Victoria Federica y su "exótica elegancia". Entrevistas y reportajes. Trabajos en el mundo de la publicidad

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Algo puede que se haya hecho. Pero, no creo que sea tanta cirugía... Hoy en día, los maquilladores hacen milagros.
El maquillaje, también, produce mucho efecto óptico.
Ej: En cuanto al levantamiento de la ceja, con que retoques las cejas ya consigues el efecto deseado...
 
A mi todo esto del mundo influencer me parece un completo aburrimiento , yo cuando me conecto a Instagram es para ver algún video divertido no para ver petardas luciendo bolsos feos y pantalones ridículos ¿Y el Hola , qué es eso del Hola , todavía se vende esa revista ?
 
La entrevista. Edulcoradisima y con ese tufillo al Hola de Junco, pero, aunque hay cosas en las que somos diametralmente opuestas (toros, por ejemplo) me atrae de ella que no miente por quedar bien e ir con la marea, donde todas dicen lo mismo por quedar bien.

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Descubriendo a Victoria Federica: "Quiero mostrarme ante la gente para que me vean tal cual soy"

Sin filtros, la primera entrevista que concede Victoria Federica de Marichalar de Borbón en su vida es una presentación en sociedad por todo lo alto. Una reivindicación personal de su prometedor proyecto vital y la celebración de su valiosa herencia familiar.

POR ÁLVARO FERNÁNDEZ-ESPINA Y FOTOS: MARIO SIERRA. REALIZACIÓN: SYLVIA MONTOLIÚ Y BÁRBARA GARRALDA

Como haber encontrado una aguja en un pajar. Un hallazgo que no por arduo resulta menos alentador. Esa es exactamente la sensación que produce conversar con Victoria Federica de Marichalar de Borbón (Madrid, 2000), uno de los secretos mejor guardados y que promete ser el gran descubrimiento del nuevo relevo generacional. Está nerviosa, lo reconoce nada más llegar a nuestra cita, en uno de sus restaurantes madrileños favoritos. Y no es para menos: se trata de la primera entrevista que concede en su vida. Sin embargo, no le resulta difícil romper el hielo frente a un suculento plato de ensaladilla rusa como aperitivo. Tiene muy claro su propósito: «Quiero mostrarme ante la gente para que me vean tal cual soy, porque la imagen que se difunde de mí no es la verdadera, tengo las mismas inquietudes que cualquier otra chica de mi edad», apostilla mientras se arrellana en el sillón y va ganando confianza. «Aunque no creo que necesite presentarme, sinceramente. Presentada ya estoy», bromea arrugando la nariz y esbozando una media sonrisa tímida, pero cargada de intención, que recuerda a un gesto heredado de su madre.

A los 21 años, la hija de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar cursa tercero de Marketing y Comunicación en un centro universitario norteamericano con sede en Madrid. Un paso más en el plan que ya ha trazado mentalmente y que va cristalizando a fuego lento, en paralelo a su madurez personal, y que la pone en el camino para encontrar lo que ella denomina «mi sitio en el mundo».

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Camiseta de canalé con logo bordado y pantalón de seda de Loewe.

Consciente de su posición privilegiada, Victoria asegura: «Tener visibilidad pública no es algo nuevo para mí, aunque me haya abierto al mundo ahora, por así decirlo; es una situación con la que vivo desde que nací». Lo cierto es que demuestra con cada uno de sus gestos y palabras una educación exquisita e impecable, forjada no sólo en los mejores colegios patrios y del extranjero, sino, sobre todo, en su círculo familiar. «Todos los valores que poseo son el resultado de lo que me han inculcado en mi casa desde niña. No sólo a mí, también a mi hermano, por supuesto. De ahí que una de las cosas que más valore en la vida sea pasar tiempo de calidad con ellos», admite.

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Top de gasa bordado y sandalias de ante de Valentino, vaqueros de Levi’s, ‘earcuff’ multiaro y pendiente ‘Serpenti’ de oro blanco y diamantes de Bvlgari y reloj de oro blanco de Rolex.

Lealtad, empatía y responsabilidad. Tres cualidades personales que Victoria destaca por encima de todo como los pilares básicos sobre los que construye su relato vital, en el que han jugado un papel muy importante su madre y sus abuelas, a quienes ella se refiere como «las mujeres de mi vida». Junto a la reina Sofía, por ejemplo, a quien profesa una admiración inconmensurable, ha vivido uno de sus recuerdos de adolescencia más trascendentales. «Un verano nos llevó a toda la familia a Grecia y, aunque siempre hacemos escapadas en vacaciones, esta fue muy especial por lo que significaba para ella enseñarnos dónde estaban sus raíces. Atenas es una ciudad que me transmite muchas emociones y descubrirla juntas quedará para siempre grabado en mi memoria», confiesa.

