M
marivent
Guest
Es un poco sonrojante para los que pasamos buena parte del año fuera de España, tener que enternos de este tipo de sucesos como sacados de la era medieval española -o de una Almodovarada-, así de pronto lo primero que una se pregunta con la mentalidad 'de fuera' o del mundo civilizado continental, es cómo puede haber gobiernos que legalicen oficios en el mundo del espectáculo con semejante riesgo (ver enlace); sin duda la justificación real es económica aunque sacando pecho los empresarios taurinos insistan que es 'tradición', motivos ambos para avergonzarse de ser español, especialmente este último.
Lo cierto es que si multiplicamos los 3000 toros sacrificados al año (por lo bajo, bajo) en corridas por los treinta años que han pasado entre la muerte de los dos últimos toreros, el resultado es que por cada torero muerto, 90.000 or 100.000 toros son sacrificados con tortura pública y altísima rentabilidad económica. O dándole la vuelta a la ecuación, hace falta sacrificar a 100.000 toros por torero sacrificado. Observando las cifras, el riesgo de fatalidad para el torero es escaso, pero es imprescindible para sostener 'la fiesta nacional' porque sin el morbo de la posible muerte, nadie paga entrada y 'la fiesta' se acaba ya, de apatía, así que esta muerte solo puede ser una buena noticia para el empresario taurino y los que viven de 'la fiesta', así es señoras y señores, lamentablemente. Y el torero, para seguir con el folclore, si es de bajo calibre se ha puesto delante del toro por 30.000 euros la corrida, una estrella tipo José Tomás cobraría medio millón de euros por tarde, esto constrasta la leyenda tópica de 'más cornadas da el hambre', al contrario, por dinero baila el perro...
Hay una segunda lectura más profunda, ¿Es esta muerte un símbolo de una España que fallece por obsoleta, de unas instituciones que se retroalimentan de costumbres arcaicas, de tradiciones que significan subvenciones, de un Sistema que se desintegra? Si la muerte de Paquirri y Yiyo coincidían más o menos con el fin de la primera transición española, (o quizás un macabro aviso sobre la entrada de España en la comunidad europea), ¿Podría esta última muerte taurina simbolizar el comienzo de una segunda Transición, de una nueva España, más a la izquierda que la primera, quizás, ¿Es este singular suceso quizás una pieza más del 'proceso de desintegración que avanza en riguroso orden, desde la periferia al centro' que diría Ortega y Gasset en la España Invertebrada, en este caso periferia global hacia lo local. Veo esta muerte simbólica, algo que muere para renovarse ¿Hacia dónde? ¿Cómo? ¿Y por qué? ¿Por quienes?
http://es.slideshare.net/MartaEsteb...toros-superan-los-500-millones-de-euros-al-ao
http://www.gatoflauta.com/2015/07/19/toros/
Lo cierto es que si multiplicamos los 3000 toros sacrificados al año (por lo bajo, bajo) en corridas por los treinta años que han pasado entre la muerte de los dos últimos toreros, el resultado es que por cada torero muerto, 90.000 or 100.000 toros son sacrificados con tortura pública y altísima rentabilidad económica. O dándole la vuelta a la ecuación, hace falta sacrificar a 100.000 toros por torero sacrificado. Observando las cifras, el riesgo de fatalidad para el torero es escaso, pero es imprescindible para sostener 'la fiesta nacional' porque sin el morbo de la posible muerte, nadie paga entrada y 'la fiesta' se acaba ya, de apatía, así que esta muerte solo puede ser una buena noticia para el empresario taurino y los que viven de 'la fiesta', así es señoras y señores, lamentablemente. Y el torero, para seguir con el folclore, si es de bajo calibre se ha puesto delante del toro por 30.000 euros la corrida, una estrella tipo José Tomás cobraría medio millón de euros por tarde, esto constrasta la leyenda tópica de 'más cornadas da el hambre', al contrario, por dinero baila el perro...
