Teóricamente es así, pero en la práctica no. La reforma de 2015 (que es la última) es un ejemplo de lo contrario. Hay delitos que no tienen pies ni cabeza y con las reformas que vienen (eutanasia y esto del consentimiento) aún se va a crear una bestia mayor y más incomprensible. Hay que parar, pensar y reformar lo que realmente está mal, los políticos viven en una campaña constante y el derecho penal no debe ser eso.Pero si la ministra sólo ha dado la idea general de lo que debe inspirar esa reforma, que no es más que potenciar el consentimiento expreso para evitar sentencias injustas, nada más. Tú crees que Alemania y Suecia han aprobado leyes delirantes que van a hacer que los hombres estén indefensos? Por mucho que se empeñen, no tenemos un problema de denuncias falsas, pero sí uno muy grave de violencia machista a muchos niveles. Tendrán que legislar para resolver problemas reales, no hipotéticos.