Ni Que Fuéramos Sálvame

a mi el josep me da una pereza..me pasa con con latre, no soporto las imitaciones tan intensas que hacen.

al final esto terminara siendo un sálvame entre ellos, peleándose y contando solo cosas de sus vida.
 
La Fábrica de la Tele,o como se llame ahora,tenía a Tele5 como si fuera su propio canal de televisión.Emitia todos sus programas.Al romper con ellos perdieron el canal donde trabajar.Lo han intentado en TVE.En Antena 3 ni se han molestado,porque no tienen nada que hacer.Solo les ha quedado crear un nuevo canal.....No le veo mucho futuro.🤔
 
¿Qué pintan Loli Álvarez, Yola Berrocal y Malena Gracia?

Mira que les iba a dar el beneficio de la duda, como os dije, pero ya solo las promociones me están dando pereza máxima.
Van a tirar de frikis del pasado?... De Crónicas Marcianas, para su nuevo Sálvame en Streaming?...
Me quedo to loca 🤪
Yo creo que los "Fabricantes "no son tan estupendos como se creen, y dan palos de ciego...
 
El yayococas parece que está embalsamado, da miedito verle, él tan feliz, con su novia veinteañera, qué se ve que la chica tampoco está muy bien, con su trastorno de alimentación y su pinta de travelo...
El gemelo malo,(Coto) que no se ha operado, al menos luce más natural, se le ve igual de viejo, pero no da tanta grima...
 
HA ACABADO EN EL LUGAR MÁS INSOSPECHADO
'Sálvame' era el talismán de Telecinco. Ahora llega a internet, y no es el su***dio que parece
¿Qué hace Sálvame en una plataforma como Twitch? El salto de los programas de la televisión tradicional al 'streaming' e internet era inevitable. Entre otras cosas, por una cuestión de números

Por Albert Sanchis Manuel Ángel Méndez
13/05/2024 - 05:00

Cuando el plantel de Sálvame salió por la puerta trasera de los estudios de Mediaset, diciendo adiós a la que fue su segunda casa durante 14 años en antena y más de 3.600 entregas, nadie esperaba que su destino iba a ser ir a parar a la misma plataforma donde los adolescentes ven vídeos de League of Legends. El inminente desembarco de Sálvame en Twitch y YouTube este próximo miércoles sorprende por muchas cosas y plantea también muchas dudas. La primera y más importante: ¿qué hace un programa como este en una plataforma como esa? Ya ha pasado un año desde que el emblemático programa que disparó las carreras de Belén Esteban, Lydia Lozano o Kiko Matamoros y que fue durante más de una década el buque insignia de Telecinco fuera cancelado de manera abrupta por no encajar en los planes de la nueva cúpula directiva. Desde entonces, Sálvame tuvo que "salvarse" ella misma fuera del paraguas de la tele tradicional. ¿Dónde? En el mundo del streaming. Un salto inevitable, entre otras cosas, por una cuestión de números. Netflix y Amazon Prime Video compiten mes a mes por hacerse con el primer puesto de plataforma más vista. Según datos de la consultora GFK, cada una cuenta con algo más de 7 millones de cuentas en España, lo que supone entre 12 y 13 millones de usuarios cada una. Sálvame no iba a ser menos y al poco de ser despedidos, no hicieron otra cosa que cambiar su nombre a ¡Sálvese quien pueda! (nunca mejor dicho) y firmar un contrato con Netflix, aunque tras varios episodios nunca se apostó por su continuación. El intento de la productora La Fábrica de la Tele por abrirse hueco en la televisión a la carta se saldó con un sonoro fracaso. Fuentes del sector consultadas aseguran que el formato final no era lo que el público esperaba. "Sálvame era todo improvisación, era una de las claves de su éxito. Pero escogieron un formato guionizado, grabado, una especie de documental. Era aburrido y las audiencias no fueron buenas".


