Los trabajadores de los bancos catalanes, atrapados entre dos fuegos
Los sindicatos denuncian que los empleados han tenido que sufrir la indignación de los clientes por el cambio de sede
http://www.ara.cat/economia/treballadors-dels-bancs-catalans-atrapats_0_1886211396.html
ALBERT MARTÍN Barcelona Actualizada el 12/10/2017 12:00
"¿Qué traición, qué se ha pensado! Si La Caixa es algo es gracias a Cataluña, esto es un golpe bajo! Como nos puede dar la espalda ahora? "Estos son algunos de los reproches que en los últimos días han tenido que oír los trabajadores de las oficinas de CaixaBank en Cataluña. Así lo explica Juan María Terribas, secretario general de la Federación de Ahorro de Cataluña, el cuarto sindicato del primer banco catalán.
Lo cierto es que la tormenta económica desencadenada por el anuncio del Sabadell y CaixaBank que sacaban sus sedes sociales de Cataluña -y que ha ido seguido por la flor y nata de las principales empresas del país- se ha vivido con especial virulencia en la red de oficinas de los dos bancos. "Los empleados han tenido que aguantar el chaparrón desde el pasado martes", explica Terribas. "Y están fastidiados", añade.
Según dice, el pasado jueves, cuando el ARA adelantó que CaixaBank negociaba con la Moncloa un decreto para cambiar de sede sin consultar a los accionistas, hubo un punto de inflexión. Antes de entonces los movimientos eran por miedo, pero a partir de entonces "ha habido clientela que se ha enfadado muchísimo", relata.
Una decisión cuestionada
Según explica, la situación ha sido complicada porque "se ha establecido la opinión que quien marcha es el holding Fainé [Isidro Fainé, presidente de La Caixa]". "Y si no, ¿por qué se van la Fundación o Criteria? ¿Qué problema tienen? ", Se pregunta.
En una céntrica oficina de Barcelona, una empleada de CaixaBank confirma esta situación. Admite que desde el lunes de la semana pasada ha habido muchos movimientos de retiradas de efectivo y transferencias de dinero a oficinas de fuera de Cataluña. Dice que tuvieron "muchísimo trabajo", y a la pregunta de si en algún momento se quedaron sin efectivo, responde asintiendo con la cabeza. "Hubo clientes que retiraban 15.000 euros", explica esta persona, que añade que desde el martes la situación se ha calmado. Fuentes oficiales de CaixaBank aseguran que este podría ser un caso concreto en su red de 1.300 oficinas en Cataluña, pero admiten que "en los últimos días se han producido más consultas de clientes de las habituales". Además, insisten en que no ha habido retiradas, "y ni mucho menos significativas", y que la situación es de normalidad en las oficinas.
Otra fuente sindical del sector se fija en la situación que viven los trabajadores de las oficinas. "Los toca dar la cara y ser increpados, lo están pasando mal", explica, y lo aprovecha para hacer memoria: "Para muchos ya son muchos años duros, en los que se vendieron productos complicados, que generaron conflicto, y las plantillas están muy quemadas ".
Este sindicalista explica que a CaixaBank en los últimos días han vuelto a circular protocolos para garantizar la seguridad de la plantilla en casos de clientes agresivos. "Hemos pedido instrucciones de cómo actuar", explica.
Menos abrupta es la situación que pintan al Sabadell. Antoni Alarcón, el representante sindical de la Intersindical-CSC al Banco Sabadell, donde es el segundo sindicato, rebaja este tono: "Ha habido quejas de los clientes, pero quizás menos de lo que se podría pensar; vale decir que los que trabajan en las oficinas son discretos y que por encima de todo la plantilla no ve consecuencias sobre su trabajo ".
Alarcón añade que el sindicato está en contra de la decisión de llevarse la sede social de Cataluña porque entiende que "esto es la estrategia del miedo": "Una opción táctica de influir en la población y generar inseguridad, y lo rechazamos ". Al Sabadell, como CaixaBank, constatan que este mismo martes la situación en las oficinas volvía a normalizarse.
En ninguno de los dos casos dan cifras de cuántos depósitos se han movido, pero creen que este fenómeno ha sido sobre todo visible en la banca privada y en las zonas fronterizas (véase el artículo adjunto).
Los beneficiados de todo
El BBVA, que agrupa seis antiguas cajas catalanas y es el segundo banco con mayor cuota de mercado en Cataluña, ha vivido los cambios de sede del CaixaBank y el Sabadell como una bendición ... a medias.
Si bien es cierto que han dado muchos nuevos clientes que llevaban el dinero que tenían en otras entidades, también se han encontrado casos de clientes que les pedían trasladar sus ahorros a oficinas del mismo banco fuera de Cataluña. "Jueves y viernes fueron absolutamente caóticos", explica Raquel Puig, secretaria general del Sindicato de Empleados de Cajas, mayoritario en CatalunyaCaixa. "Aparte de clientes enfadados con CaixaBank y el Sabadell y de clientes que tenían miedo por sus ahorros, también había otros que sacaban efectivo por si acaso", dice. Esta voz confirma que por esta razón también algunos de los cajeros del banco en Cataluña se quedaron sin efectivo.
Las cifras, de momento, no concretan la magnitud del movimiento de depósitos previos y posteriores a los anuncios de cambios de sede. En las oficinas, sin embargo, lo han vivido como un verdadero descalabro.
