La Manada. Violación en los Sanfermines.

sí, en su día tuvo mucho público, y no es la única vez que la bicha de la Cantudo salió en el cine como su madre la trajo al mundo, aunque la muy cínica dice con la boca pequeña que nunca se ha desnudado en una película
Mira que cosa más tonta la Señora , si eso es fácil de demostrar... La pobre está pa ya, tiene un perro precioso, y escuche hace unos años que le colocaba un pañal cuando salía a la calle, pq una Señorita del barrio de Salamanca no podía hacer pis en la calle...
 
La sentencia del TS saldrá antes de verano. Todo apunta a que será condenatoria por agresión y no por abuso.
Este año el TS ha condenado por agresión en dos casos muy similares al de Pamplona y todo en base a la intimidación.
 
Agustín aburre a las cabras. No ha utilizado ningún argumento jurídico, solo se ha dedicado a liarse él solo con el no es no, la agente que nadie citó (tú tampoco, hijo mío)... Pero se ha lucido con una frase: "Nadie se queda en shock de manera inmediata. La reacción normal es decir 'qué haces?'". Quedarse en shock por fascículos debe ser una nueva corriente.
 
Agustín aburre a las cabras. No ha utilizado ningún argumento jurídico, solo se ha dedicado a liarse él solo con el no es no, la agente que nadie citó (tú tampoco, hijo mío)... Pero se ha lucido con una frase: "Nadie se queda en shock de manera inmediata. La reacción normal es decir 'qué haces?'". Quedarse en shock por fascículos debe ser una nueva corriente.

Flipo con sus "reacciones normales".
Seguramente las opiniones profesionales de psicólogos que salieron en su momento reconociendo que la reacción de la víctima responde a un comportamiento plausible en una situación así, no valdrán nada ni para él ni para los infraseres que apoyan a los infraseres de sus clientes
 
Lecciones rápidas a quienes juzgan a "manadas": "Es muy triste que malinterpreten la reacción de las víctimas".

https://www.abc.es/sociedad/abci-le...reacciones-victimas-201906150104_noticia.html


¿Cómo podemos explicar desde la neurobiología las conductas que llevan a cabo las víctimas en este tipo de situaciones? ¿qué hace el cerebro ante situaciones traumáticas como una violación? En 1995, Steven Porgesdesarrolló la teoría polivagal que nos sirve para explicar y comprender de una manera sencilla lo que ocurre durante la situación traumática. ¿Qué es un trauma? La palabra trauma proviene del griego y significa «herida». Cuando nuestro cerebro detecta que nuestra supervivencia está en juego, pone en marcha mecanismos automáticos e inconscientes para protegernos. Si después del acontecimiento traumático (violación, maltrato, abandono, negligencia, accidente, desastre natural, etc) no podemos integrar dicho acontecimiento, es cuando se produce el trauma, siendo necesario trabajar dicha situación no integrada por un profesional.



¿Qué es un trauma? Proviene del griego y significa herida
Porges establece en su teoría polivagal tres maneras diferentes de reaccionar ante un peligro o una amenaza:

1) Sistema de conexión social: en un primer momento, la persona que está siendo víctima de una agresión, una violación o un atraco trata de apelar a la empatía y humanidad del violador o atracador. En este caso, se activaría, anatómicamente hablando, el sistema parasimpático ventral vagal. El sistema parasimpático se pone en marcha cuando estamos en reposo y descansando.

2) Sistema de movilización (ataque o huida): si la estrategia de suplicar al abusador o atracador no obtiene un resultado positivo, inmediatamente se pondrá en marcha el ataque o la huida. En este segundo paso se activa el sistema simpático que es el que nos prepara para la acción (ataque o huida). Es lo que en inglés se denomina fight (ataque) or flight (huida).

