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Salobreña​

Incluso un senegalés se puede hacer madrileño aun habiendo entrado en España ilegalmente y dedicándose a vender productos falsificados en una actividad comercial fraudulenta. Pero Macarena Olona, no
25/05/2022Actualizada 02:31
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Mis amigos más hondos y cercanos saben que he tenido en mi vida dos purísimos ideales de mujer, Sharon Stone y María Eugenia Rufino. La primera, por su inmarchitable belleza, y la segunda, por su empaque y sagacidad política. La sagacidad, eso tan complicado. Tuve un amigo, ya fallecido, marqués y todo, vecino de Tresgrandas, barrio de La Franca, oriente de Asturias, que a pesar de dar en la báscula más de 126 kilogramos de peso, se casó con una bellísima mujer, una rubia despampanante, veinte años menor que él, a la que en su ciudad natal, Gijón, denominaban 'La Interpol'. Mi amigo dedujo que semejante apodo tenía mucho que ver con la natural sagacidad de su joven esposa, a la que él llamaba 'Cuchi Cuchi' en plan cariñoso. Al fin, un mal amigo le sacó de su error y le contó la terrible realidad. A su 'Cuchi Cuchi' le decían 'La Interpol' porque llevaba registradas en sus t*tas todas las huellas dactilares de la mitad, al menos, de los varones de Gijón, Villaviciosa, Colunga, Avilés, Cudillero y Vegadeo. La sagacidad nada tenía que ver en el asunto.
Sí, en cambio, en María Eugenia Rufino, alcaldesa socialista de Salobreña, provincia de Granada. Me mostraron hace diez años una fotografía de ella y lo aventuré: «Esta mujer será alcaldesa en el futuro». Gesto amable pero firme, cabello anaranjado, mirada dulce al tiempo que acerada, y cuerpo erguido. Debo reconocer que quedé mucho más que anonadado contemplando su imagen. Pero me olvidé de ella hasta que, pocos días atrás, se convirtió en noticia.
Salobreña es un precioso municipio granadino, bañado por el río Guadalfeo. Fue reconquistado en tiempos de Boabdil el Chico, por las tropas cristianas al mando de don Francisco Ramírez de Madrid en 1489. Todo son fechas. Al más grande, junto a don Narciso Yepes, guitarrista español, don Andrés Segovia, el Rey Juan Carlos I le concedió el título de marqués de Salobreña en 1981. Don Andrés y don Narciso consiguieron que la guitarra española se consolidara como instrumento de concierto de música clásica. Y el Rey Juan Carlos le hizo marqués de Salobreña, aunque don Andrés era natural de Linares. Pero ya había un marqués de Linares, y el Rey eligió Salobreña, lo cual ensalzó aún más a la bella localidad granadina. Y al cabo del tiempo, fue democráticamente elegida alcaldesa de Salobreña mi María Eugenia Rufino.
Hace unos meses se empadronó en Salobreña Macarena Olona, candidata a la presidencia de Andalucía por Vox en las próximas elecciones. Sucede algo extraño con doña Macarena. El PP, el PSOE y las encuestas no le conceden ninguna opción de éxito, pero el PP y el PSOE no quieren ni debatir ni competir con ella. Y por medio del comisario Bolaños, el Goebbelsuco de Sánchez, se ordenó a María Eugenia Rufino que anulara el registro de Macarena Olona para impedir su participación en las elecciones. Previamente, María Eugenia Rufino había afirmado que el empadronamiento de la señora Olona en Salobreña respondía íntegramente a la legalidad. Pero Bolaños, el Goebbelsín de la Moncloa, ordenó lo contrario, la Rufino obedeció, la Junta Electoral desestimó la anulación prevaricadora, y ahora mi alcaldesa favorita se enfrenta a una querella por prevaricación que puede costarle una pena de quince años de inhabilitación.
Es decir, que ha quedado mi segundo sueño purísimo como una sumisa tramposa.
Pero me sigue extrañando lo que preocupa al PP y al PSOE, que se presente a las elecciones una mujer a la que no le reconocen ni la más mísera opción de victoria. Y que la Moncloa sea el motor de esa persecución a quien ningunean los dos grandes partidos nacionales, aunque uno de ellos, de nacional tiene lo que yo de catarí. Un español puede empadronarse allá donde quiera cumpliendo sencillos requisitos. Incluso un senegalés se puede hacer madrileño aun habiendo entrado en España ilegalmente y dedicándose a vender productos falsificados en una actividad comercial fraudulenta. Pero Macarena Olona, no. Sí Echenique, sí Pisarello, y sí la dulce morita que pasea Yolanda Díaz. En fin, que explicaciones de qué y para qué, pero esto sí tienen que explicármelo. Y pedir perdón.
Bolaños, di algo. Te has cargado a mi purísimo sueño.

Más de Alfonso Ussía​

 

