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Yo lo que veo es que Fernando hubiese preferido que de ese tema no se hablase, pero ya que se abrió va a respaldar 100% a su hermana.
Eugenia Martinez de Irujo.
- Autortxantxangorri
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Sí, se está instaurando como global player también, el programa cuenta ahora ahora con mucho más arte contemporáneo, pero en sí Phaidon tiene mucha más tradición que Taschen. Ya en mis tiempos de estudiante La Historia del Arte era un clásico, leí una vez que era el libro sobre arte más vendido del mundo, y después, aquí en Europa, en el mundo de la gastronomía con La Cuchara de Plata también ha tenido siempre su sitio.
No sé si lo sabrás, originalmente era una editorial austriaca, emigraron a Londres porque eran judios.
Una editorial que pretende extenderse es Hirmer, precios adsequibles entre 12-40 euros y una calidad excelente. Aquí se suelen encontrar algunas veces en las boutiques de los museos.
Última edición:
A ver, que Jesus Aguirre era especial, afectado, clasista, resentido, y retorcido, no lo pongo en duda.
Que la duquesa de madre tenia poco y era manipuladora, egolatra y con una mala hostia impresionante, tambien.
Y que Eugenia es una consentida, caprichosa, e inutil, que ni tuvo valor de mandar a paseo a la madre cuando se posiciono con su EX marido tras un divorcio donde EL se fue con otra y luego con su prima (la manda narices la humillacion y la Alba siempre con Fran), ni cuando la madre le ponia mala cara a sus novios etc...pues tambien. Siempre escondida tras las faldas y la chequera de su madre y claro, eso trae un precio: que tu madre te pase siempre por encima con todo.
Yo solo se que el muerto no se puede defender. Y Fernando me parece el mas elegante: Tras 17 años muerto...sacas el tema en un programa de aventuras con Jesus Calleja? Me parece muy surrealista.
Eugenia es clavadita a la Paca. Dos infantiles de manual.
El muerto no se podrá defender, pero cuando el muerto era adulto se llevó a una niña de 11 años a solas a un despacho para acribillarla psicológicamente, a una niña que había perdido a su padre con 3 años, para mentirle diciéndole que su madre estaba mala del corazón y que si fallecía era por culpa de ella. Más malo fue Aguirre entonces que estaba haciendo daño y mintiendo a una menor, que ahora Eugenia contando lo que ha vivido, y su vida la puede contar una persona cuando quiera.
Y en Planeta Calleja a pesar de que es un programa de aventuras, en todos se habla un poco de la vida y la parte más personal del invitado.
en esas mismas declaraciones que ha dado Fernando también ha dicho cosas de Aguirre que apoyan lo que dice Eugenia.
leete éstos 2 artículos que recojen lo que Fernando ha dicho:
https://www.vanitatis.elconfidencia...rujo-eugenia-jesus-aguirre-confesion_1676742/
https://www.bekia.es/celebrities/no...jesus-aguirre-retorcido-duquesa-alba-apoyaba/
https://www.bekia.es/celebrities/no...jesus-aguirre-retorcido-duquesa-alba-apoyaba/
Fernando Martínez de Irujo: "Jesús Aguirre era un hombre muy retorcido y la Duquesa de Alba le apoyaba"
El Marqués de San Vicente del Barco ha expresado su apoyo a su hermana Eugenia, aunque hubiera preferido que el tema no hubiera salido después de tantos años.
La Casa de Alba se resiste a dejar de aparecer en los medios por mucho que haga ya 4 años que murió Doña Cayetana. Tras ser noticia por la boda de los Duques de Huéscarllegó el enfado de Cayetano Martínez de Irujo por la ausencia de sus hermanos en la misa con la que recordó a su madre en Sevilla. Con los ánimos caldeados, Eugenia Martínez de Irujo echó más leña al fuego, pero por otro lado, ya que confesó en 'Planeta Calleja' lo mal que lo había pasado con Jesús Aguirre, segundo marido de la XVIII Duquesa de Alba.
Carlos Fitz-James Stuart, Eugenia, Alfonso y Fernando Martínez e Irujo
Por un lado, el Duque de Arjona ha apoyado a su hermana, ya que ellos son los más pequeños y los que más sufrieron el mal carácter que tendría Jesús Aguirre. Por otro, ha hablado también Fernando Martínez de Irujo, el más discreto del clan, que precisamente ha señalado que preferiría que el tema no fuera objeto de comentario después de tantos años.