3) Sistema de parálisis e inmovilización: cuando ninguna de las dos opciones interiores encuentran una solución adecuada, se pone en marcha la inmovilización y el bloqueo. En este caso, también se activa el sistema parasimpático dorsal vagal, provocando una paralización del cuerpo, así como una disociación a nivel psíquico. Por ejemplo, los niños que han vivido situaciones traumáticas suelen reaccionar de este modo: parálisis corporal y disociación psíquica. Por lo tanto, no existe conexión ni con su cuerpo, ni sus emociones ni con el exterior. Es como si la persona se desconectaran de todo.

Cuando los otros dos sistemas fallan me «apago». Es el sistema más arcaico y antiguo que tenemos los seres humanos. Veamos un ejemplo para entenderlo mejor. Imagina que una noche vas por la calle y un extraño se acerca con paso acelerado hacia ti. Nuestro cerebro, al percibir el peligro, pondrá en marcha estas tres reacciones en el mismo orden que hemos visto anteriormente. En primer lugar, la víctima tiende a apelar a la empatía del atracador. En caso de que esto no obtenga ningún resultado, tratará de huir o luchar, y si estas dos opciones no son efectivas o posibles, se producirá una parálisis tanto corporal como psíquica. Si nos centramos ahora en el caso de «la manada», la joven víctima suplicaría a sus agresores que la dejaran en paz.

Como esto no tuvo ningún efecto, trató de huir o atacar pero también fue en vano. El último recurso que tenemos ante este tipo de situaciones es la desconexión, es decir, la parálisis corporal y la disociación. La disociación es un mecanismo de defensa en el que las sensaciones corporales y las emociones que se están experimentando en el momento presente se bloquean y la persona dejar de estar en el momento presente para evadirse y no ser consciente de tan terrorífico acto. Afortunadamente, la disociación es un mecanismo de defensa y protección que ayuda a sobrevivir al acontecimiento traumático.

Todos ante una situación tan estresante e incomprensible a la razón como es una violación reaccionaríamos bloqueándonos y disociándonos ante el agresor o violador si las dos opciones previas no son efectivas. Cuando la víctima no puede (cuidado con confundir poder con querer) huir o luchar, aparece el último recurso que es la desconexión y la parálisis. Desgraciadamente en nuestro sistema judicial no son expertos en trauma, motivo por el cual se entiende que la víctima accede y consiente, pero nada más lejos de la realidad. El cuerpo de la víctima se desactiva y su mente se disocia como consecuencia del acontecimiento traumático, no como consecuencia de que consintiera.

El símil con el termostato de casa
No es que las víctimas no quieran defenderse, sino que no pueden defenderse. Podemos explicar la teoría polivagal con el símil del termostato de casa. Si el termostato de nuestro salón tiene la temperatura adecuada es como si se hubiera puesto en marcha la respuesta ventral vagal, es decir, la conexión social. En caso de que la temperatura esté por encima (zona de hiperactivación simpática) pondremos en marcha las reacciones de ataque o bien de huida. En cambio, si notamos frío en nuestro salón (zona de hipoactivación) tenderemos a la parálisis o la inmovilización.

Es muy triste que se malinterpreten las reacciones de paralización de las víctimas. No consienten, claro que no consienten. Dada la gran cantidad de casos de agresiones y violaciones en manada que se están produciendo en los últimos meses, se hace necesario e imprescindible trabajar la inteligencia emocional y la empatía desde bien pequeños, así como que nuestros jueces estén formados en cómo respondemos los seres humanos ante acontecimientos traumáticos. Ahora bien, entiendo que no sólo los jueces deben estar al tanto de la teoría polivagal que hemos explicado en este artículo, sino que la sociedad en general, también tiene la obligación de hacerse cargo de las opiniones que vierten cada uno de sus miembros. Dichas opiniones estarían más fundamentadas y se corresponderían de manera más fiel con la realidad si tuviéramos conocimientos mínimos sobre el funcionamiento cerebral y, sobre todo, de cómo responde el cuerpo y el cerebro ante un acontecimiento traumático y estresante.

