Y los Grimm debían tener una insatisfacción congénita. Podrían haber matado al padre, como hace cualquier hijo de vecino, en lugar de ponerse a versionar.
Los Grimm solían recoger leyendas medievales europeas que explicaban moralejas en sus cuentos. Pero hija mía, qué traumas por favor que se pueden leer en algunos de sus cuentos: huérfanos, brujas que se los quieren comer, Hansel y Gretel soltados ahí en el bosque por padres cabrones (algo que era incluso real en la Edad Media porque no había donde comer), chiquillas encerradas en torres por padres hijosputas...eso se lo cuentan a los niños de hoy y tenemos a feministas y asociaciones de padres y madres montando pollos en el tribunal de la Haya.