ESPAÑA EN JUEGO: DISGREGACIÓN, CONFEDERACIÓN, UNIÓN FEDERAL O UNIÓN JACOBINA

Un québécois para Canadá, ¿un catalán para España?




Share on twitterShare on facebookShare on google_plusone_shareShare on emailMore Sharing Services32



Justin Trudeau, primer ministro electo de Canadá. - Foto EFE

“Más de una vez ocurrió que a medio día no pude quedarme a comer en el colegio porque tenía que ir corriendo a casa para almorzar con la Reina, por ejemplo, como de hecho ocurrió. Pero mi padre nos inculcó la idea de que esto era un privilegio y al mismo tiempo una responsabilidad, y que además no nos hacía mejores que el resto de los compañeros, si acaso, unos niños con tanta suerte como para poder conocer a personajes semejantes”. Habla Justin Trudeau, 43 años, nuevo primer ministro de Canadá desde las elecciones del domingo pasado, en las que su Partido Liberal (PL) arrasó al Partido Conservador de Stephen Harper con una mayoría absoluta de 185 escaños, una victoria por la que nadie hubiera apostado un penique hace apenas medio año, cuando el joven, brillante, atlético, Justin era apenas el “hijo de papá”, un “niño bonito” para el resto de partidos.

Justin será el segundo mandatario –tras su propio padre- canadiense proveniente de la francófona, la independentista Quebec. Su discurso en la madrugada del lunes al martes pasado -mitad en inglés, mitad en francés- reconociendo con gran serenidad su abrumadora victoria; su determinación a la hora de ofrecerse como un primer ministro para todos; su maestría dialéctica, y esa innata capacidad para transmitir certidumbre a la audiencia, lo convierte en la figura del momento y quizá en el líder más atractivo de la política mundial, mientras, a este lado del Atlántico, en las riberas de Iberia, hace obligada la comparación con otro político joven y guapo como él, carismático como él, llamado a jugar un papel clave en el inmediato futuro español. Un québécois para Canadá, ¿un catalán para España?

Su determinación a la hora de ofrecerse como el primer ministro para todos lo convierte en figura del momento
Al contrario que Albert Rivera, 35 años, hijo de un barcelonés y una malagueña de clase media baja, tenderos de barrio que jamás tuvieron el menor contacto con la política activa, el joven Trudeau creció bajo los focos de la carrera política de su padre, Pierre E. Trudeau, primer ministro durante 15 años, quizá el político más carismático de la historia de Canadá (de “trudomanía” llegó a hablarse en su tiempo), presa de una vida familiar salpicada por los escándalos amorosos provocados por su mujer, Margaret Sinclair, 29 años más joven que él, y madre del nuevo primer ministro. “Mi vida ha resultado ser una extraña mezcla entre lo exclusivo y lo plebeyo, entre el niño que vive en la residencia del primer ministro en Ottawa y el que todas las mañanas coge el autobús escolar para ir al colegio”. Nada hacía presagiar, sin embargo, que el joven Justin, más interesado en oficios varios, algunos tan pintorescos como el boxeo, fuera a seguir los pasos de su progenitor en la política. Un acontecimiento, sin embargo, iba a cambiar el curso de su vida: la muerte de su padre en septiembre de 2000. En el funeral de Estado que se le rindió, Justin, entonces 29, leyó un elogio fúnebre cuya inusual entereza levantó una ola de admiración de costa a costa. “Más que ninguna otra cosa, para mí fue un padre. Nos quiso con la pasión y la devoción que presidió su vida. Nos enseñó a creer en nosotros, a defendernos solos, a conocernos mejor y a aceptar la responsabilidad de nuestros actos. Había nacido una estrella de la política canadiense.

Pierre Trudeau, el padre del moderno Canadá

Fue Pierre Trudeau –responsable de la imagen de modernidad que hoy exhibe Canadá, con leyes sobre la homosexualidad, el aborto y el divorcio; con profundas reformas en pro del federalismo, el multiculturalismo y el bilingüismo- quien imprimió un giro a la izquierda al PL, y ha sido su hijo Justin quien ha profundizado en esa dirección, hasta el punto de hacer de él lo más parecido a un partido socialdemócrata europeo, casi un calco del laborismo británico, al menos hasta la aparición en escena del polémicoJeremy Corbyn. El programa económico del nuevo primer ministro incluye subidas de impuestos a los más ricos, fuertes inversiones en infraestructuras capaces de generar "un moderado déficit", y una panoplia de medidas medioambientales. ¿Centro derecha? ¿Centro izquierda? Es el indefinido territorio donde se mueve la ideología de Rivera, una incógnita difícil de despejar ahora mismo en tanto en cuanto su responsabilidad política se limita, de momento, a apoyar al Gobierno del PSOE en Andalucía y del PP en la Comunidad de Madrid.

