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FOTO: @ CYNTHIA JOHNSON/THE LIFE IMAGES COLLECTION VIA GETTY IMAGES/GETTY IMAGES
De 1993 a 2001: Hillary Clinton
Clinton dijo una vez: "Si quiero eliminar una historia de la primera plana, simplemente cambio mi peinado". No estaba bromeando: durante gran parte de su tiempo como Primera Dama, atrajo más atención por sus peinados y trajes de pantalón que por su intelecto.
Sin embargo, la suya nunca fue la imagen de una primera dama al uso. Con sus chaquetas y pantalones representaba a la mujer con ambición de los años noventa: formada, intelectual y ambiciosa en una esfera -la del poder- hasta entonces reservada para los hombres. Porque además de primera dama, Clinton ha sido política, diplomática, abogada, escritora y conferenciante. La historia tenía un papel reservado para ella que no incluía la iconografía de moda: llegó a ser secretaria de Estado, senadora de Nueva York e incluso la primera mujer candidata a la presidencia de los Estados Unidos por uno de sus dos principales partidos cuando ganó la nominación del Partido Demócrata en 2016. Las elecciones, sin embargo, las ganó su contrincante republicano, Donald Trump.