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Buenos días cotis,
Ayer me enteré de la noticia del Premio a la Concordia 2020 a los sanitarios de la Fundación Princesa de Asturias.
A título personal, sin querer hablar en nombre de nadie, y como médico especialista de la Sanidad Pública madrileña, justo este mes desde hace 20 años, yo rechazo el premio que preside su hija mayor, Majestad.
Sé que es de bien nacido ser agradecido, y normalmente ante un premio por tu trabajo, se siente gran alegría o al menos un momento de felicidad.
El premio entiendo que es por nuestra labor durante la pandemia.
Viví el virus en primera persona a principios de marzo en mi familia y después en primera línea como médico, durante abril y mayo con enfermos ingresados en las plantas de Medicina Interna y en la Urgencia, que era lo más parecido que puedo imaginar a un hospital de guerra, tras una batalla campal.
Creo que puedo hablar con conocimiento de causa. Premio por nuestra labor, verá señor, el hacer lo que sea por el enfermo, con los medios de los que disponemos, lo tenemos grabado en nuestro ADN de médicos, yo no quiero un premio por eso. Te lo enseñan desde muy jovencita, hay que buscar lo mejor el paciente y da exactamente igual lo cansada que estés, el enfermo no tiene culpa de eso.
Siempre ha sido así, el médico que está en un pueblo remoto, tiene que diagnosticar muchas veces sin analíticas ni placas....nos adaptamos a lo que hay. Debido a que en este país se lleva años olvidando que es lo importante para una verdadera sociedad de bienestar, el sistema iba sobreviviendo con alfileres, y cuando ha llegado una crisis como esta, se colapsó. Y no teníamos medios.
A día de hoy, yo aún no me he puesto un EPI, así que hemos estado usando unas batas ridículas de papel y unos mandiles de plástico igual de inútiles que las bolsas de basura, pero al menos algo más estéticos. Que las mascarillas eran defectuosas, pues nos pusimos dos, una sobre otra...pero no me de las gracias Majestad, me salió instintivo. Ante pacientes ahogándose, le juro por mi hija, que lo que menos pensaba es si yo estaba cansada o me iba a poner mala. Y así el resto de mis compañeros.
No quiero participar ahora, de un bonito día en Oviedo, oyendo discursos con buenas palabras, copas de champán alternando con los jefazos sanitarios ..esos de los de despacho, que vieron un paciente a mas de 1 km de distancia...no..yo renuncio a comentar ese día en Oviedo lo maravilloso que ha pronunciado esas emotivas palabras a los sanitarios la teZoro mayor aún con el pelo dorado del verano, en varios idiomas, tras tener unos 10 profesores para ella sola y muchos niños en el mismo país, no han tenido ni una tablet para seguir las clases, me parece hasta indecente.
El único premio que me gustaría es que con esta la sociedad aprendiera y exigiera, que los gastos en Sanidad Pública y Educación se priorizaran, que no se gastaran cantidades ingentes de dinero público en chorradas, asesores, hacer ricos a amiguetes..etc.etc. Esta crisis ha mostrado como las personas mas vulnerables como los ancianos, no hemos estado a la altura como sociedad. No me quiero extender más porque menudo rollo estoy metiendo. Yo a día de hoy, no me olvido que pese a intentar con lo que teníamos hacer bien nuestro trabajo, murieron miles de personas, que quizás podían haberse salvado si el sistema no hubiera colapsado.
Ojalá esto suponga un punto de inflexión como sociedad, al menos habrá servido para algo tanta desgracia. Y a usted "Majestad" permítame que me ahorre escucharle sus palabras huecas de todos sus discursos, sus favoritas: SACRIFICIO, ENTREGA, VIVIR AL SERVICIO DE LOS DEMÁS, ESO, SIN DECIRLO, LO LLEVARON A CABO LOS 71 SANITARIOS QUE DIERON SU VIDA POR TRATAR DE SALVAR A OTROS.
Para ellos mi respeto para siempre, nunca os olvidaremos.
Y perdón por la largura, no suelo nunca excederme tanto.
@MartaR somos muchos los ciudadanos conscientes de lo que describes, a la par que avergonzados y muy tristes por las personas que han muerto pudiendo haberse salvado. Hierve la sangre al ver a esta panda dando premios, haciendo discursos, aplaudiendo, brindando y, en definitiva, llevando a cabo esa "labor" de la que tanto presumen y que no sirve ABSOLUTAMENTE PARA NADA salvo para sentir rabia cuando su ineptitud y cara dura te tocan de cerca. Con mi humilde apoyo y sabiendo que muchos ciudadanos como yo estamos con vosotros y somos conscientes de vuestras circunstancias, espero al menos que os sintáis menos solos. Hay muchas personas que luchamos en la medida de nuestras posibilidades para que nuestro sistema de salud pública sea justo y fuerte, porque eso sí es un verdadero teZoro.
Gracias de corazón por vuestra vocación.