DOÑA LETIZIA
11/03/2023
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Así, por ejemplo, en Dinamarca, Mary, la princesa heredera consorte, acudió a un foro que se organizaba con motivo del 8-M en la Universidad de Aalborg. En la vecina Noruega, la reina Sonia compartió un almuerzo oficial en el Palacio Real de Oslo con varias pioneras en su país en distintos ámbitos como el académico, el científico o el de los medios de comunicación. Los monarcas belgas, Felipe y Matilde, también mantuvieron un encuentro con un numeroso grupo de mujeres que han dejado huella en disciplinas de lo más variadas, desde la medicina al deporte, pasando por el Derecho, la sociología o la literatura.
Impactantes, tal como se pretendía desde Buckingham, fueron las fotografías de la princesa Catalina, esposa del heredero Guillermo, que se vistió con uniforme militar para resaltar el papel ascendente de la mujer en los ejércitos. Ella misma, que participó en unas maniobras, estrenaba así su nuevo puesto como coronel de la Guardia Irlandesa.
En Mónaco, la princesa Charlene presidió una jornada sobre la Mujer y el Deporte, junto al ministro de Estado de la diminuta nación mediterránea. Y Máxima de los Países Bajos, junto a su marido, el rey Guillermo, a pesar de encontrarse el miércoles en visita de Estado en Eslovaquia, no dudó en protagonizar un desayuno para conmemorar de forma pública el 8-M.
Son sólo algunos ejemplos que confirman hasta qué punto la invisibilidad de Doña Letizia cada Día de la Mujer es una extraña rareza. Fuentes consultadas por LOC subrayan, en un intento de explicar su comportamiento, que en pocos países de Europa se ha polarizado tanto como en España el debate sobre el feminismo, lo que deja en una situación más sensible a la Consorte que a sus homólogas del resto de Palacios. Pero, además, apuntan al hecho de que los últimos años del reinado de Felipe VI hayan coincidido con una dirigente de Podemos al frente del Ministerio de Igualdad, Irene Montero, que apenas ha contado con la mujer del Rey para que la Corona de apoyo y visibilidad a proyectos y políticas vinculadas con las áreas de su Departamento.
Y es que, a pesar de que nadie duda de que Doña Letizia es una mujer de claras convicciones feministas y de que buena parte de los compromisos que dominan su agenda institucional están vinculados con el empoderamiento femenino, la lucha por la igualdad y el papel de la mujer en la sociedad, en contadas ocasiones ha sido Irene Montero la ministra encargada de acompañar a la Reina en sus actos desde que vio la luz el Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos, en enero de 2020.
Aquel mismo mes, de hecho, se produjo el primer desplante a la Consorte por parte de la formación que entonces aún dirigía Pablo Iglesias. Doña Letizia participó en una reunión de trabajo en la sede madrileña de Cruz Roja Española donde se desarrollaban unas jornadas sobre violencia de género. Y, a pesar de la temática, ni la ministra Irene Montero ni la secretaria de Estado para la Violencia de Género acudieron a la cita presidida por la Reina, quien tuvo como escudero de turno al entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Quedó muy claro desde el principio que no iban a ser fáciles, desde luego, las relaciones entre la parte morada del Gobierno y la Monarquía. Aunque, con el tiempo, Montero sí secundaría a Doña Letizia en algunos foros como el que se organizó en el Ministerio de Industria, en abril de 2011, para presentar el Informe del grupo de trabajo sobre el papel de la mujer en la internacionalización de la economía española.
La titular de Igualdad tendría, sin embargo, una opinión sobre la Reina mucho más benévola de la que manifiesta cada vez que tiene ocasión por la institución de la que forma parte y a la que representa. Así, en 2020 declaró a Vanity Fair que Doña Letizia le parecía una mujer “inteligente” e “irónica”. Y, entrevistada por el diputado de ERC Gabriel Rufián, en enero de 2022, Montero declaró que, más allá de su ideario republicano, admitía que la Consorte es una persona que se prepara con profundidad los temas y dijo que le gustaría conversar con ella “sobre cómo ha sido su experiencia personal todos estos años y cómo hacerse cargo de una institución como la monarquía”. Tiempo han tenido desde entonces de intercambiar impresiones.
Al margen de los actos propios del 8-M, lo cierto es que hay muchos acontecimientos de gran relevancia social en los que se hace muy difícil entender la sistemática ausencia de la Reina. En lo que va de año, por ejemplo, su presencia en la ceremonia de los Premios Goya –una vez más, en sintonía con lo que hacen los miembros de otras dinastías con el apoyo a sus respectivas cinematografías– o en la Madrid Fashion Week, hubiera servido para apoyar importantes industrias españolas, a la vez que para que la Corona gane más proyección social. Otro tanto se puede decir del hecho de que la Familia Real española también se quede sola cada año inhibiéndose de apoyar los actos por el Orgullo gay.