Hay una segunda lectura más profunda, ¿Es esta muerte un símbolo de una España que fallece por obsoleta, de unas instituciones que se retroalimentan de costumbres arcaicas, de tradiciones que significan subvenciones, de un Sistema que se desintegra? Si la muerte de Paquirri y Yiyo coincidían más o menos con el fin de la primera transición española, (o quizás un macabro aviso sobre la entrada de España en la comunidad europea), ¿Podría esta última muerte taurina simbolizar el comienzo de una segunda Transición, de una nueva España, más a la izquierda que la primera, quizás, ¿Es este singular suceso quizás una pieza más del 'proceso de desintegración que avanza en riguroso orden, desde la periferia al centro' que diría Ortega y Gasset en la España Invertebrada, en este caso periferia global hacia lo local. Veo esta muerte simbólica, algo que muere para renovarse ¿Hacia dónde? ¿Cómo? ¿Y por qué? ¿Por quienes?
http://es.slideshare.net/MartaEsteb...toros-superan-los-500-millones-de-euros-al-ao
http://www.gatoflauta.com/2015/07/19/toros/
Pablo Iglesias (1850-1925), figura indiscutida del Partido Socialista (PSOE) desde su legalización en 1881, condena públicamente las corridas de toros; pero es su propio partido el que las legaliza de nuevo en España mediante el Real Decreto 176/1992, de Juan Carlos I, que, lejos de tipificar la crueldad como delito como corresponde a un gobierno constitucional democrático, establece las medidas para fomentar la barbarie taurina “en atención a la tradición y vigencia cultural de la fiesta de los toros”, especificando las características y el tamaño de las armas, legalmente homologadas, que los verdugos deben emplear para torturar a sus víctimas, como las banderillas; más largas que hace dos siglos, las banderillas negras (que reemplazaron a las de fuego con cartuchos de pólvora), para aterrorizar al toro manso que no colabora con sus verdugos, así como la puya o pica, la espada o estoque y la puntilla propia del matadero y el arsenal taurino. http://www.ivu.org/ave/corridas.html
Por otro lado, en una información publicada por el Diario de León se arrojaba más luz sobre la rentabilidad de este negocio, en esta ocasión para el Estado. Decía que en 2013 acudieron a diversos espectáculos de este tipo 24 millones de espectadores y que había generado por este concepto 1.100 millones de euros, y de los cuales 60 millones habían ido a parar las arcas públicas por la recaudación del IVA. Estas cantidades suponían un 18% más que el dinero tributado por el cine español para el mismo período de tiempo. Y estos cálculos concluyen que la feria de San Isidro dejó en Madrid, a lo largo de todo un mes, 61’8 millones de euros, por los 26’2 de los Sanfermines de Pamplona, los 17’9 de la feria de Abril de Sevilla y los 13’2 de las Corridas Generales de Bilbao.
47 euros por familia
Finalmente, el mundo de los toros de lidia es un sector altamente subvencionado. Por ejemplo, recibe directamente de la Unión Europea 130 millones de euros, como publicó el diario.es. A lo que sumar otro tipo de subvenciones locales, autonómicas y estatales. En total, según recogen distintos medios el dinero destinado a la tortura animal son 700 millones de euros, salidos de nuestros impuestos. Dicho de otro modo, según FAADA sale a una media de 47 euros por familia.
Aceptación social
Volviendo al estudio de la Asociación de Organizadores de Espectáculos Taurinos, en él se dice que en 2014 hasta un 5% de la población acudió a una plaza de toros, unos 6 millones de personas. Repuntando en un 4,97% en relación a 2013. Este informe se muestra muy optimista y dice que los festejos populares no sólo se ha recuperado, sino disparado. El toro pisó la calle en 16.313 ocasiones, casi un 17% más en relación al período anterior.
En cuanto a los datos oficiales lo plantea por porcentaje de españoles, según el Ministerio de Cultura, y son los datos más actualizados de los que se disponen entre 2010 y 2011 representaba un 8,5% de la población, cuando entre 2006 a 2007 alcanzó hasta el 9,8%. Lo curioso es que este tanto por ciento los relaciona con que estas personas, también, acuden a otras actividades culturales.
