Desmontando "Patria", de F. Aramburu. Críticas no complacientes.

Bueno, trabajo en el mundo del libro, y he visto pocas campañas publicitarias como la que ha gozado este pastiche, con perdón. Aramburu anunció hasta que la iba a escribir y desde que la publicó gozó de una campaña en los medios impresionante, interesaba que lo leyese la inmensa mayoría de la gente.

Y, bueno, decir que no hay buenos y malos... como si en la novela no quedase claro quienes son las victimas (los buenos) y quienes los victimarios (los malos).

En cuanto a los gustos, yo ahí no puedo entrar, pero me pregunto si has leido las críticas de la novela colgada en el primer post, solo por curiosidad, para ver si te has fijado en todos los detalles y has sido consciente de las deficiencias de esta sobrevaloradísima novela.Al menos para poder reflexionar. Es el objetivo de este hilo, analizarla y la critica ayuda a fijarse y conocer sus anacronismos y la falta de idiosincrasia de lo que relata.

Bueno, lo normal es que interese que la lea cuanto más gente mejor. Pero ya te digo que cuando me la recomendaron no la conocía nadie.
Contra gustos no hay nada escrito, pero me sorprende que con la cantidad de bodrios sobrevalorados que hay (léase por ejemplo La Catedral del Mar), no os guste esta novela. La encuentro muy real y descriptiva de lo que pudo pasar en los pueblos vascos.
A mi personalmente también me gusta el estilo con el que está escrita.
 
A mi me gustó.
La realidad es mucho más compleja que un libro evidentemente.
No lo leí pensando que es un dogma ni que es un libro histórico.
Una no ela se entrenimiento que se ubica en una época convulsa.
Tampoco soy vasca ni conozco a fondo la realidad.
Más allá de turismo tampoco conozco a fondo el País Vasco; y tenéis razón durante unos años la imagen que se daba desde los medios de comunicación quitaba las ganas de conocerlo.
Soy catalana y sobre la imagen que dan determinados medios tendría mucho que hablar.
 
Bueno, lo normal es que interese que la lea cuanto más gente mejor. Pero ya te digo que cuando me la recomendaron no la conocía nadie.
Contra gustos no hay nada escrito, pero me sorprende que con la cantidad de bodrios sobrevalorados que hay (léase por ejemplo La Catedral del Mar), no os guste esta novela. La encuentro muy real y descriptiva de lo que pudo pasar en los pueblos vascos.
A mi personalmente también me gusta el estilo con el que está escrita.


Es un escritor pésimo, una vez leí su "Años lentos", y, sí, en esta ocasión conseguía que la lectura se te hiciese lenta y soporífera. También con los estereotipos del primo brutote y tontolaba metido en ETA, la ama de casa mandona, por el tema del matriarcado mal entendido, que nunca ha consistido en que la mujer reduzca al marido a ser un calzonazos, eso no es matriarcado, sino que la esposa reservase sus derechos sobre su dote y los derechos de herencia hacia su progeníe , etc. Ambientada en los años 50, sí es más coherente lo del cura proetarra, pero todo contado con los mismo estereotipos de los personajes.

Fíjate en detalles como éstos para ver su parcialidad y nulo talento como escritor respecto a los personajes:

En el capítulo cuarto es presentada la familia pro-etarra, la de Miren, con el título: "La casa de ésos". Es decir, Bittori, la viuda del asesinado, vuelve al pueblo donde la dejaron viuda y lo ven por la ventana iluminada. Y en vez de titularla, por ejemplo, así,"Ventana iluminada", pues ya con el "ésos" ya está tomando partido, sin dejar que sean las actitudes de los personajes los que les describan. Aramburu no es una voz narradora imparcial, se mete en la cabeza de los personajes haciéndoles pensar evidencias, como la animosidad de Miren a los mil Km. que tiene que recorrer para ver a su hijo encarcelado - ,sino que se hace eco de lo que puedan pensar los personajes que describe, como la obviedad de que eso le sienta fatal, pero parece que tiene que estar repitiéndose a si misma la cantinela de la dispersión de forma obsesiva, y ya, de entrada, hace que el lector, sienta antipatía por ellos y que tenga una hija discapacitada parece un castigo del cielo por lo malos que han sido. Es decir, son los "malos".

Bittori, la viuda, es presentada como una mujer que todo lo sabe, que juzga con razón a todos los que le rodean, y que menosprecia a todo aquel que no piense como ella, léase su hija. Te da a entender que está amargada por el asesinato de su marido, pero esa actitud de cerrazón psicológica para encerrarse en su odio años y años no es producto del crimen - pues en la vida real hay muchas personas victimas del asesinato de un familiar que saben superar ese sentimiento tan primitivo en busca tan solo de justicia y de paz social - sino de su arrogante carácter de mujer inculta a quien nadie tiene nada que enseñarle.

