Cómo a través del virus de los medios, se inocula el virus del miedo

Las autoridades advierten del peligro del tabaco en tiempos de coronavirus y las ventas en España se desploman aunque más de la mitad de la población fuma o ha fumado en algún momento de su vida​

Julio 16, 2020

La Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS), del Ministerio de Sanidad, ha advierte que los cigarrillos pueden actuar como transmisores del nuevo coronavirus y recomienda no fumar en ambientes sociales

fumar terrazas

FERNANDO VEREAEmailImprimir
Casi medio millón, en concreto, 480.000. Ese era el dato que Extraconfidencial.com blandía el pasado mes de diciembre para contabilizar el número de personas que morían cada año en Estados Unidos por causa del tabaquismo. Lo hacía para ilustrar la noticia de la prohibición levantada en Norteamérica sobre el cigarro electrónico. Michigan, Montana, Oregón, Rhode Island, Utah, Washington, Massachusetts e incluso Nueva York retiraban de sus estancos el vapeo. A la industria tabaquera que mueve 260.000 millones de euros en todo el mundo, ni tocarla.
No es un problema particular de Estados Unidos, el del tabaquismo. Es un mal endémico que afecta a todo el mundo. En España, según datos de 2019, el tabaco es la segunda sustancia psicoactiva más extendida entre la población causando más de 50.000 muertes al año, un número que abarca el 13 % de todas las muertes. Aproximadamente un cuarto de los españoles fuma a diario y alrededor de 250.000 personas lo han en el último año.
En total, podemos decir que el 51% de la población está o ha estado relacionada con el tabaco. El 23% son fumadores diarios, el 26% ex fumadores y un 2% fumadores ocasionales. Son precisamente éstos los que se encuentran ahora en peligro. Además de que fumar tabaco es la principal causa del cáncer de pulmón -responsable de más de dos tercios de las muertes por esta patología en todo el mundo- y de buena parte de las enfermedades respiratorias, la exposición al humo de tabaco ajeno también aumenta los riesgos de sufrir estas dolencias. Además, con la llegada del nuevo coronavirus, la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS), del Ministerio de Sanidad, ha aprobado el ‘Posicionamiento en relación al consumo de tabaco y relacionados durante la pandemia por la Covid-19’, en el que se advierte que los cigarrillos pueden actuar como transmisores del nuevo coronavirus y recomienda no fumar en ambientes sociales. El principal riesgo que pone de manifiesto esta guía es que la manipulación de la mascarilla y el contacto de los dedos con la boca tras tocar los cigarrillos podrían actuar como transmisores de la Covid-19.
Otro factor de riesgo añadido es que en el propio acto de fumar se desprenden gotas respiratorias que “pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas”, por lo que debe evitarse el consumo del tabaco en ambientes comunitarios y sociales y, preferiblemente, hacerlo en espacios separados abiertos extremando las medidas de higiene. El documento concluye de forma rotunda la inconveniencia de fumar ante la epidemia de Covid-19 ya que “en cuanto a la relación entre fumar y la progresión de la Covid-19, la evidencia actual nos indica que fumar se asocia con su progresión negativa y con resultados adversos”.
Parece que los españoles han tomado buena nota de todo ello. En abril del presente curso se comercializaron 136,27 millones de cajetillas, frente a los 185,07 millones vendidas el mismo mes de 2019, un desplome del 26,37% que resulta la mayor caída en las ventas de tabaco en siete años, desde marzo de 2013. Conviene tener en cuenta que los estancos han permanecido abiertos a lo largo de todo el estado de alarma. La caída de la venta de cigarrillos ha llegado hasta el 50% en comunidades como Navarra, Baleares y País Vasco, según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos, dependiente del Ministerio de Hacienda. Pero en líneas generales, todas las comunidades autónomas registraron caídas.
 

La falta de aceite de girasol puede paralizar la industria en cuatro semanas​

Varias botellas de aceite girasol

Varias botellas de aceite girasol
AGENCIASMadrid, 13 Marzo, 2022 - 10:54h
FACEBOOK TWITTER WHATSAPP TELEGRAM Flipboard
Comentarios 2
Una parte de la industria agroalimentaria española quedará paralizada si en cuatro semanas no encuentra un sustitutivo para el aceite de girasol, usado para la elaboración de multitud de productos, desde bollería y conservas a salsas y fritos, y cuyas reservas no aguantarán más de un mes.
La guerra en Ucrania ha detenido la actividad en las refinerías de ese país, desde el que España recibe el 62% del aceite de girasol que utiliza, los barcos no circulan por el estrecho del Bósforo y ya sólo queda el aceite que estaba en existencias.