Villanos​

La lealtad de Cataluña a España siempre ha estado sometida a su prosperidad financiera, a la corrupción ideológica, al cinismo colateral y a los intereses particulares
26/05/2022Actualizada 18:3
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Estamos siendo gobernados o desgorbernados por una pandilla de villanos. Se había programado el primer gran acto de homenaje a los guardias civiles que combatieron, vencieron, sobrevivieron y fueron asesinados por la ETA. El acto sería presidido por el Rey. Obedeciendo a Sánchez, Marlaska, el ministro del Interior besucón y sometido al pacto con Bildu, desaconsejó y prohibió posteriormente la presencia del Rey en el homenaje. Ofendió al Rey, ofendió a la Guardia Civil, y ofendió a la Policía Nacional, las dos instituciones que más víctimas acumulan a manos de los asesinos etarras, hoy socios del Gobierno de España. No se puede hallar más villanía, vileza, asquerosidad y repugnancia en una decisión del Gobierno. Le auguro a Marlaska dos puertas giratorias a elegir cuando deje de ser ministro. La buena para él, y terrible para los españoles, seguir siendo ministro del Interior con más poderes aún en la dictadura socialcomunista que se establezca si triunfa el golpe de Estado contra la Constitución, la Libertad y la Corona. La buena para los españoles, las puertas giratorias que desemboquen en una cárcel. En este caso, se sentiría bien arropado y acompañado por otros miembros del Gobierno.
La villanía se encadena a otra villanía. El PSC, sucursal del PSOE, el PSC del ridículo y mentiroso exministro Illa, pacta con el separatismo catalán para burlar la sentencia que obliga a la enseñanza del 25 por ciento en español en las aulas catalanas. Se enfrenta a una sentencia judicial para seguir contando con los votos infectados y podridos de ERC, Junts y Podem, y aprueba reconocer sólo al idioma catalán como única lengua propia y «vehicular». Impide y obstaculiza a centenares de miles de niños catalanes a que estudien en el idioma de su nación, España, e ignoren su idioma, que hablan más de 600 millones de habitantes en el mundo, y gracias al cual sus papaítos han hecho negocios fuera de nuestras fronteras.
Y ahí, justo y necesario es reproducir un párrafo firmado por el actual director de ABC, Julián Quirós: «Se observa desde hace años un acuerdo tácito entre el PSC y ERC para compartir el poder en Cataluña en cuanto les salgan los votos, algo que promueven como una alternativa a la actual mayoría separatista y que cuenta con el respaldo de TODAS LAS FUERZAS VIVAS LOCALES (así en mayúsculas). Así lo piensan Sánchez, el Cercle d´Economía, Foment del Traball, La Vanguardia, y esas grandes empresas del Ibex que antes del procés fueron colaboracionistas por dejación». Porque ahí está el secreto de la catastrófica situación actual de Cataluña. La alta y media burguesía han jugado durante 40 años con las cartas marcadas. Su lealtad a España siempre ha estado sometida a su prosperidad financiera, a la corrupción ideológica, al cinismo colateral y a los intereses particulares. En mis alforjas, tengo la experiencia de ello.
Nada puede sorprendernos hoy en España. El presidente del Gobierno no puede pisar la calle porque los abucheos abruman el ego de su psicopatía. Ahora se halla en Davos. Su intervención ha batido el récord de asistencia de plazas vacías, 780 sillones sin culo interesado en sus palabras. Su fama de mentiroso y falso le ha convertido en un pelele comunitario. Pero es capaz de todo para mantener sus privilegios, sus comodidades, sus abusos, sus derroches, sus vacaciones, sus manejos y sus vilezas.
Ha humillado a los héroes y ha pactado con los traidores.
Villano.

Más de Alfonso Ussía​

 

Entusiasmo descriptible​

A Sánchez no le soporta en Europa ni el tito. Se trata de un timador sin escrúpulos al que ya nadie hace caso
27/05/2022Actualizada 01:55
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Era César González Ruano uno de los columnistas más leídos deABC, y enABC escribían los mejores. El alcalde de Guadalajara le invitó a dar una conferencia. «Espero que bien remunerada, señor alcalde», le advirtió Ruano. Don César había pasado recientemente por una dura experiencia económica. Un amigo le recomendó que escribiera artículos elogiando el desarrollo económico y social de la República de Honduras.
«Hay dinero, César». Y César escribía todas las semanas enABC un texto dedicado al milagro de Honduras. Fue invitado por el embajador de aquella república hermana, que no sabía cómo agradecer al gran escritor su amor por Honduras. «Como sabe, don César, no hay dinero para agradecerle su apoyo a nuestra patria. La economía está por los suelos. Pero a petición mía, el presidente de la República le ha concedido el máximo honor que se ofrece en nuestro país. El Gran Collar del Quetzal de Oro». Ruano se mantuvo callado, hasta que preguntó; «¿no hay dinero, señor embajador?»; «no hay dinero, don César, pero se convierte usted en el primer ciudadano no hondureño en posesión del Gran Collar del Quetzal de Oro». César estalló, indignado: «Señor embajador, pueden ustedes meterse el Gran Collar del Quetzal de Oro por donde les quepa y les duela menos. Me han engañado. Y como usted me confirma que no hay dinero de recompensa, yo les confirmo a ustedes que, en mi opinión, Honduras es una patata». De ahí que César no quisiera repetir la decepción. «Espero que sea remunerada, señor alcalde». «Generosamente, don César. La expectación es indescriptible».
Se eligió el escenario con más capacidad de público, y el Ayuntamiento aportó, además, quinientas sillas supletorias para acomodar a todos los asistentes. Cuando César, acompañado del alcalde de Guadalajara y su concejal de Cultura, hizo su entrada en el inmenso salón de conferencias, reparó en un detalle doloroso y decepcionante. Contó los asistentes a su conferencia. En total, 16 personas, incluyendo los tres amigos que le habían acompañado desde Madrid. Solicitó al alcalde cobrar la remuneración con anterioridad a iniciar su charla, que abrió con las siguientes palabras: «Señor alcalde de Guadalajara, señoras y señores: es evidente y demostrable que mi presencia en esta bella ciudad ha despertado un entusiasmo muy descriptible». Soltó la conferencia y retornó a Madrid con sus amigos. Eso sí, con el dinero en el bolsillo interior de su chaqueta.
Ese desconsuelo que produce a primera vista un salón de conferencias abarrotado de sillas vacías, lo habrá sentido, como César, nuestro psicopatuco nacional, Pedro Sánchez, Antonio en Italia. Ignoro el aforo del salón de conferencias de Davos, pero ochocientos –800–, sillones sin traseros encima, son muchos sillones deshabitados de culos. Ha sido la intervención menos seguida del Foro, y con mucha diferencia. La conferencia de la ministra de Agricultura de Islandia, Lorna Finnbogadóttir, que disertó de «Las Coordenadas fallidas de los salmones atlánticos para retornar a los ríos islandeses», llenó la sala. Y Sánchez habló a 800 sillas vacías. Tan seguro de sí mismo se sentía que no se llevó ni a Simancas de aplaudidor oficial, lo que en el sur se llama «agradador». A Sánchez no le soporta en Europa ni el tito. Y su presencia, como González Ruano en Guadalajara, despierta un entusiasmo muy descriptible. Se trata de un timador sin escrúpulos al que ya nadie hace caso.
La ausencia de público en la intervención de Sánchez no ha sido comentada en las cadenas de televisión públicas y del duopolio privado subvencionado por la Moncloa. No es noticia relevante. Aquí, lo único importante es que Macarena Olona no ha nacido en Salobreña.