Siempre digo que la familia y los amigos son un excelente factor de protección de cara a sucesos desagradables y traumáticos como lo que estamos hablando. ¿Qué papel juega la familia en este tipo de situaciones? Cuando alguien vive una situación traumática, ya sea de manera puntual o reiterada, se siente mal, muy mal: indefensión aprendida, flashbacks, insomnio, pensamientos recurrentes negativos sobre sí misma, síntomas ansiosos y depresivos, etc. La víctima se llega a sentir muy pequeña, como si de un niño se tratase. Todo esto se debe al inmenso miedo que ha experimentado. Es por ello que la familia y el entorno más cercano deben tratar de acoger a la víctima con el mayor respeto, cariño y prudencia, puesto que su vida ha sufrido una terrible sacudida.

Algunas de las cosas que podemos hacer ante situaciones traumáticas, independientemente de la edad de la víctima y del acontecimiento traumático, son las siguientes:

 La mejor pauta es la comprensión de cómo reaccionamos y nos sentimos ante un acontecimiento traumático

 Ofrecer contextos de seguridad, cariño y protección a la víctima (recordemos que tiene mucho miedo)

 Permitir y animar a la víctima a que hable sobre ello. También lo puede expresar a través de un diario o un dibujo.

 Entender que cada persona tiene un ritmo y un proceso de duelo diferente

 Es importante que la víctima piense sobre el acontecimiento traumático. Si la víctima es menor o tiene dificultades para pensar sola sobre ello, puede hablar con alguien de su confianza (familiar, amigo, profesional especializado, etc).

«Debemos enseñarles a ser humanos»
¿Y qué decir de los agresores? ¿qué le puede llevar a un ser humano a realizar semejante acto? También deberíamos analizar qué tipo de carencias y necesidades no han sido cubiertas en estos depredadores sexuales. Siempre digo que a se aprende a ser humano. No es algo que venga en el ADN y punto. Debemos enseñar a nuestros hijos y alumnos a ser humanos. Si desde bien pequeños los niños y las niñas fueran entrenados en regulación de las emociones, respeto y tolerancia a la frustración, nos irían bastante mejor las cosas como sociedad. Ahora más que nunca, no es no.
 
La Fiscalía del Supremo, sobre La Manada: «Fue una violación con fuerza intimidatoria»
El Alto Tribunal zanjará el debate y resolverá si la Manada cometió un abuso sexual o una agresión sexual
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¿Quiénes son los miembros de La Manada?

SeguirLuis P. Arechederra@luispeareche
Madrid
Actualizado:21/06/2019 12:15h
El Supremo decide hoy si absolver o sentenciar a la Manada

La Fiscalía ha hablado claro y ha solicitado este viernes al Tribunal Supremo que condene a La Manada por violación, en lugar de por abuso sexual. «Los hechos probados son constitutivos de un delito continuado de violación, por entender que concurre fuerza intimidatoria suficiente por parte de los cinco acusados, lo que les permitió cometer los actos sexuales descritos» en la sentencia. En una breve intervención, el Ministerio Público ha expresado su alegato sobre este caso, cuyos hechos tuvieron lugar en los sanfermines del año 2016, en la madrugada del siete de julio, en la vista pública celebrada este viernes en el Alto Tribunal sobre los recursos de casación planteados por las partes enfrentadas.

El Tribunal Supremo, la cumbre del sistema judicial español, zanjará un debate que provocó una ola de críticas en la sociedad española, en una decisión que podría adelantarse este mismo viernes, según han informado fuentes juridicas. Cinco magistrados de la Sala Segunda, la de lo Penal, son los encargados de revisar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), que mantuvo el criterio de la Audiencia Provincial de Navarra y condenó a los cinco mienbros de La Manada por un delito de abuso sexual, al no apreciar ni intimidación ni violencia, dos circunstancias necesarias en el crimen de agresión sexual.

