Comunicado de Zarzuela. Felipe VI renuncia a la herencia de su padre y le quita la asignación


Jaime Peñafiel analiza la situación de Casa Real | EL MUNDO
ELMUNDO.ES El periodista y escritor Jaime Peñafiel analiza la situación de Casa Real tras conocerse que Felipe VI renuncia a la herencia y retira la asignación a Don Juan Carlos por su fondo en un paraíso fiscal. #CasaReal #FelipeVI #Monaquía ¿Quieres más historias? Suscríbete a nuestro canal ? https://goo.gl/L2MPk1 Visita ElMundo: https://www.elmundo.es Todos nuestros vídeos: https://goo.gl/r9Vzu8 Síguenos en las redes sociales: En Facebook: https://www.facebook.com/elmundo/ En Twitter: https://twitter.com/elmundoes En Instagram: https://www.instagram.com/elmundo_es
Este señor siempre fue amigo (segun el) de los juanito y sofi el mismo conto que le pidio un favor a la reina (sofia) y nana llega leti y quiere seguir siendo periodista amigo oficial y la nena que el tiempo lo dira tiene mas neuronas que algunos de la famili dijo naaaana mirar cuando empienzan las criticas a leti
 
LA TÍA ÁCRATA
La reacción de Henar, la tía republicana de Letizia, tras la decisión del rey Felipe
La parte más anárquica de la familia Ortiz nunca ha disimulado sus ideas políticas y el escándalo financiero del rey Juan Carlos ha servido para que vuelva a presumir de ellas en redes sociales



Foto: Henar Ortiz, en una imagen de archivo. (Cordon Press)


Henar Ortiz, en una imagen de archivo. (Cordon Press)


AUTOR
A. RODRÍGUEZ
Contacta al autor
16/03/2020



Que la familia de la reina Letizia es de izquierdas y republicana no es ningún secreto. Que desde que los entonces Príncipes de Asturias se casaran se han cuidado mucho de hablar en público y expresar ideas, tampoco. Con una excepción: su tía, Henar Ortiz, nunca ha disimulado ni su animadversión hacia la monarquía ni sus simpatías por Podemos, un partido republicano, a pesar de que sus sobrinos sean los representantes de la institución. Y el duro comunicado emitido este domingo por el rey Felipe anunciando medidas contra su padre ha servido como excusa a Henar para volver a plasmar su preferencia por la república en sus redes sociales.

Fue publicarse el comunicado y que su perfil de Twitter empezara a tener una frenética actividad. Más de 60 retuits en apenas tres horas, la inmesa mayoría relacionados con la noticia. Algunos usuarios pedían que, al igual que la gente se está movilizando para aplaudir a los sanitarios desde sus balcones, salieran a hacer una cacerolada y dedicar un abucheo a la familia real; otros daban por sentado que el rey Felipe VI tenía conocimiento de los chanchullos financieros de don Juan Carlos. Y, por supuesto, tampoco faltaron memes al respecto. Y la tía Henar se encargó de darles difusión.




Henar Ortiz, en 2015. (Cordon Press)


Henar Ortiz, en 2015. (Cordon Press)


Aunque a la tía de la reina Letizia no se le puede considerar influencer, puesto que no llega a las cifras que manejan otras conocidas profesionales de las redes sociales, su cantidad de followers tampoco es baladí, ya que la siguen más de 7.000 personas, que leen sus constantes reivindicaciones republicanas, que expresa a través de hashtags, como el que utilizaba a principios de 2019 para pedir la abolición de la monarquía o, como en este caso, numerosos retuits.

También el lazo amarillo -símbolo del apoyo a los políticos independentistas catalanes actualmente presos- que tiene como foto de perfil da una idea clara de cuáles son sus colores políticos, que nunca ha ocultado. No sabemos qué tal sentará a la reina Letizia esta exposición constante de las ideas de su tía, pero lo cierto es que, si en algún momento le ha llamado la atención, el caso ha sido omiso y sigue reivindicando la república, independientemente de la relación familiar.



