Al Jordi ese le daba dos hostias, bueno, los tres tienen una hostia importante yendo de jueces de la vida, pero yo es que no puedo con los hombres que se peinan como niños, es odio el que me sale de dentro. Ese tío tiene toda la pinta de ser mezquino y tapar su mezquindad esencial con la pose de buen chico majo de cara a la galería.
Detesto los programas de jueces y realities, siempre con la competencia de por medio, ese afán de hoy día de ser mejor que los demás: mejor cocinando, mejor cosiendo, mejor cantando o mejor haciendo el subnormal. Ser mejor que los demás, encima vas a que te juzguen y humillen.
Y eso no es lo peor, sino que no seleccionan a la peña realmente por lo que vale en los suyo, sino por el drama/espectáculo que les va a dar. "Miren esta niña huérfana, manca y estrábica.... y canta como los ángeles!". Ya de por si los realities no me suelen gustar, pero es que cuando llegan a estos niveles de baboserío y recreacion en las miserias ajenas me repugnan