiénicas necesarias para su protección en relación a la gravedad de la enfermedad”. Cabe preguntarte, a este respecto, si a día 8 de marzo la población aún desconocía la existencia del virus, pues los medios de comunicación hacía semanas que publicaban noticias sobre el Covid-19.
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Todos, todos, todos en contubernio contra el pobre gobierno!!!!!!!!!

El proximo el portero del Juzgado........

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Se llama Fernando Grande Marlasca.
Nombre del padre: Avelino Grande Gómez.
Apellido de la madre Marlasca.
Cuando vivía en el País vasco se cambió la c de Marlasca por k, se hace llamar Marlaska para hacerse el vasco.
Y además une los dos apellidos en uno solo y se hace llamar Fernando Grande-Marlaska Gómez.
 
Después de la furia
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Dos palabras resumen el porqué de tanta crispación: “Gobierno ilegítimo”
Después de la furia
Video-blog semanal del director adjunto de La Vanguardia, Enric Juliana (LVD)

ENRIC JULIANA, MADRID
30/05/2020 06:00 | Actualizado a 30/05/2020 12:11
Detrás de la furia hay dos palabras: “Gobierno ilegítimo”. Detrás del pico de crispación de esta semana, -crispación: epidemia que asola la vida pública española desde hace más de treinta años-, está el anatema lanzado desde la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados durante la tormentosa sesión de investidura de Pedro Sánchez: “Gobierno ilegítimo”. La acusación fue lanzada por Vox, organización política de inspiración trumpista, calificada esta semana por el periódico norteamericano The New York Times como “la peor derecha de la democracia y la más peligrosa”, ante la cual el Partido Popular no quiso, no supo o no pudo trazar una clara línea de separación. En las últimas semanas, en el peor momento de la epidemia, el PP ha acusado al actual Ejecutivo de haberse transformado en una “dictadura constitucional” y de actuar de manera “totalitaria”.
Las palabras nunca son neutras en política. Tampoco son inocuas en los demás órdenes de la vida. Las palabras pueden pacificar un país, pueden ordenarlo, pueden darle esperanza o pueden incendiarlo. Contra un Gobierno ilegítimo vale todo. Contra una dictadura es legítima la rebelión, incluso una rebelión armada. Contra un régimen totalitario, la desobediencia es una obligación moral. El Gobierno fue declarado “ilegítimo” por buena parte de la oposición durante la primera semana de enero. Esa acusación, jaleada por diversos medios de comunicación, ha calado en determinados sectores de la sociedad –no mayoritarios según todas las encuestas- y en determinados círculos del aparato del Estado. La acusación de ilegitimidad es alimentada, de manera sutil e indirecta, por las posiciones “moderadas” que maniobran entre bastidores para provocar un cambio de alianzas en los próximos meses. Algunos despachos quisieran tener más poder que el Parlamento.
Acusaciones de ilegitimidad y maniobras orquestales. Dos en uno. Acusaciones de ilegitimidad, maniobras orquestales en la oscuridad y las torpezas de un Gobierno cuyos apoyos parlamentarios son en algunos momentos tan inestables que invitan a la conspiración. Tres en uno. Enero del 2020, ahí empezó una estrategia de la tensión que la epidemia ha multiplicado por 19, hasta extremos que empiezan a resultar insoportables para una mayoría de la sociedad, esencialmente preocupada por la salud y por el retorno a una normalidad averiada. La percepción ciudadana de que la política se ha convertido en uno de los grandes problemas de España no cesa de aumentar. Quizás sea este el principal objetivo de la estrategia de la tensión: acabar de romper los lazos entre política y sociedad. Aplanar la curva de confianza, hasta provocar el derrumbe de un Gobierno libremente elegido por el Parlamento hace seis meses.
Paradójicamente, en un país tan aparentemente dividido, la implantación del Ingreso Mínimo Vital, medida que hace un año habría levantado una terrible polémica, con severas acusaciones de colectivismo, no ha sido recibida con lanzas guerreras. Es significativo. Nadie quiere enemistarse con las personas que lo han perdido todo. Nadie está muy seguro de lo que pueda pasar mañana. Sólo hay dos datos positivos en el horizonte: la certeza de que la epidemia está siendo dominada y el programa europeo de recuperación.
Todo lo demás es ruido y maniobra. Esa es la verdad última de un país que algunos días da miedo. Muchas son las causas, pero dos palabras lo resumen todo: Gobierno ilegítimo.
 