11/03/2023
LA ÚNICA REINA EUROPEA QUE NO CELEBRA EL 8-M
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Así, por ejemplo, en Dinamarca, Mary, la princesa heredera consorte, acudió a un foro que se organizaba con motivo del 8-M en la Universidad de Aalborg. En la vecina Noruega, la reina Sonia compartió un almuerzo oficial en el Palacio Real de Oslo con varias pioneras en su país en distintos ámbitos como el académico, el científico o el de los medios de comunicación. Los monarcas belgas, Felipe y Matilde, también mantuvieron un encuentro con un numeroso grupo de mujeres que han dejado huella en disciplinas de lo más variadas, desde la medicina al deporte, pasando por el Derecho, la sociología o la literatura.
Impactantes, tal como se pretendía desde Buckingham, fueron las fotografías de la princesa Catalina, esposa del heredero Guillermo, que se vistió con uniforme militar para resaltar el papel ascendente de la mujer en los ejércitos. Ella misma, que participó en unas maniobras, estrenaba así su nuevo puesto como coronel de la Guardia Irlandesa.
En Mónaco, la princesa Charlene presidió una jornada sobre la Mujer y el Deporte, junto al ministro de Estado de la diminuta nación mediterránea. Y Máxima de los Países Bajos, junto a su marido, el rey Guillermo, a pesar de encontrarse el miércoles en visita de Estado en Eslovaquia, no dudó en protagonizar un desayuno para conmemorar de forma pública el 8-M.
Son sólo algunos ejemplos que confirman hasta qué punto la invisibilidad de Doña Letizia cada Día de la Mujer es una extraña rareza. Fuentes consultadas por LOC subrayan, en un intento de explicar su comportamiento, que en pocos países de Europa se ha polarizado tanto como en España el debate sobre el feminismo, lo que deja en una situación más sensible a la Consorte que a sus homólogas del resto de Palacios. Pero, además, apuntan al hecho de que los últimos años del reinado de Felipe VI hayan coincidido con una dirigente de Podemos al frente del Ministerio de Igualdad, Irene Montero, que apenas ha contado con la mujer del Rey para que la Corona de apoyo y visibilidad a proyectos y políticas vinculadas con las áreas de su Departamento.
Y es que, a pesar de que nadie duda de que Doña Letizia es una mujer de claras convicciones feministas y de que buena parte de los compromisos que dominan su agenda institucional están vinculados con el empoderamiento femenino, la lucha por la igualdad y el papel de la mujer en la sociedad, en contadas ocasiones ha sido Irene Montero la ministra encargada de acompañar a la Reina en sus actos desde que vio la luz el Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos, en enero de 2020.
Aquel mismo mes, de hecho, se produjo el primer desplante a la Consorte por parte de la formación que entonces aún dirigía Pablo Iglesias. Doña Letizia participó en una reunión de trabajo en la sede madrileña de Cruz Roja Española donde se desarrollaban unas jornadas sobre violencia de género. Y, a pesar de la temática, ni la ministra Irene Montero ni la secretaria de Estado para la Violencia de Género acudieron a la cita presidida por la Reina, quien tuvo como escudero de turno al entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Quedó muy claro desde el principio que no iban a ser fáciles, desde luego, las relaciones entre la parte morada del Gobierno y la Monarquía. Aunque, con el tiempo, Montero sí secundaría a Doña Letizia en algunos foros como el que se organizó en el Ministerio de Industria, en abril de 2011, para presentar el Informe del grupo de trabajo sobre el papel de la mujer en la internacionalización de la economía española.
La titular de Igualdad tendría, sin embargo, una opinión sobre la Reina mucho más benévola de la que manifiesta cada vez que tiene ocasión por la institución de la que forma parte y a la que representa. Así, en 2020 declaró a Vanity Fair que Doña Letizia le parecía una mujer “inteligente” e “irónica”. Y, entrevistada por el diputado de ERC Gabriel Rufián, en enero de 2022, Montero declaró que, más allá de su ideario republicano, admitía que la Consorte es una persona que se prepara con profundidad los temas y dijo que le gustaría conversar con ella “sobre cómo ha sido su experiencia personal todos estos años y cómo hacerse cargo de una institución como la monarquía”. Tiempo han tenido desde entonces de intercambiar impresiones.
Al margen de los actos propios del 8-M, lo cierto es que hay muchos acontecimientos de gran relevancia social en los que se hace muy difícil entender la sistemática ausencia de la Reina. En lo que va de año, por ejemplo, su presencia en la ceremonia de los Premios Goya –una vez más, en sintonía con lo que hacen los miembros de otras dinastías con el apoyo a sus respectivas cinematografías– o en la Madrid Fashion Week, hubiera servido para apoyar importantes industrias españolas, a la vez que para que la Corona gane más proyección social. Otro tanto se puede decir del hecho de que la Familia Real española también se quede sola cada año inhibiéndose de apoyar los actos por el Orgullo gay.
