Tiene que ser por algo urgente o tambien se le puede pedir por algo mas a largo plazo, por un proyecto vital por asi decirlo?
Pues con lo del aceite ya has descubierto de donde soy
Puedes pedirle lo que quieras. Normalmente son causas urgentes y muy desesperadas (siempre y cuando sean para hacer el bien). Si ya luego quieres encomendarle alguna misión no creo que haya ningún problema. Es muy bueno, eso ya como quieras. A mi me gusta tenerle en cuenta siempre, para dar gracias aunque no le pida nada. Me ha ayudado en situaciones muy límite, una en concreto a mi no se me olvidará en la vida, sólo un milagro suyo puedo sofocar aquel problema. En una segunda ocasión recurrí a él et voilá, no me falla. Y confieso, cuando no se me ha cumplido algo al tiempo me daba cuenta de que lo que pedía no era para mi.
Una amiga mía quería ser policía desde niña, y ella valía muchísimo, le encomendé al santo para que la ayudara. Le rezaba, iba a las pruebas físicas, fallaba siempre, nunca pasó a las teóricas. Una chica preparada, vocacional, con la cabeza suficiente para sacarse esa oposición, el santo no es que no la oyera, es que la estaba avisando y su forma de avisar era clara: la chica no pasaba de la primera prueba de la oposición. No era para ella, como pudo comprender después, por su personalidad no soportaría los rigores de la formación, ese mundillo, y no porque no valga, ella vale mucho, pero el mundo al que quería acceder no era como ella se imaginaba. Entones empezó el hermano a rezar a San Judas, otro que quiere ser policía; siempre le pasaba algo cuando iba a las pruebas (coche con problemas, imprevistos), pero llegaba a las pruebas, suspendía por décimas de mierda. A la cuarta se sacó la oposición y cuando le toca entrar en la academia le da un revés y abandona: se había dado cuenta de que ahí no tenía que estar y me expuso sus razones y estaba en lo cierto, todas las cosas que le sucedían antes de ir a las pruebas era un aviso de que ahí no tenía que estar. Las condiciones en las que llegaba siempre a las pruebas eran extremas, y la última vez que se presentó a las físicas se rompió algo, otras veces vomitaba, al llegar a las psicotécnicas de chiripa llegó a entrar por un accidente en la carretera, todo barreras, era un mensaje claro "aquí no debe estar". Mira cuando al fin llegó él mismo lo dijo "joder, ahora yo ahí no quiero estar". Siempre que suspendían venían y me decían "no me ha ayudado", no, es que ahí no debíais estar. Años más tarde, están contentos con sus decisiones de no volver porque saben que no es lo suyo.
A mi primo, por ejemplo, se le antojó sacarse el carnet de moto, creo que llegaba seis convocatorias ya suspensas. Se encomendaba al santo, no aprobaba ni de coña o sí aprobó el tema maniobras. El examen de circulación siempre suspenso, con San Judas en estampita, le pasaba algo siempre: se caía de la moto, la liaba en la carretera, le llovía y no podía hacer el examen bien. Nunca aprobó. Le costó reconocer que él quería moto por irse con un grupo de moteros, no porque las motos le gustasen, de hecho, admitió más adelante que le dan hasta pavor. Las motos no eran para mi primo, por eso el milagro no se dio.
En mi caso pedí a San Judas Tadeo por una cuestión a corto plazo pero que era necesaria con vistas a tener tranquilidad a medio/largo plazo. Lo impactante es la premura y brillantez en su resolución.
Porque entonces es para ti y por tu bien. Si es así, no falla jamás. A mi no se me ocurriría pedirle a un santo "que se case mi hijo/primo/amigo", "que me toque la lotería", "que Pepito me haga caso". Puede que la boda de tu hijo/primo acabe en desastre, o que la lotería te convierta la vida en desgracia o que Pepito sea un completo anormal que te haga daño. Todo por el bien de uno.