Para el carismático líder barcelonés parece llegado el momento de descubrir sus cartas y jugarse el ser o no ser, la posibilidad, por un lado, de convertir Ciudadanos (C’s) en uno de los grandes protagonistas de la política española para las próximas décadas, con capacidad real para gobernar, o la de, por otro, ir evolucionando, más allá del éxito puntual de ahora mismo, hacia un partido menor capaz, en el mejor de los casos, de servir de bisagra pero nunca de alcanzar la Moncloa. Para muchos de los votantes del PP que se han pasado a C’s, el camino es claro: Rivera y su partido deberían jugar sin trampa ni cartón a convertirse en el relevo del PP de Mariano Rajoy en el centro derecha, arrinconando, sustituyendo, tal vez incluso condenando a muerte, a aquel PP que nació con el aliento deAznar y ha acabado consumido por la corrupción. Pero no parece que vayan por ahí los tiros que dispara Rivera. Más bien parece que su corazoncito, como el de Justin Trudeau, es de centro izquierda. El punto 4 (capitulo 1.3, Fines) de los estatutos del partido ya da alguna pista, al decir que “promoverá la adopción de una política económica que estimule el crecimiento sostenible de la riqueza y su justo reparto, y la consecución de la mejor calidad de vida posible para todos los ciudadanos”. Más socialdemócrata que liberal.

Rivera y su partido deberían jugar sin trampa ni cartón a convertirse en el relevo del PP de Mariano Rajoy
Lo que parece fuera de duda es que C’s será o no será, será protagonista o mero comparsa, en función de su capacidad para servir de cauce a los anhelos de regeneración que reclaman tantos españoles, regeneración radical de las instituciones y no meros cambios cosméticos a los que acostumbran los partidos "del turno". Desde ese punto de vista, la fecha del 7 de noviembre próximo se presenta como un hito ciertamente importante en la consecución de tales objetivos. Ese día, y en Cádiz, cuna del constitucionalismo español, Rivera presentará en sociedad su propuesta de reforma de la Constitución de 1978. Un envite que pasa por meterle mano a la estructura del Estado autonómico para hacerlo viable y sostenible en el tiempo, es decir, financiable sin el recurso a la deuda, lo que incluye también buscar una salida democrática al problema catalán, y no para satisfacer el estómago insaciable de los devoradores del 3%, sino para proponer un horizonte de vida en común que resulte ilusionante para aquellos catalanes que, sintiéndose también españoles, se han visto abandonados durante décadas por el Gobierno central.

El sepatarismo québécois se bate en franca retirada

Pierre Trudeau, animador de la Constitución que entró en vigor en 1982, durante su último mandato como primer ministro, fue también el responsable de la estructura federal que ha permitido, al decir de los estudiosos, preservar la integridad territorial de un país amenazado por fuertes tensiones secesionistas. Frente al magma de sus predecesores, resultado de la simple suma de territorios independientes, Trudeau supo dar a Canadá una visión de país, una identidad, un alma común, algo que se ha demostrado clave a la hora de frenar las aspiraciones separatistas de Quebec. Pero Trudeau sénior fue, además, uno de los paladines del “Clarity Act” (Ley de Claridad) que reconocía el derecho de los ciudadanos de Quebec a votar en las urnas su eventual separación. En 1980, su apasionada defensa de la unidad del país logró derrotar al referéndum independentista planteado aquel año en Quebec por el 60% de los votos. En las generales del domingo, el Bloc Québécois apenas logró 1 de cada 5 votos en la provincia. El joven Trudeau es, por eso, un simple heredero de la gigantesca labor de su padre. Las diferencias entre él y Rivera son, en este punto, muy importantes, no obstante reconocer que al barcelonés le ha tocado lidiar con un nacionalismo catalán envalentonado por el absentismo del Estado central, que se ha venido arriba de forma artera en el momento de mayor debilidad de España como nación.

