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pilou12
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Larequi ( Navarra)
Asentado en la parte sur del valle de Urraul Alto y lindante con Longuida se encuentra este pequeño pueblo de Larequi, recóndito y oculto entre lomas y cerros, que tiene o tenía por vecinos a dos pueblos más escondidos y aislados aun si cabe como eran Sastoya y Artanga de los que ya poco queda.
Cuatro casas componían el lugar (hacia el siglo XIX llegaron a ser nueve), en donde sobresale por su envergadura e importancia Casa Isquerrena. Se dedicaban al cultivo de trigo y cebada además de viñedos. La ganadería tenía su mayor volumen en la oveja, ganado que en algunos casos se bajaba para Todos los Santos hacia las Bardenas y se subía para el pueblo a mediados de mayo, en otras ocasiones se dejaba al ganado todo el invierno en los pastos del pueblo. Al mercado de Urroz acudían para vender los corderos.
En sus montes de encinas y enebros abundaban los conejos que servían de caza a los habitantes de Larequi y que se llevaban a vender a Pamplona, en otras ocasiones eran cuadrillas de cazadores venidos de la capital los que venían a cazar este animal.
Larequi celebraba sus fiestas patronales el 24 de agosto (San Bartolomé).
El martes antes del Corpus en la llamada fiesta de las Reliquias acudían junto con todos los pueblos del valle en romería a la basílica de Santa Fé. Cada pueblo iba con su cruz procesional y cantando letanías. A las diez de la mañana llegaban a la basílica, donde se celebraba una misa, una procesión llevando a la virgen del Rosario alrededor del templo para posteriormente realizar una comida campestre y las cinco de la tarde vuelta cada uno a sus pueblos.
El domingo de Ramos se llevaba a bendecir el ramo y el mimbre a la iglesia. El ramo era colgado en las ventanas de las casas y con el mimbre se hacía cruces y una vez bendecida se ponía en los campos para asegurar buena cosecha.
La víspera de Reyes había costumbre de ¨echar el reinado¨: la familia se colocaba en torno a la mesa dejando un puesto para Dios y otro a la Virgen, el padre repartía las cartas de la baraja y al que le tocaba el rey de espadas era ¨rey¨ para todo el año. En algunas casas las mujeres se asomaban a la ventana haciendo sonar el almirez y gritando el nombre del elegido.
Otra costumbre que había era la de encender un tronco
(chuquil) la víspera de Navidad en el hogar y se tenía que conservar con llama hasta el día de Reyes.
En la noche de San Juan se encendía una hoguera en el pueblo y los niños saltaban por encima de ella.
No había escuela y los niños iban a la escuela de Artajo y también a la de Irurozqui.
El chute y la calva eran los entretenimientos que había en los pocos ratos libres.
En 1959 se cerró la última casa en Larequi a cargo de Felipe Redin y su familia que marcharon hacia el pueblo de Artieda.
Fuentes de información:
-Larequi, memoria de un pueblo que tuvo vida, Fernando Hualde.
-Estudio etnográfico del valle de Urraul Alto, Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martin.
Asentado en la parte sur del valle de Urraul Alto y lindante con Longuida se encuentra este pequeño pueblo de Larequi, recóndito y oculto entre lomas y cerros, que tiene o tenía por vecinos a dos pueblos más escondidos y aislados aun si cabe como eran Sastoya y Artanga de los que ya poco queda.
Cuatro casas componían el lugar (hacia el siglo XIX llegaron a ser nueve), en donde sobresale por su envergadura e importancia Casa Isquerrena. Se dedicaban al cultivo de trigo y cebada además de viñedos. La ganadería tenía su mayor volumen en la oveja, ganado que en algunos casos se bajaba para Todos los Santos hacia las Bardenas y se subía para el pueblo a mediados de mayo, en otras ocasiones se dejaba al ganado todo el invierno en los pastos del pueblo. Al mercado de Urroz acudían para vender los corderos.
En sus montes de encinas y enebros abundaban los conejos que servían de caza a los habitantes de Larequi y que se llevaban a vender a Pamplona, en otras ocasiones eran cuadrillas de cazadores venidos de la capital los que venían a cazar este animal.
Larequi celebraba sus fiestas patronales el 24 de agosto (San Bartolomé).
El martes antes del Corpus en la llamada fiesta de las Reliquias acudían junto con todos los pueblos del valle en romería a la basílica de Santa Fé. Cada pueblo iba con su cruz procesional y cantando letanías. A las diez de la mañana llegaban a la basílica, donde se celebraba una misa, una procesión llevando a la virgen del Rosario alrededor del templo para posteriormente realizar una comida campestre y las cinco de la tarde vuelta cada uno a sus pueblos.
El domingo de Ramos se llevaba a bendecir el ramo y el mimbre a la iglesia. El ramo era colgado en las ventanas de las casas y con el mimbre se hacía cruces y una vez bendecida se ponía en los campos para asegurar buena cosecha.
La víspera de Reyes había costumbre de ¨echar el reinado¨: la familia se colocaba en torno a la mesa dejando un puesto para Dios y otro a la Virgen, el padre repartía las cartas de la baraja y al que le tocaba el rey de espadas era ¨rey¨ para todo el año. En algunas casas las mujeres se asomaban a la ventana haciendo sonar el almirez y gritando el nombre del elegido.
Otra costumbre que había era la de encender un tronco
(chuquil) la víspera de Navidad en el hogar y se tenía que conservar con llama hasta el día de Reyes.
En la noche de San Juan se encendía una hoguera en el pueblo y los niños saltaban por encima de ella.
No había escuela y los niños iban a la escuela de Artajo y también a la de Irurozqui.
El chute y la calva eran los entretenimientos que había en los pocos ratos libres.
En 1959 se cerró la última casa en Larequi a cargo de Felipe Redin y su familia que marcharon hacia el pueblo de Artieda.
Fuentes de información:
-Larequi, memoria de un pueblo que tuvo vida, Fernando Hualde.
-Estudio etnográfico del valle de Urraul Alto, Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martin.
Los pueblos deshabitados
lospueblosdeshabitados.blogspot.com