Jesús y Henar Ortiz, junto a su madre, Menchu, cuando nació la princesa Leonor. (Getty)


Jesús y Henar Ortiz, junto a su madre, Menchu, cuando nació la princesa Leonor. (Getty)

 
Que fea tiene que estar la cosa para que renuncie a la pasta gansa.. o sera que JC lo habia desheredado ya? Claro, con 65 milloncetes menos a repartir , ya la tajada era menos jugosa...
No renuncia a nada. No sé si está puesto ya, porque estoy leyendo el hilo desde el principio, pero, por si acaso, repito:

1) Solo se puede renunciar a una herencia cuando ya está muerto (largo me lo fiais, puede cambiar de opinión si pierde el trono)

2) Aunque siga en el trono, no renuncia a lo que lo toque de lo que haya obtenido su padre legalmente (pero eso es imposible, no se puede renunciar en una herencia a esto sí, a esto no...)

3) Tampoco puede renunciar en nombre de Leonor

4) Ha estado callado manteniendo la asignación de su padre cuando ya sabía lo que había, hasta que el asunto saltó por un diario extranjero.

En fin, lo que más o menos ya habeis dicho todas. Puro paripé y tomadura de pelo.


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Felipe VI continúa siendo heredero de su padre: la renuncia no tiene efectos jurídicos y es inexacta

En nuestro Derecho no es posible aceptar o rechazar una herencia sin que exista un fallecimiento. Esto es, para renunciar a una herencia debe haber fallecido la persona de la que vamos a recibirla. Así lo establece el Código Civil en su artículo 991: "Nadie podrá aceptar ni repudiar sin estar cierto de la muerte de la persona a quien haya de heredar y de su derecho a la herencia". Por lo tanto, lo que este domingo hizo público Felipe VI, a través de un comunicado de Casa Real, fue el anuncio de que renunciará a la herencia de Juan Carlos I cuando corresponda. Esto es, tras el fallecimiento del rey emérito.

Este apunte tiene su importancia ya que, salvo los efectos públicos y mediáticos producidos por dicho comunicado, desde el punto de vista jurídico, Felipe VI continúa en realidad siendo el heredero -al menos de la legítima, de la que nunca podrá ser desposeído- del patrimonio que deje tras su muerte Juan Carlos I. Así lo reconocía implícitamente el punto 2 del comunicado cuando afirmaba "que, en coherencia con las palabras pronunciadas en su discurso de proclamación y con la finalidad de preservar la ejemplaridad de la Corona, S.M. el Rey quiere que sea conocido públicamente que S. M. el Rey Don Juan Carlos tiene conocimiento de su decisión de renunciar a la herencia de Don Juan Carlos que personalmente le pudiera corresponder".

Esto viene a significar que Felipe VI ha tomado la decisión de renunciar a la herencia de su padre y se lo ha comunicado al rey emérito, pero en realidad no ha llegado a renunciar a la herencia aún, ya que legalmente no está autorizado a ello. Pero esta no es la única inexactitud que ha visto la luz en el comunicado de este domingo.

La segunda parte del mismo punto 2 del anuncio, entra también en otra abierta contradicción respecto a lo que establece el Código Civil. En el anuncio se afirma que la renuncia de Felipe VI se refiere "a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona". Con ello, se da a entender que todos los bienes y legados obtenidos lícitamente sí podrían ser heredados.

Sin embargo, esta posibilidad la prohíbe expresamente el artículo 990 del Código Civil al establecer que "La aceptación o la repudiación de la herencia no podrá hacerse en parte, a plazo, ni condicionalmente". Por lo tanto, lo que el ordenamiento jurídico establece es que la renuncia a una herencia no puede afectar a una parte de la misma, que es lo que da a entender el comunicado de la Casa del Rey. Una vez que se renuncia, se renuncia a la totalidad de lo bienes que componen la masa hereditaria. Tampoco se le pueden poner condiciones a la renuncia y, una vez realizada, es irrevocable.

La renuncia de Leonor

Otro aspecto polémico del comunicado de Felipe VI es la referencia a la manifestación que, mediante Acta Notarial, realizó el pasado 12 de abril de 2019. Ahí, en nombre de su hija, la princesa Leonor, y ante la "hipótesis de que, aún sin su consentimiento ni conocimiento, hubiera sido unilateralmente designado como heredero, legatario o beneficiario en relación con cualesquiera activos, inversiones o estructuras", el monarca "manifestó no aceptar participación o beneficio alguno en dichos activos y renunciar a cualquier derecho, expectativas o interés que pudiera corresponderles en el futuro".