Nadie duda de que Ciudadanos y Rivera están llamados, sin embargo, a jugar un papel capital en la solución, si alguna, del contencioso catalán, entendido ello como la búsqueda, en el marco de esa reforma constitucional, de una alternativa capaz de atraer a la casa común con una oferta de futuro a aquellos catalanes que se han sentido hasta ahora abandonados. Mucho es lo que se juega Rivera y su partido el próximo 20 de diciembre. El objetivo de poder llegar a formar Gobierno, siendo muy difícil, ha dejado de ser una entelequia. Todo puede pasar en estos dos meses en los que tantas cosas están en juego. Puede incluso que a Rivera le saquen a relucir algún gatuperio, de aquellos que decía el viejo Pablo Garnica siendo presidente de Banesto, o puede que él mismo cometa algún error de esos que marcan época. También puede ser que el PP, tan contumaz a la hora de pegarse tiros en los pies, continúe cavando su tumba como ha venido haciendo en las últimas semanas. Justin Trudeau logró su mayoría absoluta en los tres largos meses que duró la campaña electoral canadiense. Rivera podría alcanzar el milagro en solo dos. ¿Por fin un presidente catalán para el Gobierno de España?


http://vozpopuli.com/analisis/70377-un-quebecois-para-canada-un-catalan-para-espana
 
La temporada teatral ha comenzado en Cataluña

Luis del Pino 30/10/2015


Los amantes del teatro están de enhorabuena, porque la temporada empieza fuerte este año, con el estreno en Barcelona, esta misma semana, del vodevil “Viva la República Catalana”, con un elenco de primera fila, en el que destacan actores consagrados como Artur Mas, Carme Forcadell, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

De aquí al 20 de diciembre, día de las elecciones generales, tendremos la oportunidad de asistir a una sucesión de escenificaciones, destinadas a cumplir un doble objetivo:

De un lado, tensionar y polarizar a los electores para que acudan a votar a los de siempre: a los del 3% catalán, a los de los EREs andaluces o a los de la Púnica madrileña. Los mismos que llevan repartiéndose el pastel durante décadas, para entendernos. Los mismos que ahora fingirán, durante unas semanas, que son enemigos irreconciliables.


De otro lado, lo que se pretende es
llevar hasta el límite el desafío separatista, creando como pirómanos un incendio territorial, para poder luego apagarlo con una reforma constitucional, vestidos de bombero. Básicamente, es el mismo mensaje que tanto tiempo llevan intentando vendernos, y que ahora intentarán colarnos por fin: “O aprobamos esta reforma constitucional (que, casualmente, blinda el estado autonómico en el sentido que nosotros los políticos queremos), o España se rompe“.

El primer acto del vodevil se iniciaba con el discurso de Carme Forcadell en el Parlamento de Cataluña, que constituía toda una apelación a la desobediencia al Estado y a la proclamación ilegal de la independencia. ¿Efectos jurídicos del discurso? Ninguno. Simple teatro. Un brindis al sol. Aunque eso no quiere decir que el discurso no sea pernicioso: el efecto en la imagen exterior de España es demoledor. ¿Qué creen ustedes que piensan nuestros vecinos cuando ven que el gobierno español se muestra incapaz de responder incluso a los desafíos que se le plantean en su propio territorio? Marruecos o Gibraltar pueden constatar, viendo que los intereses de España no se defienden ni en Barcelona, que el gobierno de España tampoco va a defender nuestros intereses ni en Gibraltar, ni en Marruecos.

Al discurso de Carme Forcadell ha respondido Rajoy reuniéndose con Pedro Sánchez para acordar… que harán frente conjuntamente al desafío. O sea, nada entre dos platos. Una simple declaración de intenciones, carente también de cualquier efecto jurídico. Tan solo puro teatro.

En realidad, basta con echar la vista atrás y contemplar qué ha hecho cada uno de los actores, para constatar cómo todo es una escenificación:

Puestos a desobedecer, Artur Mas podía haber declarado una independencia unilateral en 2012, cuando los partidos separatistas sumaban 76 escaños y un 50,03% de votos. Pero en lugar de hacerlo, convocó elecciones. Podía haber desobedecido de nuevo este mismo año, cuando los separatistas sumaban 74 escaños y un 53,02% de votos. Pero en lugar de proclamar la República Catalana, volvió a convocar elecciones. Y ahora pretenden hacernos creer que declararán con 72 escaños y un 47,74% de votos esa independencia que no declararon cuando los números les eran más favorables.