Más de Alfonso Ussía​

 

Una historia verídica​

En la urbanización no se habla de otra cosa que del milagro del papagayo de los Sheldon. Y mi única preocupación no es otra que saber, y no lo he conseguido, si los Sheldon o «Coco» van a favor del Liverpool
28/05/2022Actualizada 01:54
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Hoy es sábado 28. Soy madridista hasta el páncreas y necesito sosiego. Jugamos la final de la Copa de Europa contra el Liverpool esta noche. Así que procedo a narrarles una historieta verídica que termina de desarrollarse con desenlace confuso en una urbanización de los alrededores de Madrid. Un matrimonio de abogados vive en una preciosa casa con amplio jardín. Sus vecinos, con los que se llevan divinamente, son jubilados ingleses, sin hijos, también poseedores de un jardín muy curioso, como se dice en Asturias. Mis amigos abogados tienen un perro «cocker», al que llaman «Mus», y sus vecinos británicos un espectacular papagayo azul brasileño, «Coco», inquilino de una inmensa jaula con todas las comodidades a las que un papagayo azul puede aspirar en esta vida.
Mis amigos letrados, ella penalista y él socio de uno de los más prestigiosos despachos de abogados de Madrid, después de un día de trabajo agotador, tomaban la copa vespertina en el porche de su casa. La escena que compartieron los dejó horrorizados. «Mus» surgió inesperadamente llevando entre sus fauces el cadáver de «Coco». El primer impulso de los abogados, coincidente, fue el de rescatar de la boca del perro al infortunado lórido, llamar a la puerta de sus vecinos, entregárselo, pedir toda suerte de disculpas y ofrecerse a adquirir otro papagayo para sustituir al difunto. Pero ella cambió de opinión. «Fernando, esta noche saltas la alambrada, de apenas un metro de altura que nos separa de la casa de los Sheldon, y con mucho cuidado depositas a «Coco» en su jaula». Fernando recapacitó y aceptó el reto. Los Sheldon cenan a las 7 de la tarde y se retiran muy temprano. Y a las 9 de la tarde, aproximadamente, Fernando saltó la alambrada con «Coco», abrió la jaula del finado guacamayo, lo dejó en el suelo de su jaula, la cerró, y aquí paz y después gloria y lo que te rondaré morena. Pero ninguno de los letrados pudo conciliar el sueño aquella noche. En sus sensibilidades se estableció una cruenta batalla entre el cansancio y la mala conciencia, y venció la mala conciencia con forma de papagayo. A todas estas, «Mus» fue castigado a no cenar. No estaba de acuerdo con el proceder de sus amos. Gruñó.
Por la mañana, Fernando intentó evitar el saludo a los Sheldon, pero estaban esperándolo. «Buenos días, Fernando. Ayer sucedió algo milagroso. No tiene explicación. Nuestro querido «Coco», falleció repentinamente. Probablemente por una mala digestión. Comió demasiadas pipas y trocitos de pera y kiwi. Jéssica y yo lo enterramos en nuestro jardín, junto al rosal de flores blancas. Rezamos por él, porque estamos seguros de que también existe un paraíso para los buenos papagayos. Apenas pudimos cenar y hemos llorado toda la noche a nuestro querido «Coco». Y esta mañana, incomprensiblemente, nuestro querido «Coco» ha aparecido muerto, pero dentro de su jaula. No le debió gustar el lugar que elegimos para su tumba, ha escapado de ella y su cuerpo sin vida ha llegado hasta la jaula y ahí se ha quedado. Estamos consternados, pero felices. Nuestro querido papagayo nos ha indicado que quiere ser enterrado en su jaula, y así lo vamos a hacer».
«Mus» no mató al papagayo. Su olfato le llevó hasta el rosal blanco y lo desenterró. Con él en la boca se presentó en su casa. Y la cadena de confusiones se precipitó.
En la urbanización no se habla de otra cosa que del milagro del papagayo de los Sheldon. Y mi única preocupación no es otra que saber, y no lo he conseguido, si los Sheldon o «Coco» van a favor del Liverpool. Si fuera así, no hay nada que hacer esta noche.
Maldito guacamayo.

Más de Alfonso Ussía​


 

