El Mundo Orbyt.
MI SEMANA
JAIME PEÑAFIEL
16/09/2023
CHSSS...
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Aunque no es una figura sagrada, mantiene firme su control sobre el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Es, además, la primera autoridad religiosa del país, jefe del Ejército y la primera fortuna. Según datos conocidos por la revista Forbes, la de Mohamed VI es la quinta entre las diez monarquías más ricas del mundo y el rey más rico de África: con 12 palacios y 1.100 criados. Se presupone que acumula una fortuna de más de 5.000 millones de dólares.
Su comportamiento, con motivo del terremoto que ha asolado su país, mientras permanecía en su palacio de París, ausente de Marruecos desde hacía seis meses, no en balde le denominan “el rey nómada”, ha dado la medida de la calidad humana del soberano alauita.
A propósito del caso Rubiales de un beso o “piquito” en la boca de la jugadora de fútbol femenino Jenni Hermoso que, a mi juicio, se ha sacado de madre, recuerdo hoy cuando un rey le tocó el culo, que son palabras mayores, a una cantante. Actualmente la inmensa mayoría de las mujeres considera el culo como la parte más valiosa de su cuerpo, hasta el extremo de que una famosa cantante española que, en su día, posó totalmente desnuda, se negó a que la fotografiaran por detrás “porque mi culo vale mucho más”. Y hasta la desvergonzada Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés de Inglaterra, en su primera comparecencia pública para anunciar su boda, ante la pregunta indiscreta de un reportero de si no tenía complejos por estar tan rellenita, declaró, con todo descaro: “Tengo mucho por delante y lo suficiente por detrás para hacer feliz a un hombre con mi culo”. Perplejo me quedé al oír aquellas declaraciones de tan alto nivel.
Estas reflexiones a las que creo ya me he referido en alguna ocasión vienen al caso hoy por lo del “piquito”, cuando un rey reinante, Carlos Gustavo de Suecia, que estos días celebra su Jubileo, al cumplir ¡¡50 años!! como rey, fue noticia, en 2005 al posar su muy real mano en el espléndido culo de la cantante Helena Paparizou, ganadora del 50 festival de Eurovisión. Con tal motivo, visitó a la familia real sueca, que la invitó a cantar en el cumpleaños de la princesa heredera Victoria.
Y lo hizo, lo de tocarle el culo, dejando caer la mano tonta a lo largo de la espalda de la joven para posarla en la blanca y rotunda colina de su trasero.
A diferencia de Jenni Hermoso, Helena Paparizou se quedó en estado de shock. Los periódicos suecos escribieron que la mirada que le lanzó la reina Silvia a su esposo, ya que se encontraba presente en aquel momento, fue digna de recordar y un portavoz de palacio tuvo que salir al quite explicando “la mano del rey había resbalado accidentalmente”. A veces, con azúcar las cosas saben aún peor.
Los recuerdos y las anécdotas cuando uno da con un tema después de estrujarse las meninges surgen como las cerezas engarzadas del cesto, en este caso de la memoria.
A propósito del tema que nos ocupa, la malograda y desgraciada Diana también estaba obsesionada por los tocamientos reales. Según el guardaespaldas de Lady Di, Ken Wharfe, que se alojaba en un hotel cercano al palacio de Marivent, durante unas vacaciones de los príncipes de Gales en Mallorca, un día recibió una llamada de la princesa Diana: “Ken ¿podrías venir a verme, por favor? Es bastante importante”. El responsable de la seguridad de la princesa tardó unos minutos en llegar a la piscina donde Diana le esperaba en bikini, tomando el sol en una tumbona. “Esto es algo muy desagradable, Ken. Don Juan Carlos es tremendamente encantador, pero ¿sabes?, es demasiado atento. Es una persona muy... táctil. Creo que le gusto bastante al Rey”.
Confidencias totalmente impropias para la princesa de Gales que había perdido el norte de su vida, la dignidad y hasta la vergüenza.
“Lo de la futbolista está sirviendo para desahogo de traumas”. (...) “La principal patrocinadora de todo esto es la del triste ‘sí es sí’” (Latorre, dixit). (...) La protagonista del piquito ha tenido un destino fatal: ha sido puesta al servicio de una causa que acabará con ella. (...) No ha tenido reparos en reconocer que es “ucraniano, un poco gordo y mari**n”. (...) La alcaldesa se equivocó: debía haber entregado la vara de mando no a Él sino a Ella, que es quien manda. (...) Difícil lo vas a tener intentando arrebatar audiencia a quien compite contigo a la misma hora. No me gustaría estar en tu pellejo, querido, aunque seas “rojo y mari**n” (sic). (...) De ganar un millón de euros a quedarse en el paro. ¡Menuda tragedia! (...) Entre las dos ‘lideresas’ socialistas anda el juego. A cualquiera de las dos... peor. (...) El martes comenzó el juicio en el que se enfrenta a cuatro años de prisión por culpa de su ex marido. (...) ¿Será verdad que la Plaza de España de Barcelona será bautizada con el nombre de Primero de Octubre? (...) “Mi error fue enamorarme”. Yo diría que fue confiarle la administración de tus dineros. (...) Indignación contra ese miserable presentador de televisión por blanquear a ese asesino más grande de la historia. (...) Tan enamorados quedaron de nuestro país que ejercen más de embajadores de España que del suyo.

MI SEMANA
JAIME PEÑAFIEL
16/09/2023
CHSSS...