Aquel derrape no puso fin, sin embargo, al empeño de sus productores de continuar exprimiendo un producto que había sido rentable durante tanto tiempo en el pasado, y ahora han decidido probar suerte en internet con una nueva edición del programa: Ni que fuéramos Sálvame. A partir del 15 de mayo, los contertulios que inundaron de un griterío casi nostálgico las sobremesas de nuestro país, volverán a la acción de lunes a viernes de 16.00 a 19.00 en YouTube, Facebook, Instagram, Tiktok, Twitch y X. Lo hará en lo que describen como el primer canal en streaming de corazón en directo, el Canal Quickie. ¿Un su***dio o su salvación? "La decisión de irse a Twitch y YouTube ha sido casi por descarte. A la productora le hubiera gustado estar en una plataforma de pago grande, pero estas habrán hecho cifras y, al final, los números no cuadran. Sálvame puede tener entre medio millón y un millón de espectadores de audiencia por emisión. Eso es hasta cuatro veces menos de lo que arrastra OT o MasterChef. Si añades que este tipo de programas en directo son muy caros, solo queda una salida, irse a YouTube y Twitch", explica un directivo del sector responsable de idear y desarrollar este tipo de formatos en plataformas de streaming y que pide no revelar su identidad.


Su estrategia es sintomática de cómo la tele tradicional se está reinventando dentro del streaming y viceversa, cómo las plataformas están abrazando la televisión lineal porque la necesitan. "Digamos que ya han conseguido todos los suscriptores puros de streaming que podían conseguir. Para adelantar al rival, lo único que les queda es intentar convencer al resto, a la gente que le gusta llegar a casa, encender la tele y ver que echan, a los fans de MasterChef, La Voz, Operación Triunfo (OT) o Sálvame. Por eso, tanto Netflix como Prime se han lanzado a esta guerra", explica el directivo. Sin embargo, los dos productores que están detrás del nuevo proyecto de Sálvame, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, saben el riesgo al que se enfrentan con su nueva andadura en el streaming gratuito. "Es seguramente el experimento más grande al que nos hemos enfrentado. Tenemos confianza en que, no sabemos en cuánto tiempo, pueda ser rentable o por lo menos se pueda autofinanciar. Pero ahora mismo, no", confirmaban en una entrevista en EL PAÍS. "Vamos a pasar de tener cautivos a un millón y medio de personas que estaban ahí, hicieras lo que hicieras, a unas 5.000 personas en Twitch", añadían. Se espera que los ingresos que obtengan sean muy bajos, aunque no pierden la esperanza en que algún día las marcas toquen a su puerta.

Operación Triunfo como conejillo
Sus temores no son infundados, ahí está el ejemplo de Operación Triunfo. El reality musical fue el primer programa de entretenimiento emitido en España en una plataforma de pago. Aunque su gala inicial fue el estreno más visto de la historia de Prime Video en nuestro país, su audiencia fue desinflándose poco a poco hasta ser considerada un "fracaso" para muchos analistas, al ser comparada con otros colosos de la tele en abierto como La Voz o El Hormiguero. Eso no ha disuadido a Amazon de seguir apostando por el programa y de renovar por otra temporada a pesar de las dudas que aún existen sobre su rentabilidad y audiencia, que alcanzó los 3,5 millones de espectadores únicos. Un notable descenso con respecto a lo que acaparaba cuando se emitía en abierto, 5 millones.


Está justificado si atendemos a otros datos que apuntan a que su aventura en el streaming no ha sido para nada un fracaso. Con OT, se ha demostrado que a Amazon no le interesaba tanto conseguir impresionantes cifras de audiencia como atraer a toda esa gente al ecosistema Prime y, con ello, a su enorme tienda digital. Primero, el programa fue un éxito en redes sociales, con 718,9 millones de visualizaciones entre TikTok y YouTube. Segundo, consiguió la llegada de patrocinios de empresas como ING Direct y Mapfre. Tercero, las firmas de discos batieron récords en eventos por Barcelona, Madrid y Zaragoza, música que los oyentes pueden escuchar en Amazon Music. Y cuarto, y más importante, la Tienda de OT donde venden merchandising del programa ha acumulado millones de visitas. El relato cambió de "fracaso" a "OT ha superado todas las expectativas", frase que sentenciaba James Farrell, vicepresidente de contenidos de Prime Video, hace unos meses. Fuentes consultadas conocedoras de las políticas de Amazon aseguran que, de no haber sido un éxito, la empresa jamás se arriesgaría a renovar una nueva temporada. Señalan también como prueba a los anunciantes: todos los que han pasado por caja en la primera edición lo harán también en la segunda. "ING es el caso más evidente. El retorno de la inversión que han tenido de anunciarse en OT en Prime ha sido el mayor de todas las acciones que han llevado a cabo en la última década. Vamos, que les ha venido dios a ver. Eso ha escocido a Atresmedia y Mediaset, que se han empeñado en asegurar que OT en Prime había sido un fracaso. Nada más lejos", apunta un directivo conocedor de la estrategia de Amazon.


