Juicio al 'procés' - Referéndum en Cataluña — El conflicto catalán - Parte II

el primero que se pasó el pacto constitucional por el arco de triunfo fue el nacionalismo rojigualdo denunciando ante el TC un Estatuto que había sido aprobado por el Congreso de los diputados, donde reside la soberanía nacional, y refrendado por el pueblo catalán. Fue un acto de deslealtad , de electoralismo y de populismo rojigualdo que fue contestado por el Proces.
no, chuqui, someter al Estatuto al control de inconstitucionalidad no es pasarse nada por el acto del triunfo. Y dado que el Tribunal Constitucional constató que algunos artículos lo eran (otros no) pues de demostró que la alegación era - parcialmente - correcta.
 
no, chuqui, someter al Estatuto al control de inconstitucionalidad no es pasarse nada por el acto del triunfo. Y dado que el Tribunal Constitucional constató que algunos artículos lo eran (otros no) pues de demostró que la alegación era - parcialmente - correcta.

recurrirlo una vez votado y refrendado es pasarse el pacto constitucional por el arco de triunfo. lo podían haber hecho antes. junto con el andaluz, si tanto les preocupaba.

no engañáis a nadie, chuqui.

hala, vuelta a la casilla de salida.

diálogo y negiociación será.

como no podía ser de otra manera.

España es un pacto o no será.

Ya os ha costado.

O m.as bien os sigue costando, el trifachito sigue sin enterarse.
 
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En manos de Marchena

El fallo del Supremo puede ser un escarmiento o allanar la vía política, la única que puede resolver este conflicto. El mal llamado problema catalán es un problema español que va más allá de la aritmética de una investidura
Neus Tomàs
12/06/2019 - 21:30h
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EFE

Después de cuatro meses de juicio, 52 sesiones, y tras escuchar a más de 500 testigos, el juicio del procés ha quedado visto para sentencia. El fallo que dicte el Tribunal Supremo puede ser un escarmiento o allanar la vía política, la única que puede resolver este conflicto. El mal llamado problema catalán es un problema español que va más allá de la aritmética de una investidura.




Para algunos serán pocos, para otros serán muchos. Habrá quien quiera hacer ver que no existen y otros que seguirán calculando mal y pensando que son más de los que son. Se interprete como se interprete, el único dato incuestionable es que hay dos millones de catalanes que elección tras elección insisten en votar a formaciones que reivindican una separación del resto de España.

Aunque gane elecciones y siga manteniendo la mayoría parlamentaria, el secesionismo sufre una evidente crisis de liderazgo. Carles Puigdemont y Oriol Junqueras se hablan lo justo y a través de emisarios mientras en el Palau de la Generalitat la política ni está ni se la espera. Pero el independentismo tiene un referente moral, un ideólogo que supera las fronteras partidistas y que seguramente por ello puede ser un guía casi espiritual que reconforte a este movimiento en un momento de desorientación. Este referente es Jordi Cuixart.

El presidente de Òmnium Cultural, que a pesar de las propuestas que ha recibido nunca ha querido entrar en una lista electoral, se ha convertido en la voz que mejor empatiza con los diferentes sectores del independentismo, enfrascados en luchas cainitas cuyo único propósito es acaparar poder y en su alegato final ante el tribunal que lo juzga lo ha vuelto a demostrar.

Cuixart reivindica la desobediencia civil, que no es la misma que la institucional, como instrumento de protesta. El presidente de Òmnium ni ocupaba ni ocupa ningún cargo político. Ni tenía en sus manos aprobar leyes ni tampoco convocar elecciones. Es evidente que no era un simple espectador de las decisiones que tomó el Gobierno de Puigdemont, pero si durante estos meses de juicio del procés ha habido un activista sentado en el banquillo de los acusados, ha sido él. No pudo malversar porque no manejaba presupuestos públicos y se le puede acusar de haber participado en la organización de decenas de protestas; pero de ahí a la petición por rebelión y a la condena de 17 años de cárcel que le pide la Fiscalía hay un trecho que no puede considerarse admisible.

"No vamos a dejar de protestar", proclamó Cuixart este miércoles. El presidente de Òmnium respeta y se hace respetar, es coherente hasta las últimas consecuencias -que pueden no ser pocas-, y es alguien que remueve la conciencia de quienes creen que los jueces pueden hacerle el trabajo sucio a la política.

El independentismo se ha equivocado y volverá a hacerlo si no es capaz de ver que Catalunya es un todo muy plural y no sólo su mitad electoral, si no entiende que debe reconocer a quienes no quieren separarse del resto de España, y que ni en derecho ni en política todo vale. Las togas no lo deberían poder todo. Del mismo modo, las mayorías parlamentarias no están legitimadas para hacer lo que les venga en gana.

La mejor crónica de lo que pasó entre la primavera y octubre del 2017 la hizo el abogado Xavier Melero en su intervención final al relatar con precisión jurídica y agudeza política cómo el procés tuvo más de tomadura de pelo que de épica. Pero quien crea que una sentencia ejemplarizante rubricará el fin del independentismo es que sigue sin entender qué pasa en Catalunya.

https://www.eldiario.es/zonacritica/manos-Marchena_6_909269091.html

Ya sé que no viene a cuento pero me acuerdo de mi padre cuando me enseñaba de niña a coger caracoles y cangrejos. Cuando habíamos cogido todos los caracoles de un cuevita o todos los cangrejos del retel yo que era muy pequeña le decía;

"Papá, papá, no cojas todos porque mañana no vamos a tener"

Mi padre contestaba: "Hija, no te preocupes, que el lugar vacío de los que hemos cogido lo ocuparan otros"

Pues eso, que podrán meter en la cárcel a los presos políticos pero no van a impedir que salgan mas a protestar por lo mismo, es mas, con mas persistencia.

La sentencia ya estaba echada al principio del juicio circo. Rebelión, sedición y rebelión, sedición.
El tema acabará en Estrasburgo, y cuando Estrasburgo emita dictamen la mayoría de los jueces inmersos en ésto estarán ya con su carrera a punto de jubilación. Este es el sistema judicial que hay en ésta democracia devaluada y de sociología franquista.
 
Carles Mundó: Este juicio es el resultado de un fracaso de la política.
Y dale. Este juicio es el resultado de haber presuntamente realizado actos ilegales. Y ahora el Tribunal debatirá si hubo o no ilícitos penales y cuáles.
Aunque puedes entender que hay un fracaso de la política cuando los políticos deciden pasarse la ley por el forro. En ese sentido Mundó llevaría razón.
 
a ver sultana, si te metes en una conversación ya comenzada ten la amabilidad de leer desde el principio para enterarte de qué va la cosa.

la Ponsati no estaba declarando ante el TS.
obviamente. prefirió fugarse. entiendo que también para orgullo del independentismo republicano o no sé quién que está orgulloso.
Pero que no se lo dijera al Supremo no quiere decir que no lo haya dicho. Que es lo que ha dicho Sultana.
 
recurrirlo una vez votado y refrendado es pasarse el pacto constitucional por el arco de triunfo. lo podían haber hecho antes. junto con el andaluz, si tanto les preocupaba.

no engañáis a nadie, chuqui.

hala, vuelta a la casilla de salida.

diálogo y negiociación será.

como no podía ser de otra manera.

España es un pacto o no será.

Ya os ha costado.

O m.as bien os sigue costando, el trifachito sigue sin enterarse.
Que temple tiene Marchena, es mi ídolo
 
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