LO DE FARUQ NO SE CUMPLIÓ... TOTALMENTE
EL CULO... NI LOS REYES
LA MANO ‘TÁCTIL’ DEL REY, SEGÚN DIANA
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Aunque no es una figura sagrada, mantiene firme su control sobre el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Es, además, la primera autoridad religiosa del país, jefe del Ejército y la primera fortuna. Según datos conocidos por la revista Forbes, la de Mohamed VI es la quinta entre las diez monarquías más ricas del mundo y el rey más rico de África: con 12 palacios y 1.100 criados. Se presupone que acumula una fortuna de más de 5.000 millones de dólares.
Su comportamiento, con motivo del terremoto que ha asolado su país, mientras permanecía en su palacio de París, ausente de Marruecos desde hacía seis meses, no en balde le denominan “el rey nómada”, ha dado la medida de la calidad humana del soberano alauita.
A propósito del caso Rubiales de un beso o “piquito” en la boca de la jugadora de fútbol femenino Jenni Hermoso que, a mi juicio, se ha sacado de madre, recuerdo hoy cuando un rey le tocó el culo, que son palabras mayores, a una cantante. Actualmente la inmensa mayoría de las mujeres considera el culo como la parte más valiosa de su cuerpo, hasta el extremo de que una famosa cantante española que, en su día, posó totalmente desnuda, se negó a que la fotografiaran por detrás “porque mi culo vale mucho más”. Y hasta la desvergonzada Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés de Inglaterra, en su primera comparecencia pública para anunciar su boda, ante la pregunta indiscreta de un reportero de si no tenía complejos por estar tan rellenita, declaró, con todo descaro: “Tengo mucho por delante y lo suficiente por detrás para hacer feliz a un hombre con mi culo”. Perplejo me quedé al oír aquellas declaraciones de tan alto nivel.
Estas reflexiones a las que creo ya me he referido en alguna ocasión vienen al caso hoy por lo del “piquito”, cuando un rey reinante, Carlos Gustavo de Suecia, que estos días celebra su Jubileo, al cumplir ¡¡50 años!! como rey, fue noticia, en 2005 al posar su muy real mano en el espléndido culo de la cantante Helena Paparizou, ganadora del 50 festival de Eurovisión. Con tal motivo, visitó a la familia real sueca, que la invitó a cantar en el cumpleaños de la princesa heredera Victoria.
Y lo hizo, lo de tocarle el culo, dejando caer la mano tonta a lo largo de la espalda de la joven para posarla en la blanca y rotunda colina de su trasero.
A diferencia de Jenni Hermoso, Helena Paparizou se quedó en estado de shock. Los periódicos suecos escribieron que la mirada que le lanzó la reina Silvia a su esposo, ya que se encontraba presente en aquel momento, fue digna de recordar y un portavoz de palacio tuvo que salir al quite explicando “la mano del rey había resbalado accidentalmente”. A veces, con azúcar las cosas saben aún peor.
Los recuerdos y las anécdotas cuando uno da con un tema después de estrujarse las meninges surgen como las cerezas engarzadas del cesto, en este caso de la memoria.
A propósito del tema que nos ocupa, la malograda y desgraciada Diana también estaba obsesionada por los tocamientos reales. Según el guardaespaldas de Lady Di, Ken Wharfe, que se alojaba en un hotel cercano al palacio de Marivent, durante unas vacaciones de los príncipes de Gales en Mallorca, un día recibió una llamada de la princesa Diana: “Ken ¿podrías venir a verme, por favor? Es bastante importante”. El responsable de la seguridad de la princesa tardó unos minutos en llegar a la piscina donde Diana le esperaba en bikini, tomando el sol en una tumbona. “Esto es algo muy desagradable, Ken. Don Juan Carlos es tremendamente encantador, pero ¿sabes?, es demasiado atento. Es una persona muy... táctil. Creo que le gusto bastante al Rey”.
Confidencias totalmente impropias para la princesa de Gales que había perdido el norte de su vida, la dignidad y hasta la vergüenza.
“Lo de la futbolista está sirviendo para desahogo de traumas”. (...) “La principal patrocinadora de todo esto es la del triste ‘sí es sí’” (Latorre, dixit). (...) La protagonista del piquito ha tenido un destino fatal: ha sido puesta al servicio de una causa que acabará con ella. (...) No ha tenido reparos en reconocer que es “ucraniano, un poco gordo y mari**n”. (...) La alcaldesa se equivocó: debía haber entregado la vara de mando no a Él sino a Ella, que es quien manda. (...) Difícil lo vas a tener intentando arrebatar audiencia a quien compite contigo a la misma hora. No me gustaría estar en tu pellejo, querido, aunque seas “rojo y mari**n” (sic). (...) De ganar un millón de euros a quedarse en el paro. ¡Menuda tragedia! (...) Entre las dos ‘lideresas’ socialistas anda el juego. A cualquiera de las dos... peor. (...) El martes comenzó el juicio en el que se enfrenta a cuatro años de prisión por culpa de su ex marido. (...) ¿Será verdad que la Plaza de España de Barcelona será bautizada con el nombre de Primero de Octubre? (...) “Mi error fue enamorarme”. Yo diría que fue confiarle la administración de tus dineros. (...) Indignación contra ese miserable presentador de televisión por blanquear a ese asesino más grande de la historia. (...) Tan enamorados quedaron de nuestro país que ejercen más de embajadores de España que del suyo.