No he querido ver el vídeo por vergüenza ajena. Pero a mí cualquiera me dice que se casa con su amigo de toda la vida (al que durante toda la vida no ha hecho ni caso), un año después de divorciarse y sólo se me ocurren dos palabras: resignación y/o autoengaño. Yo, si fuera ella, me hubiera dado un tiempo para que todo se asentara, y saber que ese amor no es fruto de otros condicionantes. No entiendo porqué tanta prisa. La experiencia debería enseñarnos a meditar mejor las cosas. Pero oye, quizá ha sido una iluminación de esas que ocurren una vez en la vida de algunas personas, si es así, que lo disfrute.