Algunas teorías apuntaban al reciente despido de Koro Castellano, directora de Prime Video en España, como una señal del fracaso de OT. La realidad, según fuentes cercanas a Amazon, es que se debe a una reestructuración de la organización en Europa, tras la que en lugar de tener hasta 13 responsables de Prime por país, se ha pasado a tener 2 que agrupan a diferentes geografías. "Amazon quiere retener a Koro, pero hay que entender esto: ella ya ha pasado por casi todos los puestos por los que podía pasar en Amazon. Y ya tiene 60 años. Puede que la empresa le ofrezca irse a Seattle, y ella no quiera", señalan.

El quid pro quo de la tele y el streaming
La incursión de programas como estos en el mundo del streaming se enmarcan en una tendencia de los últimos años en la que las plataformas de streaming han abandonado la confianza en sus catálogos y han comenzado a ofrecer contenido de manera lineal. Emisiones continuas en la que los programas se suceden uno tras otro. Regresar a lo que viene siendo la ‘tele’ tradicional de toda la vida. Si hubo una época en la que el streaming consistía en ver películas y series, ahora las empresas están abrazando otro tipo de visualización más pasiva, cimentada en las emisiones en directo. Cada vez más servicios de 'streaming' están cerrando acuerdos millonarios con competiciones para emitir contenido deportivo en vivo. El más reciente es un contrato en ciernes entre Apple y la FIFA para ceder a la tecnológica los derechos de televisión del Mundial de Clubes, planeado para 2025. Es la búsqueda desesperada de alternativas a un modelo de negocio asfixiado y la evidencia de que el contenido en directo funciona bien.


El problema es que cuando hablamos de plataformas como Twitch, estamos a kilómetros de distancia de los códigos en los que se mueven las teles de toda la vida. En este servicio de retransmisión en directo, el 71% de los usuarios pertenecen a la generación Z y millennial. La edad media de los usuarios es de 21 años y el 70% son hombres. Su servicio, como mencionamos antes, está destinada principalmente a los videojuegos y e-sports. Los streamers que pululan en este submundo, como Ibai Llanos o AuronPlay se han convertido en los referentes de toda una generación digital. ¿Qué pinta Belén Esteban aquí? YouTube es diferente. Se ha convertido en una plataforma masiva a la que acuden tanto jóvenes de 18 o 20 años que viven en internet como jubilados. El factor demográfico no debería ser un inconveniente, pero nadie sabe si funcionará como lo ha hecho, por ejemplo, OT en Amazon Prime Video. Cualquiera pensaría que Twitch y YouTube están ejerciendo como refugio para todo ese trasvase de productos que han dejado de ser rentables. El 2023 no fue un año para tirar cohetes para la tele. No sólo ha descendido el consumo diario, sino que el auge del streaming sigue mermando esas cifras. Los españoles usan el televisor una media de 3 horas y 48 minutos al día, pero cada vez lo hacen menos para ver canales en abierto, un 11% menos que el año anterior. ¿A dónde se esfumaron esos casi 5 millones de espectadores? A Netflix, Amazon Prime Video o HBO Max, que precisamente tienen ahora su pico de consumo en el prime time convencional. Quienes más ven la televisión son los mayores de 65 años, con una media de 5 horas y 38 minutos al día. Son ellos quienes la mantienen viva. Y eran precisamente los que veían Sálvame cada tarde. ¿Van a irse ellos también a Twitch? Es poco probable. ¿Va mi sobrino de 12 años a ver el programa de Belén Estaban? Es también poco probable. Sea como fuere, ahora será Sálvame el que tenga que pasar el duro test de audiencias online y rentabilidad publicitaria. OT parece haberlo logrado. Ahora le toca el turno a Belén Esteban, María Patiño, Kiko Matamoros y compañía.
 
Intentan crear hype pero van a durar dos días. Ese formato en redes no es sostenible en el tiempo, ni creo que tengan mucha audiencia mas alla de la curiosidad del estreno.
 

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