De ella, así como de Concepción Sáenz de Tejada, su abuela paterna –de quien conserva, entre otros muchos objetos personales, un bolso de Chanel que figura entre sus posesiones más preciadas y gracias al cual afirma «sentirla conmigo cada vez que lo llevo puesto»–, ha adquirido una importante noción de compromiso social. «Son mis mayores referentes, porque han demostrado a lo largo de su vida, con sus actitudes, una gran sensibilidad a la hora de involucrarse en causas benéficas y darles voz. Nada me gustaría más en un futuro que seguir sus pasos y conseguir llevar a cabo proyectos tan relevantes como los que ellas han apoyado», remarca.

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Chaqueta de ‘tweed’ con chaleco a juego y bailarinas con cadena al tobillo de Chanel, vaqueros de Levi’s y pendientes de oro y diamantes de Cartier.

En su madre, Victoria ha encontrado no sólo una cómplice sino también una maestra. Especialmente gracias a la pasión que ambas comparten por la hípica, en la que la inició prácticamente desde la cuna. «Ella me llevó a montar a caballo por primera vez. Después empecé a dar clases y el flechazo fue inmediato. Todavía hoy es lo que más me ayuda a desconectar, aunque no puedo practicarlo tan a menudo como me gustaría. Ella sigue montando todos los días. Cuando yo también competía pasábamos buenos ratos juntas. Viajábamos por España y era muy divertido, porque la veía como a una profesora, y eso nos ha unido mucho». Mientras sueña con poder volver a reunirse con su querida yegua Dibelunga, rememorando la conexión tan especial que compartía con el animal, Victoria reconoce que el deporte es la gran afición que ha heredado de su familia y con la que aún puede compartir ratos de ocio, especialmente haciendo esquí, algo que no perdonan ninguna temporada.

Pero si hay alguien que ejerza en la vida de Victoria como una brújula sentimental, ejemplo incontestable y absoluto, ese es su abuelo, el rey emérito Juan Carlos. «Desde niña le he admirado, siempre le he visto como un hombre dedicado y espero que todo el trabajo y el esfuerzo que ha hecho durante toda su vida sea reconocido y estimado –afirma–. Es mi persona favorita del mundo. A nivel personal es un referente, como para cualquier persona lo es su abuelo, eso es obvio, y le considero mi segundo padre, pero también para mucha gente en España ha sido importante, y lo sé porque se acercan para decírmelo». Las palabras y la emoción se le agolpan repentinamente en la garganta e interrumpe su discurso con la mirada empañada. Tras tomar aire un par de segundos y templar la voz, concluye: «Sólo quiero que se valore su entrega por este país. Aunque hace tiempo que no estamos juntos, hablo mucho con él y sigue siendo mi mayor fuente de inspiración. Lo será hasta que me muera». A él le debe, precisamente, una de sus mayores aficiones, los toros, que para siempre asociará como una de las experiencias más simbólicas y valiosas de su relación juntos. «Soy una gran amante de la cultura y la tradición española, del flamenco y la tauromaquia», explica. «Una tarde en la plaza junto a mi abuelo forma parte de los momentos más especiales de mis recuerdos que guardo con infinito cariño. Es de las cosas que más nos han unido».

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Chaqueta bordada de Palomo Spain, pantalón de raso de Fernando Claro, pendientes de Lina 1960 y sombrero de Casa Yustas.

Pensando en él, Victoria no puede evitar sacar a relucir uno de los consejos más importantes que le ha dado y que a día de hoy permanece grabado a fuego en su ideario vital: «Que sea yo misma en todo lo que hago». En honor a él, confiesa además que decidió hacerse uno de los tatuajes más importantes que luce y que discretamente tachonan su piel a modo de cartografía sentimental. Se trata de un velero en el tobillo derecho, copiado exactamente de una foto que tomó del último barco en el que el rey emérito estuvo navegando. Y no es el único: «En una muñeca tengo una concha en recuerdo de mi abuela Concepción, y en la otra, tres puntos que simbolizan a mi madre, mi padre y mi hermano», enumera. Además, en la parte superior de la oreja izquierda se atisba un pequeño smiley formado por dos puntos, un guion y un paréntesis. «Es el que más me representa, porque soy una persona muy feliz, alegre y divertida. Simple, pero muy descriptivo», puntualiza.