En el otro extremo del ring, Mariano Rajoy podía haber parado el desvarío separatista en cualquier momento a lo largo de estos cuatro años de mayoría absoluta. Podía, por ejemplo, haber aplicado el Artículo 155 de la Constitución y haber asumido competencias autonómicas, en vista de la reiterada desobediencia del ejecutivo catalán a las leyes españolas y las sentencias judiciales. Podía también, simplemente, haber cortado el grifo de la financiación, usando la ley de estabilidad presupuestaria aprobada por el propio gobierno del PP: asumiendo directamente los pagos, el gobierno de Rajoy podría haber seguido pagando hospitales, escuelas, funcionarios y farmacias, pero haber cortado las aportaciones a embajadas autonómicas, ejércitos de normalización lingüística o medios de propaganda separatista. Incluso si no le gustaba usar el artículo 155, ni emplear la coacción económica, Rajoy podía haber recurrido a la Fiscalía al primer incumplimiento de una sentencia. Había, en fin, muchas formas de parar todo este desvarío. Pero Rajoy no sólo no lo ha parado, sino que lo ha estado financiando generosamente. Y ahora pretende que creamos que va a parar, en las últimas semanas de legislatura, un proceso separatista que en cuatro años no ha querido detener y que ha financiado con entusiasmo.

Lo dicho: de aquí al 20 de diciembre iremos viendo cómo la tensión va en aumento, con escenificaciones tremendamente wagnerianas por uno y otro lado, pero sin ninguna virtualidad jurídica. Es todo simple teatro. Teatro de baratillo, para animar la campaña y para manipular a la opinión pública con el fin de que acepte la reforma constitucional que la casta política quiere: una reforma que blinde las comunidades autónomas, porque no en vano son el chollo del que todos ellos (todos esos que ahora simulan enfrentarse) viven estupendamente.

http://www.actuall.com/focos/democracia/la-temporada-teatral-ha-comenzado-en-cataluna/
 
España, la chusma

  • RAÚL DEL POZO
ACTUALIZADO28/12/201518:15

En coches de cristales de humo llegan a los palacios, ejecutivos del Ibex, banqueros con jarrones chinos y una erinia bética, que intenta evitar que el Partido Socialista consume la cópula con los bribones. Algunos de los visitantes proponen un Gobierno de unidad nacional para evitar quePablo Iglesiasforme un bloque xenófobo, asambleario, antisistema, que se lleve la nación por delante.

Un atavismo de guarida, un torbellino de mareas, equos, esquerras, comunes, la última alucinación española, proclama que el Régimen del 78 está gangrenado y la alternativa es la plurinacionalidad. Quieren barrer del mapa lo queXosé Manuel Beirasllamó la «chusma podrida». Beiras, modelo para Pablo Iglesias, añade: «O la ciudadanía del Estado barre a todos éstos a votos o pedradas o será sierva y esclava».

Llamo aJuan Carlos Monederopara decirle: «Me asombra la postura de Pablo Iglesias ante la cuestión nacional. Creí que Podemos intentaría recuperar la idea de España para la izquierda. Pero parece que se apoya en ese odio irracional anti-español y anti-europeo que puede llevarnos al esperpento». Juan Carlos, siempre tan gentil, contesta: «Una de las cosas que ha logrado Podemos es volver a hablar de la patria sin vergüenza. Para que nuestro país no se nos rompa hay que decirles a los vascos y catalanes que son españoles, y la única manera de decírselo en 2016 es invitándolos a que decidan libremente formar parte de este proyecto. Con nosotros nadie va a querer marcharse. Los que hemos crecido con Quevedo y Valle, con Lorca, Llach y Martí i Pol creemos profundamente en España. Y vamos a pelear por ella. Con inteligencia».

Puede que sea así, pero me alucina la súbita conversión al nacionalismo emergente de Pablo. Parece que mi amigo Enric Juliana, uno de los intelectuales orgánicos del nacionalismo, metió en la cabeza del dirigente de Podemos la idea de que la chispa de la insurrección estaba en las masas irredentas anti-españolas. El propio Juliana lo reconoce: «Se lo dije un día a Iglesias: la España jacobina es imposible y la España girondina federalista es un dolor de cabeza que no acaba nunca». Le convenció también de que el PSOE está cada vez más anclado en el sur de Europa, un sur comunitario y precavido, profundamente nacional. No sé cuando Pablo se cayó del caballo, pero está claro que se ha convertido en el líder de la España periférica y en esa transfiguración, Juliana ha hecho el papel deMefistófeles.