El desabastecimiento "es inminente", ha expresado a Efe Rubén Moreno, director general de Produlce, asociación que representa a las empresas del sector de los dulces, las galletas y la pastelería y a la que pertenecen Bimbo, Gullón o Nestlé, entre otras muchas.
"Tenemos ya los 'stocks' al límite y dentro de un par de semanas las empresas más tempranas se habrán quedado sin aceite de girasol y en un plazo máximo de cuatro semanas todas las empresas", ha abundado Moreno.

En el mismo sentido se han manifestado representantes de la Agrupación Española de Fabricantes de Conservas Vegetales (Agrucón) y también lo ha dicho el secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco-Cecopesca), Juan Vieites, quien ha afirmado que el desabastecimiento es cuestión de tres semanas o de un mes.

"HONDA PREOCUPACIÓN"​

La desaparición de las botellas de aceite de girasol en los supermercados, la limitación de su venta y su subida de precio, según han denunciado algunas organizaciones, han sido las primeras evidencias de las implicaciones que la invasión de Rusia a Ucrania tiene para este producto y para el consumidor.
Pero pronto ha saltado también la alarma sobre su repercusión en la industria, que necesita de este insumo al por mayor, para la fritura en restaurantes y en empresas de snacks, para la elaboración de bollería, y para las transformaciones y conservas de alimentos y salsas, entre otras.
Según un estudio del consultor oleícola Juan Vilar al que ha tenido acceso Efe, al año se consumen en España 193.200 toneladas de aceite de girasol dentro del hogar, mientras que para el uso industrial, de hostelería y restauración se destinan 186.800 toneladas.
"Tenemos una honda preocupación", ha dicho a Efe Vieites, que ha detallado que las empresas del sector emplean 98.000 toneladas de aceites vegetales cada año, un 44% es aceite de oliva y el resto de girasol.

EN BUSCA DE MÁS ACEITE​

Ahora, tanto ellos como el resto de los sectores industriales buscan a contrarreloj nuevos orígenes para el aceite de girasol, como Argentina, Brasil o Sudáfrica, al tiempo que tratan de desarrollar nuevas formulaciones para sus recetas con otros tipos de aceite.
Desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAPA) se ha destacado que España cuenta con la mayor producción mundial de aceite de oliva y que eso puede atenuar la situación de desabastecimiento de aceite de girasol, pero para las industrias no resulta equivalente.
"Desgraciadamente a nosotros (el aceite de oliva) no nos sirve, no tiene las características ideales para ser un sustituto del girasol, empezando por el sabor, que es mucho más fuerte y no es neutro", ha señalado Moreno.
Las empresas de Produlce miran a otros aceites que en España son muy minoritarios, como el de coco, colza o palma, y sus departamentos de investigación y desarrollo trabajan en desarrollar nuevas recetas con esos aceites de forma de poder lograr un producto lo más parecido posible al original.
Si superan este reto, las empresas tienen luego que cambiar el etiquetado del producto para reflejar la nueva receta e ingrediente usados, para lo que Moreno ha dicho que se generará un nuevo "cuello de botella" porque no habrá ni diseñadores, ni imprentas, ni material plástico suficiente para hacer algo así en tan poco tiempo.

¿TAMBIÉN HAY RIESGO DE DESABASTECIMIENTO DEL ACEITE DE OLIVA?​

Para las empresas de Anfaco, que ya cuentan con parte su producción a base de aceite de oliva, recurrir a esta grasa tampoco resuelve el problema, entre otras cosas, ha indicado Vieites, porque "ya también se está suministrando poco y también está subiendo de precio".
Según el consultor Vilar, 190.000 toneladas de aceite de oliva van a la industria agroalimentaria cada año en España y 347.000 toneladas se destinan al consumo en hogares.
Este analista ha alertado de que si la situación en Ucrania se prolonga, y se suma a una mala previsión de producción de aceite de oliva para esta campaña, este producto podría también sufrir desabastecimiento.
Sin embargo, el titular del MAPA, Luis Planas, ha asegurado que el stock de aceite de oliva permite dar tranquilidad y seguridad de que no va a faltar.
Vieites, no obstante, ha indicado que han pedido a las autoridades que se revisen las normativas relativas a los aranceles para importar de determinados países, así como las de pesticidas y fitosanitarios, de manera que puedan comprar aceite de girasol de orígenes de los que ahora no pueden llegar porque no se ajustan a los requerimientos exigidos.
 
Hasta antes de la guerra se llevaba a cabo el mismo régimen de la UE (en Ucrania), ahora mira:
Con la que le liaron a Djokovic, por entrar en Australia sin vacunar y ahora vienen miles de ucranianos sin vacunar y las puertas abiertas de par en par....esto es un sin sentido....
 
Back