Aparte del fuerte arraigo familiar al que ella vincula sus sólidos valores personales (y por los que demuestra un gran respeto), la amistad es otro de los anclajes que Victoria reconoce como fundamentales. «Para mí, mis amigos lo son todo. Soy tremendamente leal. Estoy dispuesta a desvivirme por ellos porque sé que ellos lo harían por mí. Están a la buenas y a las malas, igual que yo», afirma. Aunque no se considera desconfiada, sí asegura tener un sexto sentido para percibir cuándo alguien se le acerca con intenciones taimadas. Sin embargo, el amor al prójimo es algo que practica por convicción a sus ideales religiosos, algo que le ha inculcado su familia y que también comparte con su círculo de amigos, con los que a menudo acude a oír misa. «Soy católica practicante. Cada mañana, cuando me levanto, doy gracias a Dios. El Señor para mí lo es todo y en la iglesia encuentro paz y tranquilidad. Es esencial en mi vida», añade.

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Minivestido con capas de gasa a modo de volantes y perlas bordadas de Victoria y flor XL de gasa de Vivas Carrión.

En mayo de 2019, como cualquier otra chica de su edad, Victoria decidió abrirse una cuenta en Instagram. Algo que, muy a su pesar, levantó una polvareda de opiniones y una gran controversia. ¿Había nacido una nueva influencer patria cuyos looks escrutar hasta la saciedad? Era la pregunta que parecían hacerse no sólo los medios españoles, sino muchos de los tabloides internacionales, seducidos por su ascendencia aristocrática y ávidos por fijar su mirada en una nueva camada de celebridades de la realeza europea. «Es un tema que mueve masas, pero formo parte de una generación que ha nacido en la era de la presencia digital, que lo conciben como la principal forma de comunicarse y no podía no formar parte de las redes sociales», zanja restándole importancia. «Esta es mi oportunidad de que la gente me conozca y me vea tal y como soy. Negarlo sería ir a contracorriente».


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Camisa de lino de Olimpo, pantalón de lentejuelas de Alberta Ferretti, y pendientes de Iris Apfel X H&M.


De ahí que, tras asumir que la única dueña de su relato es ella y nadie más, las críticas no sean algo por lo que se deje influir, aunque admite que tiene opiniones que prefiere guardarse «para evitar polémicas». En todo caso, revela que a lo que no está dispuesta es a separar su figura pública de la personal. «No me expongo mucho, y lo poco que muestro es lo que soy de verdad, eso es lo importante. Desde luego, tengo muy claro que no quiero convertirme en una influencer. Es un trabajo que respeto mucho, de hecho tengo buenos amigos que se dedican a eso. Sin embargo, no es una salida profesional con la que me identifique. Quizás sí me sienta cómoda siendo alguien influyente, pero son dos conceptos que no tienen nada que ver», argumenta. «Si puedo usar esta relevancia para servir como altavoz de causas solidarias, por supuesto, lo haré sin dudar», añade.


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Vestido de guipur, de Prada.

Llega el momento del postre y, antes de encarar la sobremesa, Victoria se adelanta pidiendo disculpas con elegancia porque no puede evitar coger con la punta de los dedos un pellizco del azúcar glas que decora el plato y llevárselo a la boca. «¡Está tan rico! Y no sabe igual si lo coges con la cuchara, ¿verdad? Pasa lo mismo que con el sushi. Si en vez de los palillos usas el tenedor no es lo mismo». Con esa espontaneidad encara también su futuro. A un año de terminar la carrera, seguir los pasos de su padre en el mundo de la moda es lo que más interés le suscita. Junto a él, que hoy ejerce como asesor del grupo LVMH en España, Victoria ha presenciado algunos de los desfiles más destacados del panorama internacional, especialmente en París, durante las semanas de la alta costura.

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Vestido, pendientes y anillo, de Dior; y sandalias de Giorgio Armani.


En uno de esos eventos tuvo la suerte de compartir mesa en una cena con su diseñador favorito, el recientemente desaparecido Virgil Abloh, fundador de la marca Off-White y director creativo de la división masculina de Louis Vuitton. «Este mundo me gusta gracias a mi padre, por haberle visto durante años, y desde muy pequeña, dedicarse a esto. Sabe mucho y con él aprendo constantemente», dice. Jaime de Marichalar puede adjudicarse, sin duda, el mérito de haber instruido a su hija en estas aptitudes y de cimentar una complicidad que ella manifiesta abiertamente y gracias a la cual ha afinado el gusto por «piezas arriesgadas pero con personalidad», como ella misma explica, y que bien podría estar refiriéndose al bolso que lleva hoy, el modelo Balloon tipo bombonera diseñado por Jonathan Anderson para Loewe, otra de sus firmas de cabecera.

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Traje de chaqueta de Antonio García, camisa de Les Hommes, sandalias con ‘strass’ de Aquazzura, sombrero cordobés de Casa Yustas, pendientes de Cartier y medias de Calzedonia.