El dirigente de Podemos lo reconoce en su libro Una nueva Transición que acaba de salir: «Desde que conocí a Enric Juliana, empujado por la fascinación que producía enÍñigo Errejóny enXavi Domenech(«es como nosotros, gramsciano, pero de derechas», me dijo Errejón), me convertí en adicto a sus análisis políticos; con finura deconsigliereflorentino Juliana ha sido el mejor observador de las estrategias del asalto de Podemos». Pablo no se inspiró en Stalin, sino en Juliana, para llamar a la revuelta contra la chusma española.

http://www.elmundo.es/opinion/2015/12/28/56800eec22601de01f8b45ce.html
 
RLC (2016-04-24) Conferencia en Barcelona. El nacionalismo catalán, como el franquismo, sólo es estatalismo

Por Redacción -
Lunes 25/04/2016
13
385
Audio de la conferencia de Don Antonio García-Trevijano realizada el domingo 24 de abril del 2016 en el Casinet dHostafrancs, situado en el Carrer del Rector Triadó número 53, en Barcelona.

Título: “El nacionalismo catalán, como el franquismo, sólo es estatalismo”

AUDIO: http://www.diariorc.com/2016/04/25/...talan-como-el-franquismo-solo-es-estatalismo/
 
El ‘New York Times’ califica de “circo” la situación política en España
De la incomparecencia de Rajoy y el hastío de los ciudadanos a cómo los 'nuevos' líderes políticos se parecen cada vez más a los 'viejos'
Alejandro Godoy @GodoyWulffen
# New York Times | política española | negociaciones de Gobierno |

Mar, 26 Abr 2016

Circo, espectáculo deprimente, crisis constitucional o simplemente parálisis. Con estos calificativos recoge este martes el diario New York Times la situación política actual en España.

Y lustrada con una imagen de Mariano Rajoy adormilado en su escaño y bajo el titular de "La discordia empuja a España al quinto mes sin Gobierno", el corresponsal Raphael Minder reparte las culpas por igual tanto al Ejecutivo como a los nuevos y viejos partidos por el “circus” en el que han convertido los ya casi cinco meses de negociaciones.

Esclerosis institucional
El diario norteamericano se hace eco del desencanto que ha llevado a España “al borde de la crisis constitucional” marcada por la “esclerosis institucional” que muestran desde todos los partidos, cuyos líderes “han puesto su propia supervivencia personal por delante del interés general”, recogiendo las palabras del periodista de El País, Rubén Amón.

Minder lo ejemplifica recordando el debate sobre el acuerdo UE-Turquía donde los principales partidos lo convirtieron en un espectáculo de reproches, especialmente entre los dos nuevos, Albert Rivera y Pablo Iglesias. “La nueva generación se parece cada ve más como la anterior, ya que se lanzaron acusaciones de amiguismo”.

Circo mediático
NYT también recoge las críticas al circo mediático en el que se ha instalado la política española, que se ha convertido “en un gran teatro, con una gran cantidad de conferencias de prensa y entrevistas, pero muy poca sustancia”, según afirma Manuel de la Rocha Vázquez, asesor del Partido Socialista.

A esto se suma el periodista Luis María Alsón que califica esta vorágine mediática de “espectáculo deprimente” y a la política española de “una pista de circo en el que cada día los líderes hacen ridículas piruetas acrobáticas ante la estupefacción de los ciudadanos”.

Gobierno insumiso
Pero uno de los aspectos que más chirrían al diario norteamericano es la posición que ha tomado el Gobierno de Mariano Rajoy. Recordando que el presidente en funciones rechazó la oferta del Rey para formar Gobierno, señala que “sus ministros se niegan a reconocer el Parlamento que resultó de las elecciones o incluso a hacer frente a sus legisladores”.

Raphael Minder recoge que, incluso antes de las elecciones del 20-D, Mariano Rajoy ha brillado por su ausencia en los medios empezando por su incomparecencia en los debates electorales.

Así mismo, recuerda que cuatro de sus ministros “se han negado a comparecer ante las comisiones parlamentarias para defender las decisiones recientes” y que otro, José Manuel Soria, se vio obligado a dimitir por su vinculación con los papeles de Panamá mientras Rajoy no ha querido explicarlo ante el Congreso. Fruto de esta situación toda la oposición decidió llevar al Gobierno al Tribunal Constitucional, algo también inédito en la política española.

