Con esta expresión queremos significar que la persona a la que nos referimos es más bien un pusilánime en el sentido en que define esta palabra la R.A.E., es decir, se trata de una persona falta de ánimo y valor para tolerar las desgracias o para intentar cosas grandes. En latín pusillanimis es aquél que tiene un ánimo corto, pequeño, que no tiene grandeza de espíritu, que todo le viene grande y no se encuentra con fuerzas para hacer frente a las dificultades. Es aquél que niega con pertinacia la realidad.Es una pobre mujer...En el más amplio sentido de la frase.
También un pobre hombre es aquél que no es capaz de mantener sus convicciones y cambia de parecer cual veleta de campanario y muda el digo por el Diego a la menor contradicción.
Igualmente el que es pobre hombre se siente tan complacido, enrocado y enraizado en su mediocridad que no escucha las opiniones de los demás y considera que posee la verdad absoluta.
Asimismo designamos así a quien los demás compadecen y que pocos son los que le hacen caso, lo toman en consideración o lo quieren a su lado, salvo aquellos que se están aprovechando de él o cuentan con posiciones económico-político-laborales que las han conseguido gracias a él