Esta manifestación también es contraria a lo establecido en el ordenamiento jurídico. Según el artículo 166 del Código Civil, "los padres no podrán renunciar a los derechos de que los hijos sean titulares". Ello aparece puesto en conjunción con el artículo 992 que afirma que únicamente "pueden aceptar o renunciar una herencia los que tengan libre disposición de sus bienes", llevando a la aplicación concreta de que la renuncia a una herencia o a cualquier legado en nombre de menores de edad solamente se puede realizar mediante autorización judicial y previa la intervención del ministerio Fiscal.

Respecto al Acta Notarial otorgada por el rey en 2019, hay que señalar que entra dentro de las llamadas "actas de manifestación" que no tienen más trascendencia jurídica que lo que se pueda realizar con ella, a interés exclusivo del otorgante, con un carácter futuro. Sin ninguna relevancia jurídica más.

Llama la atención que, ante un caso de tal gravedad e importancia, en esta manifestación de Felipe VI se admite el conocimiento de la conducta irregular de su padre desde hace un año. Y, además, que ello haya estado oculto de la opinión pública, con las consecuencias tan importantes para la imagen de ejemplaridad, transparencia y honradez de la Casa Real.

Se ignora si el Gobierno o el Parlamento eran conocedores de esta situación ya que el comunicado únicamente indica que se "trasladó copia de la carta recibida" por un bufete de abogados de Londres a "S.M. el Rey Don Juan Carlos, así como a las autoridades competentes". Además del tiempo que ha pasado sin ser público, hay que añadir el agravante de que el rey emérito ha seguido cobrando su asignación pública de los Presupuestos Generales del Estado durante varios meses, cuando Felipe VI ya era consciente de su comportamiento más que anómalo.

 
LA OTRA HERENCIA INTOCABLE DEL REY JUAN CARLOS

El rey Felipe VI ha renunciado a la herencia de su padre. ¿Qué pasará ahora? ¿Cómo afectará esto al rey Juan Carlos y a su imagen y a la de su reinado? Seguramente, lo mismo que siempre: nada.



El rey Juan Carlos con el entonces príncipe Felipe el 29 de junio de 1978.



POR DAVID LÓPEZ CANALES
15 DE MARZO DE 2020



Este domingo es un día histórico en España. Y no solo por el estado de alarma. Sino por otro estado de alarma que ha saltado en el interior del palacio de la Zarzuela, donde lleva días cociéndose a fuego lento una crisis paralela a del COVID-19, por otro virus que se ha larvado entre los muros del palacio durante décadas y que hoy ha sido reconocido por primera vez por la Casa Real: el de los negocios irregulares del rey Juan Carlos. Y entiéndase ese negocios irregulares, aquí en este texto y en cualquiera que lo lean por ahí, como un simple eufemismo de algo que en realidad es mucho más complicado de nombrar y de definir, entre otras cosas, por las implicaciones legales que podría tener, y más que nada porque supuestamente el rey era solo rey, que ya era mucho, y negocios no había tenido nunca.

Hoy la Casa Real ha emitido un comunicado muy duro con el que el rey Felipe se desmarca de su padre Juan Carlos. Para que lo entendamos todos mejor un día como hoy: se aísla de él y lo pone en cuarentena. Y lo hace, en primer lugar, renunciando a la herencia que le pudiera corresponder cuando fallezca. En segundo, castigándolo quitándole su asignación de los presupuestos de la Casa. Una medida simbólica, porque alguien que supuestamente puede donar 65 millones de euros a una amiga íntima no necesita un sueldo de 200.000 euros, pero pública y, de alguna manera, vergonzante. Y en tercero, y ahí radica lo más importante, evidenciando así, con esas acciones, por primera vez esas supuestas irregularidades del rey emérito, esas finanzas opacas y esa fortuna siempre rumoreada y siempre desmentida desde la casa.

La Casa Real ha respondido así a las noticias que durante las dos últimas semanas han aparecido sobre fondos en el extranjero en los que los presuntos beneficiarios finales eran el rey Juan Carlos y el rey Felipe. Y lo ha hecho porque ni siquiera la pandemia del coronavirus (qué nombre tan apropiado también para esta crisis en palacio) ha podido canibalizar la actualidad como para que no trascendieran estas noticias, transmitidas, cadena de contagio aquí también, desde la prensa extranjera a la española. Hasta el punto de que en la Casa Real, donde han callado durante años, finalmente han decidido actuar.