No es la intención de Aramburu presentar así a Bittori, claro, pero es tal su "comprensión" de lo que debe sentir una victima del terrorismo, que generaliza a todas éstas bajo el estereotípo de los que sienten lo más primitivo e inminente tras el asesinato, pero no todas se estancan en ese estereotipo y saben evolucionar mentalmente. Pero, claro, es mucho más sencillo crear un personaje tan plano, que odie de forma tan devastadora, porque para las mentes simples éso es lo normal y la convierte en la "buena" de la novela.

Todo explicado con un lenguaje muy simplón, poco elaborado, nada literario, muy mascadito para que el lector saque las conclusiones que él quiere que saque, no las que le inspiren los personajes a través de sus hechos y actitudes.

Pero, insisto en que como críticos, Zaldua y Mallo son mucho mejores que yo, fijándose en cosas mucho más evidentes.
 
Ejemplo de lo poco trabajados que estan los personajes de Aramburu:
Y, sí, le dio por ir al pueblo de la manera más discreta posible, con frecuencia en días desapacibles de lluvia y viento, cuando es más probable que las calles estén vacías, también cuando sus hijos estaban ocupados o de viaje. Luego, a lo mejor, pasaba siete u ocho meses sin volver. Se apeaba del autobús a las afueras del pueblo. Para no tener que hablar con nadie. Para que no la vieran. Subía por calles poco transitadas hasta su antigua casa. Allí pasaba una hora o dos, a veces más, mirando fotos, esperando que en la campana de la iglesia sonara una hora determinada, y tras cerciorarse de que no había gente en las inmediaciones del portal, se marchaba por donde había venido.

Vamos, yo entiendo que Bittori no quiere que la vean, para no tener que encontrarse con nadie. Pero...

El autobús reanudó la marcha y Bittori, ¿se creerán que no las he visto?, echó a andar en la misma dirección por aquella zona de fábricas y talleres; el gesto, no altivo, eso no, pero serio; los labios apretados, la cara levantada porque yo no tengo que esconderme de nadie.

Pero ¿en qué quedamos, Bittori?

Para que no la vieran / porque yo no tengo que esconderme de nadie.

Por una parte, no quieres que te vean y por otro no tienes que esconderte de nadie, pero coges calles poco transitadas y te cercionas de que no haya gente en las inmediaciones del portal para irte sin que te vean y por el otro sales con que no tienes que esconderte de nadie.

¡Aramburu! ¡Haces que esta mujer parezca no tener la cabeza en su sitio! Y no es éso lo que pretendes, que la pones siempre como una mujer muy lúcida a quien nadie engaña.

Por otra parte, adoleces de una falta literaria muy grave en un buen escritor:

El autobús reanudó la marcha y Bittori, ¿se creerán que no las he visto?, echó a andar en la misma dirección por aquella zona de fábricas y talleres; el gesto, no altivo, eso no, pero serio; los labios apretados, la cara levantada porque yo no tengo que esconderme de nadie.

Las frases en negrita, una de dos, Aramburu, o van entre comillas (para resaltar el cambio de persona como un pensamiento del personaje), o las pones en tercera persona, como el párrafo que empiezas en tercera persona nombrando a Bittori.

Se me ocurre otra forma más "elegante" de escribir ese párrafo:

Al reanudar la marcha el autobús, Bittori, burlándose mentalmente de las dos mujeres que pretendían haber pasado desapercibidas para ella, echa a andar en la misma dirección por aquella zona de fábricas y talleres; el gesto serio, los labios apretados y el mentón levantado, por que no tiene razón alguna para esconderse de nadie.

Personalmente, creo que usar el presente verbal que el pretérito da mucha más fuerza a un relato como éste, que intenta dar hondura a los sentimientos de los personajes. Es el mejor recursos para quien no tiene muchos ídem como escritor.

Esta pobreza argumental, estilísta y semántica es una de las grandes fallas de esta narración.
 
Última edición:
Es un escritor pésimo, una vez leí su "Años lentos", y, sí, en esta ocasión conseguía que la lectura se te hiciese lenta y soporífera. También con los estereotipos del primo brutote y tontolaba metido en ETA, la ama de casa mandona, por el tema del matriarcado mal entendido, que nunca ha consistido en que la mujer reduzca al marido a ser un calzonazos, eso no es matriarcado, sino que la esposa reservase sus derechos sobre su dote y los derechos de herencia hacia su progeníe , etc. Ambientada en los años 50, sí es más coherente lo del cura proetarra, pero todo contado con los mismo estereotipos de los personajes.