Chorradas y obsesiones​

Mi nieta no estudiará que en el año 711, los árabes invadieron la España visigoda. Estudiará que la democracia plena sólo es posible si gobiernan los socialistas, el partido más ladrón y traidor de la Historia de España
29/05/2022Actualizada 02:10
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Tengo ocho nietos. A saber, y por orden de edad, Juan, Casilda, Pedro, Guzmán, Santiago, Tristán, Claudia y Blanca. La menor de todos, Blanca, termina de cumplir dos años. Los mayores me preocupan menos, porque están formados, estudian en colegios normales y saben distinguir lo que concede el valor y lo que significa una chorrada. Pero Blanca se va a enfrentar a la Ley Celaá, así denominada porque su autora no es otra que la petarda Isabel Celaá, que ha sido premiada por Sánchez, en Italia Antonio, con la embajada de España en la Santa Sede. Y claro, me preocupa que mi nieta menor, que es listísima y guapísima, se vea obligada a estudiar vilezas, mentiras y gilipolleces.
Estudiará que España fue una nación árabe y que unos Reyes malvados, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, devolvieron a los moros al otro lado del estrecho de Gibraltar. No estudiará que en el año 711, los árabes invadieron la España visigoda, y derrotaron al Rey Don Rodrigo. Estudiará que la democracia plena sólo es posible si gobiernan los socialistas, el partido más ladrón y traidor de la Historia de España. Estudiará que gracias a los Menas, España o lo que quede de ella, podrá mantenerse. Que los «okupas» pueden violar la propiedad privada. Estudiará que Sánchez, en Italia Antonio, logró expulsar al General Franco del Valle de los Caídos, heroicamente, cuarenta después del fallecimiento en una cama de la Seguridad Social creada por el expulsado. Estudiará las ventajas del aborto, la eutanasia, los veinte sexos y la brutalidad de los hombres. Y no estudiará el descubrimiento de América, ni las grandes navegaciones españolas, ni la civilización y el humanismo cristiano llevados por España a través de los océanos a América y al Pacífico, el que fue llamado «El Lago Español». No estudiará nuestra Poesía Mística, ni el siglo de Oro de la literatura española, ni la generación del 98, ni la del cincuenta. Se tendrá que contentar con aprender y leer los versos de una parte de los poetas del 27, los de «verdad», los de las izquierdas. No estudiará la batalla de las Navas de Tolosa, ni la presencia de España en Flandes, ni la defensa de Cartagena de Indias de Blas de Lezo, ni el Siglo de Oro de la Pintura, ni la victoria en la guerra de la Independencia, ni la derrota del comunismo en la Guerra Civil, lo que jamás ha perdonado la izquierda resentida. Estudiará la monarquía como una sucesión de reyes inútiles e incultos. Y se enterará por los libros de texto, especialmente los de Santillana –la editorial, no el Marqués–, que Cataluña y el País Vasco fueron colonizados por Castilla y martirizados sus habitantes. Aprenderá que la Iglesia impuso la Inquisición y murieron quemadas algunas brujas. Y como no habrá lugar para Carlos I, Felipe II, Felipe IV, Felipe V, Carlos III, la Restauración, Juan Carlos I y Felipe VI, tendrá que examinarse de sus conocimientos de la estúpida e histérica sueca Greta Thunberg, gloria del ecofeminismo mundial. Y nada de Lope, Velázquez, Quevedo, El Greco, Cervantes, Zurbarán, Góngora, Calderón, El Españoleto o Garcilaso. Un poco de Picasso –el Guernica–, y Almudena Grandes, la de la estación de Atocha.
Por supuesto que no se enterará de que hubo una cultura en España, una fiesta universal, un arte en movimiento entre la cadencia y la muerte, que se llamó la Tauromaquia. Y que los lobos adquirieron más derechos que los seres humanos para su desarrollo. Y claro, si Dios me concede algo de salud y tiempo, poco a poco, sin agobios, intentaré explicarle a mi nieta pequeña que ha nacido en una nación que fue maravillosa, con una Historia, un Arte, y una Cultura incomparable, «Tierra de María» según el Papa San Juan Pablo II. Una nación, también, rebosada de seres absolutamente idiotas, falsos, violentos, ladrones y revanchistas, como los que propiciaron e impusieron que ella estudie lo que se han inventado los enemigos de España.
Chorradas, mentiras, traiciones, olvido de los grandes, y exaltación de los insignificantes y las guarras obsesionadas. La anti-España.

Más de Alfonso Ussía​

 

Familiares, excepto tías​

Que Mbappé se olvide del Real Madrid. Roma no pagaba traidores y el Real Madrid no perdona a los trileros. Si quiere tener una Copa de Europa en su casa, que se la compre el emir
30/05/2022Actualizada 01:58
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Escribe Antonio Burgos de la madre del futbolista. De doña Fayza Mbappé. Mediocre jugadora de balonmano y muy avariciosa. En España, las folclóricas siempre han ido de la mano de sus madres o hermanos. Ahí tenemos a Mohedano, el hermano de aquella artista caudalosa e irrepetible, Rocío Jurado. Olvida a doña Carmen Pantoja, la madre de Isabel, celosa centinela del honor de su niña. Y pasa por encima de doña Sebastiana, la madre de Estrellita Castro, la delliquiliquien la frente. Estrellita Castro adoraba a su hermano, y se estableció este precioso diálogo cuando le fue presentado don Jacinto Benavente, el gran dramaturgo español y Premio Nobel de Literatura.
–Ay, don Jacinto, estoy emocionadísima, porque usted es igual que mi hermano, el hombre al que más quiero y admiro en este mundo.
–¿Su hermano es escritor? –preguntó don Jacinto.
–No, no, pobre mío, es mari**n.
Los padres de los toreros son tremendos. Desde el burladero animándolos a arrimarse más, porque del riesgo de su hijo depende su fortuna, que ellos administran. En cambio, y en una profesión de riesgo como es la de escritor independiente en los periódicos, nuestros padres y nuestras madres apenas han intervenido.
–No escribas mal de Cristóbal Montoro porque te investiga con seis declaraciones paralelas.
–No se te ocurra escribir contra La Sexta, porque te echan de La Razón– En fin, siempre en la soledad, y así nos va. Afortunadamente.
Doña Fayza Mbappé es la que manda. Sabe mucho de dinero, pero muy poco del Real Madrid. El Real Madrid es un modesto club de fútbol cuyos propietarios, 90.000 socios, no tienen pozos de petróleo, sobrevive con el presupuesto que le aprueban a la Junta Directiva en la Asamblea General, construye sobre su viejo Santiago Bernabéu el mejor estadio del mundo y, el sábado pasado, después de dos meses trepidantes y fabulosos, consiguió ganar en París –donde la primera–, su decimocuarta Copa de Europa-Liga de Campeones venciendo al Liverpool. Previamente se cepilló a tres clubes-Estado: el París Saint Germain, el Chelsea y el Manchester City de Guardiola, a los que la UEFA del golfo de Ceferin les permite todo. Un periodista de Barcelona, quizá confundido por la depresión, repitió en diferentes ocasiones el sábado por la noche que el Real Madrid había ganado con suerte su «catorceava» Copa de Europa, es decir, la Copa de Europa troceada en catorce partes iguales, una de las cuales fue la que ganó el Real Madrid. Cosas de la inmersión lingüística.
Pero la que no conoce nada del Real Madrid –y aprovecho para felicitar de corazón al no siempre elogiado por mí Florentino Pérez– es doña Fayza, la madre de Mbappé, gestora de la empresa del dineral que gana su hijo Kylian. La empresa tiene una razón social impronunciable, Kejwf, nombre formado por las siglas de la familia. La K de Kylian, la E de Ethan –el único Ethan que me convence es el personaje de Centauros del Desierto de John Ford interpretado por John Wayne–, la J de un hermano adoptivo, vaya usted a saber el motivo de la adopción, llamado Jires-Kembo Ekoko, la W de papá Wilfred y la F de Fayza, la madre, algo machorra de aspecto. Y doña Fayza ha manifestado que su hijo, el fenómeno, se queda tres años en el Paris Saint-Germain, pero como es joven, cuando termine su contrato fichará por el Real Madrid. Nada de eso, chata.
Mbappé, que es un grandísimo futbolista, podrá fichar por el club que elija. Tendrá decenas de ellos dispuestos a incorporarlo a su plantilla. Pero jamás lo hará por el Real Madrid. Ha tenido dos oportunidades, y en las dos ha engañado al club en el que ganaría alguna Liga de Campeones, porque es la Historia y no el dinero, el impulso que vence y derrota a los nuevos ricos. Le deseo, tanto a ella como a su familia, incluido en ella a Jires-Kembo Ekoko –nombre de rastreador de elefantes de un Courtney en cualquier novela de Wilbur Smith–, toda suerte de felicidad. Pero que se olvide del Real Madrid. Roma no pagaba traidores y el Real Madrid no perdona a los trileros. Si quiere tener una Copa de Europa en su casa, que se la compre el emir.
Y aquí paz y después gloria. El Rey en París, Sánchez escondido y el Real Madrid con la decimocuarta en el avión de vuelta. Que le den morcilla, doña Fayza.