Ciudadanos hartos
Recordando también el incumplimiento del déficit en Europa y el conflicto catalán, Minder acaba su repaso al circo español recogiendo las palabras de varios ciudadanos que no dudan en señalar a los líderes políticos como los sus principales responsables.

“Si esto fuera un país donde los políticos realmente se preocupaban por el funcionamiento de España, habría habido un acuerdo ya”.


http://El ‘New York Times’ califica de “circo” la situación política en España
 
Audio muy interesante de Radio Gramsci. "Artur Mas y los 72 forajidos", con el coronel Diego Camacho, ex-agente de los servicios secretos. Habla también de las implicaciones internacionales del proceso de centrifugación de España y en particular del caso de Marruecos.

http://www.ivoox.com/artur-mas-72-forajidos-audios-mp3_rf_9343429_1.html?autoplay=true

Gracias ,Diogenes, què buen programa.

En efecto, lo que algunos nunca se meteràn en la cabeza es que hay ciertos paìses, ciertos poderes, que no esperan otra cosa que el proceso de balcanizaciòn de Espanya, para entrar a saco en el paìs. No, no solamente no se lo meten en la cabeza, sino que se creen que seràn recibidos con los brazos abiertos por ciertos paìses vecinos.....es como el cuento de Caperucita; ni siquiera son capaces de ver claro que de lo que se trata es de "comerte mejor".
 
Gracias ,Diogenes, què buen programa.

En efecto, lo que algunos nunca se meteràn en la cabeza es que hay ciertos paìses, ciertos poderes, que no esperan otra cosa que el proceso de balcanizaciòn de Espanya, para entrar a saco en el paìs. No, no solamente no se lo meten en la cabeza, sino que se creen que seràn recibidos con los brazos abiertos por ciertos paìses vecinos.....es como el cuento de Caperucita; ni siquiera son capaces de ver claro que de lo que se trata es de "comerte mejor".
"el proceso de balcanizaciòn de Espanya"... ¡Esa es la clave!

¡Divide et impera! ;)

No a los grandes países nacionales, sí a la fragmentación del territorio con administración local que sirva el organismo supranacional.
Un patrón que vemos en marcha en el Oriente Medio...y también en Europa...

Al imperio británico le bastaban sólo 60.000 funcionarios para gobernar sus territorios de Indochina...;)
 
Si tú y todo tu entorno familiar y de amistades os habéis acostumbrado a una vida multimillonaria sin tener apenas la EGB aprobada y lleváis 30 años sin dar chapa...ese momio no lo sueltas a menos que tengas un cuchillo al cuello y te lo vayan a rebanar. Qué te vas a poner ¿a estas alturas a levantarte a las 8 de la mañana, trabajar, ir en metro, comer filetes de pollo...? Estos, antes de apearse del Audi y Loewe, se tiran por un puente o nos llevan a todos por delante. Asín de claro, lo tienen. Esa es la ventaja que tienen: que sus intereses los tienen muy claros. La ciudadanía agilipollada española, no tanto. Así nos va. Qué nos cuentan 3 cuenticos, remueven el río pa'que nos entretengamos peleandonos entre nosotros y ellos a pescar ganancia. Y a vivir: que son 2 días.
Hija eres clarividente :)
 
No sé si queda por aquí alguien de los "viejos" con quienes hicimos este hilo.
@A bordo del Titanic y yo estamos de vuelta en España y me ha apetecido refrescar el tema. He reabierto mi perfil porque no me acordaba de la contraseña, ni del correo, ni de nada.

A lo mejor merece la pena releer las primeras páginas del hilo ante la que hay liada ahora en nuestro país. ¿No creéis? ;)
Saludos.

rosa10.png
 
No sé si queda por aquí alguien de los "viejos" con quienes hicimos este hilo.
@A bordo del Titanic y yo estamos de vuelta en España y me ha apetecido refrescar el tema. He reabierto mi perfil porque no me acordaba de la contraseña, ni del correo, ni de nada.

A lo mejor merece la pena releer las primeras páginas del hilo ante la que hay liada ahora en nuestro país. ¿No creéis? ;)
Saludos.

Ver el archivo adjunto 435381
Le mandamos hace poco un privado a Titanic para comentar con vosotros unas cosas sobre la actualidad política, quisimos agregarte pero no aparecía tu Nick :confused:. Una alegría leerte :)
 
Back