Despropósitos que hacíamos en la adolescencia en cosmética.

[Judith_Ore]

Yo no he hecho ninguna barbaridad recalcable, pero me he acordado de la hija de una amiga de mi madre que una vez se puso colonia en el... ejem, porque había quedado con el novio. Por lo visto escuece mucho. Según la madre parecía que se había vuelto loca

Ay dos. Eso lo hizo mi madre de joven (pero adulta) también, y encima me lo contó como advirtiendo, en plan: oye si se te ocurre echarte colonia en el parrús, que sepas que escuece.
Yo con 8 años: ¡no me digas, no se me había ocurrido! (sarcasmo)
Me tomaba por subnormal muy a menudo.

 

[Flaminia]

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[Flaminia]

Lo de la plancha lo hacían unas amigas mías. Al final su madre se cansó de verlas continuamente con la tabla de planchar y la plancha y les compró las planchas. Pero ellas seguían prefiriendo la plancha y la tabla; decían que era más rápido y efectivo. Nunca se quemaron el pelo (hasta donde yo sé...) porque utilizaban una tela de algodón grueso como “pantalla”.

Plancharme el pelo teniéndolo empapado, y ponerme súper feliz al salir humo, pensando en lo lisito que me estaba quedando ??‍??‍

Qué clasico! Esa es buena. Hubiésemos sido amiguísimas! Jajajajaj

Es que esto lo hemos hecho casi todas hasta que hemos podido comprar la plancha del pelo, la de verdad. Cuánto destrozo...

 

[Flaminia]

Estupendo el momento en el que pensé que cortarme el flequillo con el pelo mojado estaba bien porque mi peluquera me cortaba así las puntas. Peinado borroka, le dicen.

Esto me lo hice yo justo el día de la boda de mi tía, así que mi look quedó inmortalizado en el vídeo y en el álbum de fotos. Por qué se me ocurriría...

 

[Flaminia]

- Con 14-15 en las fiestas del pueblo utilizar sombras azules, blancas y nacaradas. A juego con los bolsitos aquellos que llevábamos. Me sentía mayor y divina.
- Con 14-15 años también como base ponerme una crema con color de mi madre, que me dejaba marrón (soy super blanca).
- A los 16 cuando empecé a salir todos los findes utilizaba una barra de labios marrón que también le cogí a mi madre, horrible.
- Utilizar gomina y espuma de Fructis como si no hubiese un mañana, con coleta con los dos mechoncillos tiesos a los lados y cuando lo llevaba suelto con todo el pelo lamido y aquel efecto mojado que se llevaba.
- A los 17-18 mejoré mucho, ya llevaba base de mi tono y para salir me hacía ahumados con las típicas sombras que se llevaron tanto, eso sí sin difuminar ni ná (un envase como estrechito , con una sombra única y por fuera oscuro, no sé si os acordáis, no sé si era Rimmel o Bourjois, no lo encuentro, la negra era la más deseada).
- Por ponerme compulsivamente aloe vera me quemé la piel y donde hubo un grano estuve varias semanas con una roncha roja, que menos mal que no me dejó marca. También me ponía pegotes de pasta de dientes, pegotes de Betadine (leí que por el yodo secaba los granos), por no hablar de que usaba los productos de Clean&Clear para los puntos negros que dejaban la cara como un cartón e irritada. Me hacía mascarillas de yogur y limón por leerlo en alguna revista, y más cosas que habré reseteado. Después mi madre me adentró en el mundo de la parafarmacia y para que dejase de hacer burradas me compró una base de maquillaje, un jaboncito y una crema de Avène, gracias madre por convertirme en la mujer que soy hoy.
- Me teñí de castaño oscuro porque el chico que me gustaba decía que le gustaban las morenas, Miércoles Adams me llamaban.

No me acuerdo de más ahora pero seguro que hay más burradas en mi oscuro pasado.

Edito: la sombra, recuerdo desbloqueado.Ver el archivo adjunto 1797070

Lo de usar los polvos maquilladores o la barra de labios de mamá diría que casi todas lo hemos hecho. Como madres e hijas adolescentes tenemos gustos tan diferentes, siempre hemos empezado a maquillarnos en unos colores y formas medio de señoras, al menos en mi caso y en el de mis amigas. Mis labios de 14 años tenían tonos marrones y rojos oscuros, fue mucho después que empecé con otros tonos claros y rosados, más adecuados a mi edad y a mi estilo.