Más de Alfonso Ussía​

 

NI MIL NI…​

Sánchez odia al Real Madrid y no es el presidente de todos los españoles. Se ocupa de los antiespañoles, y ello le concede un “status” especial. Presidente de la Anti-España
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El Rey es colchonero, pero es el Rey de todos los españoles. Sánchez odia al Real Madrid y no es el presidente de todos los españoles. Se ocupa de los antiespañoles, y ello le concede un “status” especial. Presidente de la Anti-España. Por otra parte, Sánchez no se atreve a acudir allá donde hay más de cincuenta españoles porque los abucheos no le gustan a nadie. Obviamente, no acudió a la Final de la Copa de Europa, lo cual ayudó a romper maleficios y gafancias y que ganara el Real Madrid. Pero previamente, “para sus compromisos institucionales”, solicitó a Florentino Pérez 1.000 –mil- localidades para la final de París. La respuesta de Pérez no se hizo esperar. “Las localidades son para nuestros socios, y más de veinte mil se han quedado sin ellas. Haciendo un enorme esfuerzo le puedo mandar un centenar para sus compromisos institucionales, pero mil entradas nos resulta imposible”. Y Sánchez se picó.

Ahora, lo interesante, es averiguar quiénes eran esos mil compromisos institucionales de Sánchez. Por lógica, el primer compromiso institucional, Rociito. Se sospecha que también la secuestradora de su hijo que ha sido indultada por exigencia de Irene Montero y Ione Belarra. El resto de los indultados por Sánchez o son separatistas y golpistas catalanes ó terroristas de la ETA y sus aledaños. Y no parece posible ni fundamentado que los delincuentes separatistas catalanes y los terroristas asesinos de la ETA le pidan entradas para una final de la Copa de Europa que disputa el Real Madrid. No creo que Ferreras formara parte de la relación de compromisos. Es íntimo amigo de Florentino Pérez, y de ser invitado – que lo ha sido junto a su esposa, la sutil Ana Pastor-, la invitación proviene del club de Concha Espina y no de los compromisos de Sánchez. Para no poner en riesgo sus vidas, como el propio Sánchez ha manifestado para ocultar los nombres de sus amigos gorrones que llenan los “Falcon”, los helicópteros, La Moncloa, La Mareta, Quintos de Mora y Las Marismillas de Doñana, tampoco quiso revelar sus nombres al Real Madrid. Pero los gorrones se calculan, gorrón más o gorrón menos, en 167.

¿Cómo dejar a casi setenta gorrones en tierra? Sánchez, con sus gorrones y sus gorronas es muy mirado, justo y equitativo. No me salen las cuentas y mucho menos los mil compromisos institucionales. Isabel Díaz Ayuso, presidente de la Comunidad de Madrid, fue invitada por la UEFA, como José Luis Martínez Almeida, que es atlético. No hay más pistas que la de Rociito, porque en Podemos e Izquierda Unida, madridistas, lo que se dice madridistas, hay muy pocos. Ferreras y unos cuantos más. Así que vamos a quedarnos con las ganas de conocer la identidad de los mil compromisos institucionales de Sánchez.

A pesar de que acudió el Rey, que es el que le tapa los abucheos, Sánchez no apareció. Se hallaba escondido. Le habían pitado mucho en Andalucía y precisaba del lógico y sedante sosiego. Begoña le sirvió el whisky del moderno mueble-bar que ha instalado en la Moncloa, y siguió el acontecer del partido hasta que el Real Madrid marcó su gol.

Se acostó. El Real Madrid , que le había negado mil entradas, no merecía su interés.

A las 12 le llamó Rociito. Lloraba. También hay que averiguar la razón de su llanto. Otro día lo averiguaré.

Alfonso USSÍA
 

Conjunto vaquero​

Para mí, que nos expulsan de la OTAN. Por dos motivos. Por el conjunto vaquero de Sánchez y porque más de la mitad de los ministros de Sánchez, y la totalidad de los socios de Sánchez, son partidarios de Putin
31/05/2022Actualizada 03:14

