Por eso pienso que estuvo bien hecho,no fue cualquier mindungui
Asesinato sin resolver de una profesora madrileña en Santander: María Natividad Garayo
- AutorForovoguecerró
- Fecha de inicio
Fuera conclusión o hipótesis descartada, alguna de las que descartaron estaría mal descartada y esa fue, pues descartaron todo lo al menos fácilmente imaginable, tras investigarlofuera conclusion o hipotesis descartada, alguna de las que descartaron estaria mal descartada y esa fue, pues descartaron todo lo al menos facilmente imaginable,tras inevstigarlo
ni tenia al parecer facetas ocultas (o las escondió muy muy bien), ni enemigos, ni pasó nada significativo en la boda,de la cual pudieron observar horas,pone
puede ser esa tambien mal llamada de juego de rol, algun chalado que quiso experimentar lo que se sentia matando, o encontronazo con vagabundo borrachuzo que se les pasó, o que tra sinterrogarlo les convenció, o uno de paso que en dias siguientes ya ni estaba por ahi
Nadie parecía desearle mal alguno, ni había razones que así lo justificasen. Sin cuentas pendientes con el pasado. Nada de nada. La policía se volvería loca escarbando aquí y allá, pero no.
El hecho es que, tras la ceremonia nupcial, la celebración de la boda fue todo lo perfecta que cabe esperar. Una boda de postín y por todo lo alto que se festejó en las instalaciones de la Real Sociedad de Tenis de la Magdalena, junto al célebre Palacio en el que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo celebra sus cursos de verano. Un lugar exclusivo, solo para socios, muy elegante. Cena, bailoteo, muchas risas y parabienes. Y la gente, ya entrada la madrugada, que empieza a marcharse en un constante rosario de salidas. La policía –luego- se hartaría de visionar los vídeos que registraron las cámaras de seguridad de las instalaciones en busca de detalles raros, circunstancias inusuales, gestos dudosos, eventos extraños que hubieran podido pasar inadvertidos a los invitados… Pero lo que vieron durante horas, hasta frisar el más puro aburrimiento, fueron las imágenes de una boda típica y tópica en la que todo el mundo lo pasa fenomenal y punto redondo.
Segunda línea de acción: el teléfono móvil. Igual había alguna infidelidad en ciernes, o bien Natividad había quedado en encontrarse con alguien en aquel lugar por cualquier motivo. Se estudiaron profusamente todas las llamadas salientes y entrantes de los seis meses previos al suceso, se triangularon los movimientos de la mujer en la noche de autos. Nada. Todo tan normal como quepa imaginar porque Natividad, y así eran las cosas, era una mujer con poco que esconder. Ni números desconocidos u ocultos, ni contactos dudosos, ni relaciones inusuales. Molestaba un poco que el caso fuera tan terriblemente simple y que, en efecto, como todo parecía indicar, algún desconocido la abordara durante su paseo nocturno simplemente porque sí, pero todo apuntaba en esa dirección. Sobre todo cuando, tras interrogar a todos los que pudieron mantener algún contacto con Natividad durante aquella tarde-noche de boda, no hubo manera de sacar nada en claro. La vida de la profesora estaba limpia como una patena.
Sexta línea: tres años antes, en Madrid, en lo que luego sería difundido por los medios de comunicación hasta la saciedad -y con no poca mala baba, por cierto- bajo el sobrenombre de Crimen del Rol, dos jóvenes asaltaron azarosamente a un hombre en la marquesina de una parada de autobús y lo apuñalaron hasta la muerte. Porque sí. Simplemente porque esa víctima les pareció bien para cumplir con los objetivos del guion perverso y disparatado que había urdido uno de ellos. De modo que, visto lo absurdo que se tornaba todo, la policía decidió probar también desde este ángulo en el caso de Natividad
Quinta línea: podría ser que un vagabundo oculto por la maleza y pasado de rosca se topara con Natividad y empezara a molestarla. Ella habría respondido airadamente y la cosa habría terminado en altercado. Pero tampoco era plausible aunque se intentó tirar de esta teoría, más que nada, por no dejar el camino sin explorar. La policía santanderina investigó a todos los indigentes -no muchos- que pululaban por la ciudad sin éxito.
Pudieron verla paseando sola y decidir que aquella mujer bien vestida y atractiva era una presa fácil para alguna proposición desagradable a la que ella se negó, lo cual habría desencadenado el desastre. Teniendo en cuenta que las estadísticas señalan que en la inmensa mayoría de los crímenes violentos que se cometen durante la madrugada hay alcohol y/o drogas de por medio, se antoja como una idea coherente que, además, explicaría la enorme brutalidad de la agresión. Lo malo es que nadie vio nada (o no recuerda haberlo visto, que es cosa bien diferente), y tampoco hay indicios colaterales que puedan sostener esta hipótesis.