Jesús Aguirre, un hombre retorcido
En conversación con Vanitatis, el Marqués de San Vicente del Barco asegura que no esperaba que la Duquesa de Montoro fuera a contar lo que relató a Jesús Calleja: "Han pasado diecisiete años y no sé si era momento para arreglar cuentas". Aunque reconoce que él no lo haría, sí es consciente de que el segundo marido de la Duquesa de Alba no fue bueno con ellos: "Jesús no fue una buena persona con ninguno de nosotros. Mi madre tampoco facilitaba las cosas".
Cayetana de Alba con su segundo marido, Jesús Aguirre
"Jesús era un hombre muy retorcido y nosotros teníamos poco que hacer porque mi madre siempre le apoyaba si nos quejábamos", apunta también el aristócrata, que prefirió no enfrentarse directamente y tener una actitud conciliadora, que es la que ha mantenido durante toda su vida cuando han surgido conflictos en la Casa de Alba.
El Marqués de San Vicente del Barco comenta también que su madre tenía mucho carácter y no se le podía llevar la contraria: "Ella había elegido a Jesús y, por lo tanto, iba adelante pasara lo que pasara". Lo que queda claro, es que Jesús Aguirre hizo feliz a la Duquesa de Alba, pero muy desgraciados a sus hijos, al menos a los pequeños.
Fernando Martínez de Irujo: "Jesús Aguirre era un hombre muy retorcido y la Duquesa de Alba le apoyaba"
El Marqués de San Vicente del Barco ha expresado su apoyo a su hermana Eugenia, aunque hubiera preferido que el tema no hubiera salido después de tantos años.
La Casa de Alba se resiste a dejar de aparecer en los medios por mucho que haga ya 4 años que murió Doña Cayetana. Tras ser noticia por la boda de los Duques de Huéscarllegó el enfado de Cayetano Martínez de Irujo por la ausencia de sus hermanos en la misa con la que recordó a su madre en Sevilla. Con los ánimos caldeados, Eugenia Martínez de Irujo echó más leña al fuego, pero por otro lado, ya que confesó en 'Planeta Calleja' lo mal que lo había pasado con Jesús Aguirre, segundo marido de la XVIII Duquesa de Alba.
Carlos Fitz-James Stuart, Eugenia, Alfonso y Fernando Martínez e Irujo
Por un lado, el Duque de Arjona ha apoyado a su hermana, ya que ellos son los más pequeños y los que más sufrieron el mal carácter que tendría Jesús Aguirre. Por otro, ha hablado también Fernando Martínez de Irujo, el más discreto del clan, que precisamente ha señalado que preferiría que el tema no fuera objeto de comentario después de tantos años.
Jesús Aguirre, un hombre retorcido
En conversación con Vanitatis, el Marqués de San Vicente del Barco asegura que no esperaba que la Duquesa de Montoro fuera a contar lo que relató a Jesús Calleja: "Han pasado diecisiete años y no sé si era momento para arreglar cuentas". Aunque reconoce que él no lo haría, sí es consciente de que el segundo marido de la Duquesa de Alba no fue bueno con ellos: "Jesús no fue una buena persona con ninguno de nosotros. Mi madre tampoco facilitaba las cosas".
"Jesús era un hombre muy retorcido y nosotros teníamos poco que hacer porque mi madre siempre le apoyaba si nos quejábamos", apunta también el aristócrata, que prefirió no enfrentarse directamente y tener una actitud conciliadora, que es la que ha mantenido durante toda su vida cuando han surgido conflictos en la Casa de Alba.
El Marqués de San Vicente del Barco comenta también que su madre tenía mucho carácter y no se le podía llevar la contraria: "Ella había elegido a Jesús y, por lo tanto, iba adelante pasara lo que pasara". Lo que queda claro, es que Jesús Aguirre hizo feliz a la Duquesa de Alba, pero muy desgraciados a sus hijos, al menos a los pequeños.
qué buen vasallo si hubiera buen señor
laugeña es infantiloide hasta límites...
absurda, envidiosa, rencorosa, encefalograma plano, acomplejadísima
me creo hasta que se invente o exagere todo ésto. con lo de inventar me refiero a esa anecdota en concreta. no a que jesus aguirre fuera patético.
la que "permitió" a su mamamomia que se casara, si la repartía el dinero
personaje siniestro laugeña.
laugeña es infantiloide hasta límites...
absurda, envidiosa, rencorosa, encefalograma plano, acomplejadísima
me creo hasta que se invente o exagere todo ésto. con lo de inventar me refiero a esa anecdota en concreta. no a que jesus aguirre fuera patético.
la que "permitió" a su mamamomia que se casara, si la repartía el dinero
personaje siniestro laugeña.