Fíjate en detalles como éstos para ver su parcialidad y nulo talento como escritor respecto a los personajes:

En el capítulo cuarto es presentada la familia pro-etarra, la de Miren, con el título: "La casa de ésos". Es decir, Bittori, la viuda del asesinado, vuelve al pueblo donde la dejaron viuda y lo ven por la ventana iluminada. Y en vez de titularla, por ejemplo, así,"Ventana iluminada", pues ya con el "ésos" ya está tomando partido, sin dejar que sean las actitudes de los personajes los que les describan. Aramburu no es una voz narradora imparcial, se mete en la cabeza de los personajes haciéndoles pensar evidencias, como la animosidad de Miren a los mil Km. que tiene que recorrer para ver a su hijo encarcelado - ,sino que se hace eco de lo que puedan pensar los personajes que describe, como la obviedad de que eso le sienta fatal, pero parece que tiene que estar repitiéndose a si misma la cantinela de la dispersión de forma obsesiva, y ya, de entrada, hace que el lector, sienta antipatía por ellos y que tenga una hija discapacitada parece un castigo del cielo por lo malos que han sido. Es decir, son los "malos".

Bittori, la viuda, es presentada como una mujer que todo lo sabe, que juzga con razón a todos los que le rodean, y que menosprecia a todo aquel que no piense como ella, léase su hija. Te da a entender que está amargada por el asesinato de su marido, pero esa actitud de cerrazón psicológica para encerrarse en su odio años y años no es producto del crimen - pues en la vida real hay muchas personas victimas del asesinato de un familiar que saben superar ese sentimiento tan primitivo en busca tan solo de justicia y de paz social - sino de su arrogante carácter de mujer inculta a quien nadie tiene nada que enseñarle.

No es la intención de Aramburu presentar así a Bittori, claro, pero es tal su "comprensión" de lo que debe sentir una victima del terrorismo, que generaliza a todas éstas bajo el estereotípo de los que sienten lo más primitivo e inminente tras el asesinato, pero no todas se estancan en ese estereotipo y saben evolucionar mentalmente. Pero, claro, es mucho más sencillo crear un personaje tan plano, que odie de forma tan devastadora, porque para las mentes simples éso es lo normal y la convierte en la "buena" de la novela.

Todo explicado con un lenguaje muy simplón, poco elaborado, nada literario, muy mascadito para que el lector saque las conclusiones que él quiere que saque, no las que le inspiren los personajes a través de sus hechos y actitudes.

Pero, insisto en que como críticos, Zaldua y Mallo son mucho mejores que yo, fijándose en cosas mucho más evidentes.

Recuerdo una frase que dijo Bitiori: seguramente si yo tuviera un hijo como el de Miren hubiera hecho lo mismo.
Ambas tienen los mismos orígenes y la misma educación. Pero las circunstancias de cada una eran diferentes. Una con un marido al que le fue muy bien y un hijo médico. La otra, pues lo que le tocó vivir
 
A mí me encantó Patria, la devoré cuando salió. Me enganché a esos personajes, a todos. Me costó abandonarlos después, al acabar la novela. Los eché de menos un tiempo. Me trajo recuerdos de unos años confusos, dolorosos, el olor a humo al doblar una esquina, el miedo continuo, la angustia, el miedo otra vez. Esos años de plomo que pesaron tanto y que nunca olvidaremos. Me sentí como en casa en esas cocinas con olor a anchoas fritas a la hora de la cena. Ese carácter de Miren, tan agrio como familiar, y esa dureza dulce y amarga de Bittori.
De Aramburu había leído "Los peces de la amargura" y "Los años lentos". Nada que ver.
Aramburu es cursi, sí, es redicho, también. Es gipuzkoano, igual es eso ;)
Pero es alguien que sabe de lo que habla, de lo que escribe. Lo ha contado en alguna entrevista. Aquellos años algunos de los amigos de su cuadrilla, en Donosti, cruzaron la muga a Francia. Él estuvo tonteando un tiempo con ello. Vivió los años más lentos, los más difíciles, cuando aún había una idea romántica de la banda. Así que él mismo pudo estar en aquél lado aunque decidió quedarse en este.

En su contra diré que sí, que puede ser que esa novela esté escrita con visos a que fuera una obra vendida, popular y llegar a un montón de lectores. Pero eso es lícito, está en su derecho de escritor.