Supongo que será un intento burdo de decir que los que van son personas muy “cultas”. Veamos un ejemplo, literal:
Y otro dato llamativo, es que el porcentaje de edad que más acudió a las plazas son precisamente, los jóvenes de entre 15 a 24 años.
Perfil por edades de los aficionados en las plazas | Create infographics
La Fundación FAADA, también, recoge los datos de una encuesta realizada por la empresa Gallup en 2008 donde se decía que el 70% de los españoles rechazan las corridas de toros como espectáculo que maltrata y mata a las reses de lidia. Un porcentaje que se eleva hasta el 85% entre los jóvenes de 14 a 24 años.
Sin embargo, en los datos del Gobierno, como hemos visto anteriormente, son los que más acuden a las plazas.
De hecho el pasado 23 de diciembre de 2014 el Partido Andalucista realizó en Málaga un simbólico referéndum sobre la abolición de las corridas de toros, y hasta un 75% de los votantes están de acuerdo con prohibir este tipo de festejos.
Lugares libres de espectáculos taurinos
De momento, a pesar de los intentos de prohibición de la celebración de espectáculos taurinos, las únicas comunidades que se libran son Cataluña y Canarias. En muchas regiones están declaradas como Bien de Interés Cultural como es el caso de Madrid.
Las fiestas populares más “salvajes”
Según cálculos de FAADA cada año unos 60.000 animales son maltratados en las fiestas populares. Y es que hay demasiadas. A continuación, repasamos aquellas cinco donde la crueldad es el leitmotiv de la celebración. Aquellas que más escandalizan.
Toro “Embolao” o de Fuego
Esta fiesta se celebra en distintos puntos de nuestra geografía como Medinaceli o en Amposta. En la comunidad valenciana se cree que son sometidos a esta tortura unos 1.200 toros al año. Se les coloca sobre los cuernos unas bolas que son prendidas. Con frecuencia las chispas les queman los ojos. El estrés que los provoca verse con fuego es terrible, cabecean y babean. En ocasiones, se les pone hasta fuegos artificiales. Las técnicas para colocarles estos artilugios son diversas, desde inmovilizarlos atándolos hasta golpes que les provocan hemorragias. Sangran por la nariz y la boca.
Toro EnsogadoSe atan los toros con una cuerda y son guiados por las calles hasta que llegan a una plaza o directamente para que caigan al agua, en medio de una gran gentío. Se realizan toros o vacas ensogados en las Terres de l’Ebre (Cataluña), Aragón, Castilla-León, La Rioja, Navarra, Andalucía, Castilla-la-Mancha, País Vasco y la Comunidad Valenciana.En Jaráiz de a Vera (Cáceres) se termina matando al animal a machetazos.
Toros al marSon perseguidos y acorralados hasta que caen al mar. A veces el animal muere ahogado. Se celebra en hace en Denia (Alicante), en Beas del Segura (Jaén) y diversas localidades de Tarragona y Valencia como Moncada.
El Toro de Coria Se celebra en la localidad cacereña de Coria, por las Fiestas de San Juan. La diversión consiste en lanzarles dardos punzantes con unas cerbatanas por todo el cuerpo, incluido ojos o morro. Así, durante horas. Cuando llega a la plaza, el martirio no termina, ya que prosiguen con estos dardos coloridos hasta que es rematado a tiros con una escopeta para cortarles los testículos.
Toro de la VegaEl segundo martes de cada mes de septiembre, Tordesilla se viste con sus mejores galas para celebrar el Toro de la Vega. Consiste en soltar un toro por las calles hasta llegar al campo. Por el camino es acosado con lanzas con puntas afiladas de hasta 33 cm. de largo, clavadas en su cuerpo. El festejo termina cuando el animal herido cae derrumbado al suelo, y entonces, se le apuñala por la nuca. Se cortan los testículos y el rabo como trofeo. Se estima que suele tardar alrededor de una hora.