Los sindicatos denuncian que los empleados han tenido que sufrir la indignación de los clientes por el cambio de sede
http://www.ara.cat/economia/treballadors-dels-bancs-catalans-atrapats_0_1886211396.html
ALBERT MARTÍN Barcelona Actualizada el 12/10/2017 12:00
"¿Qué traición, qué se ha pensado! Si La Caixa es algo es gracias a Cataluña, esto es un golpe bajo! Como nos puede dar la espalda ahora? "Estos son algunos de los reproches que en los últimos días han tenido que oír los trabajadores de las oficinas de CaixaBank en Cataluña. Así lo explica Juan María Terribas, secretario general de la Federación de Ahorro de Cataluña, el cuarto sindicato del primer banco catalán.
Lo cierto es que la tormenta económica desencadenada por el anuncio del Sabadell y CaixaBank que sacaban sus sedes sociales de Cataluña -y que ha ido seguido por la flor y nata de las principales empresas del país- se ha vivido con especial virulencia en la red de oficinas de los dos bancos. "Los empleados han tenido que aguantar el chaparrón desde el pasado martes", explica Terribas. "Y están fastidiados", añade.
Según dice, el pasado jueves, cuando el ARA adelantó que CaixaBank negociaba con la Moncloa un decreto para cambiar de sede sin consultar a los accionistas, hubo un punto de inflexión. Antes de entonces los movimientos eran por miedo, pero a partir de entonces "ha habido clientela que se ha enfadado muchísimo", relata.
Una decisión cuestionada
Según explica, la situación ha sido complicada porque "se ha establecido la opinión que quien marcha es el holding Fainé [Isidro Fainé, presidente de La Caixa]". "Y si no, ¿por qué se van la Fundación o Criteria? ¿Qué problema tienen? ", Se pregunta.
En una céntrica oficina de Barcelona, una empleada de CaixaBank confirma esta situación. Admite que desde el lunes de la semana pasada ha habido muchos movimientos de retiradas de efectivo y transferencias de dinero a oficinas de fuera de Cataluña. Dice que tuvieron "muchísimo trabajo", y a la pregunta de si en algún momento se quedaron sin efectivo, responde asintiendo con la cabeza. "Hubo clientes que retiraban 15.000 euros", explica esta persona, que añade que desde el martes la situación se ha calmado. Fuentes oficiales de CaixaBank aseguran que este podría ser un caso concreto en su red de 1.300 oficinas en Cataluña, pero admiten que "en los últimos días se han producido más consultas de clientes de las habituales". Además, insisten en que no ha habido retiradas, "y ni mucho menos significativas", y que la situación es de normalidad en las oficinas.
Otra fuente sindical del sector se fija en la situación que viven los trabajadores de las oficinas. "Los toca dar la cara y ser increpados, lo están pasando mal", explica, y lo aprovecha para hacer memoria: "Para muchos ya son muchos años duros, en los que se vendieron productos complicados, que generaron conflicto, y las plantillas están muy quemadas ".
Este sindicalista explica que a CaixaBank en los últimos días han vuelto a circular protocolos para garantizar la seguridad de la plantilla en casos de clientes agresivos. "Hemos pedido instrucciones de cómo actuar", explica.
Menos abrupta es la situación que pintan al Sabadell. Antoni Alarcón, el representante sindical de la Intersindical-CSC al Banco Sabadell, donde es el segundo sindicato, rebaja este tono: "Ha habido quejas de los clientes, pero quizás menos de lo que se podría pensar; vale decir que los que trabajan en las oficinas son discretos y que por encima de todo la plantilla no ve consecuencias sobre su trabajo ".
Alarcón añade que el sindicato está en contra de la decisión de llevarse la sede social de Cataluña porque entiende que "esto es la estrategia del miedo": "Una opción táctica de influir en la población y generar inseguridad, y lo rechazamos ". Al Sabadell, como CaixaBank, constatan que este mismo martes la situación en las oficinas volvía a normalizarse.
En ninguno de los dos casos dan cifras de cuántos depósitos se han movido, pero creen que este fenómeno ha sido sobre todo visible en la banca privada y en las zonas fronterizas (véase el artículo adjunto).
Los beneficiados de todo
El BBVA, que agrupa seis antiguas cajas catalanas y es el segundo banco con mayor cuota de mercado en Cataluña, ha vivido los cambios de sede del CaixaBank y el Sabadell como una bendición ... a medias.
Si bien es cierto que han dado muchos nuevos clientes que llevaban el dinero que tenían en otras entidades, también se han encontrado casos de clientes que les pedían trasladar sus ahorros a oficinas del mismo banco fuera de Cataluña. "Jueves y viernes fueron absolutamente caóticos", explica Raquel Puig, secretaria general del Sindicato de Empleados de Cajas, mayoritario en CatalunyaCaixa. "Aparte de clientes enfadados con CaixaBank y el Sabadell y de clientes que tenían miedo por sus ahorros, también había otros que sacaban efectivo por si acaso", dice. Esta voz confirma que por esta razón también algunos de los cajeros del banco en Cataluña se quedaron sin efectivo.
Las cifras, de momento, no concretan la magnitud del movimiento de depósitos previos y posteriores a los anuncios de cambios de sede. En las oficinas, sin embargo, lo han vivido como un verdadero descalabro.