tienes mucha razón, pero con Lequio, yo a parte de que lo esta pasando mal por la enfermedad de su hijo, es que no he visto en él muchas esperanzas de que su hijo se cure, la verdad, por lo menos a mi me ha dado esa sensación,
Es que cuando te diagnostican cáncer, te llevas un palo que tardas en recuperarte, suponer que no tiene esperanzas de que su hijo se cure es un poco atrevido. Siempre uno tiene esperanza, eso es lo que te mantiene. Pero claro, saltos de alegria no das, con el paso del tiempo y tratamiento uno lo va asimilando. Para mi, lo mas duro fue tenerselo que decir a mis padres, y verlos sufrir.