En los bares es dónde la gente habla...Claro, con la gente silenciada y silenciosa no se alzan voces en público cuestionando la gestión o el aborregamiento al que parecemos estar abocados. En la Revolución Francesa tuvieron más libertades, con los libelos impresos y la gente vociferando en las calles llamando a las barricadas. Ahora, con el ministerio de la trola caracola y el silencio de los corderos está más dificililla la cosa. Cuestión de libertades, las que estamos dejando de tener. Ver para creer.