Pero, ¿qué pasará ahora? ¿Y cómo afectará esto al rey Juan Carlos y a su imagen y a la de su reinado? Seguramente, lo mismo que siempre: nada. Porque nunca pasa nada. Pensemos en el monarca, pero para ello no olvidemos la historia.

Ni batallas, ni matrimonios ni alianzas. Nada ha definido mejor a los reyes españoles que una palabra, un adjetivo: el apodo con el que quedaron congelados en los libros de Historia. El sobrenombre con el que se definió y se sigue definiendo sus personalidades y sus reinados. Desde Felipe II El prudente, moderado en tiempos de crisis, pasando por Carlos II El Hechizado, físicamente raquítico y enfermizo supuestamente por un embrujo que no era sino el deterioro genético de los sucesivos matrimonios consanguíneos en la familia real, o por Felipe IV El Pasmado, evidente con sólo ver los selfies que le pintó Velázquez. Así, Juan Carlos I, Borbón, nacido en Roma en 1938, en el exilio italiano de la Familia Real tras la proclamación de la Segunda República, rey de España durante cuatro décadas (1975-2014) debería pasar a los libros como El campechano.

Pocos adjetivos se repitieron más durante sus cuatro décadas en el trono que ese, para definir el carácter de un rey al que la realidad, la propaganda oficial y la autocensura de los medios de comunicación y los partidos políticos convirtieron durante años y años de cara a la opinión pública en un monarca sin capa de armiño ni corona, bromista, de buen carácter, sencillo en el trato, aficionado al vino, al fútbol, a la vela y sobre todo, sobre todo, sobre todo, a las mujeres. Como pocas cosas se repitieron más, siguiendo ese símil de la vela, que fue el capitán, el patrón, que guió a España desde la Dictadura a la Transición, que trajo la Democracia a España y que la salvó la infausta noche del 23 de febrero de 1981. El monarca que impulsó la modernización del país, la entrada en la Unión Europea y la consolidación de la monarquía. Y eso no ha dejado de repetirse. Y casi nadie decía otra cosa de él ni se salía de ese discurso oficial, de esa agit-prop.

Hasta que el 14 de abril de 2012, parodiando el conocido relato de Augusto Monterroso, la monarquía española se levantó y el elefante seguía ahí. Aquel día, una fractura de cadera por una caída y una operación de urgencia desvelaron que el rey Juan Carlos, con el país con su tasa más alta de paro, en plena crisis y con Zarzuela sacudida ya por el escándalo de los negocios ilegales de su yerno, Iñaki Urdangarin, participaba en una lujosa cacería de elefantes en Botsuana. Y que lo hacía además acompañado por una misteriosa mujer con título de princesa, Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Aquel fue el trueno final que desató una tormenta perfecta de dos años que acabó en abdicación. Pero no afectó a realmente a su imagen ni a la de su reinado. Juan Carlos seguía siendo El Campechano. Juan Carlos I seguía siendo exclusivamente el estadista que patroneó la Transición.

Sin embargo, en realidad, ahora lo sabemos, no era una tormenta, sino un virus de gestación lenta que hoy ha contagiado finalmente a la Casa. Un tiempo, ocho años ya, durante el que se ha derrumbado el muro de cristal que había protegido a Juan Carlos I de toda crítica y hemos conocido también al rey iracundo, al hombre solo, al cabeza de familia disfuncional... Un tiempo durante el que se ha dicho que Corinna, además de haber mantenido relación con él, habría actuado también en su nombre, la eterna sombra que ha perseguido siempre al monarca. El secreto mejor guardado de su reinado. Ese secreto que hoy, la Casa Real, con ese comunicado, con esa cuarentena pública en la que ha puesto al rey Juan Carlos y ese aislamiento simbólico entre reyes, entre padre e hijo, por primera vez parece haber confirmado. Pero seguirá sin pasar nada.

Y no pasará nada porque todo eso se quedará en una anécdota frente a tantos años repitiendo los mismos discursos. Porque si este virus no se propagó antes e hizo enfermar antes a la Casa Real fue porque tuvo siempre como barrera protectora a los empresarios y a los políticos. Unos porque defendieron siempre la labor del rey Juan Carlos como embajador español y su capacidad para abrir puertas en otras países. Aunque no eran solo puertas sino también cuentas. Empresarios que callaron muchos porque las puertas que abría el rey les permitían hacer muchos negocios a ellos, aunque luego tuvieran que repartir comisiones... Y los otros, los políticos, porque protegieron siempre al rey contra toda crítica y le dejaron actuar con absoluta impunidad. Y lo siguen haciendo.

