Hay un dicho que dice: El que no estrena el domingo de Ramos, se le caen las manos.
A partir de aquí se sabe que Sevilla es un pueblo de tradiciones muy arraigadas, de tradiciones muy antiguas con unas formas muy marcadas que han ido pasando de padres a hijos.
Semana Santa es la semana de más pureza donde se manifiestan todas nuestras más profundas y antiguas raíces, lo que somos y cómo sentimos. El respeto es la base, así que como se dice: Donde fueres, haz lo que vieres.
Con esta máxima, la indumentaria es un factor muy importante a tener en cuenta. Además, hay que pensar que las cofradías representan la pasión y muerte de Cristo, así que ni qué decir que la corbata debe estar siempre presente.
Me vais a permitir que de vez en cuando os ponga estrofas del mejor pregón que se ha dado en la historia de los pregones. Lo avisé. D. Rafael González Serna lo ha bordado, ha sido indiscutible, nos hizo llorar desde el minuto uno. Superar este pregón va a ser más difícil que alicatar un búcaro por dentro.
Dijo cosas como esta…:
Tres veces ha de caerse.
¿Tanto pesan nuestras almas?
En pureza cae tres veces,
y otras tres en la campana.
Y así, hasta que amanece,
se va cayendo tres veces hasta que llega a Triana.
Y de todas esas veces
los costaleros lo levantan.
Y al verlo andar me parece
que viene toda Triana,
y el barrio entero lo mece.
¡Ole, ole y ole!
Volviendo a lo nuestro… Los señores siempre deben llevar corbata. Las demasiado modernas o de colores muy chillonas es mejor dejarlas para la Feria, pensad que es un momento de recogimiento y de total seriedad aunque el alma disfrute tanto con todo el sentimiento que se derrama por las calles.
Se puede optar por traje o chaqueta blazer y pantalón. El uniforme oficial del Domingo de Ramos de todos los chavales es la blazer azul marino, camisa azul, corbata y pantalón gris. Me encanta ver a todos los chavales desde los 14 años vestidos así. ¡Me gusta!
Que todo sea Él.
Que no haya rincón
ni calle, ni plaza.
Que no exista balcón,
ni cierre, ni ventana
por donde no pase el Amor
y se escuche Su Palabra.
Los zapatos. Estrenar zapatos nuevos en Semana Santa es la mayor de las locuras que se pueden hacer. Pensad que se anda mucho y estás mucho tiempo de pie viendo pasar las cofradías, pero zapatillas de deporte… ¡NO! Solo se permite este tipo de calzado a quien vaya a estar todo el recorrido delante de su paso aguantando la bulla, e incluso en este caso, deberán ser de un color oscuro.
Los trajes dan igual si son claros u oscuros, al igual que las chaquetas desport. Se recomienda que el jueves, que es el día que muere Jesús, sea oscuro. Además este día es cuando las señoras se visten de mantilla, es un espectáculo, qué elegancia.
Si no la vives por Él,
no existe la Semana Santa,
si no eres capaz de ayudar,
de aprender a perdonar
serás simplemente
un fantasma,
vestido de penitente
protagonista de una farsa.
Y no te llames creyente,
porque tú no crees en nada.
Los detalles. Creo que los gemelos son un detalle de elegancia, pero son opcionales. A mí me gustan y me los pongo todos los días.
El pañuelo. Para gustos colores, nunca mejor dicho. Este es un detalle muy sevillano, claro que si vas de traje, yo veo más el clásico pañuelo blanco doblado de la manera tradicional, pero las sevillanas maneras permiten doblar el pañuelo con picos que sobresalgan del bolsillo. Me cuesta ver un pañuelo de colores colocado de manera flamenca en un traje de chaqueta, eso pega más cuando llevas chaquetas blazer o desport. El poner un pañuelo con arte tiene su cosa, os lo muestro en este vídeo, ¡a ver qué os parece!:
Pero ese pañuelo de colores con matices que acompañen la corbata o la camisa colocado con mucho arte, tiene su punto.
No podemos olvidar que los caballeros siempre llevan un pañuelo blanco en el bolsillo del pantalón para socorrer las lágrimas de una señorita que lo necesite al ver pasar un paso con el racheo de los costaleros al andar, el olor a incienso, bajo la lumbre de las velas.
Detalle sevillano y cofrade que no debe faltar, debes llevar un pequeño escudo de tu hermandad en el ojal de la solapa de la chaqueta, o como se dice un “pin”. Esto es distinción y algo en lo que nos fijamos mucho.
Los calcetines. Estoy tó loco y me he tirado de cabeza al mundo de fantasía de los calcetines de colores, voy tó moderno. Qué arte más grande, así que todo está permitido, qué cara dura tengo. Eso sí, volviendo al Jueves Santo, llevar los calcetines negros es muy riguroso.
Los nazarenos irán de terciopelo, de ruan, con capas y colas con cíngulos y esparto. Los costaleros con faja y costal, con zapatillas y camiseta, los capataces de traje negro, corbata negra y camisa blanca los acólitos de dalmática, todo preparado, ya está aquí esto señoras y señores disfrutemos de la fe.
A mi me ha matado lo del pañuelo blanco para dejar a las señoritas, chúpate esa, mi abuelo que nació a finales del siglo XIX era infinitamente menos rancio
A mi lo que me mata es el parrafillo: "Con esta máxima, la indumentaria es un factor muy importante a tener en cuenta. Además, hay que pensar que las cofradías representan la pasión y muerte de Cristo, así que ni qué decir que la corbata debe estar siempre presente."
Totalmente surrealista: Cristo muere, asi que átate al cuello una tira de tela. A ser posible de las que yo patrocino. Y eso sí, de color serio, con soles doraos del tamaño de doblones de a ocho como máximo. O celeste con floripondios blancos, que eso también es mú serio, que sestá muriendo MiMoreno y los otros MiMorenos de otros barrios, un respeto y una pureza, pó favó.
¡Su madre, que tío mas cateeeeeeeeeeetoooooooo! Además se va creciendo, cada vez tienen mas vuelos los pó, y nos deja entrever su hombría, su señorío y esa guasa trianera que es lo mejón der mundo, ¡qué sentido del humor, qué finura y qué saber estar, que cosa más pura de pura pureza!
¡Todas queremos que nos hagas una hija, idolazo de Triana, que es que no se pué aguantá!