A ver, efectivamente los tribunales de la Rota están abiertos a todos, y no son procesos caros en cuanto a costas. Sí que es verdad que si te vas a buenos abogados, te tramitarán todo con más ligereza y te lo fundamentarán mucho mejor (sobre si lo que se alegue sea verdad o no, ahí no me meto; estas sentencias, sobre todo cuando se alegan cosas como que no eras consciente de alguna de las características esenciales del sacramento del matrimonio, se basan mucho en la declaración de los interesados, y esa es en conciencia... y allá cada uno con la suya), y los buenos abogados por lo general no son baratos.
Hasta hace una década o así la Rota era poco proclive a conceder nulidades. Vamos, que trabajaba sobre presunción de validez. Y los procesos eran mucho más largos. Décadas incluso. Pero desde hace años ha cambiado la cosa bastante, le han impreso agilidad al tema y en cuestión de un año o así puedes tener la sentencia. Y además son muchísimo más proclives a sentenciar favorablemente.
Es que no hay que ir al tribunal de la Rota para nada. Vas a la sede de tu arzobispado, contratas a un abogado que esté especializado en derecho canónico y alegas lo que consideres oportuno. Generalmente si ambas partes está de acuerdo suele ser un trámite fácil. Lento, sí, porque igual dura un par de años, pero como mucho te puede salir por unos dos mil euros.
En realidad está al alcance de cualquiera, lo que pasa es que la inmensa mayoría de personas ni se lo plantea.