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El hortera no se viste, se disfraza. En la España de los años sesenta se pusieron de moda las fiestas de disfraces. Hasta Edgar Neville ofreció una fiesta de estas a sus amigos. Ya estaba Edgar gordo y asmático, y seguía las incidencias del ambigú sentado en su sillón favorito. Advirtió un revuelo. Una mujer muy atractiva, que había acudido vestida de sirena, con un ceñidísimo conjunto plateado con su correspondiente cola de pez, se había mareado. «¿Qué ha pasado?», preguntó Edgar alarmado. «Que la condesa de Torres Hontorias, la del disfraz de sirena, se ha mareado». Edgar reaccionó inmediatamente. «¡Pues llamad inmediatamente a Urgencias de las Pescaderías Coruñesas!».
Foxá, que siempre iba sucio y desastrado, se presentó sin disfraz. «¿De qué ves disfrazado, Agustín?» ; «vengo disfrazado de queso manchego». Cuando me invitaban a una fiesta de disfraces, acudía siempre vestido de «judoka del Pireo». Con traje, camisa y corbata. La chaqueta, plegada en el brazo derecho. En su lugar, la parte superior del traje de judo, y en la cabeza, un gorrito griego. A los cinco minutos, dejaba en el guardarropa el gorrito y el traje de judo, me ponía la chaqueta, y todos me envidiaban, sobre todo los disfrazados de Luis XV, de «Pierrot», de berebere, de Robin Hood y de vikingo. La fiesta de disfraces es una tontería, pero no deja de ser una fiesta.
A principios de este siglo tan conflictivo, una gran empresa invitó a destacados periodistas y directores de periódicos a un viaje a Salzburgo, en pleno mes de junio. El director de un gran periódico se presentó en Barajas vestido de tirolés. Más de 35 grados marcaba el termómetro y el hombre se vistió de tirolés de invierno, no con la versión estival del conjunto montañés del Tirol austríaco. Recibió asistencia médica como consecuencia de su alto nivel de deshidratación y un angustioso sofoco por golpe de calor. Por hortera.
Sánchez ha recibido en Quintos de Mora al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para preparar la cumbre de la Alianza Atlántica que se celebrará en Madrid a finales de junio. Se conmemora, además, el 40º aniversario del ingreso de España en la Organización. Ropa informal por los calores toledanos. Stoltenberg, vestido con un polo azul y unos pantalones oscuros. Sánchez, con conjunto completo vaquero. Camisa vaquera, pantalones vaqueros, y zapatos vaqueros. Más hortera que un Rolex de oro y brillantes de un Emir. Muy probable que el conjunto vaquero proceda de un regalo de Begoña o de Yolanda Díaz, sin descartar a Adriana Lastra, que cada vez que se zambulle en la mar en la playa de Ribadesella, sube la marea. Ese conjunto vaquero no se puede llevar ni a una barbacoa en la piscina de los Iglesias o al festejo que sigue a la «Primera Comunión Civil» del hijo de los Garzón. Ese conjunto ha sido motivo de una explosión de carcajadas de los venados que abundan en Quintos de Mora, provocando una confusión entre la guardería. Los ciervos, cuando ríen, emiten un sonido gutural parecido al de la berrea, que es pasión otoñal, y no estival.
Con ese conjunto vaquero no se puede acceder ni a la sesión matutina previa a la gala de elección de «Miss Marina d´Or Ciudad de Vacaciones».
Para mí, que nos expulsan de la OTAN. Por dos motivos. Por el conjunto vaquero de Sánchez y porque más de la mitad de los ministros de Sánchez, y la totalidad de los socios de Sánchez, son partidarios de Putin.

Más de Alfonso Ussía​

 

CATORCE​

Quiere ganar su decimocuarto Rolland Garros, su decimocuarta Copa de los Mosqueteros, ente otros motivos, para fastidiar a los separatistas, alegrar a la inmensa mayoría de los españoles,
junio 1, 2022
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Dedico todas las mañanas a leer y escribir. Desde las 7.30 a las 13 horas. Las tardes las reservo a practicar deportes de riesgo. Acompaño a las hijas pequeñas –14 años-, de Montse y Ricardo Escalante a lanzarme, Camaleño hacia Potes en la tirolina de Liébana. Lo he pasado mal en alguna ocasión. Y con Adolfo y Raúl Herrera, me trago los carriles del Monte Corona en los “Quads” que nos presta nuestro común amigo Luis Moreno de Cala. Los días de nortazo loco y fuerte oleaje, practico el “surf” con mi mujer, que me aventaja en habilidades sobre la tabla. Pero ayer –comenzó ayer y terminó hoy-, a pesar de que el cuerpo me pide tralla, he permanecido sin moverme –como si fuera Alberto Garzón-, de mi casa para seguir el tenis de París, el Rolland Garros. Carlitos ha perdido con todos los honores y entre las mayores ovaciones con Sacha Zverev, que ha jugado como el que inventó el tenis. Y Rafa Nadal, se ha cepillado en cuatro sets impresionantes a Novak Djokovic, el número uno del mundo. Ni agujetas ni sueño.

Nadal, además de ser un señor y el mejor deportista español de todos los tiempos, es madridista acérrimo, forofo merengue. Asistió – también lo hizo Carlos Alcaraz-, a la final en el Saint Denis contra el Liverpool, poniendo los dos en peligro sus vidas, porque se trata de un estadio ubicado en una zona de París donde impera la violencia africana, y el Real Madrid conquistó frente al Liverpool su decimocuarta Liga de Campeones-Copa de Europa después de haberse cepillado en las eliminatorias previas –y una de ellas, amañada-, a tres clubes-Estado dependientes del petróleo. El París Saint Germain, el Chelsea y el Manchester City del memo de Guardiola.

Nadal está lesionado. Lo dijo su tío Toni Nadal: “Rafael no es un tenista que esté lesionado, sino un lesionado que juega al tenis”. Y lo hizo contra el demonio de Djokovic, un portento. Jugó y arrasó al mejor tenista del mundo, si bien ese título, estadísticas aparte, yo se lo concedo a él. Quiere ganar su decimocuarto Rolland Garros, su decimocuarta Copa de los Mosqueteros, ente otros motivos, para fastidiar a los separatistas, alegrar a la inmensa mayoría de los españoles, e igualar en París los triunfos de su Real Madrid. Por otra parte, debo felicitar a Alex Corretja, que fue un grandísimo tenista y hoy un gran comentarista, divertido, sabio y con sentido del humor, y a su compañero el “señor Ruiz”. No puedo decir lo mismo del tenista sustituto, que es un coñazo. Alex es vencedor de Grand Slam, y el sustituto sólo puede competir en acumulación de derrotas con Fernando Verdasco. Me enorgullece Rafa, si bien el viernes me ha fastidiado la tarde. Dejo sin tirolina a mis sobrinas Escalante, sin excursión en “Quad” a mis amigos y sin Surf a mi mujer. Todo sea por Rafa Nadal.