Imperium in imperio

El caso contra Sánchez está dejando en evidencia el poso no solo conservador sino intolerante con la alternancia en el Gobierno

Elisa Beni
30/05/2020 - 20:58h
Hemiciclo del Congreso en el debate de la quinta prórroga del estado de alarma

Hemiciclo del Congreso en el debate de la quinta prórroga del estado de alarma POOL | EUROPA PRESS
"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais"
Roy Batty en 'Blade Runner'


Una de las cosas que en un momento de mi carrera profesional me hizo pasar de la información a otros géneros periodísticos, como el análisis o la opinión, fue mi incapacidad sobrevenida para escuchar y transcribir aberraciones sin poder poner contra las cuerdas de la contradicción a la fuente que en ese momento me intentaba colar una mercancía averiada. Estos días he vuelto a sentir la misma indignación cuando he leído y escuchado a diferentes integrantes del Estado profundo, de aquello que los romanos llamaban el imperium in imperio, desgranando argumentos, quejas o directamente falacias que chocan profundamente con cualquier idea de un Estado democrático que uno anide en su interior. Cosas que no querría creer pero que son la muestra palmaria de que el Estado profundo está crujiendo y ha decidido emerger a la superficie. Algo se mueve, algo está cambiando. No me parece que sea el vicepresidente del Gobierno el que se embrolle a contar estas cosas, aunque yo voy a hacerlo, pero entiendo la acidez que le refluye cuando los estómagos del Estado profundo regurgitan a cielo abierto su bilis, no siempre aceptable en una sana democracia.

Desayunar leyendo testimonios de miembros de una Policía con carácter semi militar afirmar que cuando llega un director general los generales le dejan inaugurar cosas y hacer discursos "pero al mismo tiempo le dejan muy claro que aquí no manda" es un sapo antidemocrático difícil de tragar. Pensar que existe un cuerpo que aún no entiende que es el poder político, emanado del Parlamento, el que debe tener la dirección de un cuerpo como la Guardia Civil no es que estomague, es que alarma. Estos mismos testimonios consideran "indecente" que un ministro se tome la atribución de hacer los nombramientos que le competen si no respeta unas reglas propias de la cúpula de generales que denominan "cultura institucional", pero que no están en ninguna ley ni son por tanto la ley. Los que dicen que en el Consejo Superior de la Guardia Civil dejan hablar al director general "y luego ellos deciden por detrás sus cosas, como los ascensos" y nos muestran que el escándalo real es este.

La oscuridad de la puerta de Tannhäuser no se ha cerrado en toda la semana. Hemos visto por primera vez a todas las asociaciones existentes dentro de la Benemérita sentadas con el jefe de la oposición. Lo que algunos consideran histórico obliga a plantearse si es que jamás otro jefe de partido osó sentarse con tales representantes "para analizar la grave crisis" derivada de una decisión perfectamente legítima del Gobierno. Cruje el deep state y se oye. El colmo de este despropósito es comprobar que los oficiales de la Guardia Civil, a través de su asociación, han solicitado al juzgado de Medel personarse como acusación popular contra el delegado del Gobierno de Madrid, bajo cuyo mando están muchos de ellos porque, recuerden, señores, son los civiles que emanan del pueblo los que mandan y no me voy a cansar de repetirlo.

No han sido los únicos. El caso contra Sánchez –que no el caso del 8M, porque no hay ningún caso en torno a la decisión del movimiento feminista de manifestarse– está dejando en evidencia el poso no solo conservador sino intolerante con la alternancia en el gobierno, a la que oponen resistencia aparentando una neutralidad funcionarial que están lejos de poseer. Eso le sucede también a la APM, la asociación más conservadora de la judicatura y también justamente la más numerosa, que con una chulería manifiesta ha salido a "recordarle" al ministro Marlaska, uno di noi, la ley. Es uno de los suyos al que no consideran con más méritos que ellos mismos y, por tanto, se refieren a sus decisiones en un tono inquietante. No es eso lo peor.