Hace solo unos días se supo que tampoco esta vez los partidos políticos iban a crear una comisión de investigación para estudiar las noticias sobre los presuntos fondos millonarios del rey en el extranjero. Solo los partidos de izquierdas querían hacerlo. Ni siquiera el PSOE, partido republicano en su fundación y estatutos, lo ha aceptado. Historia repetida ya. También se rechazó hace dos años, cuando se empezaron a conocer la supuestas irregularidades de los negocios que el rey habría realizado y que son los que ahora se están conociendo y por los que se están filtrando estas informaciones. Y así podemos contar muchas ocasiones más en las que no se ha hecho nada. Desde comparecencias en la comisión de secretos oficiales del Congreso, que nunca trascienden ni tienen implicaciones para la Corona y donde se silencian sus escándalos, hasta rechazos de investigar al rey en la justicia ordinaria porque era inviolable. Pero la mejor defensa siempre ha sido la misma: esa repetición de las descripciones del rey campechano y esa reivindicación de su papel en la Transición, en la modernización del país y como moderador entre fuerzas políticas. Como si unas cosas no pudieran ser compatibles con las otras. Y como si ser campechano, además, fuese más importante para ensalzar que poseer una supuesta fortuna en el extranjero que no se sabe a cuánto asciende ni de dónde ha salido pero de la que su propio hijo, Felipe, ha dicho hoy, públicamente, que no quiere saber nada.

 
No, el error de Felipe es no haberle dicho a su padre hace años cuando supo esto :" Padre, cierra esto, ya o por lo menos, quitame a mi y mi nombre de cualquier lado, coxx! que acabamos de hacer una abdicacion penosa, te has cargado todo tu legado y estas poniendo en peligro MI reinado. "

Porque esa cuenta no se abrio hace 1 mes. Las fundaciones y sus cuentas llevan operando desde 2003. Anda que no han tenido momentos criticos (Urdangarin, Botwana, abdicacion, Infanta Pilar y Papeles de Panama ) para hacer los deberes.

Con que hubiera hecho eso, habria valido. No tenia que ir a la fiscalia. Pero es que son tremendamente avariciosos.
La avaricia rompe el saco
 
Ojalà
yo la verdad no acabo de ver la manera de echar a esta gentuza .
Yo lo que veo es que ahí siguen blindados y forrados ,aferrados a la institución con una vidorra de lujos ,guardaespaldas ,viajes ,comilonas y pasando de todos ,incurriendo en prácticas poco reprobables donde el beneficio personal impera para beneficio familiar .
En este momento crítico tampoco se les ve muy preocupados por el pueblo llano
Y no deja de ser curioso que el rey actual supiese desde hace tiempo todo este entramado del rey emérito ( Según nos cuentan al pueblo llano desde diversos medios)
Y no hiciese nada y que ahora precisamente por hacerse eco de la noticia un medio británico y haya divulgado esta información se haya visto obligado a renunciar a una herencia ( que ya sabemos que legalmente no funcionan a sí las cosas) e incluso haya decidido dejar sin asignación alguna a su padre .

para sonreír tanto como lo viene haciendo debería ir más al dentista
Por decir...puede hasta cantar misa.Otra cosa es que sea demostrable lo que dice.Como se puede confiar en sus palabras,cuando no nos da garantías ningunas con su falta de transparencia en sus cuentas?? Por que se niega a que conozcamos las partidas que le inflan los diferentes ministerios a su causa de gastas extraordinarios,a parte de su asignación "oficial" ?? Por que no comunica que él no necesita esa coraza de blindaje por su actitud y manera de vivir es honesta y no la necesita?? Quien no hace nada deshonroso no necesita que lo blinden de ninguna manera,quien no hace nada malo, nada puede temer.Sabe que la confianza de los españoles la ha perdido la Institución que representa y solo le importa la seguridad de su chiringuito,todas las monarquías ha dado comunicados al pueblo sobre lo que esta pasando con el virus que nos está encerrando y en muchos casos matando.Felipe solo ha hecho un comunicado para alejarse de las malas prácticas del padre,como si no supiéramos que él era consciente de todo lo que pasaba ,ahora hay que investigarle a él y a su esposa,sin miedo,este pueblo tan mal tratado,tiene que exigir ser respetado están para servirnos,no para desplumarnos.
 
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