Voy lenta leyendo y contestando, pero por aquí es carnaval y hay que disfrutar un poco...No se si es que eres muy joven o no tienes hijos, pero parece que no sabes lo muy hijos de Satanás que pueden llegar a ser a veces los adolescentes. Con sus actos y actitud desafiante pueden estar pidiendo a gritos durante semanas, meses o años que les partas la cara, y un mal dia se puede escapar una ostia o un nectarinazo. Y entonces eso os parece maltrato.
Este mensaje me ha llamado tanto la atención, todo él, reacciones incluidas, que no puedo dejarlo pasar.
Empezaré aclarando que por diversas razones trato muy asiduamente con adolescentes, desde hace muchos años. Puede que por eso me interese tanto este tema del foro.
Pero bueno, tampoco hace falta tener hijos para conocer lo que es la adolescencia: todos los adultos hemos pasado por ahí.
Aunque tradicionalmente se considera el período más "difícil", no estoy de acuerdo; para mí es peor la preadolescencia.
La expresión "hijos de Satanás" me ha hecho gracia porque es muy gráfica: implica que de tal palo, tal astilla. Y es evidente que los padres o tutores son los primeros responsables en lo que se va a convertir su hijo. Si la aplicamos a Rocío Flores, pues ya vemos quiénes son sus "satánicos" padres.
Cuando un adolescente está "pidiendo a gritos" algo reiteradamente, esto evidencia normalmente dos cosas: que tiene necesidades que no están cubiertas y por lo tanto reclama ayuda (falta de afecto, de respeto, de límites, de comunicación, de autoestima...), y que no posee las herramientas necesarias para comunicar de forma normal esa necesidad.
Como cualquier persona, la forma en la que se le trate influenciará su respuesta: si se le agrede verbal o físicamente, cabe esperar una reacción en consecuencia. Para un niño, eso va más allá en la medida en que sus padres representan su modelo de conducta de referencia. Y para un adolescente, que comienza a cuestionar ese modelo, será aún más confusa una reacción agresiva.
Una ostia o un nectarinazo son evidentemente conductas que no sólo no solucionan ningún problema, sino que lo agravan. Una agresión conlleva automáticamente una pérdida de confianza en el agresor, y esto es nefasto en relaciones tan delicadas como puedan ser las de padres e hijos adolescentes.
Ahora bien, si con este comentario te has ganado varios bingos y hasta te quieros, ya no sé qué pensar. ¿Que la gente esté a favor de que se "escape" una ostia a un hijo de vez en cuando? Sinceramente, no lo entiendo. Pero no puedo estar más en desacuerdo.
Y la afirmación final "os parece maltrato", pues tampoco la entiendo, cualquier golpe es sí o sí una agresión física.
Por eso Rocío Flores fue condenada por un delito de maltrato (violencia doméstica).
De la misma manera que un padre que le dé una ostia a su hijo puede ser condenado por lo mismo.
No es cuestión de que nos parezca más o menos, es que lo estipula la ley.