ONOMASTICA el nombre del día
HELADIO
Procede del griego ElladioV (Hel.ladios; la h proviene de un “espíritu áspero” o aspirado sobre la E del que no dispone el Word), que viene a ser una forma de adjetivación del sustantivo EllaV - ElladoV (Hel.las – Hél.lados), el nombre mítico de Grecia, el que aún hoy está en vigor.
Nunca usaron en griego este adjetivo, porque tenían para ello el término Ellhn - ellhnoV (Hél.len – Hél.lenos) para referirse a los habitantes de Grecia, de la Hélade y a todo lo que era griego o tenía que ver con Grecia. En efecto, toda la derivación (helenismo, helenizar, Helesponto, e incluso el nombre de la mítica Helena, relacionado con Selhnh (Seléne), la Luna, y así hasta más de 10 derivados) se forma a partir de este término. Esa es la razón por la que no se desarrollaron los derivados directos de EllaV (Hél.las), uno de los cuales sería Heladio, cuyo significado literal es “Griego”. Como nombre propio se formó en el ámbito de la lengua latina, en la forma de Helladius, una variante de Hellenius, ambos con valor de apelativos referidos al que se distinguía por su procedencia y sobre todo por su cultura griega.
El Heladio más célebre es sin duda San Heladio arzobispo de Toledo, cuya muerte está datada el 18 de febrero del año 632. Fue coetáneo de San Isidoro de Sevilla (560-636) y predecesor de San Ildefonso en la sede de Toledo. Vive por tanto en una época crucial para la civilización europea y cristiana: el paso de la cultura romana, que parecía insuperable, a la hibridación entre ésta y la que traían los godos (gótico es un adjetivo de godo), creó una conciencia de decadencia y catastrofismo que fue muy difícil de superar. En medio de tamaña crisis surgieron estos grandes personajes que fueron capaces de convertir en todo un éxito y en una nueva civilización fecundísima lo que parecía una ruina estrepitosa.
El martirologio romano nos presenta a San Heladio como hijo de una familia noble de origen romano que formó parte de la nueva élite gobernante de España, buena parte de la cual estaba constituida por monjes y clérigos, que era la clase social depositaria y transmisora de la cultura, de la moral y del orden. Ya antes de abrazar la vida monástica, cuando no era más que un joven noble, Heladio se comportaba con gran rectitud y llevaba una vida propia de religioso. En cuanto pudo liberarse de las obligaciones de gobernador, que a tan alto cargo llegó en la vida civil, abrazó la vida monástica retirándose al monasterio de Aguilar, donde eligió siempre los oficios más humildes, confundiéndose con los legos. Siendo ya de avanzada edad fue llamado a ocupar la sede episcopal de Toledo, en la que brilló por su labor de pastor y sobre todo por su caridad.
Los Heladios celebran su onomástica el 18 de febrero. Pero otros cuatro santos con el mismo nombre les permiten celebrarlo en otras tantas fechas. El 8 de enero (en que se conmemora a San Eladio de Libia, que murió martirizado con punzones); el 8 de mayo (en que se recuerda a San Heladio de Auxerre, llamado también Evodio, que fue obispo de esta diócesis desde el 361 al 385); el 27 de mayo (San Heladio obispo y mártir en Oriente); el 28 de mayo (San Heladio mártir); y el 8 de julio (San Heladio de Nicea). ¡Felicidades!
HELADIO
Procede del griego ElladioV (Hel.ladios; la h proviene de un “espíritu áspero” o aspirado sobre la E del que no dispone el Word), que viene a ser una forma de adjetivación del sustantivo EllaV - ElladoV (Hel.las – Hél.lados), el nombre mítico de Grecia, el que aún hoy está en vigor.
Nunca usaron en griego este adjetivo, porque tenían para ello el término Ellhn - ellhnoV (Hél.len – Hél.lenos) para referirse a los habitantes de Grecia, de la Hélade y a todo lo que era griego o tenía que ver con Grecia. En efecto, toda la derivación (helenismo, helenizar, Helesponto, e incluso el nombre de la mítica Helena, relacionado con Selhnh (Seléne), la Luna, y así hasta más de 10 derivados) se forma a partir de este término. Esa es la razón por la que no se desarrollaron los derivados directos de EllaV (Hél.las), uno de los cuales sería Heladio, cuyo significado literal es “Griego”. Como nombre propio se formó en el ámbito de la lengua latina, en la forma de Helladius, una variante de Hellenius, ambos con valor de apelativos referidos al que se distinguía por su procedencia y sobre todo por su cultura griega.
El Heladio más célebre es sin duda San Heladio arzobispo de Toledo, cuya muerte está datada el 18 de febrero del año 632. Fue coetáneo de San Isidoro de Sevilla (560-636) y predecesor de San Ildefonso en la sede de Toledo. Vive por tanto en una época crucial para la civilización europea y cristiana: el paso de la cultura romana, que parecía insuperable, a la hibridación entre ésta y la que traían los godos (gótico es un adjetivo de godo), creó una conciencia de decadencia y catastrofismo que fue muy difícil de superar. En medio de tamaña crisis surgieron estos grandes personajes que fueron capaces de convertir en todo un éxito y en una nueva civilización fecundísima lo que parecía una ruina estrepitosa.
El martirologio romano nos presenta a San Heladio como hijo de una familia noble de origen romano que formó parte de la nueva élite gobernante de España, buena parte de la cual estaba constituida por monjes y clérigos, que era la clase social depositaria y transmisora de la cultura, de la moral y del orden. Ya antes de abrazar la vida monástica, cuando no era más que un joven noble, Heladio se comportaba con gran rectitud y llevaba una vida propia de religioso. En cuanto pudo liberarse de las obligaciones de gobernador, que a tan alto cargo llegó en la vida civil, abrazó la vida monástica retirándose al monasterio de Aguilar, donde eligió siempre los oficios más humildes, confundiéndose con los legos. Siendo ya de avanzada edad fue llamado a ocupar la sede episcopal de Toledo, en la que brilló por su labor de pastor y sobre todo por su caridad.
Los Heladios celebran su onomástica el 18 de febrero. Pero otros cuatro santos con el mismo nombre les permiten celebrarlo en otras tantas fechas. El 8 de enero (en que se conmemora a San Eladio de Libia, que murió martirizado con punzones); el 8 de mayo (en que se recuerda a San Heladio de Auxerre, llamado también Evodio, que fue obispo de esta diócesis desde el 361 al 385); el 27 de mayo (San Heladio obispo y mártir en Oriente); el 28 de mayo (San Heladio mártir); y el 8 de julio (San Heladio de Nicea). ¡Felicidades!