El maldito azar
Las personas que se acercan asiduamente a este blog (cosa que agradezco) saben que, de vez en cuando, trato de desempolvar algún caso abierto. No por la vana ilusión de creer que mis líneas resolve…francispfernandez.wordpress.com
Bueno, es que se descartaron todas: ni conocido, ni invitado, ni juego de rol, ni maleante... la policía no tiene ningún indicio, nada.
Nadie parecía desearle mal alguno, ni había razones que así lo justificasen. Sin cuentas pendientes con el pasado. Nada de nada. La policía se volvería loca escarbando aquí y allá, pero no.
Lo de que nadie le deseaba nada malo es aventurarse demasiado, no todo es tan evidente. Los celos o la envidia, por ejemplo, que en muchísimas ocasiones no se verbalizan. Es posible que el asesino se llevase aparentemente bien con Natividad.
Recuerdo un caso en Torrelavega, ciudad cercana a Santander. Conocido en la ciudad, no es que saliese en prensa.
Una señora empezó a recibir anónimos amenazantes, no tenía enemigos ni nada que se le parezca. Simpática, educada, una persona no conflictiva. Con la familia se llevaba estupendamente. Pues bien, después de casi un año, la policía descubre que era la hermana la que escribía los anónimos. La sorpresa fue mayúscula, puesto que jamás (en boca de esta señora, que era conocida por mis abuelos) habían tenido ningún problema entre ellas.
No todo es tan simple...
El hecho es que, tras la ceremonia nupcial, la celebración de la boda fue todo lo perfecta que cabe esperar. Una boda de postín y por todo lo alto que se festejó en las instalaciones de la Real Sociedad de Tenis de la Magdalena, junto al célebre Palacio en el que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo celebra sus cursos de verano. Un lugar exclusivo, solo para socios, muy elegante. Cena, bailoteo, muchas risas y parabienes. Y la gente, ya entrada la madrugada, que empieza a marcharse en un constante rosario de salidas. La policía –luego- se hartaría de visionar los vídeos que registraron las cámaras de seguridad de las instalaciones en busca de detalles raros, circunstancias inusuales, gestos dudosos, eventos extraños que hubieran podido pasar inadvertidos a los invitados… Pero lo que vieron durante horas, hasta frisar el más puro aburrimiento, fueron las imágenes de una boda típica y tópica en la que todo el mundo lo pasa fenomenal y punto redondo.
Ya lo comentamos los que conocemos bien la ciudad, no hay tantas cámaras dentro del club de tenis. Es decir, es perfectamente posible que no captasen el momento. Incluso que ese momento jamás sucediese, y hubiese sido alguien de la boda que por x motivos la mata.
Segunda línea de acción: el teléfono móvil. Igual había alguna infidelidad en ciernes, o bien Natividad había quedado en encontrarse con alguien en aquel lugar por cualquier motivo. Se estudiaron profusamente todas las llamadas salientes y entrantes de los seis meses previos al suceso, se triangularon los movimientos de la mujer en la noche de autos. Nada. Todo tan normal como quepa imaginar porque Natividad, y así eran las cosas, era una mujer con poco que esconder. Ni números desconocidos u ocultos, ni contactos dudosos, ni relaciones inusuales. Molestaba un poco que el caso fuera tan terriblemente simple y que, en efecto, como todo parecía indicar, algún desconocido la abordara durante su paseo nocturno simplemente porque sí, pero todo apuntaba en esa dirección. Sobre todo cuando, tras interrogar a todos los que pudieron mantener algún contacto con Natividad durante aquella tarde-noche de boda, no hubo manera de sacar nada en claro. La vida de la profesora estaba limpia como una patena.
¿Y quién te dice que el teléfono móvil pudiese resolver algo en ese sentido? Pudo encontrarse con algún conocido esa mañana, y concretar de palabra quedar después de la boda. No dejaría rastro en el móvil, puesto que la circunstancia no lo habría requerido.
Por otro lado, estás dando por hecho que el asesino necesariamente tuvo que mantener contacto con ella durante la boda, no tendría que ser así.
No sé si son palabras tuyas, Avizor, o lo has sacado de algún artículo, pero la investigación no sería tan minuciosa cuando hubo invitados que no fueron interrogados.
Sexta línea: tres años antes, en Madrid, en lo que luego sería difundido por los medios de comunicación hasta la saciedad -y con no poca mala baba, por cierto- bajo el sobrenombre de Crimen del Rol, dos jóvenes asaltaron azarosamente a un hombre en la marquesina de una parada de autobús y lo apuñalaron hasta la muerte. Porque sí. Simplemente porque esa víctima les pareció bien para cumplir con los objetivos del guion perverso y disparatado que había urdido uno de ellos. De modo que, visto lo absurdo que se tornaba todo, la policía decidió probar también desde este ángulo en el caso de Natividad
No sé porqué le dan validez a lo del juego de rol, tampoco hay ningún indicio que apunte ahí, descartado por la policía.