Lo peor es que para eso utilizan también ese alejamiento desdeñoso de la verdad que parece inaudito en la judicatura. En un comunicado le reprochan a un ministro del Gobierno, primer poder del Estado, que releve a un cargo de libre designación porque, dicen, la ley afirma que "los funcionarios de policía judicial no podrán ser removidos ni apartados de la investigación que se les hubiere encomendado hasta que finalice". Olvidan, adrede, supongo, que a Pérez de los Cobos, ilustrísimo coronel jefe de la Comandancia de Madrid, en tal puestazo ya no se le encargan investigaciones desde Plaza de Castilla. A pesar de que la juez Rodríguez-Medel los prefirió al Cuerpo Nacional de Policía que es competente en Madrid capital –tal vez por esa querencia familiar que la puso en las quinielas para que al final Marlaska nombrara a otra–, no ha podido sin duda darse el lujo de que le hiciera las diligencias el propio coronel sino un modesto capitán que firma con su TIP el informe. Es obvio que el artículo citado se refiere a ese capitán y no al jefe de la Comandancia. Si las cosas fueran como dicen los magistrados conservadores, un coronel jefe no podría ser cesado jamás, pues siempre habrá equipos de sus subordinados ejerciendo tareas de policía judicial.

Los jueces conservadores han cerrado filas con su asociada, sin realizar ninguna crítica a la extraña prisa que la ha llevado a instruir sola durante el cese de actividad no urgente del decreto de alarma, dejando en indefensión a José Manuel Franco. Finalmente, ha cambiado la fecha insólitamente temprana que fijó para tomarle declaración, justo al día siguiente de reiniciarse la Justicia. Pareciera que tiene entre las manos la causa que más celeridad precisa de todo el panorama judicial y quizá lo sea para algunos pero no por causas objetivas y jurídicas.

En las crujías del Estado, los altos funcionarios, los "cuerpos de élite" o la "aristocracia del Derecho", como gustan denominarse a ellos mismos, están que trinan pero no por amor a la verdad. La Abogacía del Estado ha lanzado a sus gargantas profundas a contar a la prensa que se sienten "utilizados e instrumentalizados" por el Gobierno "que les utiliza para defenderse". Aquí también me sale la que no traga, la que les contesta descarada: "¡Oiga! ¿Y no será que es lo que son en este procedimiento?". Así es procesalmente. La Abogacía del Estado ejerce, con todas las de la ley, la defensa del delegado del Gobierno en Madrid, es decir, este no tiene un abogado de un bufete privado sino un abogado del Estado. Si defienden a Franco y sus derechos, ¿qué pueden hacer sino alegar jurídicamente las vulneraciones que la juez hubiera podido cometer? Defender a tu cliente es lo mismo seas abogado del Estado o de Garrigues. Pero crujen y ponen a caldo a su jefa y vuelven a darle al torno con el famoso cese de Bal "por el procès", aceptando para ello unas premisas ideológicas determinadas, pues Bal fue cesado no para obligarle a rebajar la acusación, sino cuando se descubrió que acusaba por un delito como la rebelión que ni el Gobierno Rajoy le había encargado.

Pero no importa. Nada importa. Todos giran en torno a un relato falso que pretende, por ejemplo, que un forense de Plaza de Castilla, con formación de psiquiatra, va a darles el pie científico para desmontar a los epidemiólogos. Todos aplauden la idea de que la actuación política ante la catástrofe puede analizarse desde el derecho penal y no desde la responsabilidad política. Todos confunden todo y apuntalan la idea de que el hombre de Sánchez en Madrid es responsable por autorizar una manifestación que odian por su significado político. Lo hacen sabiendo que lo que hizo Franco fue no cercenar el derecho de manifestación cuando no había siquiera víctimas y obviando que la Justicia lo consagró en pleno estado de alarma y con miles de ellas.

Esto no va de hacer justicia ni de honor ni de servicio. Esto va de contribuir a hacer caer a un Gobierno cuando ni las urnas ni los números parlamentarios ni la Constitución te lo permiten.

El imperio dentro del imperio.


España= Democracia devaluada, democracia imperfecta, democracia franquista.
 
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