Los tres hermanos que convivieron con Aguirre Eugenia, Cayetano y Fernando coinciden en opinión.qué buen vasallo si hubiera buen señor
laugeña es infantiloide hasta límites...
absurda, envidiosa, rencorosa, encefalograma plano, acomplejadísima
me creo hasta que se invente o exagere todo ésto. con lo de inventar me refiero a esa anecdota en concreta. no a que jesus aguirre fuera patético.
la que "permitió" a su mamamomia que se casara, si la repartía el dinero
personaje siniestro laugeña.
Así que me creo lo de Eugenia.
Que sea inmadura?Interesada? Caprichosa?Que cuando vivía su madre no se atrevía por la herencia???
Pues seguro.
Comentó en el programa de Calleja, que empezó hace poco a diseñar
para Tous.Y que descubrio
su arte pintando acuarelas hasta las 7 de la mañana.Lo normal
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¡No me refería a ricos los compradores! Me refería a que no es una editorial con los mismos objetivos comerciales que las demás. Es decir, Atalanta se permite el lujo de editar obras que otras editoriales no sacarían por su bajo rendimiento comercial. Al decir "de ricos" me refería a que el/los propietarios pueden permitirse mantener una estructura empresarial vendiendo productos que no tienen grandes ventas. Porque como tú bien has dicho, al final, sus ediciones son de muy buena calidad y tampoco venden los libros tan caros.
Yo también prefiero un libro a unos vaqueros
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Este tipo en el fondo ,devia tener un complejo d inferioridad y un resentimiento enorme, si no, no se entiende tanta mala milk.Jesús Aguirre, la perfidia de Dios
Máximo Pradera
28/11/2018
La única vez en mi vida que vi a mi padre, Javier Pradera, a punto de retorcerle el pescuezo a alguien fue en la primavera de 1978, tras un almuerzo con Jesús Aguirre al que tuve la desgracia de asistir. No fueron impresiones mías, él mismo me lo confesó al salir de aquella tensa comida en la cafetería–restaurante Bruselas de Madrid, sobre la que ahora me explayaré:
–Me he tenido que contener para no arrearle una hostia. ¡Qué hijo de put*!
Yo tenía veinte añitos y andaba dando conciertos con un grupo de música antigua llamado Atrium Musicae que tenía bastante aceptación en aquellos años. Tañía el laúd y la vihuela, me creía Julian Bream y llevaba el pelo tan largo que parecía una sota de la baraja española.
Imagen de la boda de Jesús Aguirre y la duquesa de Alba. EFE
Al cura Aguirre, como le llamaba todo el mundo, le habían nombrado hacía pocos meses Director General de Música y partiendo de ese campamento base, acababa de escalar el gran ochomil del alpinismo social, al convertirse en Duque consorte (y con suerte) de Alba.
El director del grupo en el que yo tocaba, Gregorio Paniagua, sabedor de que mi padre era amigo de Aguirre (había sido testigo de su boda en Liria) tuvo una idea que a todos nos pareció deliciosa: montar un concierto en Palacio (marco incomparable, ya conocen la manida expresión), con música escrita por encargo de la Casa de Alba. Mi padre se puso en contacto con Aguirre para adelantarle el proyecto y fue el cura quien sugirió un almuerzo para conocer a Paniagua y que le relatara los pormenores del concierto. A la comida se sumó también el magistrado Clemente Auger, que además de amiguete del cura Aguirre, era y sigue siendo muy melómano.
Durante los entrantes (jamón de bellota y gambas en gabardina) el director de Atrium Musicae le contó al curángano el programa, en el que pensaba incluir a músicos de la talla del violagambista Diego Ortiz o el chelista Luigi Boccherini. Aguirre le dejaba hablar, mientras chupeterreaba con su boca pérfida hasta el último bigote de unos crustáceos que sabía que no iba a pagar él: mi padre había organizado aquella juerga y mi padre se haría cargo de la factura.
Al llegar los segundos (lenguado meunière y unas delicias de merluza a la romana), Aguirre, sin descomponer el gesto, le dijo a la cara a Paniagua, delante de todos nosotros, que prefería que lo sometieran al martirio de Santa Catalina (a la que el emperador Majencio ordenó ejecutar con una máquina con ruedas provista de afiladas cuchillas) antes que permitir que el Palacio de Liria fuera profanado por esa pandilla de saltimbanquis que os hacéis llamar Atrium Musicae. Fue tan brutal como lo cuento, palabrita del Niño Jesús.