Y, mi opinión personal es que haber profundizado más en la temática, haberse posicionado más o incluso ser más aséptico no hubiera tenido mucho recorrido. No me refiero a ventas ni a tirada de ejemplares, si no al daño que se podría haber hecho. Esta novela llegó a muchísima gente, incluídas las víctimas y fue aceptada. En Twitter aún siguen felicitándole por su novela gente que perdió mucho o todo durante aquellos años.

La serie también me ha gustado mucho. La empecé a ver con reticencia pero el balance final es bueno. Los primeros episodios no acababa de creérmela.


La trilogía del Baztán también me gustó aunque la categoría literaria de Patria para mí es más rica. Pero a Dolores Redondo hay que agradecerle que dio a conocer la mitología vasca con su Basajaun, las descripciones que hace del Baztán y de Elizondo y que diera a conocer a Barandiaran, un estudioso de las brujas y la mitología que es tremendamente apreciado en Euskadi.
 
A mí me encantó Patria, la devoré cuando salió. Me enganché a esos personajes, a todos. Me costó abandonarlos después, al acabar la novela. Los eché de menos un tiempo. Me trajo recuerdos de unos años confusos, dolorosos, el olor a humo al doblar una esquina, el miedo continuo, la angustia, el miedo otra vez. Esos años de plomo que pesaron tanto y que nunca olvidaremos. Me sentí como en casa en esas cocinas con olor a anchoas fritas a la hora de la cena. Ese carácter de Miren, tan agrio como familiar, y esa dureza dulce y amarga de Bittori.
De Aramburu había leído "Los peces de la amargura" y "Los años lentos". Nada que ver.
Aramburu es cursi, sí, es redicho, también. Es gipuzkoano, igual es eso ;)
Pero es alguien que sabe de lo que habla, de lo que escribe. Lo ha contado en alguna entrevista. Aquellos años algunos de los amigos de su cuadrilla, en Donosti, cruzaron la muga a Francia. Él estuvo tonteando un tiempo con ello. Vivió los años más lentos, los más difíciles, cuando aún había una idea romántica de la banda. Así que él mismo pudo estar en aquél lado aunque decidió quedarse en este.

En su contra diré que sí, que puede ser que esa novela esté escrita con visos a que fuera una obra vendida, popular y llegar a un montón de lectores. Pero eso es lícito, está en su derecho de escritor.

Y, mi opinión personal es que haber profundizado más en la temática, haberse posicionado más o incluso ser más aséptico no hubiera tenido mucho recorrido. No me refiero a ventas ni a tirada de ejemplares, si no al daño que se podría haber hecho. Esta novela llegó a muchísima gente, incluídas las víctimas y fue aceptada. En Twitter aún siguen felicitándole por su novela gente que perdió mucho o todo durante aquellos años.

La serie también me ha gustado mucho. La empecé a ver con reticencia pero el balance final es bueno. Los primeros episodios no acababa de creérmela.


La trilogía del Baztán también me gustó aunque la categoría literaria de Patria para mí es más rica. Pero a Dolores Redondo hay que agradecerle que dio a conocer la mitología vasca con su Basajaun, las descripciones que hace del Baztán y de Elizondo y que diera a conocer a Barandiaran, un estudioso de las brujas y la mitología que es tremendamente apreciado en Euskadi.

Si a pesar de sus grandes lagunas prosisticas y argumentales te ha gustado tanto, que se puede añadir? Yo no me conformo con una caricatura de una realidad mucho más compleja. Pero ha triunfado porque no da que pensar a la gente, les cuenta su versión infantilizada para que se pueda ver todo como un cuento con personajes ridículos de puro estereotipados y en paz. Tantas novelas anteriores mucho más incisivas y duras sin otorgar la paz a nadie olvidadas por... esto... Si la realidad hubiese sido tan simplona no hubiese durado cuarenta años, o eso o la poli era muy incompetente para no poder acabar con esos terroristas retrasados mentales que retrata el Aramburu.

Y no entiendo por qué dices que no tiene nada que ver con "Años lentos", porque los personajes y los maniqueísmo a están cortados por el mismo patrón: el pobre muchacho que tiene que sobrevivir entre sus garrulos y cenutrios parientes abertzales, con el cura etarra de por medio, que es un personaje que el Aramburu mete en toda historia, como si fuese la sal. Los personajes de Aramburu parecen parodias de Vaya Semanita.

Yo prefiero leer Martutene, o Bi anai, o las de Anju Lertxundi... Eso es literatura, eso es prosa, eso es estudio profundo de personajes complejos y contradictorios. Pero, claro, la gente que lo lee tiene que decidir que pensar sobre ellos, no es tan fácil meterse en la piel de estos personajes tan ambiguos, mientras que Aramburu te dice masticadito lo que tienes que pensar y, claro, coincide con el discurso oficial, de ahí que lo hayan convertido en la novela oficial recomendada por el Gobierno. Y venga marketing y propaganda!