 

[Flaminia]

Me encanta este hilo. Mi aportación:

- Ponerme sombras de ojos de colores llamativos por todo el párpado a juego con la ropa (veo que no soy la única).
- No desmaquillarme para ir a dormir
- Aquí otra víctima de la lata esa de maquillaje de Margaret Astor
- Pasarme depilándome el entrecejo (sólo el entrecejo). Mis cejas estaban separadísimas.
- Cuando me salían granos pasarme alcohol continuamente por ellos (claro se me quedaba la piel como lija)

Para los granos grandes que salían de repente, diría que casi todos hemos utilizado cualquier remedio rápido y "milagroso" que nos recomendaran: ya sea alcohol, agua oxigenada, pasta de dientes, ajo, tomate, aloe vera... o taparlos con cualquier cosa de maquillaje, y no siempre del mismo tono de la piel. En la adolescencia de un grano grande se hace un drama, parece que no ves nada más cuando te miras al espejo o que un grano así de "enorme" te arruina cualquier estilismo.

 

[Flaminia]

Habrá salido ya el truco de dormir con las zonas a reducir envueltas en bolsas de plástico para "liberar toxinas" y adelgazar. Después salió un pantalón-faja en el Teletienda pero las bolsas del supermercado hacían el mismo (ningún) efecto.

Tengo unas conocidas que siguen envolviéndose en plásticos cuando van al gimnasio o a correr, y siguen convencidas de que funciona.

 

[Flaminia]

Prima no me digas que esto es un despropósito!!!

Este truco lo conocí con 19 ó 20 y las veces que lo hice me funcionaba para hacer limpieza de los poros

Cierto, prima, esto sí que funcionaba. Yo también lo he hecho en la adolescencia y primera juventud, como primer paso de una limpieza facial casera. Y normalmente añadía algún tipo de hierba aromática, casi siempre manzanilla, que notaba que me servía para que se me irritara menos la piel después de los siguientes pasos de limpieza de cutis.

 

[Flaminia]

En la adolescencia tenía la la piel muy grasa y durante años impregnaba alcohol 96° en un algodón y me lo echaba todas las noches antes de dormir, a modo de tónico, después ni crema hidratante ni leches.

Recomendado por el médico de cabecera en su momento para evitar los puntos negros y el acné, para flipar

Eso también lo hacía yo en la adolescencia, alcohol y/o limón, todas las noches, religiosamente, y nada de hidratar la piel; seguramente serías de pensar como yo: con tanta grasa, para qué hidratar, al contrario, yo tenía muchísimas ganas de conseguir que se me quedara seca de una vez y para siempre. En fin, primas, lo que viene a ser no tener ni idea de lo que se hace y sus consecuencias.

 

[Shilvia]

Ay pri, aquí otra rizada que lo quería tener liso. He tardado años en reconciliarme con mi pelo, en un mundo de gente con pelo liso, siempre seremos las de los rizos.

Ay prima que envidia me das.
Yo tengo el pelo lacio y liso como una tabla. Como las orientales, igual.
Hay tantas chicas que se dejan una pasta por tenerlo así y yo mataría por tenerlo rizado, un pelo rizo bien trabajado y cuidado es lo más bonito del mundo

 

[MarieS]

A mí, mi prima me regaló un botecito de gloss, pero en aquella época (mediados de los 80) no era un gloss como los de ahora, sino un líquido pegajoso con una textura como la de la miel, pero con un olor y sabor asquerosos. Una amiga que siempre estaba en mi casa se restregaba el botecito ese compulsivamente, y estoy convencida de que todos los granos que le salieron en los años posteriores eran de tanto frotarse con ese mejunje, que se líaba a frotar en los labios y se pringaba media cara.
Y por la época, lo más de lo más era tener la cara superbronceada pero los párpados y las ojeras blancas, indicando que tus fines de semana eran de Borjamari en la Sierra. No habré visto yo maquillajes de mapache en esas noches...

 

[Lychee]

A mí, mi prima me regaló un botecito de gloss, pero en aquella época (mediados de los 80) no era un gloss como los de ahora, sino un líquido pegajoso con una textura como la de la miel, pero con un olor y sabor asquerosos. Una amiga que siempre estaba en mi casa se restregaba el botecito ese compulsivamente, y estoy convencida de que todos los granos que le salieron en los años posteriores eran de tanto frotarse con ese mejunje, que se líaba a frotar en los labios y se pringaba media cara.
Y por la época, lo más de lo más era tener la cara superbronceada pero los párpados y las ojeras blancas, indicando que tus fines de semana eran de Borjamari en la Sierra. No habré visto yo maquillajes de mapache en esas noches...

Ay, recuerdo yo cuando salieron aquellos glosses en roll-on con sabor... ¡Madre mía! Aquello era petróleo puro, el olor y el sabor no podían ser más sintéticos, y encima ya no solo es que acabasen por toda la cara, sino cómo se pegaba el pelo a aquello. Qué tiempos. Qué cuadros éramos.