Tan brutal como lo que le hizo este enfermo mental a Eugenia Martínez de Irujo con once años y que acabamos de conocer hace tres días gracias a sus revelaciones en Planeta Calleja. En una exhibición de maldad a la que no se hubiera atrevido ni la madrastra de Blancanieves en un día de síndrome premenstrual, esta escolopendra (a la que Lucifer no deja entrar en el infierno por miedo a que le quite el puesto), mandó llamar a su hijastra al despacho y le contó la patraña de que la muerte de su madre por fallo cardiaco era inminente y que ella sería responsable de ese fallecimiento.
Lo que subleva de esta escena y de la que he narrado anteriormente es la gratuidad con la que el cura Aguirre infligía sufrimiento al prójimo. Igual que algunos matan sus ratos de ocio jugando al golf o coleccionando sellos, el pasatiempo de este canalla era humillar a los demás para libar luego, cual nauseabundo insecto, hasta la última gota del dolor que provocaban sus despliegues de maldad.
Mi padre me contó que cuando no podía acceder directamente a sus víctimas, Aguirre–la–perfidia–de–Dios propalaba infundios sobre ellas, para que luego le llamaran aterrorizadas, en busca del consuelo que sólo puede ofrecer el poli bueno. Su técnica era la siguiente: sabedor de que el ser humano es indiscreto por naturaleza, y que basta con que le pidas a alguien que guarde un secreto para que lo casque a los tres minutos, Aguirre le contaba una infamia a su propalador, insistiendo mucho en que no la revelase. A los pocos días, la maldad que había inventando ya era vox populi y el difamado llamaba a Aguirre para que le echara una mano, que siempre acababa siendo al cuello. Tan solo en una ocasión le falló esta técnica: usó al editor José María Guelbenzu para difundir su enésima calumnia y éste, obedeciendo las instrucciones recibidas, no se la contó a nadie. A las pocas semanas, Aguirre reprochó indignado a Guelbenzu su pertinaz silencio.
–¡Pero si me dijiste que no lo contara! – se defendió el segundo.
–Jose Mari –sentenció el cura– la discreción, que en la mayoría de la gente podemos considerar una virtud, en ti se ha convertido en nefando vicio. ¡Nunca más volveré a confiarte un secreto!
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/16998/jesus-aguirre-la-perfidia-de-dios/
Que duro todo. También para los mayores, que ellos mismos podrían decir: me distancio y asunto resuelto, pero ver tratar mal a los hermanos pequeños es algo que remueve mucho la sangre.
La gran culpa es de la madre, sin duda, y lo sabemos desde siempre, manipuladora y castradora. Eso no exculpa en ningún momento al confesor. ¿O es que los hijos de madres descuidadas están proscritos y se les puede tratar como se quiera? Fueron una pareja que sumaba para mal. Si en vez de vivir en Liria viven en un barrio marginal quizás los servicios sociales hubieran intervenido.
Estoy segura de que si Arfonzo hubiera estado en su lugar, a los niños les hubiera ido mil veces mejor. Es un aprovechado, peor no tiene malos fondos.
Si no hubieran tenido la fundación, habrían vendido tierras y palacios como han hecho la mayoría de los nobles y hubieran sobrevivido tan ricamente. Es como si la fundación justificara todo. Él hizo su trabajo y obtuvo hasta cierto punto lo que quería, así son los negocios.
La gran culpa es de la madre, sin duda, y lo sabemos desde siempre, manipuladora y castradora. Eso no exculpa en ningún momento al confesor. ¿O es que los hijos de madres descuidadas están proscritos y se les puede tratar como se quiera? Fueron una pareja que sumaba para mal. Si en vez de vivir en Liria viven en un barrio marginal quizás los servicios sociales hubieran intervenido.
Estoy segura de que si Arfonzo hubiera estado en su lugar, a los niños les hubiera ido mil veces mejor. Es un aprovechado, peor no tiene malos fondos.
Si no hubieran tenido la fundación, habrían vendido tierras y palacios como han hecho la mayoría de los nobles y hubieran sobrevivido tan ricamente. Es como si la fundación justificara todo. Él hizo su trabajo y obtuvo hasta cierto punto lo que quería, así son los negocios.
Demoledor el artículo.