Y todo aquello que es por Rafa Nadal, es por España, aunque rabien los que reniegan de nuestra Patria.

Alfonso USSÍA
 

Cita médica​

Cualquier doctor le habría adelantado o retrasado la cita a la vicepresidente para que pudiera asistir, cumpliendo con su deber, al acto del Teatro Real
01/06/2022Actualizada 01:52
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Entre un beso amoroso y sobeo de carrillo y otro beso en el carrillo con sobeo amoroso –el orden de los factores no altera el valor del producto–, Yolanda Díaz ocupa su tiempo en vicepresidir el Gobierno de España y aumentar el número de parados. De cuando en cuando, se viste de mariposa blanca y dice en público alguna tontería en ese lenguaje tan caudaloso que han inventado los podemitas para no decir nada. Prueba de ello, los 357.000 euros que ha invertido Ione Belarra en publicistas del «optimismo sostenible». El optimismo sostenible consiste en un optimismo susceptible de sostenerse siempre que sea sostenido por 357.000 euros de nuestros impuestos. El optimismo, en el lenguaje buenista, ha creado un nuevo verbo, «optimizar». Los economistas cursis, que los hay, hablan mucho de «optimizar recursos». Pero no «pesimizan». El verbo «pesimizar», que sería el adecuado, no existe para esta gente tan curiosa y divertida, amén de borrica. Claro que, con anterioridad a optimizar recursos, inventaron «los flecos de la negociación». Las negociaciones se han convertido en cortinas, y las cortinas se negocian con mucha facilidad hasta que llegan los flecos. En ese caso, las negociaciones se estancan, porque los flecos siempre se resisten a ser negociados. Me estoy liando. El presente texto se me está torciendo y cambiando de rumbo, y no soy optimista sostenible al respecto. Intentaré enderezarlo optimizando los pocos recursos que me quedan.
Creo haber escrito que Yolanda Díaz es vicepresidente del Gobierno de España. Se trata de un cargo muy importante. La vicepresidente del Gobierno tiene derecho directo al «Falcon». Puede descolgar el teléfono y exigir el «Falcon» para volar de Madrid a Valladolid, en tanto que los ministros rasos están obligados a solicitar el avión oficial a través del Ministerio de Defensa. Establezco con el presente ejemplo la diferencia que existe entre un vicepresidente y un ministro cualquiera.
Presidió el Rey en el Teatro Real el acto en el que se conmemoraba el 40º aniversario del ingreso de España en la OTAN, cuando era presidente del Gobierno don Leopoldo Calvo-Sotelo, la antítesis de Sánchez. Era culto, algo triste, discreto, sosegado, tocaba el piano y consistía su mayor lujo en viajar a Galicia los fines de semana y embarcar en un bote para pescar una lubina o bañarse en las gélidas aguas gallegas con sus «bermoldos». Al acto presidido por el Rey asistieron el secretario general de la OTAN, el presidente Sánchez , tres expresidentes del Gobierno, y las más altas autoridades del Estado. Pero no se presentó la melosa Yolanda. Es vicepresidente del Gobierno y el asiento reservado para albergar su nervioso pompis no fue ocupado. Cosas de los podemitas y los comunistas, que están en el Gobierno de España, pero desean que España abandone la OTAN y que ellos puedan manifestar públicamente que desean que Putin arrase Ucrania para ir aumentando el nuevo imperio soviético. Pero nadie echó de menos a esos ministros, y sí a la vicepresidente. Claro, que Yolanda Díaz se excusó con rotundidad: «Tenía una cita médica».
Una cita con un médico muy intransigente. Cualquier doctor le habría adelantado o retrasado la cita para que pudiera asistir, cumpliendo con su deber, al acto del Teatro Real. Ignoro el motivo de su cita médica, si fue analítica, o estética o por desajustes en los altitis o los bajinis. Carezco de curiosidad al respecto. Pero esa cita, con optimismo sostenible, se puede retrasar perfectamente y evitar el desprecio al Rey, a su propio Gobierno, y al secretario general de la OTAN.
Mucho beso, mucho sobeo, pero al final, rasca que te rasca, surge la grosera ultracomunista morenaza que rompió en modelo rubia cuando experimentó el placer y el lujo del poder. La grosería siempre triunfa en quien no conoce otra cosa.
Espero haber conseguido enderezar el texto.

Más de Alfonso Ussía​

 