En su argumentación, la Fiscalía ha alegado que los hechos considerados probados en la sentencia de la Audiencia de Pamplona (ratificados por el TSJN) encajan en el concepto de intimidación, al aludir a una situación de «sometimiento», en la que la víctima fue conducida de modo «súbito y repentino» a un «habitáculo de reducidas dimensiones» ubicado en un portal de la ciudad de Pamplona, sin salida. «No es necesario un alarde de resistencia que ponga en peligro su vida», ha recalcado la fiscal, que ha explicado que los acusados «constriñeron la voluntad» de la víctima, una chica de 18 años que se quedó «sin capacidad de reacción» y se sintió «impresionada», según el crudo relato de hechos de la sentencia.

Con este recurso, la Fiscalía solicita que se eleve la actual pena de nueve años de cárcel para cada acusado de La Manada por abuso sexual, a una condena de 18 años por agresión sexual. Tanto la Audiencia de Navarra como el Tribunal Superior de Navarra decidieron condenar por abuso sexual por prevalimiento. Este concepto técnico significa que los condenados aprovecharon la situación de superioridad manifiesta (numérica, física y escénica) para cometer el abuso a la víctima, rodeada en un lugar «angosto y opresivo». Los magistrados no apreciaron intimidación, pero reconocieron sus dudas «por la sutil línea divisoria entre la intimidación y el prevalimiento». Se inclinaron por el abuso y descartaron la agresión por la regla del Derecho Penal que obliga, ante una duda, a favorecer al condenado.

Los jueces que ratificaron la primera condena explicaron que la Audiencia de Navarra no dio por probada una acción intimidatoria por parte de los acusados, ni siquiera una intimidación implícita en el ambiente. La intimidación exigiría la amenaza de un mal mayor, en una actitud intencionada de los acusados, señalaron estos magistrados, que aseguraron que la sentencia recurrida no incluye «ningún gesto» que acredite esta intención. Las Fiscalía y las demás acusaciones del caso (entre ellos el Ayuntamiento de Pamplona y la Comunidad Foral de Navarra) discrepan de lleno, y consideran que la situación provocada por los acusados de La Manada generó la intimidación suficiente para vencer la voluntad de la víctima y cometer el delito sexual, sin que sea necesaria una «actitud heroica» de la víctima para apreciar esta circunstancia.

En la misma línea que el Ministerio Público, las demás acusaciones han solicitado que se endurezca la condena de un caso que conmocionó a la sociedad y reabrió el debate sobre la regulación de los delitos sexuales. El abogado del ayuntamiento de Pamplona, Víctor Sarasa, aprecia que hubo «fuerza y violencia» en los hechos.

«La víctima es agarrada hasta siete veces del pelo. Se ve también cómo un brazo rodea el cuello de la víctima. Y respecto al sonido, la sentencia dice que se oyen gemidos de dolor», ha expresado el letrado en su turno. Ha aludido a dos sentencias recientes del Supremo, que en recientes casos similares ha condenado por agresión sexual.

En una petición más dura, la acusación de la Comunidad Foral de Navarra, ejercida por Ildefonso Sebastián Labayen, considera que deben aplicarse tres agravantes, por hechos particularmente degradantes o vejatorias, por una actuación en grupo, y por la especial vulnerabilidad de la víctima. «Una mujer sola en una ciudad que no conoce, en una situación que no puede controlar en unas circunstancias como las fiestas de los sanfermines», ha recordado.

Desde la bancada de enfrente, el único abogado de los cinco acusados ha solicitado la absolución y ha criticado la presión mediática y social que ha generado el caso. «La sociedad dictó sentencia el 8 de julio y ha cerrado el camino a cualquier decisión judicial que no lleve a una sentencia condenatoria». El letrado se ha apoyado en el voto particular de la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra para pedir la absolución y ha defendido que la víctima accedió a los hechos sexuales, una versión que no ha avalado ninguna de las dos sentencias dictadas hasta la fecha, pues ambas han dado credibilidad total al testimonio de la víctima.

https://www.abc.es/sociedad/abci-ma...uerza-intimidatoria-201906211124_noticia.html
 
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