Apostar por la moda española figura, igualmente, entre sus prioridades, de ahí que el pasado mes de octubre eligiera para su presentación oficial en sociedad, durante la fiesta de los ELLE Style Awards, celebrados en Sevilla, un vestido hecho a medida para ella por Lorenzo Caprile. Era un diseño en terciopelo con manga larga, hombreras prominentes y una apertura lateral que dejaba al descubierto la pierna. «Mi relación con él viene desde hace muchos años. Mi madre tiene muchas cosas suyas en el armario, que ha llevado a eventos muy importantes. Por eso me hacía especial ilusión que firmara el primer vestido que iba a lucir en mi debut público», cuenta. Lo que parece claro es que esa no será la última vez. Ante Victoria se despliega ahora un panorama prometedor en el que el vértigo y la emoción equilibran a partes iguales la balanza. ¿Miedo? Ninguno. ¿Respeto? «Desde luego, cómo no», concede abiertamente. Su disposición y tenacidad la llevarán, sin duda, a cumplir sus sueños y a madurar en el camino. «Soy muy estricta y disciplinada, me gusta hacer las cosas bien y lo que me propongo lo consigo», sentencia.

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Camisa y minifalda de lentejuelas de Dolce & Gabbana, rosa de Floreale.
 
Algo puede que se haya hecho. Pero, no creo que sea tanta cirugía... Hoy en día, los maquilladores hacen milagros.
El maquillaje, también, produce mucho efecto óptico.
Ej: En cuanto al levantamiento de la ceja, con que retoques las cejas ya consigues el efecto deseado...
Siempre va sin maquillar... es retoque de fotos y un buen maquillaje.

«Soy muy estricta y disciplinada, me gusta hacer las cosas bien y lo que me propongo lo consigo», sentencia. :unsure: :LOL: Lo consigue por ser quién es.... y qué ha conseguido?
 
Que alguien k la esti explique a esta p imbecil k hace el ridiculo

Recuerdo cuando la pobre andrea comete el pollo cumplio 18 y las redes se cebaron con ella, de forma desmedida
Diciendola cosas tipo...andrea eres mas fea k tu p madre.

Pos vito hinfluenser, ezo digo yo

vic marbor habla de su abuelo y su mamá, qué son su referencia...
no te quedes solo en la ropa...
ella vende estilismos, con el abuelo y la mamá...
 
“Mi abuelo es mi persona favorita del mundo. A nivel personal es un referente y le considero mi segundo padre”

Entiendo que quiera muchísimo a su abuelo pero si tuviera una neurona en activo lo de referente lo habría obviado...... Un abuelo que le ha puesto miles de veces los cuernos a su abuela (a la que supongo también quiere) no lo veo referente de nada. No digo nada de los temas monetarios que lógicamente para ella es lo más de lo más puesto que de eso ha vivido y vivirá el resto de su vida.

lo más lamentable es que teniendo la vida personal en publico, diga como nieta que es un referente.
hay que recordar que cuando le rastrearon cuentas en paraisos fiscales, habia movimientos bancarios de 600,000 euros correspondientes a los gastos en ocio de los nietos marichalar.
obviamente si tu abuelete te da una tarjeta sin fondo, y puedes disponer de 600,000 euros para irte de vacaciones y de vidorra, (siendo una adolescente en ese momento)... seguro es su referente en ese sentido...
 
Vaya cambio el de Victoria, ahora que la han refinado los estilistas!

podia decir todo lo que se ha operado, porque hay que reconocer que hicieron un buen trabajo.
como se nota que tiene todo un equipo creando una belleza exotica, y vendible.
papá, que ya se le reconoce como reconstructor de su mujer en sus tiempos, ahora juega a las muñecas con su hija.
 
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Pues comparándola com los retoques de la mujer de su tío , es casi ecológica . A ver que influencer, o modelo , sale en una revista , con la cara lavada, sin peinar y sin producir, hombre ya¡. Esta chica es alta , delgada, y tiene clase. Bastastante más, que la cantidad de pedorras , que se están forrando , sacando a pasear los bolsos de firma que les dejan las marcas .
 
Hay chicas anónimas más guapas y con más estilo que esta chavala

No cuentan el pollo que montó cuando le preguntaron por su tía Cristina???
De niñata engreída??? Ah no que eso no interesa

Sino fuera hija de... estaría fregando escaleras

Me la empezaré a creer si estudia una carrera universitaria en la publica, me da igual cual carrera,en esa universidad que va, regalan títulos , ya entro sin tener el bachillerato aprobado
Si leis los requisitos no dice de tener aprobado el bachillerato se puede entrar con las notas de 3 y 4 eso y las notas de 1 y 2 bachillerato...
 

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