AQUÍ ESTÁN​

Y ya han llegado a la costa. Me refiero a los lobos
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Vivo en la costa. Ruiloba es un municipio costero que linda con Comillas. También ganadero y agricultor. Una buena parte del monte Corona pertenece a Ruiloba. En su oriente, Alfoz de Lloredo, y en su occidente, Comillas y Valdáliga, ésta última con sus esplendorosas e infinitas playas de Oyambre y Gerra, que alcanza hasta San Vicente de la Barquera. Y ya han llegado a la costa. Me refiero a los lobos, esos formidables animales intocables que gracias a la ministra despeinada, la de Transición Ecológica, y al portavoz ecologista de Podemos, Gómez o Pérez o Sánchez de Uralde, están acabando con la ganadería del norte de España.
Desde enero a mayo, sólo en Cantabria, 750 reses asesinadas por las manadas de lobos. Hasta hace pocos años, el lobo era un problema en el interior, desde Sejos y Liébana a los altos del Pas y Cabuérniga. Pero ya están en las playas, en zonas habitadas, y la indignación entre los ganaderos y los vecinos, crece. Escribo el 26 de mayo de 2022. El 24 de mayo y el 25, a cien metros de la costa que preside la ermita del Remedio, mausoleo de la familia Pérez, tres ovejas y cuatro corderos han aparecido muertos. En el prado inmediato a mi casa, han refugiado a las ovejas heridas. Pero no hay nada que hacer. Las indemnizaciones se retrasan y los lobos no saben de indemnizaciones. Han llegado a la costa. Y aquí se quedarán.
Una familia querida y respetada por todos los vecinos, familia de trabajadores sin horas de descanso, creadora de una importante bodega local con uvas procedentes de sus viñedos, y también ganadera, ha sufrido el ataque de los protegidos de la ministra y los ecologistas “sandía”, muy verdes por fuera y muy rojos por dentro. En Asturias también han alcanzado la costa, y son más de mil las reses masacradas en los últimos meses. El Galicia, se hacen actuales los viejos cuentos de lobos de Ángel Fole y las crónicas de José María Castroviejo. El ganadero norteño no odia al lobo. Odia la burocracia y la mentira que rodea al lobo, que es muy diferente. El lobo es un animal portentoso, pero tiene que estar sometido a una regulación para no convertirse en una plaga. Regulación cinegética o encomendada a la guardería rural de los cotos y reservas. Al paso que vamos, se tendrán que dedicar a la vigilancia del lobo los socorristas de las playas durante los meses de julio. agosto y septiembre.
La venganza del ganadero conlleva penas de cárcel y multas que arruinan y echan por tierra decenas de años de trabajo. E insisto, que el ganadero respeta al lobo si su presencia es medida y controlada. A quien no respeta es a la ministra de Transición Ecológica, a los que viven de defender la inmunidad total del lobo y a los ecologistas ignorantes que se han adueñado de la conservación de la naturaleza para asesinarla con su estupidez.
Los lobos han llegado a la costa. En invierno, las calles de Comillas, de Ruiloba, de Cóbreces, de Novales, de Roiz o de Caviedes, serán habitualmente visitadas por los depredadores protegidos. En Llanes ya han bajado hasta las playas. Y en Castilla y León están presentes en todas las provincias, así como en Madrid, en las sierras y presierras del Guadarrama, Navacerrada y Somosierra.
La ruina de los ganaderos no afecta a los poderes políticos. Pero si aparece un lobo muerto, se inicia la investigación, la persecución y finalmente la detención del culpable. Es decir, del ganadero arruinado.
Alfonso USSÍA

 

La nena​

Elsa Artadi tiene que reconocer que entregar la defensa de Cataluña a 10.000 soldados rusos es, como poco, una frivolidad muy paleta de la fregona semoviente
02/06/2022Actualizada 04:28
Elsa Artadi no recuerda ni fechas, ni de qué se habló en sus reuniones con los rusos organizadas por Puigdemont en los días previos al golpe de Estado. El juez le ha recordado que esa falta de memoria puede interpretarse como una carencia de credibilidad y que se expone a consecuencias penales. La nena «bien» de Puigdemont sólo recuerda que habló de criptomonedas con los rusos, pero que no se alcanzó ningún tipo de acuerdo. El otro investigado, un tal Tarradellas, sí ha hecho memoria y ha enriquecido su declaración. El 27 de octubre de 2017 tuvo lugar una reunión en la sede de la Generalidad de Cataluña, en la llamada «Casa dels Canonges», residencia de la fregona semoviente, entre emisarios de Putin, La nena Artadi, el propio Tarradellas y la fregona semoviente, que actuó de anfitrión. En la impactante cumbre catalano-rusa se habló de las criptomonedas y de una futura República Catalana independiente que podría convertirse, con ayuda de Rusia, en una nueva Suiza. Y que la fregona semoviente solicitó a sus visitantes rusos el préstamo de un contingente compuesto por 10.000 soldados para enfrentarse al Ejército español y expulsarlo de tierras catalanas. La fregona semoviente, que posteriormente huyó a Flandes en el maletero de un coche dejando con el culo al aire a sus compañeros golpistas, se dispuso a encomendar la defensa de su «República no existe, idiota» a diez mil soldados de Rusia. Traición que hasta la fecha no ha tenido respuesta por parte del Gobierno de España.
Pero me entristece su bajo concepto de los catalanes.
Elsa Artadi, Tarradellas, Rahola, y demás héroes de la independencia jamás alcanzada, se sentirían avergonzados. En lugar de huir como una rata, la fregona semoviente tendría que haber creado el Ejército de Cataluña y ascendido al empleo de capitán general al mozo de escuadra, Donaire. Un Ejército formado por generales, jefes, oficiales, suboficiales y soldados catalanes, no rusos. A un soldado ruso le importa un bledo defender o abandonar a su suerte San Feliú de Guixols, Sitges o la serranía de Montserrat. Pero no al capitán general Donaire, gran estratega. Además, no suena bien que una nación proclame su independencia por la fuerza de las armas, mientras los rusos combaten y los catalanes se preocupan exclusivamente del futuro del «Barça» o de incumplir el 25 por ciento de las clases en español. Si yo fuera un soldado ruso, me molestaría bastante poner en peligro mi vida mientras el conde de Godó, Puigcorbé o Laporta renuncian a vestir el uniforme de soldados de Cataluña como hacen los ucranianos, sin limitación de edad, para defender la unidad de su nación. Elsa Artadi tiene que reconocer que entregar la defensa de Cataluña a 10.000 soldados rusos es, como poco, una frivolidad muy paleta de la fregona semoviente. Y claro, después de eso, los rusos volvieron a Moscú y le dijeron a Putin: «Ni soldados, ni criptomonedas. Esa gente ha perdido la chaveta». Porque todo se resume, amén de la traición y la antipatía continuada y persistente hacia la nación que mantiene a Cataluña como parte histórica de su unidad, en su aldeanismo. Además, aldeanismo paleto y provinciano aparte, hay que entender más de asuntos militares. Diez mil soldados rusos, por muy rusos que sean –y están demostrando que no son demasiado–, son muy pocos para sostener la tiranía catalana. Con la Blas de Lezo o la Almirante Juan De Borbón en la costa, un par de aviones del Ejército del Aire que vuelen sobre Barcelona haciendo mucho ruido, una bandera de la Legión, la Infantería de Marina, diez paracaidistas de la Bripac y seis carros de combate de la Brigada acorazada, se «reconquista» Cataluña y se vence a las tropas del general Donaire en menos que canta un gallo de «Gallina Blanca». Un golpista que confía más en diez mil soldados rusos que en el ardor guerrero de los naturales de sus provincias no tiene nada que hacer. Por mucho que mande a la nena a negociar criptomonedas.
Han superado a Gila.
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