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pilou12
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Avenales ( Soria)
Agradecimiento muy cordial para Carmen Algora, la última niña en marchar de Avenales, hoy cuarenta años después recuerda su pueblo con ternura y melancolía.
Avenales es un despoblado situado al borde del barranco del mismo nombre que forma el arroyo del Salobral. Pedanía que perteneció a Velilla de Medinaceli y actualmente a Arcos de Jalón.
Unas veinte viviendas formaron este pueblo que tenía buenas tierras para el cultivo, principalmente de trigo, avena, cebada y algo de legumbres, y contaba también con numeroso ganado lanar.
Unas minas de hierro situadas en las proximidades también dieron trabajo a varios vecinos del pueblo hasta que dejó de ser productiva. Fue un pueblo muy comerciante, pues iban mucho a vender a Arcos de Jalón animales de cría como pollos, pichones, etc, además de fruta y legumbres.
Menos la maestra que solía vivir de patrona en alguna casa del pueblo, todos los demás servicios básicos (cura, medico, cartero, etc) los recibían desde Velilla de Medinaceli, pueblo importante y cabecera de ayuntamiento en tiempos pasados.
Cuando llegó la ocasión de instalar la luz eléctrica en los pueblos de la comarca, el alcalde de Avenales no lo consideró oportuno para su pueblo, por lo que el progreso pasó de largo y siguieron con la luz de los candiles, tampoco tuvieron agua en las casas pero las numerosas fuentes que había en los alrededores del pueblo solucionaban el problema de abastecimiento para personas y animales.
Las fiestas patronales se realizaban a últimos de septiembre para San Miguel. Dos días duraban, donde se realizaba una procesión por el pueblo y donde el Perico y la Perica, un matrimonio llegado desde el pueblo de Maranchón (Guadalajara) ponían la nota musical para hacer bailar a todos los presentes con acordeón y tambor, hubo algún año que acudieron también músicos del pueblo de Sagides con acordeón y saxofón.
Debido al aislamiento que padecía, la falta de infraestructuras y el poco futuro que había en el pueblo motivaron que la gente se fuera marchando en las décadas de los 50 y los 60 hacia Zaragoza y Barcelona mayoritariamente, siendo Otilio Algora el último en marchar de Avenales, después de estar unos dos años viviendo solo, cerró su casa y se marchó a Arcos de Jalón en el año 1972.
Avenales actualmente no está muerto del todo y respira mínimamente en temporada de verano, pues varias casas se han rehabilitado y dan un poco de vida entre tanta ruina y silencio.
Visitas realizadas en febrero de 1996 y febrero de 2010.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Entrada a Avenales.
La iglesia parroquial de San Miguel. Un particular de un pueblo cercano se llevó las tejas para una edificación suya y fue la ruina para el templo. El ábside se vino abajo.
Interior de la iglesia invadida por la maleza. Las campanas se llevaron a Somaén y los santos a Velilla de Medinaceli.
Plaza mayor de Avenales.
La escuela y el ayuntamiento. En esta pequeña plazuela se realizaba el baile en las fiestas.
La casa del Chaornés (conocido así por ser natural del pueblo de Chaorna). El propietario se dedicaba a la venta ambulante por los pueblos de la comarca previo abastecimiento en Arcos de Jalón donde llenaba los serones de la caballería de todo tipo de productos para su venta. Esta vivienda hacia de improvisado bar en los días de las fiestas.
Calle de Avenales.
Casa de tres pisos de buen volumen y presencia pero ya irremediablemente camino de la nada en la salida del pueblo hacia Somaén.
La fuente de El Regachal a unos 300 metros del pueblo. Nunca ha dejado de dar agua y es de la que se han abastecido los vecinos de Avenales para consumo.
Agradecimiento muy cordial para Carmen Algora, la última niña en marchar de Avenales, hoy cuarenta años después recuerda su pueblo con ternura y melancolía.
Avenales es un despoblado situado al borde del barranco del mismo nombre que forma el arroyo del Salobral. Pedanía que perteneció a Velilla de Medinaceli y actualmente a Arcos de Jalón.
Unas veinte viviendas formaron este pueblo que tenía buenas tierras para el cultivo, principalmente de trigo, avena, cebada y algo de legumbres, y contaba también con numeroso ganado lanar.
Unas minas de hierro situadas en las proximidades también dieron trabajo a varios vecinos del pueblo hasta que dejó de ser productiva. Fue un pueblo muy comerciante, pues iban mucho a vender a Arcos de Jalón animales de cría como pollos, pichones, etc, además de fruta y legumbres.
Menos la maestra que solía vivir de patrona en alguna casa del pueblo, todos los demás servicios básicos (cura, medico, cartero, etc) los recibían desde Velilla de Medinaceli, pueblo importante y cabecera de ayuntamiento en tiempos pasados.
Cuando llegó la ocasión de instalar la luz eléctrica en los pueblos de la comarca, el alcalde de Avenales no lo consideró oportuno para su pueblo, por lo que el progreso pasó de largo y siguieron con la luz de los candiles, tampoco tuvieron agua en las casas pero las numerosas fuentes que había en los alrededores del pueblo solucionaban el problema de abastecimiento para personas y animales.
Las fiestas patronales se realizaban a últimos de septiembre para San Miguel. Dos días duraban, donde se realizaba una procesión por el pueblo y donde el Perico y la Perica, un matrimonio llegado desde el pueblo de Maranchón (Guadalajara) ponían la nota musical para hacer bailar a todos los presentes con acordeón y tambor, hubo algún año que acudieron también músicos del pueblo de Sagides con acordeón y saxofón.
Debido al aislamiento que padecía, la falta de infraestructuras y el poco futuro que había en el pueblo motivaron que la gente se fuera marchando en las décadas de los 50 y los 60 hacia Zaragoza y Barcelona mayoritariamente, siendo Otilio Algora el último en marchar de Avenales, después de estar unos dos años viviendo solo, cerró su casa y se marchó a Arcos de Jalón en el año 1972.
Avenales actualmente no está muerto del todo y respira mínimamente en temporada de verano, pues varias casas se han rehabilitado y dan un poco de vida entre tanta ruina y silencio.
Visitas realizadas en febrero de 1996 y febrero de 2010.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Entrada a Avenales.
La iglesia parroquial de San Miguel. Un particular de un pueblo cercano se llevó las tejas para una edificación suya y fue la ruina para el templo. El ábside se vino abajo.
Interior de la iglesia invadida por la maleza. Las campanas se llevaron a Somaén y los santos a Velilla de Medinaceli.
Plaza mayor de Avenales.
La escuela y el ayuntamiento. En esta pequeña plazuela se realizaba el baile en las fiestas.
La casa del Chaornés (conocido así por ser natural del pueblo de Chaorna). El propietario se dedicaba a la venta ambulante por los pueblos de la comarca previo abastecimiento en Arcos de Jalón donde llenaba los serones de la caballería de todo tipo de productos para su venta. Esta vivienda hacia de improvisado bar en los días de las fiestas.
Calle de Avenales.
Casa de tres pisos de buen volumen y presencia pero ya irremediablemente camino de la nada en la salida del pueblo hacia Somaén.
La fuente de El Regachal a unos 300 metros del pueblo. Nunca ha dejado de dar agua y es de la que se han abastecido los vecinos de Avenales para consumo.
Los pueblos deshabitados
lospueblosdeshabitados.blogspot.com