Es una pena que está novela solo sirva para afianzar los tópicos y no para profundizar en la oscura realidad de esta sociedad.
 
Última edición:
Si a pesar de sus grandes lagunas prosisticas y argumentales te ha gustado tanto, que se puede añadir? Yo no me conformo con una caricatura de una realidad mucho más compleja. Pero ha triunfado porque no da que pensar a la gente, les cuenta su versión infantilizada para que se pueda ver todo como un cuento con personajes ridículos de puro estereotipados y en paz. Tantas novelas anteriores mucho más incisivas y duras sin otorgar la paz a nadie olvidadas por... esto... Si la realidad hubiese s

Y no entiendo por qué dices que no tiene nada que ver con "Años lentos", porque los personajes y los maniqueísmo a están cortados por el ismo patrón.
Me asombra que mi opinión te haga "flipsr en colores".
Sí, a pesar de los fallos en construcción, argumentación, diálogo y costumbrismo que tú le encuentras a esa novela, a mí me ha gustado.
Disculpa si he utilizado este hilo para dar una opinión positiva a Patria, pensaba que era un lugar abierto de debate.
Si yo me conformo o no ni viene al caso ni he hablado de esa conformidad. He dicho y me mantengo que me ha encantado la novela, sí.
En Los peces de la amargura y en Los años lentos hay escenas que aparecen en Patria, y lo que nada que ver es mi opinión otra vez. Una opinión personal y subjetiva.

Disculpa la intromisión en este hilo.

Feliz noche ?
 
Eso es lo que me asombra: a pesar de todo lo malo que admites que tiene este culebrón de tercera, resulta que te gustó.

No se trata de si es un hilo de críticas negativas o positivas, lo que pasa es que no argumentas tu opinión deadmitiendo los graves fallos en todo que tiene.

Si fuese una novela vendida como parodia a mi me encantaría, claro que sí dijesen tal cosa entonces levantaría ampollas en los mismos que la venden como el "relato definitivo" de lo que pasó en Euskadi... Miedo me da pensar que la gente pueda quedarse con esta imagen tan simplista de la tragedia que se vivió.

Y, lo dicho, si todavía está irse bien escrita, eso que se valoraría, pero, xD, que parece escrita por un aficionado sin arte.

Un cordial saludo
 
He caído en este hilo por curiosidad y me sorprenden los comentarios

@Amelia Earhart para gustos colores. No sé, a mí me gustó, la serie también, ¿qué más te da que haya supuestos agujeros en la trama o en los personajes? ¿Que hay mejores novelas en el mercado? Por supuesto. ¿Que las hay peores? Por supuestísimo, pero tanto odio me parece que es algo irracional y político.
Sinceramente, que opines esto de otra novela que realmente se ven esos agujeros... pero de Patria, encima, pues no te lo compro.
 
La verdad es que no te creas que me queda muy claro si te referías a mi último comentario, como no citas...
Pero sí, recojo el guante.
Eso es lo que me asombra: a pesar de todo lo malo que admites que tiene este culebrón de tercera, resulta que te gustó.

No he admitido en ningún momento nada de eso. Recuerda que, precisamente por no darte la razón y opinar positivamente de Patria, llegaste a "flipar en colores". Y sí, me gustó, me gustó mucho. Como me han gustado otros libros de él. Y la serie también me ha parecido una adaptación digna.

No se trata de si es un hilo de críticas negativas o positivas, lo que pasa es que no argumentas tu opinión deadmitiendo los graves fallos en todo que tiene.
Es un hilo de críticas negativas. El diálogo y el debate es difícil, hay que tener ganas y tiempo. Yo no los tengo.
Si fuese una novela vendida como parodia a mi me encantaría, claro que sí dijesen tal cosa entonces levantaría ampollas en los mismos que la venden como el "relato definitivo" de lo que pasó en Euskadi... Miedo me da pensar que la gente pueda quedarse con esta imagen tan simplista de la tragedia que se vivió.

Es una novela de ficción y el autor escribe lo que le da la real gana. Ni es un ensayo ni es un libro de no ficción. Está en su derecho de contar las cosas como quiera, como le parezca, sean inventadas, maquilladas o no. Como si se le ocurre meter un dragón volador en el quinto capítulo. Esa es la narrativa de ficción.
 
Hay quién no sabe cómo blanquear la ignominia y lo disfraza de critica literaria.
Mejor o peor escrito, bien está si sirve para poner a cada uno en su lugar.
 

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