La movida en los premios princesa tuvo que ser monumental. Desde aquella no volvió a enseñar brazos y hoy va de pena. Cabezona por la tiara, hubiese necesitado volumen abajo y nunca lápiz.
Bueno, si no muestra más los brazos, ya es un progreso. Sin ironía.
Hay una autocrítica y eso es bueno.