Quinta línea: podría ser que un vagabundo oculto por la maleza y pasado de rosca se topara con Natividad y empezara a molestarla. Ella habría respondido airadamente y la cosa habría terminado en altercado. Pero tampoco era plausible aunque se intentó tirar de esta teoría, más que nada, por no dejar el camino sin explorar. La policía santanderina investigó a todos los indigentes -no muchos- que pululaban por la ciudad sin éxito.
No hay nada de nada. A mí no me encaja la posibilidad del vagabundo, por la rapidez con la que se le pierde la pista, que indica que pudo huir en su coche. Por otro lado, el huir por la playa, la madrugada de un domingo de julio (la noche de un sábado, vaya), y con testigos (el grupo de bebedores de los que hablamos), pues le hubiesen visto fijo...
Pudieron verla paseando sola y decidir que aquella mujer bien vestida y atractiva era una presa fácil para alguna proposición desagradable a la que ella se negó, lo cual habría desencadenado el desastre. Teniendo en cuenta que las estadísticas señalan que en la inmensa mayoría de los crímenes violentos que se cometen durante la madrugada hay alcohol y/o drogas de por medio, se antoja como una idea coherente que, además, explicaría la enorme brutalidad de la agresión. Lo malo es que nadie vio nada (o no recuerda haberlo visto, que es cosa bien diferente), y tampoco hay indicios colaterales que puedan sostener esta hipótesis.
Ya, no tienen reparo en pegarle cuarenta puñaladas, pero no le roban ningún objeto de valor (ni joyas, ni móvil, ni cartera). Raro. Por no hablar que los crímenes con motivaciones personales, por así decirlo, suceden también cuando la víctima está aislada y la visión es dificultosa, al ser de noche. Eso vale para cualquier tipo de crimen.
Lo dijeron en Cuarto Milenio, un programa que lo mismo te habla del covid, que de vampiros, o extraterrestres. Muy serio, sí.
El criminólogo no estuvo en la investigación, ni conocía el entorno de la víctima, da su opinión. Es que estás dando por hecho que es un señor inmerso en el caso, cuando no fue así...
Eso de tuvo que ser es absurdo. Repito, la policía no obtuvo nada... luego no tengan el descaro de afirmar rotundamente algo que no se apoya en ningún indicio. No hay pistas. Tampoco testigos que viesen a ningún sospechoso. Por lo que no se puede descartar nada.
Lo de las joyas también se puede explicar en que el asesino no tuviese ninguna necesidad económica, o incluso una posición económica muy desahogada. Lo cual ya no encaja
en el perfil de maleante enajenado...
Cualquier persona que mata es un perturbado: conocido, invitado o vagabundo. Lo de matar por matar es una teoría que tienen ellos, igual de válida que otras, puesto que su estupenda investigación no condujo a nada. Así son los hechos.
En este caso no se encontró ningún hilo del qie tirar, incluso se valoro la posibilidad de que fuese el marido,, tanto él mismo como qie hubiese contratado a alguien.. Pero vamos, que se valoraron todas las posibilidades teóricas, porque realmente no tienen absolutamente nada.
Así es, Malena, por eso es ridículo que se diga tuvo que ser.
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Es normal que alguien que sólo haya visitado la ciudad recientemente piense que no se puede aparcar, ya que han cambiado la configuración de la calle y sólo se puede aparcar en la acera de las casas, por el lado de la playa va un carril bici. Esta foto que pones tiene mínimo un par de años. De todos modos en el momento del crimen, como bien dices sí se podía aparcar
A
Alexa_B
Guest
Hola primas! Este es mi primer mensaje. Cuando pasó esto yo vivía por la zona y la verdad es que fue muy impactante...me quedo por aquí para comentar y aclarar alguna duda sobre cómo era la zona si se puede.
no, no, lo que eran palabras mias era solo el inicio del mensaje"
"fuera conclusion o hipotesis descartada, alguna de las que descartaron estaria mal descartada y esa fue, pues descartaron todo lo al menos facilmente imaginable,tras inevstigarlo
ni tenia al parecer facetas ocultas (o las escondió muy muy bien), ni enemigos, ni pasó nada significativo en la boda,de la cual pudieron observar horas,pone
puede ser esa tambien mal llamada de juego de rol, algun chalado que quiso experimentar lo que se sentia matando, o encontronazo con vagabundo borrachuzo que se les pasó, o que tra sinterrogarlo les convenció, o uno de paso que en dias siguientes ya ni estaba por ahi
EL RESTO era copiapega de algunas de las hipotesis que barajaron y decartaron, no todas para no hacerlo muy largo
contenidas en el enlace al articulo que puse
A mí lo que me extrañó es que la gente pusiese el foco en el marido, cuando estaba en Irlanda con los hijos.
El marido no estaba en Irlanda, estaba en Madrid. Y ese fin de semana, uno de los hijos se iba a Irlanda
Porque eran adinerados y esa gente no se mancha las manos personalmente si no que paga a alguien
Sí, pero tampoco encaja la ejecución con un crimen por encargo...
