Las urgencias se llenan de gente porque ya no hay (casi) médicos que visiten en casa y las horas de los ambulatorios son bastante restringidas.
Cuando yo era pequeña, años 70 y 80, los pediatras y médicos de cabecera acudían a las casas, incluso a horas intempestivas. Era una profesión de prestigio pero el que la escogía sabía que iba a tener larguísimas jornadas de trabajo. El pediatra ha ido a casa de mis padres a las 11pm o a las 7am (te esperabas a que amaneciera para llamar); hoy día esto es una rareza, si es que queda alguno, así que con cualquier cosa que tenga el niño, pues a urgencias.
Tengo varios amigos médicos y me sorprende la diferencia en carácter (y, digamos, abnegación, aunque tampoco es la palabra correcta) con los médicos de antes. Muy pagados de sí mismos y con auténtica alergia al paciente fuera del horario de consulta; un buen amigo (en lo personal) es hasta desagradable con sus pacientes cuando se los encuentra por la calle, no vaya a ser que le cuenten o pidan algo, dice.
Tal vez sería necesario tener médicos “fuera de horas” y/o que visitaran a domicilio, como antes, y habría menos gente en urgencias porque el horario de día no le viene bien.
P.S. a todo esto, no entiendo cómo he acabado hablando de médicos de los 70 y 80 en “Verdades Incómodas”. Será que mi verdad incomoda es que los médicos ya no son lo que eran (sin ánimo de ofender a nadie, que estoy segura de que levantaré ampollas... conste que no digo que TODOS los médicos debieran ser esclavos 24/7, sino que debería existir un horario distinto o la figura del médico “a domicilio”, y que los médicos que yo, personalmente, conozco, son bastante estúpidos con sus pacientes, “poco humanos”, que diría mi abuela. Los que yo conozco, eh?).
Cuando yo era pequeña, años 70 y 80, los pediatras y médicos de cabecera acudían a las casas, incluso a horas intempestivas. Era una profesión de prestigio pero el que la escogía sabía que iba a tener larguísimas jornadas de trabajo. El pediatra ha ido a casa de mis padres a las 11pm o a las 7am (te esperabas a que amaneciera para llamar); hoy día esto es una rareza, si es que queda alguno, así que con cualquier cosa que tenga el niño, pues a urgencias.
Tengo varios amigos médicos y me sorprende la diferencia en carácter (y, digamos, abnegación, aunque tampoco es la palabra correcta) con los médicos de antes. Muy pagados de sí mismos y con auténtica alergia al paciente fuera del horario de consulta; un buen amigo (en lo personal) es hasta desagradable con sus pacientes cuando se los encuentra por la calle, no vaya a ser que le cuenten o pidan algo, dice.
Tal vez sería necesario tener médicos “fuera de horas” y/o que visitaran a domicilio, como antes, y habría menos gente en urgencias porque el horario de día no le viene bien.
P.S. a todo esto, no entiendo cómo he acabado hablando de médicos de los 70 y 80 en “Verdades Incómodas”. Será que mi verdad incomoda es que los médicos ya no son lo que eran (sin ánimo de ofender a nadie, que estoy segura de que levantaré ampollas... conste que no digo que TODOS los médicos debieran ser esclavos 24/7, sino que debería existir un horario distinto o la figura del médico “a domicilio”, y que los médicos que yo, personalmente, conozco, son bastante estúpidos con sus pacientes, “poco humanos”, que diría mi abuela. Los que yo conozco, eh?).
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