Yo pienso en una mamá payasa que estando en un restaurante le plantó la tablet al niño en la cara con un video con musiquita de ovejitas cantando a todo volumen, suficiente para que en la mesa de al lado no te enteraras de lo que hablaban los de tu mesa y ya le cogieras el ritmillo a la canción del demonio. Estuvo amenizando a las mesas de alrededor más de un cuarto de hora hasta que el camarero le dijo algo.Y es que no tendría sentido correr más riesgos si ya van a tener su forma de esparcimiento, salvo los casos por necesidad que ya estaban estipulados, claro.
En cualquier caso, apelo a sentido común de los padres y dado que van a poderlos sacar de paseo que continúen con ellos en casa mientras compran. ?
Pienso en gente así, y me echo a temblar.